Cuando el inventor Dean Kamen decidió crear la organización First Global, lo hizo para “motivar a la próxima generación a comprender utilizar y disfrutar la ciencia y la tecnología”, asegura en su sitio web.
Por eso, cuando el pasado 16 de julio inauguró First Gobal Challenge, las primeras olimpiadas de robótica del mundo, los jóvenes de 157 países que participaban en ellas lo vitorearon con entusiasmo, agitando sus banderas nacionales y estallando en aplausos cuando subió al escenario del recinto de Washington DC (EE.UU.) en el que tenía lugar el evento.
Durante los tres días -16, 17 y 18 de julio- que duró la competición, cada uno de los equipos de educación secundaria de cada país, usó la robótica, con ayuda de sus respectivos mentores, para buscar soluciones a un problema global: hacer que el agua potable sea accesible a todo el mundo.
Algunos equipos se caracterizaron por su diversidad, como uno musulmán/cristiano completamente femenino que viajó desde Jordania.
Otros por la controversia, como las seis niñas afganas a quienes rechazaron la visa para entrar a EE.UU. en dos ocasiones -protagonizando titulares internacionales incluso antes de participar- y que, finalmente, lograron concursar y hasta llevarse una medalla de plata en un galardón especial “al coraje”.
Un equipo de niñas afganas protagonizó titulares internacionales al serles denegadas sus visas en dos ocasiones. Finalmente, pudieron participar.
Los ganadores, seleccionados por un panel internacional de expertos en ingeniería, tecnología y matemáticas, fueron el Equipo Europa (uno de los seis grupos continentales, formado por integrantes de Hungría, Polonia y Armenia.
Pero hubo varios países de América Latina que destacaron. ¿Cuáles fueron y cómo lo hicieron?
Desde lo más remoto de Honduras hasta el puesto 40
Algunos habían llegado desde zonas remotas, como un grupo rural de Honduras cuyos miembros deben atravesar una montaña cada día para poder asistir a la escuela.
El proyecto consistía en lograr purificar el agua con un robot.
Todos los países recibieron un “kit” con materiales para fabricar el robot, incluidas pelotas azules (agua pura) y pelotas naranjas (contaminantes).
“Fue uno de los equipos que más sorprendió”, le dice a BBC Mundo Jose P. Escotto, director de comunicación de First Global, en conversación telefónica.
Los miembros del equipo de Honduras caminan todos los días por una montaña para ir a la escuela.
“Tenían todas las de perder y lograron destacar, a pesar de no tener acceso a la tecnología en el lugar en el que viven”, añade Escotto.
“Viniendo de una aldea remota en el Corredor Seco Centroamericano -donde hay un número alarmante de niños malnutridos y riesgo de enfermedades crónicas e incluso muerte- el equipo de estudiantes de secundaria que representó a Honduras comprende los beneficios que aportaría su desarrolló tecnológico”, explicó First Global en una nota informativa.
En el caso de estos estudiantes, sus familias “sobreviven con menos de US$2 al día” y tienen que enfrentarse a diario a problemas de escasez de agua y electricidad, “caminando por carreteras no pavimentadas y subiendo una montaña para llegar a la escuela”.
“Para mí es una gran oportunidad. Creo que es una experiencia que marcará mi vida. Es algo muy importante”, dijo Melisa Portillo, una de las estudiantes en el video de presentación de su equipo.
Y quedaron en muy buen lugar: acabaron situándose en el puesto 40 del ranking mundial.
México: el diseño más premiado
El equipo mexicano fue el único de América Latina que se llevó una medalla de bronce dentro de una de las categorías premiadas: la de diseño industrial (la de oro fue para India y la de plata para Mali).
Integrantes del equipo mexicano con su robot.
“Tenía un diseño bastante limpio y eficiente”, explica Escotto. “No sólo se veía bien el robot, sino que además ganó bastantes puntos”.
El equipo mexicano tenía un tipo de aspiradora que llevaba las pelotas a un depósito separadas por un sensor de color. También tenía una garra. Y por todo ello, logró destacar en su diseño.
México es uno de los países de la región más avanzados en tecnología.
Siete jóvenes de la preparatoria de la Universidad Panamericana y del Tecnológico de Monterrey San Luis Potosí, en Ciudad de México, conformaron el equipo mexicano, separados por 147 kilómetros.
“No importa cuán grande sea el reto, siempre encontraremos una solución como equipo. No es sobre el trabajo individual, sinosobre lo que podemos hacer juntos como equipo”, aseguraron algunos de sus integrantes a la organización.
Guatemala: “uno de los que más sorprendió”
“Guatemala sorprendió mucho, los chicos estuvieron muy emocionados”, comenta Escotto.
“Al inicio no estaban muy seguros porque es un país que no ha sido muy reconocido por su tecnología. Sin embargo, nunca bajaron de los primeros 10 puestos en las diferentes rondas del concurso. Y sobrepasar a países como china o Japón, que han concursado antes en robótica, es todo un logro”, agrega.
Desde First Global explican que Guatemala tenía un sistema de recolección de pelotas utilizando poleas que las llevaba hacia un sensor de color que separaba las azules (agua pura) de las naranjas (contaminantes).
La selección guatemalteca fue la única de Latinoamérica que se posicionó entre los primeros 10 lugares del ranking mundial a falta únicamente cuatro rondas para la final (aunque después perdió puestos). Finalmente, quedaron en el lugar 60.
El equipo de Guatemala fue uno de los que más sorprendió, dijeron fuentes de First Global Challenge.
“Es un orgullo representar a Guatemala en un evento tan importante de tecnología y trabajamos duro para poder lograr un buen resultado”, explicó Dr. Oscar Rodas, entrenador del equipo.
El caso de Nicaragua
También quedaron en muy buen lugar Paraguay (puesto 20 en el ranking), el Equipo Sudamérica (formado por jóvenes de Perú, que quedó en el 23) y Haití (en el 44), que también quedó entre los primeros 10 en varias ocasiones.
Los jóvenes del equipo de Nicaragua llegaron desde uno de los barrios más marginales de Managua.
Y la organización del concurso destacó también lo inusual del equipo de Nicaragua, formado por hijos de familias que trabaja en el basurero más grande de Managua y que van a una escuela cerca del mismo.
“El equipo de Nicaragua no está lo suficientemente equipado para avanzar en tecnología o robótica tanto como les gustaría. aunque hay organizaciones no gubernamentales, como Fabretto, que han jugado un papel fundamental para ayudarlo”, explicó First Global en un comunicado.
El grupo -formado por jóvenes de entre 14 y 17 años- llegó desde Acahualinca, un barrio marginal cerca del lago Xotolán, en Managua, y declararon antes de presentarse al concurso que comprendían “lo complejo de la tarea”, pero se sentían “motivados y seguros de nuestras capacidades”.
El equipo de Nicaragua llamó a su proyecto “Dimon”: diseño mecánico original nicaragüense.
Llamaron a su proyecto “Dimon”: diseño mecánico original nicaragüense.
El original robot simula sanear el agua mediante un creativo sistema de descargue y depósito de desechos, que construyeron con más de 1.500 piezas que les facilitó la organización del concurso, que proporciona el material para todos los estudiantes de los países participantes.
“Para ellos, la victoria verdadera es conseguir conocimiento y experiencia para obtener nuevas oportunidades”, explicaron fuentes de First Global.
Y tendrán una nueva oportunidad el año que viene, esta vez en México, donde se celebrará la segunda de las olimpiadas de robótica el año que viene.