Archives abril 2019

Instagram: ¿eres capaz de encontrar las claves ocultas en la primera imagen de la CIA en la red social?

La Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA) se estrenó en Instagram, dando a potenciales agentes una misión que cumplir.

Conocida por sus operaciones secretas, por su discreción y por sus sofisticados métodos de espionaje, la CIA ha hecho gala de su fina ironía al unirse a esta red social.

“Somos la primera línea de defensa del país”, dice la agencia en la biografía de su cuenta.

El mensaje en Instagram incluye una fotografía de un escritorio sobre el cual están colocados una serie de objetos curiosos: desde una peluca rizada de color gris hasta una pila de billetes extranjeros.

La fotografía, tomada en los cuarteles generales de la CIA en Langley (estado de Virginia), tiene una leyenda críptica que dice: “I spy with my little eye…” (“yo espío con mi ojo pequeño…” una frase que es la versión anglófona del juego “Veo, veo…”).

El reto, al parecer, es identificar los objetos en la imagen. Y para dar una pista, un portavoz de la CIA le dijo a la cadena de noticias estadounidense CBS News que muchas de esas cosas pertenecen a agentes en activo.

La cuenta en Instagram fue abierta como parte de la estrategia de la CIA para reclutar a una nueva generación de funcionarios y analistas.

La mayor parte de los usuarios de esa red social tienen menos de 30 años.

“Unirnos a Instagram es otra vía a través de la cual estamos compartiendo las historias de la CIA y de reclutar a estadounidenses talentosos para trabajar aquí”, dijo el portavoz.

“A través de la cuenta, daremos pequeñas muestras de la vida dentro de la agencia, pero no podemos prometer que publicaremos selfies desde lugares secretos“, agregó.

La directora de la CIA, Gina Haspel, anunció planes para lanzar la cuenta la semana pasada, durante su participación en una conferencia en la Universidad Auburn, en Alabama.

¿Cuáles son los objetos?

Primer mensaje de la CIA en Instagram.
A continuación presentamos una lista que no es, de ninguna manera, exhaustiva:

Una planta, incluida como una irónica referencia a los agentes “plantados” en el exterior como parte de sus labores de inteligencia.

Un reloj cuyas manillas marcan las 8:46, la hora a la que un avión chocó contra la Torre Norte del World Trade Center, durante los ataques del 11 de septiembre de 2001.

Un mapa de China, uno de los principales rivales geopolíticos de Estados Unidos.

Un búho dorado, representación de Atenea, la diosa griega de la sabiduría. Fue ofrecida por el Jefe de Operaciones de la CIA, Andy Makridis.

Parece ser un amuleto contra el mal de ojo. ¿Quizá en representación de los peligros que enfrentan los agentes de la CIA?

Una obra gráfica que representa a Tony Méndez, un funcionario de la CIA que se hizo pasar por cineasta para rescatar a seis rehenes de la sede de la Embajada de Estados Unidos en Irán en 1980.

Un par de gemelos, supuestamente utilizados por los agentes de la CIA para identificarse entre ellos.

Una peluca gris, probablemente utilizada por agentes encubiertos de la CIA.

Un carnet de identificación con una fotografía de Gina Haspel.

Una bolsa de papel con el letrero de “alto secreto”, utilizada por los agentes para destruir evidencias.

Haspel explicó que la cuenta en Instagram es un ejemplo de cómo el servicio de inteligencia está buscando modernizarse en la era digital.

Sin embargo, la CIA no es nueva en las redes sociales. Desde 2014 ya contaba con cuentas en Twitter y Facebook.

Entonces, con su primer tuit (“No podemos confirmar ni negar que este sea nuestro primer tuit”), tuvo un tono bromista similar al adoptado ahora en Instagram, matizando su reputación de agencia temible.

Fuente: www.bbc.com

Hay regalos que no te convienen recibir Reflexion

Era un profesor comprometido y estricto, conocido también por sus alumnos como un hombre justo y comprensivo. Al terminar la clase, ese día de verano, mientras el maestro organizaba unos documentos encima de su escritorio, se le acercó uno de sus alumnos y en forma desafiante le dijo:

-Profesor, lo que me alegra de haber terminado la clase es que no tendré que escuchar más sus tonterías y podré descansar de verle esa cara aburridora.

El alumno estaba erguido, con semblante arrogante, en espera de que el maestro reaccionara ofendido y descontrolado. El profesor miró al alumno por un instante y en forma muy tranquila le preguntó:

-¿Cuándo alguien te ofrece algo que no quieres, lo recibes?

El alumno quedó desconcertado por la calidez de la sorpresiva pregunta.

-Por supuesto que no. Contestó de nuevo en tono despectivo el muchacho.

-Bueno, prosiguió el profesor, cuando alguien intenta ofenderme o me dice algo desagradable, me está ofreciendo algo, en este caso una emoción de rabia y rencor, que puedo decidir no aceptar.

-No entiendo a qué se refiere. Dijo el alumno confundido.

-Muy sencillo, replicó el profesor, tú me estás ofreciendo rabia y desprecio y si yo me siento ofendido o me pongo furioso, estaré aceptando tu regalo, y yo, mi amigo, en verdad, prefiero obsequiarme mi propia serenidad muchacho, concluyó el profesor en tono gentil, -tu rabia pasará, pero no trates de dejarla conmigo, porque no me interesa, yo no puedo controlar lo que tu llevas en tu corazón pero de mí depende lo que yo cargo en el mío.

Cada día en todo momento, tu puedes escoger qué emociones o sentimientos quieres poner en tu corazón y lo que elijas lo tendrás hasta que tu decidas cambiarlo. Es tan grande la libertad que nos da la vida que hasta tenemos la opción de amargarnos o ser felices.

Anónimo

 

 

Fuente: www.sembrandocaminos.com

Comida chatarra: por qué los alimentos “malos” saben tan bien

Todos sabemos que nos hace mal y que la debemos evitar. Pero ¿qué hace que la comida chatarra sea tan irresistiblemente buena?

Eso le consultó un oyente a los “detectives científicos” de la BBC, el biólogo Adam Rutherford y la matemática Hannah Fry, presentadores del programa de radio “Los casos curiosos de Rutherford y Fry”, que se dedica a investigar misterios de la vida diaria enviados por el público.

“¿Por qué la comida mala sabe tan bien?”, preguntó Alan Fouracre desde Nueva Zelanda, aclarando que se refería a cosas como “salchichas, papas fritas y chocolate”.

Para averiguarlo, Rutherford y Fry comenzaron acudiendo al científico de los materiales y amante de la comida Mark Miodownik, quien explicó por qué se nos hace -literalmente- agua la boca cuando vemos estos alimentos poco saludables.

“(Tenemos) papilas gustativas para lo dulce, para lo salado, para lo agrio y para lo amargo, y todas piden a gritos ser encendidas por esta comida”, afirmó Miodownik.

“Y (cuando las comes) se encienden. Hay una sinfonía de sabores (en tu boca)”.

Pero la lengua no es la única culpable de llevarnos por el mal camino nutricional… la primera que nos incita a pecar es nuestra nariz.

Huele rico
“Lo que impulsa nuestro antojo es nuestro olfato”, explicó el experto.

El olor a cierto tipo de comida hace que nuestro sistema digestivo se encienda y reclame ser alimentado.

Y una vez que la comida está en nuestra boca, también es nuestra nariz la que nos permite sentir toda la sutileza de su sabor.

“Son miles de sabores, es algo muy sofisticado”, detalló Miodownik.

El papel que juega el olfato explica por qué muchas de estas comidas -por ejemplo una hamburguesa o el tocino frito- nos resultan irresistibles cuando están calientes, pero ya no nos interesan frías.

“A medida que la comida se enfría pierde su sabor porque hay menos calor transformando moléculas volátiles en olores dentro de la boca”, aclaró el científico.

¿Y las gaseosas?
Pero si el calor es un factor importante para explicar la atracción de la comida chatarra, ¿qué pasa con las gaseosas, consideradas unas de las principales culpables del aumento de la obesidad en el mundo?

O con el chocolate y las golosinas, que nos cuesta tanto comer en moderación.

Una de las expertas en alimentos más reconocida del mundo, la profesora Linda Bartoshuk de la Universidad de Florida, le explicó al programa por qué los alimentos llenos de azúcar nos atraen tanto.

“El combustible para el cerebro es la glucosa, que es dulce, y a lo largo de la evolución nuestros cerebros se han desarrollado de tal forma de hacernos amar lo dulce, porque lo necesitamos”, señaló.

Esto explica por qué salimos en busca de alimentos dulces y por qué los disfrutamos tanto.

Bartoshuk señala que esta conexión “viene de nacimiento” e incluso antes: se ha comprobado que hasta los fetos disfrutan de lo dulce.

“Un pediatra realizó una investigación en los años ’20 inyectando sacarina en el fluido amniótico de una mujer embarazada y el feto bebió el fluido”, afirmó.

Las observaciones indicaron que el feto había disfrutado de la bebida dulce.

Llenos de receptores
Ya hemos visto cómo nuestra lengua, nuestra nariz y nuestro cerebro hacen un complot contra nuestra determinación de comer sano. Pero el desafío no termina ahí.

Nuestro cuerpo tiene varios “receptores de sabor”: no solo están en la boca sino también en el estómago y el tracto gastrointestinal.

Y estos receptores también tienen sus “antojos”.

“Por ejemplo, la grasa y las proteínas no pueden ser detectadas en la boca, pero te las tragas, tu sistema digestivo las convierte en ácido graso y glutamato, y ahora tienes receptores en tu estómago que le dicen a tu cerebro que acaba de ingresar esta fantástica grasa y proteína”, describe Bartoshuk.

Estas asociaciones funcionan de forma inconsciente,así que te pueden llevar a desear algún tipo de alimento sin que lo sepas ni entiendas por qué.

El aspecto psicológico
Rutherford y Fry también analizaron el atractivo de la comida poco saludable desde el punto de vista psicológico.

Descubrieron que categorizar a esta comida como “mala” podría, de hecho, hacerla más deseable.

“Cuando clasificas una comida como mala creas una sensación de culpa de comerlo que lleva a pensar que eso debe ser particularmente placentero y puede hacerlo más difícil de resistir”, opinó Anthony Warner, quien escribe sobre comida bajo el pseudónimo The Angry Chef (el chef enojado).

“Es como poner esa comida sobre un pedestal y convertirla en comida prohibida. Hará que la desees más“, señaló.

Según Warner, la gente más culposa suele ser la que tiene menos control sobre lo que come y a la que más le cuesta mejorar sus hábitos alimenticios.

“Al llamarla mala la haces más difícil de resistir”, aseguró.

Entonces, ¿cuál es la solución para comer más sano, según los detectives científicos de la BBC?

“Come con moderación y disfrútalo. Necesitamos grasas, azúcares y alimentos salados”.

“Tan solo no comas demasiado”.

Fuente: www.bbc.com

Cómo el manejo de la economía de los antiguos egipcios hizo posible que se construyeran las costosas pirámides

A la sombra de las pirámides de Giza, en Egipto, se encuentran las tumbas de los cortesanos y funcionarios de los reyes que están enterrados en esas enormes estructuras.

Estos hombres y mujeres fueron los responsables de construir las pirámides: los arquitectos, militares, sacerdotes y administradores estatales de alto rango.

Estos funcionarios eran los que dirigían el país y se aseguraban de que las finanzas estuvieran lo suficientemente saludables como para poder construir esas monumentales tumbas reales que, esperaban, durarían por toda la eternidad.

En el Antiguo Reino, un período que se extendió por aproximadamente 500 años (2686-2181 aC), la economía era principalmente agrícola y dependía mucho del Nilo.

El río inundaba los campos a lo largo de sus orillas haciendo que la tierra fuera fértil. También permitía el transporte de mercancías por todo el país.

Las investigaciones sugieren que la mayoría de los suelos cultivados eran parte de grandes haciendas que estaban bajo el control de la corona, de varios templos y de ricos propietarios, que generalmente eran funcionarios reales.

Estas fincas no deben considerarse como unidades completamente separadas sino como entrelazadas. A menudo formaban parte de la misma red de redistribución, pertenecían en última instancia al rey y, hasta cierto punto, dependían de la administración central del estado.

Este sistema también pudo haber involucrado redes tanto formales como informales de redistribución y favores. Se ha comparado a la sociedad de este período con un sistema feudal, como el que existió en la Europa medieval.

Complejo sistema tributario
En general, las fincas, junto con las ciudades, eran las unidades básicas de la organización económica y social.

Las investigaciones sugieren que la corona no cobraba impuestos a individuos, como los agricultores, ya que la administración no parece haber sido capaz de manejar los detalles de dicha tarea en todo el país.

En vez, le cobraba a los jefes de estas fincas, quienes eran personalmente responsables de entregar los ingresos a los cofres de la corona y de asegurar que el campo que supervisaban entregara el superávit esperado. De lo contrario, podían recibir castigos físicos.

Para calcular los ingresos y, por lo tanto, la cantidad de impuestos que se pagaría a la administración real, la corona realizaba censos periódicos. No se contaba a los individuos sino a los bienes sujetos a impuestos, como el ganado vacuno, ovino y caprino.

También está claro que se recolectaban otros productos, como telas y otros tipos de trabajos manuales.

Los impuestos que el estado cobraba se guardaban en graneros y tesorerías y luego se redistribuían a fincas o se usaban para proyectos de construcción de diversos tipos, como podía ser una tumba real y el mantenimiento de su culto mortuorio.

En Abusir, a las afueras de El Cairo, se ha encontrado evidencia de cómo se llevó a cabo este tipo de culto mortuorio real.

Los textos hallados permitieron a los historiadores conocer cómo eran las actividades diarias de los sacerdotes, y entender cómo la adoración del rey fallecido estaba relacionada con la administración real y con varias fincas pertenecientes a los templos.

Sistema bien aceitado
Los jefes de las haciendas eran ricos, pero trabajaban para lograr su fortuna. Ellos eran los responsables de garantizar que sus propiedades funcionaran sin problemas y que su personal -que trabajaba bajo la Corvea Real- fuera alimentado, vestido y provisto de refugio.

En las ciudades piramidales de Giza, incluso se les daba carne de primera calidad, pescado y cerveza. Esta puede haber sido una de las ventajas de formar parte de la fuerza laboral de la Corvea, cuyos trabajadores provenían de granjas de todo el país y eran convocados para realizar construcciones monumentales reales.

Una inscripción de Weni, un juez y comandante militar de Abydos, en el Alto Egipto, indica que los soldados eran reclutados del mismo grupo de personas que los trabajadores de la Corvea.

Participaban en varias expediciones patrocinadas por el estado a tierras ricas en minerales que bordeaban el Antiguo Egipto.

Las materias primas como el cobre y la madera dura (que era necesaria para los proyectos de construcción más grandes) eran llevadas a Egipto. También se llevaron artículos de lujo al Valle del Nilo, incluidos animales exóticos, plantas y personas para la diversión de la corte. Estos últimos claramente eran esclavos.

En Wadi al Jarf, en la costa del Mar Rojo, que funcionó como puerto durante el Antiguo Reino, se encontraron documentos en papiros del reinado de Khufu.

Estos textos contienen un registro de un capitán llamado Merer y su actividad de transporte de hombres y mercancías dentro y fuera de Egipto.

Los documentos también nos cuentan cómo él y sus 40 hombres participaron en los trabajos de construcción de la Gran Pirámide de Giiza, enviando piedras desde las canteras al sitio de construcción de la pirámide.

La hipótesis es que estos proyectos refinaron el aparato administrativo e impulsaron la economía egipcia.

Merer, al igual que los funcionarios de la finca, trabajaban para el departamento de construcción real que era responsable de todos los trabajos de construcción importantes en el país y probablemente también de erigir las grandes pirámides en Giza y Sakkara, al sur.

La fuerza laboral egipcia -ya sea un administrador real o un trabajador que arrastraba las piedras en el sitio de construcción- proporcionaba servicios a la corona.

A su vez, la corona correspondía al trabajo redistribuyendo alimentos y otros productos básicos a los jefes, quienes a su vez lo hacían circular más abajo en la escala social.

Pero solo las personas más altas en las jerarquías podían ser recompensadas con un culto funerario patrocinado por el estado junto a la tumba del rey.

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Está reproducido bajo la licencia Creative Commons.

Fuente: www.bbc.com

El estadounidense al que se le cayeron US$30.000 de la camioneta (y qué está haciendo la policía para recuperarlos)

Este jueves “llovió” dinero en una autopista de Michigan, Estados Unidos.

Un hombre que manejaba su camioneta en la ciudad de Grand Heaven creó un caos en la carretera, cuando una caja de cartón que llevaba en la parte trasera del vehículo se cayó accidentalmente.

La caja contenía alrededor de US$30.000 en efectivo, según confesó el chofer al Departamento de Seguridad Pública de la ciudad.

Cuando los conductores que pasaban por la autopista vieron los billetes en el aire, detuvieron el tráfico y se bajaron de sus vehículos para recoger el dineroesparcido por la ruta.

La policía local tuvo que intervenir para restablecer el orden, al tiempo que publicó una declaración en sus redes sociales solicitando a todo el que había recogido dinero del lugar, que lo entregara.

Los oficiales solo lograron recuperar US$2.470 de la escena el día del incidente, luego de cerrar varias secciones de la autopista para poder trabajar en la recolección del efectivo.

Hasta este sábado varias personas se habían acercado a las autoridades, que aseguraron haber recuperado solo unos US$7.000.

“El dueño se los agradecerá”
“Si te has encontrado dinero, por favor entrégalo en el Departamento de Seguridad Pública de Grand Haven”, solicitó esta instancia a los locales el sábado.

El Departamento también dijo que, aunque parte del dinero ya había sido recuperado, todavía “falta bastante” para completar el total de la suma perdida.

Se supo que dos jóvenes de 17 años entregaron US$630, mientras que una mujer entregó casi $4.000.

“¡Gracias, todavía falta bastante! ¡Los felicitamos por su honestidad!”, dijeron las autoridades en Facebook.

“El dueño del dinero se los agradecerá”.

Fuente: www.bbc.com