Cómo una simple bufanda puede prevenir los ataques de asma en invierno

“Una bufanda puede salvar una vida”. Ese es el lema de una campaña lanzada esta semana en Reino Unido en preparación para la llegada del invierno.
Respirar aire frío y húmedo puede hacer que las vías respiratorias se tensen y se desencadene un ataque de asma en tres de cada cuatro pacientes con esa enfermedad, según la organización de apoyo a pacientes asmáticos Asthma UK..
Un ataque de asma suele causar tos, falta de aliento y dificultades para respirar, pero en los peores casos puede ser letal: 1.410 personas murieron el año pasado de asma en Reino Unido, entre ellas 14 niños.
Cuatro millones de personas en el país dicen que respirar el aire frío del invierno empeora los síntomas de su asma.
Pero algo tan simple como ponerse una bufanda sobre la boca y la nariz puede evitar ataques.

Ethan tenía 11 meses cuando empezó a tener dificultades respiratorias. Casi murió cuando tenía 1 año.
17 veces en un año al hospital
Ethan Jennings, de Inglaterra, tiene casi 4 años y padece síntomas severos de asma desde que era un bebé de 11 meses.
Ese invierno “casi lo perdemos”, le dijo su padre, Trevor, a la BBC. Ethan pasó una semana en el hospital luchando por sobrevivir, después de haber recibido los tratamientos que había disponibles.
En un año tuvo que ser llevado de urgencia al hospital 17 veces para recibir medicación.
“Cuando llega el frío, sabemos que es un caos, tiende a agarrar más catarros y eso desencadena los síntomas”.

Salir a pasear en un día frío puede ser un peligro para la salud de muchos asmáticos.
Objetivo: “calentar el aire”
“Si la gente tiene asma, simplemente vestir una bufanda sobre la nariz y la boca puede calentar el aire antes de inhalarlo, y eso reduce el riesgo de sufrir un ataque”, le dijo a la BBC el doctor Andy Whittamore, médico de familia y líder clínico de la organización que promueve la campaña, bajo el hashtag #Scarfie.
Salir a pasear en un día frío puede ser un peligro para la salud de muchos asmáticos.

“Instamos a todo el mundo a compartir el mensaje de que algo tan simple como una bufanda podría salvar una vida”, dijo Whittamore.
Pero matiza que esa recomendación no debe reemplazar el uso de medicamentos para el asma.
Los padres de Ethan saben que deben ser particularmente cuidadosos en invierno.
“Haremos cualquier cosa que podamos para protegerlo mientras está al aire libre”, dijo Trevor.

Músculos en las orejas y otras 4 cosas que tiene nuestro cuerpo y ya no necesita

Fue Darwin quien primero habló de la teoría de la evolución. Para sobrevivir, los seres vivos se adaptan al medio adquiriendo o deshaciéndose de recursos que les permitirán reproducirse más y mejor.
La selección natural es el principio básico que el naturista explica en su aclamada obra El origen de las especies.

El cuerpo humano es el resultado de millones de años de evolución pero aún así, no es perfecto. Hay algunas partes de nuestro cuerpo que ya no las usamos para nada pero que siguen ahí. Al menos de momento.
Aquí te contamos 5:
1. Músculos para las orejas

Los músculos de las orejas están conectados al facial por eso quienes mueven las orejas no pueden evitar mover las cejas.
¿Eres capaz de mover las orejas sin tocarlas?
Hay personas que son capaces de hacerlo porque aún conservan un gen que determina la existencia de tres músculos alrededor de las orejas: el anterior, el posterior y el superior.
A día de hoy esto no sirve para nada pero hace miles de años era útil para poder dirigir las orejas y agudizar el oído. Se dice que los humanos perdimos esta habilidad porque sin depredadores a la vista y sin necesidad de cazar no la necesitábamos.
Sin embargo, esto todavía lo hacen muchos animales. Los gatos, por ejemplo, son capaces de mover las orejas de forma independiente para captar los ruidos que vienen de distintas direcciones.
2. El coxis
El coxis se encuentra al final de nuestra médula espinal y son los restos de la cola que tenían nuestros ancestros y que les ayudaba a mantener el equilibrio.
Ahora que andamos erguidos ya no necesitamos este apoyo pero este hueso se mantiene para ayudarnos a estar cómodos cuando nos sentamos y actúa como un punto importante de anclaje entre nuestros músculos.
3. El apéndice

Cuando el apéndice se inflama se sufre de apendicitis y es muy doloroso.

Con forma de calcetín, el apéndice es una pequeña porción del sistema digestivo que se encuentra en la parte inferior derecha de la barriga, entre el intestino delgado y el grueso.
No cumple una función clara en la digestión. Puede haber sido útil alguna vez para ayudarnos a digerir las hojas o puede que en el pasado nos haya ayudado a recuperarnos de una infección pero los científicos todavía desconocen cuál era su función específica.
El apéndice puede inflamarse dando lugar a una condición dolorosa: la apendicitis que es bastante común y hace que a muchas personas se lo tengan que extraer.
4. Las muelas del juicio

Las muelas del juicio están bien atrás en nuestra boca y cuando salen empujan al resto de los dientes por falta de espacio.
Tenemos dientes con formas diferentes porque realizan funciones distintas. Los incisivos de la parte frontal de la boca ayudan a cortar las piezas del tamaño de un bocado, los caninos puntiagudos son para desgarrar los alimentos más duros tales como la carne, y los molares nos sirven para hacer que los alimentos alcancen una textura que podamos digerir.
Pero hay un tipo de diente del que podríamos prescindir: las muelas del juicio. Están en la parte posterior de la mandíbula y se desarrollan a medida que envejecemos. Generalmente aparecen cuando llegamos a la edad adulta.
Nuestros antepasados las usaban para masticar plantas pero hoy ya no los necesitamos para nada.
El problema que generan es de espacio. No tenemos espacio suficiente para ellos en nuestras mandíbulas, lo que significa que generalmente empujan a los demás dientes mientras se abren camino a la superficie y esto puede llegar a ser muy doloroso.
La culpa de no tener suficiente espacio es del cerebro, que se ha hecho más grande con el tiempo, modificando la forma de nuestra cabeza.
5. Piel de gallina

La piel de gallina nos ayudaba a mantener el calor y a aislarnos del frío.
Cuando sentimos frío nuestra piel se eriza, los músculos se tensan y se crean una especie de protuberancias en la piel.
Nuestros antepasados estaban cubiertos de pelo más grueso. Esto les ayudaba a mantenerlos aislados y calientes ante el frío.
A pesar de que ahora nuestro vello es mucho más fino, el aire todavía se queda atrapado entre los pelos finos de la piel con las bajas temperaturas y nos ayuda a mantener el calor.
La piel de gallina también servía para que nuestros antepasados pareciesen más grandes. Lo usaban como medio de defensa ante una situación de amenaza haciéndoles parecer más temibles. A muchos mamíferos como perros y gatos les sigue ocurriendo.
Cuando tenemos miedo seguimos reaccionando así. Fíjate la próxima vez que algo te asuste.

¿Por qué engordamos cuando nos hacemos mayores (y no solo es culpa de nuestro metabolismo)?

La batalla contra la báscula es algo que atormenta a muchos pasados cierta edad… y ciertos kilos.
El cuerpo de los 20 años que creías te acompañaría para siempre empieza a cambiar y los pantalones que tanto te favorecían ya no te pasan de las rodillas.
La curva de la felicidad, las pistoleras y el flotador parecen haber llegado para quedarse.

Envejecer y engordar son dos cosas que acostumbran a ir de la mano, aunque algunos científicos aseguran que el aumento de peso en la mediana edad no es del todo inevitable.
La solución, dicen, está en encontrar una actividad física que te haga consumir mucha energía.
Y es que engordar se asocia siempre al metabolismo: la forma en la que nuestro cuerpo consume energía.
Un metabolismo lento es aquel que quema menos calorías en reposo de lo que se considera normal. Se le conoce también como metabolismo basal.

El aumento de peso no solo tiene que ver con lo que comemos.
Cuando envejecemos, nuestro metabolismo se ralentiza por una cuestión de supervivencia. Las células queman los alimentos más lentamente y tienden a aferrarse a la grasa, preparadas para tener una reserva de la que echar mano si hace falta.
Pero hay otras causas más desconocidas que nos hacen ganar peso a medida que ganamos años.
Estas son para el servicio de salud público británico, el NHS, las principales razones que se esconden en la pérdida de peso que no tienen que ver con nuestro metabolismo.
1. Medicamentos

Los efectos secundarios de muchos fármacos implican un aumento de peso.
Con la edad llegan también los achaques y a veces aparecen enfermedades crónicas que nos encadenan a remedios de por vida. El aumento de peso es un efecto secundario común de muchos medicamentos.
Saltar las recomendaciones

Según el NHS, los medicamentos más comunes que pueden causar aumento de peso son los esteroides, los antipsicóticos y la insulina, entre otros.
Solución: nunca te saltes las indicaciones de tu médico pero habla con él o ella para explorar otros fármacos.
2. Insomnio
Dormir poco no es bueno para nuestro cerebro pero tampoco para nuestro peso y nuestra salud en general. El doctor Neil Stanley, experto del sueño en el hospital universitario de Norfolk y Norwich (Inglaterra) asegura que “hay un vínculo muy fuerte entre la falta de sueño y la ganancia de peso”.
A medida que envejecemos tendemos a dormir menos así que las probabilidades de engordar incrementan, advierten desde el servicio sanitario británico.
Solución: dormir más. El doctor Stanley del servicio público británico afirma que “dormir es vital para nuestra salud física y mental”.
3. La televisión
Ver muchas televisión invita a una vida más sedentaria.
Sea por placer o porque nuestra salud no nos permite tener una vida físicamente activa, ver mucha televisión contribuye a una vida sedentaria.
De acuerdo con estudios verificados por el NHS, cuando estamos frente a la pantalla muchas veces consumimos calorías que no necesitamos.
La nutricionista del servicio público Anna Suckling explica: “La gente a menudo descubre que, mientras está sentada frente al televisor, toma alimentos con muchas calorías como las patatas fritas y el chocolate”.
4. Estrés
A medida que nos hacemos mayores las responsabilidades aumentan. Nos preocupamos más y sufrimos estrés. Una forma común de afrontar esta situación es comer más de lo que necesitamos y el azúcar es un alimento recurrente.
Tomar tentempiés azucarados sube los ánimos y es un aporte extra de energía pero hacerlo frecuentemente puede ser fatal para nuestra salud.
Solución: además de intentar eliminar lo que te estresa, prepara aperitivos saludables e intenta hacer algo de ejercicio, recomienda la especialista Suckling.
Otras causas ya más comunes y relacionadas con el metabolismo son la pérdida de músculo, la disfunción de las hormonas y el aumento de los niveles de azúcar en sangre.

Cuántas bacterias transporta una mosca y cómo propaga enfermedades

Se sabe que las moscas transportan gérmenes que van recogiendo y propagando por todos los lugares donde viajan.
Esto no es una sorpresa considerando que para reproducirse suelen colocar sus huevos en lugares como basura, excrementos o animales muertos.
Por eso nos horroriza cuando uno de estos insectos se posa en nuestro plato de comida.
Lo que hasta ahora no se sabía es cuántos microbios pueden viajar en una mosca.
La respuesta, afirma un equipo de científicos,es que son muchos más de lo que creíamos.
La mosca doméstica y el moscardón, dos de las especies más comunes de mosca, pueden albergar más de 300 bacterias distintas, según un análisis de ADN publicado en la revista Scientific Reports.
Y la mayoría de estos microbios, dicen los investigadores, pueden propagar enfermedades en humanos, incluidas infecciones intestinales, sepsis y neumonía.

Los científicos usaron técnicas de secuenciación de ADN para estudiar una colección de microbios que se encuentran dentro y sobre los cuerpos de las moscas.
Tal como mostraron los experimentos del estudio, las moscas pueden propagar bacterias de un lugar a otro en sus patas, tarsos y alas.
De hecho, dicen los científicos, con cada paso que da una mosca puede transferir bacterias vivas.
“La gente tenía cierta noción de que hay patógenos que pueden ser transportados por las moscas, pero no se conocía hasta qué punto esto es cierto o el alcance en que ocurre esta transferencia”, le explicó a la BBC el profesor Donald Bryant, de la Universidad Estatal de Pensilvania, uno de los autores del estudio.
Propagación en brotes
Los científicos utilizaron técnicas de secuenciación de ADN para estudiar una colección de microbios que se encuentran dentro y sobre los cuerpos de la mosca doméstica (Musca domestica) y el moscardón (Chrysomya megacephala).
Descubrieron que la mosca doméstica, que se encuentra en todo el mundo, puede albergar 351 tipos de bacteria.

Se encontró que el moscardón transporta 316 tipos de bacteria.
Un gran número de estos patógenos son transportados por ambos tipos de mosca.
El profesor Bryant afirma que quizás las autoridades de salud pública no han dado suficiente importancia a las moscas como un elemento de propagación de enfermedades.
“Creemos que este estudio puede mostrar un mecanismo de transmisión de patógenos que ha sido ignorado por los funcionarios de salud pública”, dice.
“Y las moscas pueden contribuir a la rápida transmisión de patógenos en situaciones de brotes de enfermedades”.
“Esto realmente te hará pensar dos veces antes de comerte esa ensalada de papas que ha estado descubierta durante tu día en el campo”, agrega.
Para el estudio los investigadores analizaron el microbioma de 116 moscas domésticas y moscardones de tres continentes diferentes.
Además de detectar y caracterizar el grupo de los gérmenes encontrados dentro de los estómagos de los insectos, los científicos también analizaron el contenido microbiano de cada parte individual del cuerpo.
Descubrieron que las patas eran responsables de la transferencia de la mayoría de los organismos microbianos de una superficie a otra.

“Las patas y alas muestran la mayor diversidad microbiana en el cuerpo de la mosca, lo que sugiere que las bacterias usan a las moscas como trasbordadores aéreos”, dice Stephan Schuster, director de investigación de la Universidad Tecnológica de Nanyang, en Singapur, quien también participó en la investigación.
“Quizás la bacteria sobrevive su viaje creciendo y propagándose hacia una nueva superficie. De hecho, el estudio muestra que en cada uno de los cientos de pasos que da una mosca deja tras de sí un rastro de una colonia microbiana”, agrega.
Utilidad
Esto, sin embargo, no quiere decir que las moscas sean inútiles.
Los científicos creen que estos insectos pueden actuar como sistemas de advertencia temprana de enfermedades o incluso como “drones vivientes” que pueden ser enviados a espacios confinados para buscar microbios.
De hecho, las moscas podrían ser liberadas de forma intencional como drones bióticos autónomos en espacios pequeños o grietas y, cuando se las vuelve a capturar, se puede obtener información sobre cualquier material biótico que han encontrado”, explica Stephan Schuster.
Las moscas domésticas son conocidas por sus malos hábitos de higiene y se sospecha que propagan una serie de enfermedades humanas, animales y vegetales.
Los moscardones son una de las especies más comunes de mosca que suelen encontrarse en animales muertos.
También son comunes en áreas urbanas y a menudo se les encuentra cerca de plantas procesadoras de carne, vertederos de basura y mataderos.

Hiperhidrosis: cuando sudar más de lo normal se vuelve un problema y cómo tratarlo

“No podía hacer algo tan simple como darle un apretón de manos a alguien o chocarle la mano a otra persona, cosas que la gente sencillamente da por sentado. Era desmoralizante”.
Zoon le contó su experiencia a la BBC de cómo era vivir con hiperhidrosis.
“Me convertí en la chica de los guantes”, afirmó.
Y es que la joven que desarrolló una sudoración excesiva en las manos tenía que ponerse guantes para que los objetos no se “empaparan”.
Zoon cuenta que cuando escribía dejaba marcas mojadas sobre el papel o en el teclado de la computadora.
En una oportunidad tuvo que pasar más del tiempo previsto en un aeropuerto porque los funcionarios de seguridad no podían captar sus huellas digitales.
Sobreproducción
La hiperhidrosis es una afección que sufren las personas que sudan en exceso y la experimentan principalmente en las axilas, las palmas de las manos, el rostro, el cuero cabelludo y los pies.

La hiperhidrosis puede provocar infecciones secundarias en los pies.
Según el doctor Javier del Boz, dermatólogo de la Academia Española de Dermatología y Venereología, la hiperhidrosis con frecuencia acarrea limitaciones en la vida diaria.
“A nivel de los pies es frecuente el desarrollo de infecciones secundarias como la tiña pedis (pie de atleta) o eczema. Estas personas frecuentemente presentan en muchos casos síntomas depresivos y aislamiento social”, le indicó el especialista a BBC Mundo.

Y no es que las personas con hiperhidrosis tengan más glándulas sudoríparas que los demás.
“Lo que pasa es que el nervio que controla la sudoración, el nervio simpático, es hipersensible y causa la sobreproducción de sudor”, señala el centro de salud e investigación científica Johns Hopkins Medicine de Estados Unidos.
Saltar las recomendaciones

Hay dos tipos de hiperhidrosis: la primaria y la secundaria.
La primaria es usualmente hereditaria y se puede experimentar desde la infancia y se intensifica en la pubertad, especialmente en las mujeres.
La menopausia
La secundaria está asociada con otros desórdenes como la gota, el alcoholismo crónico, el hipertiroidismo, la diabetes mellitus, el mal de Parkinson, las lesiones de la médula espinal y los tumores hipotalámicos.
En otros casos, la hiperhidrosis se vincula con la menopausia.

En algunos casos, la hiperhidrosis se asocia con la llegada de la menopausia.
De hecho, Jane empezó a experimentar un exceso de sudoración en sus axilas cuando llegó a esa etapa.
Sucedió poco antes de que cumpliera 50 años. La condición le empezó a causar ansiedad, especialmente en compromisos sociales.
“Siempre había sudado mucho, pero cuando me aproximé a la menopausia empeoró”, le dijo a la BBC.
“En la boda de mi hija, mi vestido se llenó de grandes manchas de sudor”.
Ropa húmeda
Pese a los síntomas obvios, la hiperhidrosis muchas veces no es diagnosticada porque muchos de los que la padecen no se dan cuenta de que se trata de una condición médica que es reconocida por la comunidad científica.

Existen tratamientos específicos para la hiperhidrosis.
“El tipo de hiperhidrosis que más daño causa en el ámbito de las relaciones sociales es el que afecta las manos”, le dijo a la BBC el doctor Mark Whiteley, especialista británico en cirugía vascular.
“He tenido pacientes que me han dicho que no pueden estrecharles las manos a los demás y muchos de ellos se han visto obligados a dejar pasar promociones y oportunidades en sus trabajos porque tienen esta condición embarazosa”.
De acuerdo con el centro Johns Hopkins Medicine, las personas con hiperhidrosis muchas veces prefieren alejarse de los demás para evitar el contacto.
“Esto incluye citas amorosas, actividades de negocios y otros compromisos por temor al olor corporal y a tener la ropa húmeda”, indica la institución estadounidense.

Por eso, para Del Boz es fundamental que si una persona cree que tiene hiperhidrosis sepa que es un trastorno que puede ser tratado.
Consultar al médico es clave.
“Los médicos (pediatra o médico de atención primaria) pueden prescribir tratamiento (sobre todo medicamentos a base de aluminio) y si no hay buen control con estos, deben derivar al paciente al dermatólogo, ya que un diagnóstico temprano y tratamiento mejorará mucho la calidad de vida de estas personas”, afirmó el médico.
Tratamientos
El doctor Javier del Boz explica que aunque no se puede curar la hiperhidrosis, existen varios tratamientos que pueden ayudar a reducir la sudoración.
Zoon, por ejemplo, se sometió a un tratamiento conocido como iontoforesis.

Un apretón de manos puede llegar a ser un dolor de cabeza para las personas que desarrollan exceso de sudoración en las manos.
De acuerdo con el dermatólogo, se trata de “una técnica que consiste en ‘inyectar en la piel’ sustancias con una corriente eléctricaque pasa a través del agua desde un polo eléctrico a la piel. Resulta una terapia efectiva, pero difícil de realizar dado el tiempo que conlleva”.
Jane, por su parte, fue remitida a un especialista y vio que su condición mejoró con inyecciones (en sus axilas) de toxina botulínica, una sustancia que inhibe la inervación en la glándula sudorípara ecrina.
“Las inyecciones fueron un poco dolorosas, pero pienso que valieron la pena. Antes de tenerlas, me daba miedo levantar los brazos porque podía haber marcas debajo de mis brazos”, dijo Jane.
En casos de hiperhidrosis resistentes a todos los tratamientos puede plantearse la realización de un tratamiento quirúrgico
Javier del Boz, Academia Española de Dermatología y Venereología
Del Boz advierte que, aunque la inyección subcutánea de toxina botulínica ha dado unos resultados esperanzadores, “se tiene aún poca experiencia y es un tratamiento caro”.
“En los últimos años, el principal avance ha sido el uso de fármacos anticolinérgicos por vía oral para controlar dicho exceso de sudor. Sobre todo, la oxibutinina, fármaco cuyo uso aprobado por ficha técnica es el tratamiento de la incontinencia urinaria en mayores de 5 años”, indicó el doctor.
“En casos de hiperhidrosis resistentes a todas las terapias puede plantearse la realización de un tratamiento quirúrgico que consiste en la extirpación de las glándulas sudoríparas o en la realización de una simpatectomía”, agregó.