Cuando los cuerpos emergieron en la mañana del lunes, la reportera mexicana Julia Le Duc apretó el obturador sin muchas esperanzas de que sus imágenes tuvieran un impacto mayor que el que han tenido en los últimos años los más de 20 migrantes ahogados que ha fotografiado.
Había llegado allí un día antes, cuando tras algunas llamadas de emergencia, recibió un aviso de que algo pasaba a las orillas del Río Bravo, en Matamoros, Tamaulipas.
“En la tarde del domingo reportan a la policía que hay una mujer gritando en la orilla y cuando llego allí, está esta mujer muy joven, Tania Valdés Ávalos, en muy mal estado, contando que a su familia, a su esposo y a su niña pequeña, se la había llevado el río”, le cuenta a BBC Mundo la corresponsal del diario mexicano La Jornada.
Las autoridades iniciaron la búsqueda de los cuerpos, pero la suspendieron a horas de la madrugada por los riesgos de la zona, un área infectada de malezas, alimañas y otros peligros.
“Algunos reporteros acudimos la mañana siguiente cuando se reanudó la búsqueda y los cuerpos aparecen poco después de las 10:00 AM. Los que estábamos ahí tomamos las fotos y la sorpresa fue que los dos cuerpos emergieron juntos y abrazados”.
Las imágenes del salvadoreño Óscar Alberto Martínez Ramírez, de 25 años, y su hija Valeria, de un año y 11 meses, se volvieron rápidamente virales y un testimonio gráfico de los peligros y las tragedias que enfrentan cotidianamente miles de migrantes en su intento por llegar a Estados Unidos.
Según diversos reportes, Martínez, su esposa y la hija de ambos llegaron el pasado domingo a Matamoros después de esperar por más de dos meses en un centro migratorio de México la posibilidad de pedir asilo en Estados Unidos.
Al constatar que la oficina migratoria de la localidad estaba cerrada ese día, el hombre decidió cruzar: tomó a la menor, nadó con ella hasta la otra orilla y la dejó en tierra firme antes de ir por su esposa.
Sin embargo, de acuerdo con el testimonio de la madre, la niña, al ver que el padre se alejaba, se volvió a meter al agua. Cuando Martínez regresó por ella, ambos fueron arrastrados por la corriente.
Medios salvadoreños indican que la familia buscaba mejores condiciones de vida y un futuro más digno para su hija.
Una tragedia cotidiana
Las imágenes de Le Duc y otros reportaron que también estaban allí generaron a partes iguales empatía, críticas e indignación.
Algunos cuestionaron hasta qué punto era legítimo publicar este tipo de fotos o si incentivaban el morbo y la discriminación hacia las familias migrantes, mientras otros alegaron que era una forma de mostrar desde un caso la tragedia de los que intentan llegar a la frontera.
De hecho, la corresponsal del diario La Jornada en Tamaulipas asegura que se trata una escena común en la frontera.
El mismo día de la tragedia que fotografió Le Duc, agentes de la Patrulla Fronteriza encontraron en Texas los cadáveres de otras cuatro personas: una mujer de 20 años, un niño pequeño y dos bebés.
“He cubierto las notas policiales y tomado fotos de unos 25 ahogados. Pero creo que esta conmovió más por el tema de cómo salieron padre e hija abrazados. Lo que describe la imagen es que, él en el intento, mete a la niña en la playera (camiseta), la niña lo abraza y así aparecen los cuerpos”.
Crisis migratoria
Le Duc asegura que más allá de lo terrible de la foto, una tragedia como la que fotografió era predecible.
“Aquí se ha estado publicando mucho a nivel local sobre lo que estaba pasando, alrededor del Puente Nuevo (un cruce migratorio). Hay ‘focos rojos‘ por el hacinamiento de migrantes, por las condiciones que en que viven los centroamericanos, los cubanos, incluso migrantes de África, que están en condiciones deplorables, sin ninguna ayuda oficial”.
De acuerdo con la reportera, la situación humanitaria ha llevado a que muchos vecinos de la zona se organicen para para llevarles agua y comida.
Diversas organizaciones de derechos humanos han denunciado que el recrudecimiento de las normas para pedir asilo en EE.UU. por parte del gobierno de Donald Trump ha llevado a una crisis migratoria en la frontera con México.
Bajo las nuevas normativas, los migrantes deben esperar -en algunos casos por meses- en suelo mexicano hasta que las autoridades estadounidenses resuelvan sus solicitudes.
Solo en la frontera con Matamoros, de octubre hasta mayo pasado, se habían presentado unas 2.000 solicitudes de asilo, mientras un total de 593.507 migrantes se reportaron ante las autoridades de Estados Unidos en las diferentes fronteras con México.
Grupos civiles aseguran que el hecho de que sea más complicado el mecanismo de pedir asilo y presentarse ante los puestos fronterizos puede llevar a un aumento en los números de muertes en la frontera, dado que los emigrantes pueden tender a utilizar cruces peligrosos para ingresar sin autorización en EE.UU.
Según datos del gobierno de EE.UU., en 2018 al menos 283 personas murieron en su intento de cruzar la frontera.
“Nosotros sabíamos que había un foco rojo en el campamento de migrantes en el Puente Nuevo”, cuenta la periodista.
“Eso se está presentando desde hace tiempo y nadie ha hecho nada. Sucede esto y es cuando se voltean a ver qué está pasando en Matamoros, pero es una crisis que ya tiene meses”.
Para los que se encuentran esperando en la parte estadounidense la situación no es muy diferente.
En los últimos meses, grupos civiles y congresistas han denunciado las condiciones humanitarias de los migrantes en los centros donde son detenidos, en los que en muchos casos carecen de pasta de dientes, mantas o jabón.
La víspera, la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó destinar US$4.500 millones en ayuda humanitarias para familias migrantes, aunque la Casa Blanca rechazó la medida y se espera que Trump la vete.
Este martes, al ser cuestionado sobre la foto por periodistas el mandatario estadounidense afirmó que “la odiaba” y responsabilizó de lo sucedido a las políticas del Partido Demócrata.
“Yo espero que esas imágenes y lo que ocurrió, muevan conciencia de alguien y no tengamos que seguir tomando fotos de migrantes muertos a mitad del río“, afirma Le Duc.
“Espero que lo que ahorita es noticia y viral, se convierta en un llamado a hacer conciencia a los gobiernos sobre lo que está pasando con los migrantes, que están muriendo en la frontera porque no le están dando atención”, agrega.
Según la reportera, otras 100 familias con niños y siguen esperando en Matamoros su turno para llegar a la ventanilla donde podrán solicitar asilo.
Sin embargo, no sabe si todas lleguen a esperar ese momento.
“Hay muchas familias que siguen desesperadas, bajo el calor extremo, con hambre, con sed, que siguen durmiendo a la intemperie en condiciones inhumanas. No son delincuentes, son migrantes en tránsito”.
Fuente: www.bbc.com