Estados Unidos y El Salvador firmaron este viernes un acuerdo de cooperación en materia de inmigración como «parte de una estrategia para combatir el crimen organizado y reducir el tráfico ilegal y la trata de personas, así como la migración forzada».
La noticia la desveló el gobierno de Washington en un comunicado, pero la canciller salvadoreña, Alexandra Hill, aseguró que no se trata de un acuerdo de «tercer país seguro».
El concepto de «tercer país seguro» consiste en que cuando una persona abandona su país para solicitar asilo en otro, este segundo país puede negarse a recibirlo y remitirlo a un tercero que considere que puede darle las mismas atenciones.
Hay unas condiciones mínimas que un país debe cumplir para poder tener esa categoría, como no retornar a los migrantes a sus países de origen y garantizarles vivienda, empleo y servicios médicos.
Derechos de autor de la imagen BBC News MundoBBC NEWS MUNDO
De acuerdo a Hill, el pacto con EE.UU. persigue «minimizar y tratar de garantizar la protección de todas esas personas que se ven forzadas a migrar irregularmente hacia EE.UU.», declaró a la agencia Efe desde Washington.
Según EE.UU., «este acuerdo es un esfuerzo bilateral para proteger la integridad física y evitar los peligros que conlleva la migración irregular».
En horas previas al anuncio oficial, medios estadounidenses que entrevistaron a funcionarios del gobierno bajo condición de anonimato reportaron que el nuevo pacto de cooperación podría llevar a inmigrantes de otros países a obtener refugio en El Salvador, pese a que son miles los salvadoreños que migran desde su propio país para buscar asilo en EE.UU.
El acuerdo, según estos funcionarios, permitiría enviar a El Salvador a los demandantes de asilo que lleguen a la frontera estadounidense para que pidan ese amparo desde la nación centroamericana.
Según información del Washington Post, los solicitantes de asilo procedentes de Nicaragua, Cuba y otros países que pasen por El Salvador en su viaje hacia la frontera estadounidense serían elegibles para ser retornados a El Salvador.
«Como parte del plan, EE.UU. ayudará a crear un sistema de asilos en El Salvador y en otras naciones de la región, buscando financiar el esfuerzo a través de agencias de refugiados de Naciones Unidas», señala el reporte del diario.
Detener la inmigración irregular
El pacto es el último en una serie de políticas creadas con el fin de detener el flujo de inmigrantes que solicitan asilo en territorio estadounidense.
La semana pasada, la Corte Suprema de EE.UU. falló a favor de que el gobierno del presidente, Donald Trump, ponga en práctica un nuevo reglamento que, en líneas generales, prohíbe las solicitudes de asilo de los migrantes que han viajado por otros países camino a EE.UU. sin que se les haya negado el asilo en dichos países.
El secretario de Seguridad Nacional en funciones de Estados Unidos, Kevin McAleenan, suscribió el acuerdo con la canciller de El Salvador.
La mayoría de los migrantes proviene de países de Centroamérica como Guatemala, Honduras y El Salvador, donde la extrema pobreza, las pandillas y el crimen organizado obligan a la salida de muchos de sus ciudadanos.
Tanto México como Guatemala han firmado pactos migratorios con el gobierno de Trump en meses recientes.
Aunque se negase a ser un «tercer país seguro», México lleva a cabo una política de cooperación con EE.UU. que ha llevado a más de 42.000 demandantes de asilo a permanecer en México mientras se resuelven sus peticiones en EE.UU.
Guatemala, por su parte, firmó el pasado mes de julio un acuerdo migratorio con EE.UU., que obligará a que los solicitantes de asilo que atraviesen el país centroamericano en su ruta hacia el norte permanezcan en Guatemala mientras Washington procesa sus casos.
Este pacto todavía no ha sido ratificado por el Congreso guatemalteco.
Mientras tanto, el gobierno de Honduras confirmó este martes que también negocia un convenio bilateral sobre asuntos migratorios con EE.UU.
El Salvador desplegó el 12 de septiembre en una zona cercana a Guatemala a 1.100 agentes de una nueva patrulla fronteriza financiada por Estados Unidos.
El secretario hondureño de Relaciones Exteriores, Lisandro Rosales, negó a la agencia Efe que se tratase de un acuerdo bajo el marco de «tercer país seguro».
Trump amenazó este año con retener toda la asistencia financiera a El Salvador, Guatemala y Honduras a menos de que hicieran más esfuerzos para detener la inmigración masiva de sus ciudadanos.
En junio, el Departamento de Estado de EE.UU. anunció que revocaba algunos de los recortes ordenados por Trump, pero confirmó que no aprobaría una futura ayuda a esos países.
Fuente: www.bbc.com