El boliviano Evo Morales aterrizará en México alrededor del mediodía del martes tras aceptar el asilo político, dijo el canciller del país norteamericano, luego de que el fin de semana el líder indígena renunciara a la presidencia de su país en medio de presiones militares.
Morales, quien gobernó Bolivia desde 2006, salió la noche del lunes de la nación andina en un avión militar mexicano y, luego de una parada en Paraguay, partió hacia México la madrugada del martes.
«Su vida e integridad están a salvo», dijo en su cuenta de Twitter Marcelo Ebrard, el secretario de Relaciones Exteriores de México, cuyo Gobierno sostuvo las acusaciones de Morales a sus opositores de desplegar un golpe de estado.
En su mensaje, Ebrard también subió una foto del líder indígena sentado en el avión, con una expresión desconsolada, mientras sostiene y se cubre con una bandera de México.
En las calles de la capital boliviana La Paz permanecían erguidas las barricadas que fueron levantadas en la víspera, mientras soldados y policías patrullaban desde anoche para disuadir enfrentamientos entre grupos políticos antagónicos y saqueos que estallaron tras la renuncia de Morales.
El carismático político de 60 años fue un líder cocalero muy querido por los pobres cuando asumió su primera presidencia en el 2006, pero alienó a parte de su amplia base de apoyo al insistir en buscar un cuarto mandato presidencial consecutivo.
Buscan nuevo presidente
La Asamblea Legislativa boliviana se reuniría el martes para aceptar de manera formal la renuncia de Morales y comenzar a decidir un liderazgo interino con miras a unos nuevos comicios.
El Gobierno de Morales terminó de caer el domingo luego de que un informe de la Organización de Estados Americanos (OEA) publicó un informe que ilustraba serias irregularidades en los comicios de octubre, lo que alejó a aliados políticos del Gobierno e impulsó al ejército a sugerirle al líder su renuncia.
Con la partida del vicepresidente de Morales y de muchos aliados en el Gobierno y el parlamento, la opositora y segunda vicepresidenta del Senado, Jeanine Añez, podría dirigir al país andino de manera temporal.
La crisis boliviana ha despertado marcadas divisiones en Bolivia y Latinoamérica, con detractores festejando la caída de lo que llaman un ‘dictador’ y simpatizantes denunciando un golpe de estado de parte de sectores de derecha para devolver a la elite tradicional del país al poder.
El ministro de Defensa de Bolivia de Morales, Javier Zavaleta, el martes también renunció y pidió a los líderes opositores Carlos Mesa -quien salió segundo en los comicios presidenciales- y Luis Fernando Camacho -un líder cívico- que eviten la violencia.
Durante sus casi 14 años de gobierno, Morales estabilizó la economía del país andino y logró reducir fuertemente la pobreza. Sin embargo, sus críticos lo acusan de querer eternizarse en la presidencia al haber ignorado el resultado adverso de un referéndum en 2016 que le prohibía reelegirse nuevamente.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, alabó a Morales por preferir renunciar antes de poner en riesgo la vida de bolivianos. (I)
Fuente: www.eluniverso.com