Los niños crecen hasta siete tallas de ropa en los primeros dos o tres años de vida.
Imagina, por un momento, que toda esas prendas de ropa pudieran reducirse a una talla única que se encoja y adapte a medida que crece el niño sin quedarse obsoleta.
Un invento así no sólo les ahorraría una gran cantidad de dinero a los padres, sino que le evitaría a nuestro planeta un derroche más que considerable.
Y esa fue precisamente la idea que tuvo Ryan Mario Yasin, un joven diseñador recientemente graduado de la Royal College of Art de Londres, Reino Unido, que previamente estudió ingeniería aeronáutica en el prestigioso Imperial College, también en la capital británica.
Gracias a esta tecnología, una única prenda puede ser utilizada desde los cuatro meses hasta los tres años, cubriendo el equivalente a siete tallas
Yasin ha creado su propia firma -llamada Petit Pli- para la que está diseñando “ropa con un sistema de plisados que permite que las prendas crezcan con los niños”, le cuenta a BBC Mundo.
“Gracias a esta tecnología, una única prenda puede ser utilizada desde los 4 meses hasta los 3 años, cubriendo el equivalente a siete tallas”.
¿Cómo surgió la idea?
El sistema de pliegues permite que la ropa pueda durar hasta siete tallas.
“Me interesaba entrar en el mundo de la moda, pero al comenzar a investigar me impactó enormemente lo poco ética y derrochadora que es la industria”, explica Yasin.
El joven decidió usar sus conocimientos como ingeniero aeronáutico “para encontrar una solución que lograra disminuir los desechos que genera la industria de la moda”.
Pero el momento clave fue cuandovisitó a su sobrino Viggo, el hijo de su hermana, que vive en Dinamarca.
“Una talla para todos”
“Cuando finalmente tuve la oportunidad de ir a conocerlo, ya era muy grande para la ropa que le había llevado de regalo, lo cual fue muy decepcionante”, recuerda.
“Fue ahí cuando me di cuenta de que podía enfocar mi proyecto en la ropa infantil: ‘una talla para todos’. Una vez que me decidí por este concepto, fue sólo cuestión de tiempo encontrar cómo lograrlo”.
El diseñador decidió crear una línea de ropa en base a un concepto: “una talla para todos”.
Su línea de moda parte de la base de que los bebés son “atletas extremos”, por lo que sus prendas están diseñadas para jugar y explorar el mundo “sin restringir sus movimientos y sin importar el clima”.
Al principio, no le resultó fácil. Yasin dice que no haber trabajado nunca antes en moda fue un desafío para él, y tuvo que enfrentarse a las reacciones de mucha gente que cuestionaba que un ingeniero como él pudiera estar trabajando en ese mundo.
“También tuve que aprender a diseñar los patrones, coser las prendas y elaborar experimentos con telas plisadas”, dice el ahora diseñador.
La tela se pliega permanentemente de tal manera que se despliega a lo largo y ancho cuando se tira de ella
A medida que avanzó en el proyecto, las telas plisadas se convertirían una parte fundamental del mismo y la clave detrás de su secreto.
Cocinando telas
“La tela se pliega permanentemente de tal manera que se despliega a lo largo y ancho cuando se tira de ella”, cuenta Yasin.
“En ingeniería esta propiedad se conoce como un coeficiente de Poisson negativo. Por el contrario, las telas convencionales se adelgazan en una dirección cuando se estiran en la otra”.
Yasin cocinó las telas en el horno de su casa y experimentó con materiales que se usan en aeronáutica.
Pero ¿por qué pliegues?
El creativo diseñador dice que para que esta idea entrara en el mercado “tenía que centrarse en una tecnología accesible hoy día o en un futuro cercano. Y los pliegues eran una solución simple y efectiva”.
Y para llegar a esa conclusión primero tuvo que experimentar.
Apenas comencé a experimentar con pliegues, cocinando telas en el horno de mi casa, me di cuenta del enorme potencial que existía
Yasin dice que la combinación de ingeniería y diseño le inspiró a “apreciar telas y materiales más allá de su apariencia”.
“Me atrajeron sus propiedades y cómo éstas pueden ser manipuladas. Apenas comencé a experimentar con pliegues, cocinando telas en el horno de mi casa, me di cuenta del enorme potencial que existía”.
Entonces, sus conocimientos aeroespaciales se hicieron fundamentales.
“Como parte de mi máster en ingeniería aeronáutica, trabajé con estructuras desplegables para satélites pequeños donde paneles de fibra de carbono fueron diseñados para empacarse en un espacio de 2 mm antes de desplegarse automáticamente y mantener su posición en el espacio”.
“Los niños son atletas”, dice el diseñador.
“Esto implicó una gran cantidad de investigación en técnicas de plegado y creo que finalmente influyó mucho en el resultado de Petit Pli”, señala.
En cuanto a los materiales, se muestra más reservado. “Es una mezcla de fibras sintéticas, pero no puedo dar muchos detalles, ya que estoy tramitando la patente”, dice Yasin.
Su objetivo es enfocarse en crear ropa para niños que, además de crecer en dos direcciones -a lo largo y ancho del cuerpo del bebé- sea impermeable.
Asegura que hay otros diseñadores que hacen ropa que se expande, pero una vez que se corta, ya no puede usarse en niños más pequeños. Y en cuanto a la ropa modular (que se puede armar al gusto de cada uno) sólo crece en cuanto a la longitud de los miembros, explica, pero no en anchura.
Pero, más allá de lo que vistan, Yasin espera lograr “convencer a los consumidores de derrochar menos, reducir residuos en moda -mano de obra, transporte (emisiones de CO2) y desechos- e impulsar un cambio a nivel psicológico y de valores de niños y padres”.
“Quiero marcar la diferencia en el consumo de moda y crear una solución simple y efectiva”.