¿Por qué debemos querer a los buitres?

¿Por qué debemos querer a los buitres?

Los buitres africanos son víctimas inesperadas de la caza furtiva de rinocerontes.

No son las criaturas más entrañables del mundo: alimentarse de animales muertos no atrae muchos fans entre los humanos. Pero ahora un proyecto en Sudáfrica busca cambiar la imagen de estas aves en peligro.

Decenas de buitres de El Cabo surcan el cielo sudafricano, desde lo alto de los acantilados de Magaliesberg, y vigilan una pradera seca en busca de un banquete.

Bajo el sol yace un cadáver rodeado de moscas, cuervos y garzas. Una hembra valiente se acerca con cautela.

La población de buitres en África occidental ha disminuido en un 90%.

Se mueve despacio, atenta a los peligros. Llegar hasta su presa le lleva más de una hora.

Pero una vez que da un primer picotazo a la carne, los demás se abalanzan. Lo que sigue es un festín frenético, y cada buitre empuja para obtener suficiente comida para sí mismo y para los polluelos que esperan en el nido.

Estamos en VulPro, a las afueras de Haartebeesport, a una hora de la capital, Johanesburgo.

Es un centro dedicado a la conservación de una especie cuya fama no es precisamente la del animal más adorable.

Pero Kerri Wolter, quien dirige esta organización, cree que el papel que juegan los buitres en la naturaleza es crucial: limpiar y hacer desaparecer la carne portadora de enfermedades.

"Tenemos que elevar el perfil de los buitres al mismo nivel de los rinocerontes, tenemos que hacer que la gente entienda que son importantes".

Víctimas de la caza furtiva

Esta especie de buitres figura como "vulnerable" en la Lista Roja de Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN, por sus siglas en inglés).

Y quienes trabajan aquí para protegerla temen que pronto se una al buitre dorsiblanco africano, que está en peligro de extinción.

Un proyecto de conervación busca cambiar la imagen de los buitres.

La IUCN ha observado un declive de 1.500 parejas de buitres de El Cabo en los últimos 20 años.

Ahora solo se encuentran en Botsuana y Sudáfrica, y recientemente se extinguieron en Namibia.

Entre las amenazas que los acechan están las electrocuciones y choques con estructuras eléctricas, los cambios del uso del área en la que viven, la disminución del alimento disponible y la exposición a drogas veterinarias tóxicas.

Con cada rinoceronte envenenado, pueden morir unos 1.200 buitres.

Pero el peor de los peligros es más siniestro.

La caza furtiva de rinocerontes y elefantes aumenta cada año en el sur de África – más de 600 rinocerontes sudafricanos fueron cazados este año – y los buitres son sus víctimas inesperadas.

Como los cazadores clandestinos no quieren que los buitres llamen la atención de los guardas, algunos comenzaron a envenenar los cuerpos de los animales que acaban de matar por sus cuernos o colmillos.

"Con un rinoceronte o un elefante envenenado se puede acabar con 600 buitres", dice Wolter.

"Sin embargo, durante la temporada de crianza, no son solo los 600 buitres que consumen ese cuerpo. También pueden ser sus crías".

"Así que estamos hablando de 1.200 aves en un incidente de envenenamiento".

La amenaza, agrega, no es sólo para los buitres.

La protección de los buitres

El número de buitres en Asia ha caído en un 99,9% en los últimos 25 años, según la británica Sociedad Real para la Conservación de la Aves (RSPB, por sus siglas en inglés).

Estas aves impiden la propagación de enfermedades de los animales muertos.

"En Asia, cuando estas aves disminuyeron a un ritmo tan alarmante desde los años 90, la gente habló de la crisis asiática de los buitres. Yo creo que aquí podemos hablar de la catástrofe africana de los buitres", dice Andre Botha, director del programa de aves de rapiña del Fondo para la Vida Silvestre en Peligro (EWT, por sus siglas en inglés).

"El índice de declive y el impacto que tenemos en los buitres es tal que muchas aves desaparecerán del paisaje africano en los próximos 30 ó 40 años".

De vuelta en la reserva de VulPro, Wolter alimenta a un polluelo al que ha llamado PJ. Sus cuidadores esperan que sea la imagen una nueva forma de ver a los buitres.

También esperan que el premio que les otorgó la ONG británica Tusk Trust – cuyos patrocinadores son el príncipe William y su esposa Kate, duquesa de Cambridge – ayude a difundir la causa de los buitres en peligro.

¿Y por qué Kerry Wolter ama a los buitres?

"Supongo que porque comprendo su lucha por sobrevivir en un mundo incapaz de apreciar y entender su importancia", dice.

"Son la auténtica belleza de la naturaleza, que completa el ciclo de la vida y nos protege, a nuestro mundo, de la propagación de enfermedades innecesarias".

radioroja

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