Siempre es bueno saber cuándo se concluye una etapa en la vida. Si insistes en permanecer en
ella más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido del presente. Lo importante
es poner punto final a los momentos de la vida que se han terminado. Puedes pasarte mucho
tiempo de tu presente pensando en los ¿por qué? y tratando de entender lo qué sucedió o
no sucedió y aquellas situaciones o circunstancias que ya pasaron y que solo son recuerdos.
Vivir así produce un gran desgaste en tu vida y no solo te afecta a ti, sino a tus seres queridos.