Algunas veces por desconocimiento hacemos mucho daño a las personas que amamos, pensamos que si las protegemos, las ayudamos;
Sin intención impedimos su crecimiento, sin mala voluntad no les permitimos hacerse adultos útiles, capaces de afrontar por si mismos las cosas más elementales de la vida, y es así como llega la gente a grande dependiendo siempre de los demás, incluso para lo que es su deber hacer por si mismo..