Internet, aparentemente, está libre de las restricciones del mundo real.
Internet, aparentemente, está libre de las restricciones del mundo real.
Un hombre atractivo, de mediana edad, entró en un café y se sentó. Antes de ordenar, no pudo evitar darse cuenta que un grupo de hombres más jóvenes, que bebían en una mesa cercana a la suya, se reían de él…
No fue hasta recordar que llevaba una pequeña cinta rosada en la solapa de su chaqueta que se percató de lo que se trataba el asunto…