Películas y series de televisión sobre autos se han hecho muchas.
Sin embargo, hay una saga que no deja de romper marcas, ha recaudado miles de millones de dólares y continúa haciendo crecer su legión de seguidores en el mundo.
Estamos hablando de las películas de “Fast and Furious” o “Rápidos y furiosos”, como se conoce a la serie en Latinoamérica.
Pero, ¿qué hace a esta saga tan exitosa cuando su fórmula ya se realizó hasta el hartazgo y en apariencia tiene un argumento previsible?
Puede sonar difícil de creer, pero hay más en “Fast and Furious” que carreras con autos de lujo y mujeres hermosas.
No por nada, la octava entrega de la serie “The Fate of the Furious” (Rápidos y furiosos 8) se convirtió este fin de semana en el estreno más exitoso en la historia del cine mundial.
Según los cálculos preliminares, la nueva cinta recaudó US$532,5 millones en todo el mundo y con eso desplazó a “Star Wars: The Force Awakens” del primer puesto como la película que más dinero generó en su fin de semana de estreno.
A continuación te damos cinco razones por las que “Fast and Furious” logro el abrumador éxito que tiene en la actualidad.
1. Tu coche favorito… ¡volando en mil pedazos!
En la primera película, “The Fast and the Furious” (2001), el exconvicto Dominic “Dom” Toretto (Vin Diesel) derrota al policía infiltrado Brian O’Conner (Paul Walker) en una carrera de un cuarto de milla.
Brian, Dom y Roman son tres de los personajes que más apariciones tuvieron en la saga.
Dom condujo un Mazda RX-7, mientras que Brian usó un Mitsubishi Eclipse RS.
Los dos vehículos en ese entonces eran objeto de culto por los aficionados a los autos y la velocidad.
Pero como una película sobre carreras con vehículos de moda no es nada que no se haya hecho antes, para no caer en la misma fórmula, la saga no sólo puso a los carros a realizar acrobacias imposibles, sino que comenzó a destruirlos de maneras cada vez más espectaculares.
La panameña Jordana Brewster (izq.) y la estadounidense de ascendencia puertorriqueña Michelle Rodríguez son parte del elenco.
La serie pasó de ocasionar algunos daños cosméticos a unos cuantos vehículos en la primera película, a literalmente convertir en añicos 230 carros en la séptima entrega, de acuerdo a The Wall Street Journal (no hablaremos de la octava para no adelantarte nada).
Los carros son impactados por una bola de acero industrial, aplastados por un tanque, lanzados al océano, partidos en dos por una caja de seguridad gigante o incrustados contra el cemento después de atravesar ¡tres! rascacielos en Abu Dabi.
Un Lykan Hypersport, de W Motors, del que sólo se fabricaron siete unidades (ahora quedan seis) y que cuesta US$3,4 millones, fue destruido en la séptima película “Furious 7” (2015).
Una cosa más: ninguno de los autos dañados en “Fast and Furious” es reparado y puesto en el mercado. Todos son convertidos en chatarra.
2. La diversidad del elenco
La novia de Dom es la temeraria Letty, interpretada por Michelle Rodríguez, una estadounidense con ascendencia dominico-puertorriqueña.
La actriz panameña Jordana Brewster hace de Mia Toretto, hermana de Dom y pareja de Brian.
Eva Mendes apareció en una de las películas.Derechos de autor de la imagenAFP
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Los roles femeninos fuertes, como el de Eva Mendes, son parte del éxito de la saga.
En la segunda película “2 Fast 2 Furious” (2003) hace su anárquica aparición Roman Pearce, interpretado por el afroestadounidense Tyrese Gibson.
En esa cinta también aparece Eva Mendes, estadounidense de padres cubanos, en el papel de la agente Mónica Fuentes.
Podríamos seguir enumerando película por película, pero la lista quedaría muy largo.
Por la filmación de la saga pasaron actores asiáticos, latinos, afroestadounidenses, musulmanes e incluso la española Elsa Pataky interpreta a la policía brasileña Elena Neves.
Neves hace el papel de colaboradora del agente estadounidense Luke Hobbs, interpretado por Dwayne Johnson y mejor conocido como “La Roca” en la quinta película “Fast Five” (2011).
¿Algo más? La aclamada luchadora de artes marciales mixtas Ronda Rousey tiene una muy violenta participación en la séptima película.
Análisis
Luis Velasco, cineasta y crítico
El rotundo éxito que ha conseguido la saga de Rápido y Furioso en sus 16 años de historia, es fruto de una serie de decisiones inteligentes que le han sacado provecho al “espíritu de su tiempo” y son un perfecto ejemplo de lo que puede lograr la industria hollywoodense cuando le sabe tomar el pulso a un público cada vez más variado.
Son muy pocas las películas que han ensamblado un elenco tan diverso, aún en una época donde el “whitewashing” (dar preferencia a los actores blancos) y la igualdad de género son temas que demandan ser tratados con urgencia.
Si un director ha realizado un buen casting, ya tiene hecho el 50% de su trabajo y este es el primer gran acierto de la saga ya que desde la primera entrega pudimos ver un ensamble multiétnico de muy diversos actores en papeles protagónicos, y si bien esto podría pulirse mucho más, los roles femeninos fuertes son también parte del atractivo de la serie.
Los autos más exclusivos de las últimas décadas fueron utilizados en “Fast and Furious”.
Luego de haber tomado un riesgo y salido con éxito, la producción supo mover la maquinaria publicitaria hacia donde apuntaban los números y comenzó a hablarle directamente a un creciente público latino que veía mucha de su cultura esparcirse por el mundo a través de la música, en particular el reggaetón.
Esto no solamente le permitió a la saga crear un lenguaje que todos entendieran, sino también permanecer fresca luego de casi dos décadas.
Pero quizás, la verdadera clave del éxito de Rápido y Furioso radica en la capacidad que ha tenido de mantenerse fiel a sí misma.
Uno sabe perfectamente lo que va a consumir cuando va a ver una nueva entrega y nunca sale decepcionado.
Explosiones, autos caros y cuerpos esbeltos se han convertido en su marca registrada, pero también el sentimiento de familiaridad que se ha creado alrededor de los personajes y que ha trascendido la pura ficción.
La muerte del actor Paul Walker es algo que la fanaticada sintió tanto dentro como fuera de la pantalla y es una prueba de que “Fast and Furious” se ha convertido en una de las sagas más queridas por el público.
Este fenómeno no solamente parece estar lejos de desvanecerse, sino que luego del estreno de su octava parte ha demostrado que está en su mejor forma.
Éxitos de taquilla mundiales
Ganancias del fin de semana del estreno
US$532,5m
Rápidos y Furiosos 8
US$529m Guerra de las Galaxias: El Despertar de la Fuerza
US$525,5m Mundo Jurásico
US$483,2m Harry Potter y las Reliquias de la Muerte
3. Paisajes exóticos y paradisiacos
Tenemos los carros, tenemos al elenco, pero nos falta algo en la fórmula ganadora…
Así es: ¡los paisajes!
Los productores de “Fast and Furious” no repararon en esfuerzos para que las acrobacias de “la familia”, como se conoce al grupo de Dom, se produzcan con espectaculares vistas de fondo.
Algunas de las escenas de la octava película se rodaron en La Habana.
Desde Tokio hasta La Habana, en Tenerife o Islandia.
Una favela de Rio de Janeiro o un rascacielos de lujo en Abu Dabi fueron dos de los muchos extravagantes escenarios donde se filmó la saga.
4. La música
Cuando se lanzó la primera película, el reggaetón era un incomprendido género que comenzaba a sonar a escala global desde Centroamérica y el Caribe.
“Fast & Furious” fue tal vez la primera producción de Hollywood que comprendió que ese género, guste o no, llegó para quedarse mucho tiempo.
Diesel y Walker cuando recibieron un MTY Movie Award en 2002.
No sólo eso: los conocidos reggaetoneros Tego Calderón y Don Omar fueron incorporados al elenco y su música acompañó las películas,
Pero no todo es reggaetón en la saga, claro que no.
El rapero Christopher “Ludacris” Bridges hace el papel de Tej Parker, el amigo de Brian que vendía autopartes en Miami antes de incorporarse a “la familia”.
El actor que interpreta a Roman Pierce también hace rap y colaboró en la banda sonora de varias películas.
Incluso el bachatero Romeo Santos tuvo una aparición en la séptima película como “Mando”, un millonario dominicano que ayuda a Dom a esconder a Mia y a su hijo.
5. Paul Walker
Dominic Toretto es el eje que marca el el desarrollo de las historias, sin embargo Paul Walker es el que logró la mayor empatía con el público.
Eso quedó en evidencia antes y, sobretodo, después del trágico fallecimiento del actor estadounidense en un accidente con un automóvil.
Centenares de personas en California despidieron a Paul Walker después del trágico accidente en el que falleció.
Pese a que Brian O’Conner ingresó en la historia como un mentiroso agente encubierto que engaña a los miembros originales de “la familia”, el personaje rápidamente conquistó al público.
De hecho, la no participación de Paul Walker en la tercera película “The Fast and the Furious: Tokyo Drift” (2006) fue considerada uno de los principales motivos de la baja recaudación que tuvo esta cinta.
La recaudación de “Furious 7” (2015) duplicó la cantidad de dinero que obtuvo “Fast and Furious 6” (2013) y uno de los principales motivos fue porque el público fue a “despedir” a Paul Walker, quien falleció entre el estreno de las dos películas.
La escena de la despedida de Dom con Brian es considerada el momento más emotivo de toda la saga.
Casi 16 años pasaron del estreno de la primera película, pero ya se anunció que la saga llegará al menos hasta la décima entrega.
Lo que indica que tendremos un nuevo estreno cada vez más rápido y más furioso.