Archives septiembre 2017

Por qué en Puerto Rico creen que Estados Unidos no ha contribuido lo suficiente a su recuperación tras el huracán María

Casi una semana después de que el huracán María azotara a Puerto Rico como tormenta de categoría cuatro, millones de personas en la isla continúan sin electricidad y buena parte de la población se encuentra aislada por las inundaciones y destrozos a la infraestructura, con escasez de agua, alimentos y medicina.
El gobernador de la isla, Ricardo Roselló, describió la tormenta como “la más devastadora en un siglo”, tras la muerte de 16 de sus habitantes y la calamidad que enfrentan los sobrevivientes.
Pero Roselló también aludió a la aparente lentitud en la respuesta de Washington hacia lo que es, después de todo, territorio estadounidense.
“Una crisis humanitaria está ocurriendo en Estados Unidos”, advirtió al tiempo que pidió más asistencia.
“Puerto Rico es parte de EE.UU. y necesitamos que se tome una acción inmediata”, declaró el gobernador a la cadena noticiosa CNN.

Otras personalidades puertorriqueñas, algunos legisladores estadounidenses y hasta la excandidata presidencial demócrata, Hillary Clinton, criticaron lo que señalaron como la falta de atención que el presidente Donald Trump le ha prestado al desastre.
Cuando empezaron a conocerse los detalles de la devastación, Trump emitió una declaración de desastre y una orden federal de asistencia pero no se refirió personalmente a la urgente situación de Puerto Rico hasta el lunes.
En un tuit, el republicano reconoció que el territorio enfrenta “graves problemas” pero también recordó que la isla “debe miles de millones de dólares a Wall Street y los bancos”.

En efecto, Puerto Rico tiene una deuda de US$72.000 millones y enfrenta el mayor caso de bancarrota en la historia de EE.UU., lo que exacerba la actual emergencia.
No obstante, algunas personalidades como los cantantes John Legend y Marc Anthony consideraron el mensaje de Trump más un insulto que un reconocimiento de la tragedia.
Legisladores de la bancada demócrata en el Congreso habían instado a Trump a concentrar sus energías en asistir a Puerto Rico durante su recuperación después de que el presidente pasara la mayoría del fin de semana criticando una protesta de los jugadores de la NFL (liga de fútbol americano).
La líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, declaró el lunes que los puertorriqueño “merecen saber que su gobierno estará con ellos, sin duda ni demora”.
Por su parte, el representante demócrata de Virginia, Don Beyer, reprendió al ejecutivo por invertir tanto tiempo “dividiendo a la nación” en lugar de “asistir a tres, cuatro millones de estadounidenses sin electricidad en Puerto Rico”.

Tras el huracán María hay escasez de agua, alimentos y medicina en Puerto Rico.
Los comentarios se dieron un día después de que Hillary Clinton instara al presidente por Twitter a redoblar la asistencia y enviar a la armada al territorio cuanto antes. “Estos son ciudadanos estadounidenses”, escribió.
La Casa Blanca negó con anterioridad que estaba actuando lentamente en su respuesta para ayudar a los ciudadanos de la isla de mayoría hispana.
Paul Ryan, el más alto miembro republicano en el Congreso, tuiteó: “Las historias e imágenes saliendo de Puerto Rico son devastadoras”.
“El Congreso está trabajando con la administración para asegurar que los recursos necesarios lleguen a nuestros compatriotas en Puerto Rico”.
El gobernador Roselló ha pedido al Congreso de EE.UU. que produzca “algo tangible, un proyecto de ley que realmente solucione nuestra necesidad inmediata”.

Miles han estado durmiendo en el aeropuerto esperando salir de San Juan.
Hay graves problemas de infraestructura mientras todavía se realiza una evaluación de todos los daños causados por el ciclón.
Aproximadamente el 55% de las torres del tendido eléctrico han quedado afectadas y se ven postes y cables caídos por las carreteras.
Las autoridades establecieron un toque de queda de las 19:00 a las 05:00 para controlar el saqueo y el vandalismo. 25 personas fueron arrestadas el domingo por violar la orden.

Más de 95% de los teléfonos móviles están si servicio en la isla, donde la Guardia Nacional prioriza la reapertura de los puertos y aeropuertos para permitir la llegada de más asistencia.
A estas dificultades se les añade que algunas carreteras están inaccesibles, mientras los puentes a lo largo de la isla se han desplomado, haciendo casi imposible verificar la extensión de los daños.

Los residentes de Puerto Rico se han congregado en torno a torres de telefonía móvil en funcionamiento para llamar a sus familias en el exterior.
La represa de Guajataca, en el noroeste de Puerto Rico, está en peligro “inminente” de reventar, amenazando a por lo menos 8.000 personas con crecidas e inundaciones, advirtieron los cuerpos de emergencia.
Los residentes que viven cerca de la represa han sido ordenados a evacuar por la Guardia Nacional.
El domingo, equipos de la marina y armada estadounidense llegaron a la antigua estación naval de Roosevelt Roads, en La Ceiba, para realizar labores de reconocimiento y limpieza de carreteras y despejar pistas de aterrizaje, aseguró el Pentágono en respuesta a las críticas de que no se está haciendo lo suficiente.
El Departamento de Defensa de EE.UU. añadió que la principal prioridad es “proveer recursos de supervivencia” como generadores y combustible a Puerto Rico y las Islas Vírgenes de EE.UU.

Gran parte del tendido eléctrico fue destrozado por María.
La Casa Blanca defendió la respuesta del gobierno, el lunes. La portavoz Sarah Sanders dijo “hemos tomado medidas sin precedentes en términos de fondos federales para abastecer al pueblo de Puerto Rico”.
Sanders resaltó que la respuesta federal ha sido “lejos de ser lenta”.
Los directores de la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA) y el Departamento de Seguridad Interna visitaron ambos territorios el lunes.
El presidente prometió visitar Puerto Rico en una fecha posterior.

Amenazas entre Estados Unidos y Corea del Norte: ¿qué tan preocupados deberíamos estar?

La tensión retórica entre Estados Unidos y Corea del Norte ha alcanzado uno de sus puntos más álgidos últimamente.
El martes, durante la Asamblea General de Naciones Unidas en Nueva York, el presidente estadounidense Donald Trump amenazó con “destruir totalmente” la nación asiática si su país se ve obligado a defenderse a sí mismo o a sus aliados.

Pyongyang realizó su sexta prueba nuclear a inicios de septiembre, amenazó con disparar misiles hacia el territorio insular de Guam y dijo que podría probar una bomba de hidrógeno en el océano Pacífico.
Todas estas provocaciones ocurren en medio de informes de que Pyongyang pudo haber logrado miniaturizar un arma nuclear para transportarla en un misil intercontinental.
Esta posibilidad ha sido largamente temida por EE.UU. y sus aliados asiáticos.

¿Son estas situaciones precedentes para que se desate un conflicto militar?
Los expertos dicen que no debemos entrar en pánico. Todavía. Estas son las razones:
1. Nadie quiere la guerra
Esta es una de las cosas más importantes a tener en cuenta. Una guerra en la península coreana no sirve a los intereses de nadie.
El principal objetivo del gobierno norcoreano es la supervivencia, y el conflicto directo con EE.UU. lo pondría seriamente en peligro.
Como señala Jonathan Marcus, corresponsal de Defensa de la BBC, cualquier ataque de Corea del Norte contra EE.UU. o sus aliados en el contexto actual podría convertirse rápidamente en una guerra más amplia y “se supone que el gobierno de Kim Jong-un no es suicida”.

Corea del Norte ha estado tratando de convertirse en una potencia nuclear para proteger al gobierno.
De hecho, es por eso que Corea del Norte ha estado tratando de convertirse en una potencia nuclear.
Según el razonamiento norcoreano, tener esta capacidad protegería a su gobierno, ya que el costo de derribarlo sería mayor.
Kim Jong-un no quiere seguir el camino de Muamar Gadafi en Libia o Saddam Hussein en Irak, el primero capturado por los rebeldes y ejecutado por estos en plena calle el 20 de octubre de 2011, y el segundo ahorcado la víspera de la Nochevieja de 2006 por cargos de crímenes contra la humanidad.
Andrei Lankov, de la Universidad de Kookmin en Seúl, dijo al periódico británico The Guardian que había “muy pocas probabilidades de conflicto”, pero que de igual manera, los norcoreanos no estaban “interesados ​​en la diplomacia” en este momento.
“Primero quieren desarrollar la capacidad de borrar a Chicago del mapa y luego se interesarán ​​en soluciones diplomáticas”, señaló Lankov.
Pero, por el lado estadounidense, ¿qué posibilidades hay de que ejecute un ataque preventivo?

EE.UU. sabe que una operación contra Corea del Norte obligaría al gobierno a tomar represalias contra sus aliados: Corea del Sur y Japón.
Esto daría como resultado una gran pérdida de vidas, incluyendo las de miles de estadounidenses, entre soldados y civiles.
Además, Washington no quiere correr el riesgo de que se disparen misiles nucleares hacia el continente estadounidense.

El ministro de Exteriores de Corea del Norte, Ri Yong Ho, dijo que EE.UU. le había declarado la guerra a Corea del Norte.
Por último, China —el único aliado de Pyongyang— ha ayudado a sostener al gobierno norcoreano precisamente porque su colapso se considera un resultado estratégicamente peor.
La instalación de tropas de EE.UU. y Corea del Sur justo al otro lado de la frontera china es una perspectiva que Beijing no quiere tener que afrontar, y eso es lo que la guerra propiciaría.
2. Lo que estámos viendo son palabras, no acciones
Trump puede haber amenazado a Corea del Norte con un lenguaje poco común para un presidente de EE.UU., pero esto no significa que el país esté avanzando activamente hacia una guerra.
Como dijo un funcionario militar anónimo a la agencia de noticias Reuters en agosto: “El hecho de que la retórica suba no significa que nuestra postura cambie”.
El columnista de The New York Times, Max Fisher, está de acuerdo: “Este tipo de señales (que la postura o acciones sigan iguales), no los comentarios improvisados de un líder, son los que importan más en las relaciones internacionales”.

Además, tras la sexta prueba nuclear de Corea del Norte a principios de septiembre y los ensayos de misiles sobre Japón, EE.UU. ha recurrido a una táctica ya probada anteriormente: apretar a Pyongyang a través del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y de sanciones unilaterales.
Sus diplomáticos siguen hablando esperanzadamente de volver a la mesa de negociaciones, apuntando al apoyo de China y Rusia.
Estos envían señales contradictorias a Pyongyang, pero también moderan la dura retórica del presidente Trump.

En un ambiente tenso, un movimiento malinterpretado puede llevar a la guerra.
Sin embargo, algunos analistas dicen que un movimiento mal interpretado en el contexto actual de tensión podría llevar a una guerra accidental.
“Podría haber un corte de energía en Corea del Norte que ellos confundan con un ataque preventivo”, le dijo a la BBC Daryl Kimball, de la Asociación de Control de Armas de EE.UU.
“EE.UU. podría cometer un error en la (zona desmilitarizada). Hay varias maneras en las que cada parte puede calcular mal y que la situación se salga de control”, agrega.
Recientemente, unos bombarderos estadounidenses volaron cerca de Corea del Norte, en una demostración de fuerza.

Días después, el ministro de Relaciones Exteriores norcoreano, Ri Yong-ho, dijo que Pyongyang tenía derecho a derribar a los bombarderos estadounidenses debido a que Trump había “declarado la guerra” a su país.
Sin embargo, no es la primera vez que Corea del Norte acusa a EE.UU. de declararle la guerra.
3. Hemos estado en esta situación antes
Como señaló el exsecretario de Estado adjunto de EE.UU. PJ Crowley, ambas naciones estuvieron cerca de un conflicto armado en 1994, cuando Pyongyang se negó a permitir que inspectores internacionales ingresaran a sus instalaciones nucleares.
Pero la diplomacia ganó.

Unos bombarderos de Estados Unidos volaron cerca de la costa este de Corea del Norte el sábado, en una demostración de fuerza.
A lo largo de los años, Corea del Norte regularmente ha hecho amenazas incendiarias contra EE.UU., Japón y Corea del Sur, como cuando dijo que convertiría Seúl en un “mar de fuego”.
Además, no es que la retórica de Trump —en contenido, si no en estilo— no tenga precedentes en un presidente estadounidense.
“En muchas formas diferentes, aunque no tan coloridas, EE.UU. siempre ha dicho que si Corea del Norte alguna vez ataca, el régimen dejará de existir”, escribe Crowley.
La diferencia esta vez, añade, es que el presidente de EE.UU. parece sugerir que podría tomar medidas preventivas. Aunque el secretario de Estado, Rex Tillerson, ha minimizado esto.
Este tipo de retórica impredecible y belicosa que viene de la Casa Blanca es inusual y preocupa a la gente, dicen los analistas.

Corea del Sur —el aliado de EE.UU. con más que perder en una confrontación con el Norte— ha pedido un enfriamiento de la retórica tanto de Pyongyang como de su aliado.
Nadie quiere que Kim Jong-un piense que un ataque podría ser inminente.

Mucho Mas que un Anillo Reflexion

Un muchacho entró con paso firme a la joyería y pidió que le mostraran el mejor anillo de compromiso que tuvieran. El joyero le mostró una hermosa piedra solitaria que brillaba como un pequeño sol resplandeciente. El muchacho contempló el anillo, preguntó el precio y con una sonrisa se dispuso a pagarlo.

¿Se va usted a casar pronto? – Preguntó el joyero.

¡No! – respondió el muchacho – Ni siquiera tengo novia.
Es para mi mamá – dijo el muchacho. Cuando yo iba a nacer estuvo sola; alguien le aconsejó que me matara antes de que naciera, así se evitaría problemas. Pero ella se negó y me regaló la vida que hoy puedo disfrutar. Fue padre y madre. Amiga, hermana y maestra. Me hizo ser lo que soy. Ahora que puedo le compro este anillo de compromiso. Ella nunca tuvo uno. Yo se lo doy como promesa de que si ella hizo todo por mí, ahora yo haré todo por ella.

 

El joyero, sorprendido, no dijo nada. Solamente ordenó a su cajera que hiciera al muchacho el descuento especial que sólo se hace a los clientes importantes.

Moraleja:

Tenemos casas más grandes, pero familias más chicas.

Tenemos más compromisos, pero menos tiempo.

Tenemos más medicinas, pero menos salud.

Hemos multiplicado nuestras fortunas, pero interiormente estamos vacíos.

Hablamos mucho, amamos poco y odiamos demasiado.

Hemos llegado a la luna y regresamos, pero tenemos problemas para cruzar la calle y conocer a nuestro vecino.

Hemos conquistado el espacio exterior pero no el interior.

Tenemos mayores ingresos, pero menos moral y felicidad.

Estos son tiempos con más libertad, pero menos alegría.

 

Con más comida, pero menos nutrición.
Son días en los que llegan dos sueldos a casa, pero aumentan los divorcios.

Son tiempos de casas más lindas, pero más hogares rotos.

Por eso, siéntate en la terraza y admira la vista sin fijarte en las malas hierbas; pasa más tiempo con tu familia y con tus amigos en el campo, en la playa; come tu comida preferida; visita los sitios que te gustan.

La vida es una sucesión de momentos para disfrutar, no es sólo para sobrevivir.

Escribamos aquella carta que pensábamos escribir.

Digamos hoy a nuestros familiares y amigos cuánto los queremos.

No retrases nada que agregue alegría y felicidad a tu vida.
Cada día, hora y minuto pueden ser especiales.

Muere en Emiratos Árabes Unidos Eman Ahmed Abd El Aty, la mujer que llegó a ser la más obesa del mundo con 500 kilos

Eman Ahmed Abd El Aty, la egipcia que llegó a pesar hasta 500 kilos, murió este lunes en un hospital de Emiratos Árabes Unidos como consecuencia de problemas en el corazón y en el riñón, según el comunicado médico.
La egipcia de 37 años pesaba ahora 300 kilos después de someterse este año a una operación quirúrgica en la India que le hizo reducir su peso en 200 kilos, según cuenta la prensa local.

El comunicado del hospital asegura queEman Ahmed Abd El Aty tenía problemas del corazón y una disfunción en el riñón.
“Nuestras oraciones y nuestras sentidas condolencias van para la familia”, dice la declaración del dentro médico.
Abd El Aty se encontraba en Emiratos Árabes Unidos desde el pasado mes de mayo, recuperándose de una operación realizada en Bombay (India) para reducir su peso.
Según los familiares de la que llegó a considerarse la mujer más obesa del mundo, antes de la operación Abd El Aty estuvo confinada en su casa durante 25 años por los problemas que su peso representaba para su movilidad.
Campaña online
Abd El Aty acaparó la atención internacional después de una campaña en internet iniciada por su hermana.

La egipcia de 37 años acaparó la atención internacional tras una campaña en internet.
En ella se pedía ayuda para que pudiera viajar a India para ver a un cirujano especializado.

Sin embargo, la familia la transfirió de nuevo a otro hospital después de entrar en discrepancias con el equipo médico de Bombay.
Dudaban de que la pérdida de peso que los cirujanos reclamaban de 200 kilos fuera real.
La cirugía de pérdida de peso, se utiliza como último recurso para tratar a las personas que son peligrosamente obesas, es decir, que tienen un índice de masa corporal de 40 o más, o 35 junto con otras condiciones de salud relacionadas con la obesidad.

Por qué algunos jugadores de la NFL se arrodillan cuando suena el himno de Estados Unidos

“No voy a ponerme de pie para demostrar orgullo por la bandera de un país que oprime a las personas de color”.
Con estas palabras el mariscal de campo del fútbol americano Colin Kaepernick justificó el año pasado su decisión de no cantar de pie el himno de Estados Unidos, como una una protesta por los casos de violencia policial hacia los afroestadounidenses.
“Para mí, esto es más grande que el fútbol y sería egoísta de mi parte mirar hacia otro lado”, dijo Kaepernick entonces, cuando aún era parte del equipo de los 49ers de San Francisco del fútbol americano.
La forma en la que protestó, rompiendo la formalidad en uno de los momentos más solemnes para los ciudadanos de EE.UU. como es el entonar su himno, creó una tormenta.

Desde varios flancos, Kaepernick fue criticado duramente, hasta el punto de que algunos lo tacharon de traidor.
Pero otros compañeros en la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL, por sus siglas en inglés), en la que más del 60% de los jugadores son afroestadounidenses, imitaron su forma de protesta durante el himno.

Colin Kaepernick (centro) inició la protesta durante la pretemporada de los 49ers de San Francisco. Su acción fue respaldada por compañeros en su equipo y en otros equipos.
La protesta parecía haberse quedado en 2016, pero con el inicio de la nueva temporada de la NFL regresaron las manifestaciones durante el himno.
Y los recientes comentarios del presidente de EE.UU., Donald Trump, al respecto solo han reavivado la polémica.

¿Es una “falta de respeto”?
Para el presidente Donald Trump, esta situación solo refleja falta de respeto.
“¿No amarían que los dueños de uno de estos (equipos) de la NFL, al ver que alguien le falta el respeto a nuestra bandera, diga: ‘Saquen a ese hijo de p… de la cancha ahora mismo: está despedido’?”, dijo Trump durante un mitin con sus simpatizantes en Alabama el viernes.
“Si los fans de la NFL se niegan a ir a los partidos hasta que los jugadores dejen de faltarle el respeto a nuestra bandera y a nuestro país, verán que el cambio ocurre rápido. ¡Despedir o suspender!”, opinó luego en su cuenta de Twitter el domingo.
Tras sus declaraciones, decenas de jugadores -más de 150, según la prensa estadounidense- se quedaron sentados o se arrodillaron cuando sonó el himno de Estados Unidos en los estadios este fin de semana.

Jugadores que no quisieron hincarse se mantuvieron de pie con los brazos enlazados y mirando hacia abajo.
La protesta también se extendió al baloncesto de la Asociación Nacional de Básquetbol (NBA, por sus siglas en inglés), con varios jugadores mostrando su apoyo a sus colegas de la NFL.
Si bien existe en EE.UU. una norma llamada “Código de bandera” que señala cómo deben comportarse los estadounidenses cuando suena su himno, no existen sanciones aplicables para quienes lo incumplan.

Los civiles en EE.UU. deben ponerse de pie, mirar de frente a la bandera y colocarse la mano derecha a la altura del corazón cuando suena el himno.
Los militares deben realizar el saludo castrense, estén o no de servicio. Los hombres deben descubrir su cabeza, si es que visten una gorra o sombrero.
Así que los deportistas que no siguen la etiqueta a seguir durante el himno no violan ninguna ley, pero hay quienes consideran que es una falta de respeto, incluido Donald Trump.

En algunos partidos de la liga femenina de fútbol estadounidense hubo algunas jugadoras que siguieron la protesta llevada a cabo mayoritariamente por afroestadounidenses.
“Los aficionados al deporte nunca deben aceptar que los jugadores no se pongan de pie, orgullosos, por el himno o su país. ¡La NFL debe cambiar sus reglas!”, dijo Trump.
Para el comisionado de la NFL, Roger Goodell, la falta de respeto vino del presidente hacia la liga.
“Comentarios divisorios como estos demuestran una desafortunada falta de respeto a la NFL, a nuestro gran deporte y a todos nuestros jugadores”, dijo Goodell en un comunicado.
La primera protesta
La letra y música de The Star-Spangled Banner (La bandera tachonada de estrellas ) fueros adoptadas oficialmente como himno en EE.UU. en 1931.

El historiador Marc Ferris explicó a la radio pública estadounidense NPR que el registro más antiguo que se tiene de que un himno haya sonado en un evento deportivo se remonta a 1862.
“Pero la cosa es que tenías que contratar a una banda. Eso era caro, por lo que solo era para ocasiones especiales hasta la época de la Segunda Guerra Mundial, donde los sistemas de sonido aparecieron”, señala Ferris.

Cuando finaliza el himno de EE.UU., los partidos profesionales de distintos deportes de EE.UU. se ponen en marcha.
Con el espíritu nacionalista por la guerra en alto, el himno se hizo parte de los eventos deportivos y se convirtió en una tradición que se ha mantenido hasta la actualidad.
La primera protesta llamativa durante un himno, explica Ferris, ocurrió en 1968 durante los Juegos Olímpicos celebrados en México.
Tommie Smith y John Carlos levantaron cada uno un puño con un guante negro, el saludo del movimiento del Black Power con el que afroestadounidenses protestaban por el racismo en EE.UU. en esos años.
“Una protesta muy similar a la de Colin Kaepernick sobre opresión y discriminación racial”, dice Ferris.