Archives noviembre 2017

Dar Gracias Reflexion

Una madre solía orar en las noches con una hija pequeña, de unos seis años, al acostarla.
Una noche la madre le dijo:
– Hoy vamos a pedir a Dios un poco más para que sane a la tía Marta.
Oraron por la tía Marta, cada noche, durante un par de semanas. Después, la madre no dijo nada y dejaron de pedir.
A la tercera o cuarta noche sin hacerlo, la niña preguntó:

– Mamá, ¿por qué no oramos por la tía Marta?.
– Es que Dios ya la puso buena, respondió la madre.
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– Y si la puso buena, -replicó la niña- ¿no deberíamos orar para darle las gracias?.

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Somos más dados a pedir que a agradecer. Lo de aquellos diez leprosos curados y de los que solo uno vuelve a dar las gracias a Jesús, se repite en nuestra vida a diario.
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De cada diez veces que pedimos, quizás, no damos gracias ni una. La gratitud del que pide abre la mano del que da: el agradecimiento facilita la generosidad.
¡Y tenemos tanto que agradecer a Dios!.
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Agustín Filgueiras

La curiosa biblioteca con una cinta negra en el piso que está atravesada por una frontera

simple vista, parece una típica biblioteca de una pequeña ciudad. Tiene carpintería original de 1905 y sillas de lectura tapizadas, pero nada que la distinga a simple viste de cualquier otra.
Sin embargo, cuando entras a la Biblioteca Haskell, pronto te preguntas por qué los bibliotecarios cambian de idioma sin esfuerzo del inglés al francés o por qué en los estantes hay tantos libros sobre historia francocanadiense.

Y, lo más desconcertante de todo, ¿qué es esa línea negra que atraviesa el piso? La Haskell resulta ser una biblioteca como ninguna otra.
Se ubica entre dos naciones, al punto que puedes poner un pie en Estados Unidos y el otro en Canadá sin salir edificio.
La línea negra que corre a lo largo del piso (una tira de cinta adhesiva) marca la frontera internacional: separa las ciudades de Derby Line, en Vermont, de Stanstead, en Quebec.
La puerta de entrada, los tableros de anuncios de la comunidad y los libros para niños están en Estados Unidos; el resto de la sala de la colección y la sala de lectura se encuentran en Canadá.
La frontera de cinta adhesiva
La cinta parece desgastada. No es de extrañar: es la fuente de atención de la biblioteca en todo momento.

La línea separa las ciudades de Derby Line, en Vermont (Estados Unidos), de Stanstead, en Quebec (Canadá).
No pasa una hora, según Nancy Rumery, directora de la institución, en que los visitantes no posen para una foto con la línea.
Últimamente, Rummer ha notado algo aún más extraño: algunos visitantes se paralizan antes de cruzar la raya negra, como si hubieran sido detenidos por un campo de fuerza invisible.
Todo se debe, explica, a un rumor en internet que afirma que es ilegal cruzar la línea.

A un lado de la biblioteca se extiende la frontera canadiense y, al otro, la estadounidense.
Pero lo cierto es que la biblioteca disfruta de su papel como zona de libre comercio para los humanos, un respiro de una frontera que, si bien no es exactamente la zona desmilitarizada de las dos Coreas, ya no es el sitio tranquilo que solía ser hasta hace unos años.
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Pero ¿por qué tanta fascinación con una cinta inofensiva de cinta adhesiva negra?
Quizás porque los límites nos fascinan.
Hay algo acerca de la división entre dos mundos que intriga y atemoriza.

La frontera entre las dos Coreas es un sitio estrictamente vigilado por fuerzas de las dos naciones.
Aceptémoslo, las fronteras pueden dar miedo. Insinúan la oscuridad y el peligro allá afuera, en el otro lado.
Eso es lo que hace que la Biblioteca Haskell sea tan refrescante: se niega a ceder a este miedo.

“Se supone que las líneas en un mapa son algo que nos separan, que nos dividen. Pero eso es lo que hace que Haskell sea un lugar tan espectacular. Sí, el límite pasa por el medio, pero une a la gente”, afirma el canadiense Hal Newman.
Él es el exdirector de la contigua Haskell Opera House, que también se extiende a ambos lados de la frontera.

La ópera también está dividida por la frontera entre los dos países.
Es otro lugar inconcebible: el escenario está en Canadá, pero la mayoría de los asientos queda Estados Unidos.
De hecho, la frontera atraviesa algunos de esos asientos, lo que hace de Haskell “la única casa de ópera del mundo en la que puedes tener una mejilla a ambos lados de la frontera”, añade Newman.
Pero ¿cómo fue esto posible?
Problemas binacionales
En realidad, detrás de estas extrañas construcciones no hay un accidente de cálculo fronterizo.
La familia Haskell construyó a propósito la biblioteca y la ópera a lo largo de la frontera hace más de un siglo para promover la interacción y la amistad transfronterizas.

Una misma sala de la biblioteca puede estar dividida por la línea fronteriza.
Gestionar una empresa binacional es “absolutamente complejo”, explica Rumery, quien, aunque es canadiense, usa “nosotros” cuando se refiere a a los nacionales de su país y a los de estadounidenses.
Existen tasas de cambio internacionales (la biblioteca acepta ambas monedas); hay dos conjuntos de reglas de seguridad diferentes y salir a almorzar requiere cruzar una frontera internacional.
Y Rumery debe negociar no solo con los lectores que buscan la última novela de Stephen King, sino también con la Real Policía Montada de Canadá y con agentes de la Seguridad Nacional de Estados Unidos o de la Comisión Internacional de Límites.
La ficción de las fronteras
La biblioteca es más que una curiosidad geográfica: en esta era de tensión geopolítica y de nuevos muros, es un recordatorio de que las fronteras son ficciones creadas por humanos y que pueden ser tan reales y amenazantes como elijamos hacerlas.
El gran cambio en este soñoliento cruce fronterizo se produjo después de los ataques del 11 de septiembre de 2001.
Las calles que atravesaban el cruce entre los dos países estaban cerradas al tráfico. Unas macetas gigantes se instalaron frente a la biblioteca para impedir el paso.

Hasta hace uno años, los residentes de la zona podían cruzar la frontera sin grandes esfuerzos.
Actualmente, un vehículo del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos se encuentra fuera de la entrada de la biblioteca las 24 horas del día.
Pero esto no impide que muchas personas separadas por la frontera hagan arreglos para encontrarse en la biblioteca y se abracen entre las copias de Philip Roth y Robertson Davies.
Entre los residentes persiste una tensión de nostalgia fronteriza. En el pasado, podías cruzar el límite entre los dos países sin esfuerzo.

Después del 11 de septiembre de 2001 se recrudecieron los controles migratorios entre los dos países.
En el pasado, los agentes de aduanas sabían tu nombre y te saludaban con una sonrisa
“Solía tener tantos amigos canadienses como estadounidenses”, recuerda Buzzy Roy, el farmacéutico de Brown’s Drug Store en Derby Line, “no pensabas en ellos como canadienses o estadounidenses. Eran solo amigos. En nuestras mentes, la frontera no existía”.
Hoy en día, las dos ciudades aún comparten un sistema de agua; pero, aparte de buenos recuerdos, no hay mucho más.

Los anuncios fronterizos en inglés y francés son comunes en la zona fronteriza.
La biblioteca y la ópera contigua son los últimos lugares donde los residentes interactúan regularmente.
Tierra de nadie
La farmacia de Roy ocupa una posición precaria, una especie de tierra de nadie entre Estados Unidos y Canadá.
Los automóviles canadienses deben detenerse a unos 100 metros antes de llegar al Servicio de Aduanas e Inmigración estadounidense, lo que significa que, mientras no estén en territorio de ese país, aún no han ingresado a él oficialmente.
La farmacia se encuentra en esta brecha.

“Es muy confuso, muy anormal. No se ven muchas fronteras como esta”, se queja Roy y agrega que, ocasionalmente, la gente entra a su negocio sin saber en qué país se encuentra.
Derby Line, como muchas ciudades pequeñas, está sufriendo económicamente, como atestiguan las tiendas tapiadas.
La competencia de las grandes tiendas es en parte culpable, pero también lo es la frontera, según Roy.

La frontera entre Estados Unidos y Canadá es una de las más singulares del mundo.
“Demasiada molestia por muy poca recompensa”, comenta.
En 2011, un hombre de Montreal fue arrestado por presuntamente pasar de contrabando una mochila llena de pistolas a Estados Unidos través del baño de la biblioteca.
Fue una sorpresa para el personal de la institución: “una violación del espacio sagrado”, dice Newman.
El hecho también generó temores de que, en el clima actual, el futuro de la biblioteca sea incierto. Pero lo cierto es que, si eso ocurre, se levantaría más de una protesta en los dos lados de la frontera.

6 indicadores en los que Estados Unidos está al nivel de los países subdesarrollados

Nos estamos convirtiendo en un país del tercer mundo”, fue la advertencia que lanzó Donald Trump el 16 de junio de 2015, cuando anunció su postulación a la presidencia de Estados Unidos.
La afirmación, que Trump repitió en otras ocasiones durante el casi año y medio que duró la campaña electoral, se basaba en el desempeño de EE.UU. en materia educativa en comparación con otros países del mundo y fue desestimada como exagerada por sus críticos.
Sin embargo, en realidad hay varios indicadores de bienestar que sí ubican a la superpotencia a la cola de los países ricos y, en ocasiones, incluso al nivel de países sustancialmente menos desarrollados.
Se trata de un tema de debate en el país, donde expertos y ciudadanos difieren en la valoración que tienen sobre la situación de los pobres en el país.

Un estudio del Centro de Investigaciones Pew señala, por ejemplo, que una mayoría de los estadounidenses de clase alta y media están de acuerdo con la idea de que “los pobres hoy en día tienen las cosas fáciles porque pueden recibir beneficios del gobierno sin hacer nada a cambio”.
En contraste, dos tercios de los ciudadanos de bajos ingresos coinciden con la afirmación de que “los pobres tienen una vida difícil porque los beneficios sociales no son suficientes para ayudarles a vivir una vida decente”.
BBC Mundo te cuenta cuáles son algunos de los indicadores que ponen en cuestión los niveles de desarrollo y bienestar en Estados Unidos.
1. Esperanza de vida
El informe más reciente del Programa de la ONU sobre Desarrollo Humano (PNUD) indica que la esperanza de vida de los estadounidenses es de 79,2 años.

Los indicadores de bienestar de las familias afroestadounidenses son, en promedio, inferiores a las de las familias blancas.
Ese datolo ubica en el puesto número 40 del mundo, por detrás del conjunto de naciones desarrolladas pero también por debajo de países latinoamericanos como Chile, Costa Rica y Cuba.
El país del mundo con mejores resultados es Japón, con 83,7 años, y el último de la lista es Suazilandia con 48,9 años.

Este dato, que se refiere al promedio nacional, varía sensiblemente cuando se analiza desde el punto de vista de la educación y la raza.
Mientras la esperanza de vida de un hombre blanco con estudios universitarios es de 80 años, la de un hombre afroestadounidense con poca formación es de 66 años, según datos de una investigación publicada por el Centro Nacional sobre Pobreza de Estados Unidos (NPC, por su sigla en inglés).

“El tema en Estados Unidos es que el bienestar se encuentra increíblemente estratificado”, le explica a BBC Mundo uno de los autores del estudio, Luke Shaefer, profesor y director de la Iniciativa para la Solución de la Pobreza de la Universidad de Michigan.
“El país luce bastante bien si comparas la parte alta de la sociedad estadounidense con el resto de países ricos. El tema es la increíble diferencia en bienestar entre los pobres y los ciudadanos con más recursos”, agrega e indica que para 2008 la esperanza de vida de los hombres afroestadounidenses sin educación superior era equivalente a la de los ciudadanos de Pakistán, Bután y Mongolia.
2. Mortalidad infantil
La cifra de mortalidad infantil —el número de niños que fallecen por cada 1.000 nacimientos vivos— es otro indicador clásico de bienestar social.
De acuerdo con el más reciente informe del PNUD, que utiliza datos de 2015, en Estados Unidos esa cifra se ubica en 5,6. Esto le coloca en el lugar 44 del mundo, nuevamente superado por el conjunto de países ricos, así como por Cuba, Bosnia Herzegovina y Croacia.

En este caso, además, las diferencias sociales dentro de Estados Unidos también se hacen evidentes. Según Shaefer, para 2011 la tasa de mortalidad infantil para afroestadounidenses era similar a la de Togo y a la de isla de Granada.

El bienestar de los niños en EE.UU. también aparece afectado cuando se abordan los indicadores de pobreza infantil.
De acuerdo con un estudio de Unicef publicado en 2012, que comparaba la situación de los niños en 35 países con economías avanzadas, Estados Unidos aparecía en el penúltimo lugar, solo por delante de Rumania.
El indicador de pobreza infantil relativa, que mide el porcentaje de niños que viven en un hogar cuyo ingreso —ajustado al tamaño y composición de los miembros de la familia— es menor al 50% del ingreso medio nacional, ubicaba en esta situación a 23,1% de los menores estadounidenses.

Estados Unidos tiene un nivel de pobreza infantil más alto que los países ricos europeos.
3. Mortalidad materna
Desde inicios de este siglo, Estados Unidos ha registrado un aumento en las cifras de mortalidad materna, cuya tasa pasó de 17,5 muertes por cada 1.000 nacimientos en el año 2000 a 26,5 en el año 2015, de acuerdo con una investigación publicada por la revista The Lancet en enero de 2017.
Se trata de un fenómeno que va a contracorriente de las tendencias en el resto del mundo industrializado donde se produjo un descenso en el mismo periodo. Así ocurrió, por ejemplo, en Japón ( de 8,8 a 6,4), Dinamarca (de 5,8 a 4,2), Canadá (de 7,7 a 7,3) o Francia (de 11,7 a 7,8).

¿Por qué tantas mujeres en Estados Unidos mueren dando a luz?
Más aún, la cifra registrada en Estados Unidos es superior a la de Costa Rica (24,3), China (17,7), Vietnam (15,6) o Líbano (15,3).
En este caso, también hay una clara divergencia dentro de Estados Unidos pues la mortalidad materna entre mujeres blancas es de 13, pero entre mujeres afroestadounidenses se ubica en 44.
4. Tasa de homicidios
La seguridad personal, la posibilidad de salvaguardar la propia vida, es considerada como otro elemento básico del bienestar social.
De acuerdo con el informe más reciente de la Oficina de la ONU contra las Drogas y el Delito (UNDOC, por su sigla en inglés), EE.UU. registra una tasa de homicidios de 4,88 muertos por cada 100.000 ciudadanos, lo que le coloca en el puesto 59 del mundo.

La tasa de homicidios en Estados Unidos es muy superior a la del resto de países industrializados.
Es cifra contrasta con las de países europeos como Austria (0,51) o los Países Bajos (0,61), pero también con Canadá (1,68) e incluso Albania (2,28), Bangladesh (2,51) y Chile (3,59, según el dato de 2014, el más reciente).

En el estudio publicado por el Centro Nacional sobre la Pobreza, Shaefer indica que si en lugar de tomar el dato nacional de homicidios se mira a lo que ocurre en las ciudades estadounidenses de más de 200.000 habitantes y con una tasa de pobreza de 25%, la cifra de homicidios se eleva a 24,4, (según datos correspondientes a 2012).

Tasa de homicidios por cada 100.000 habitantes

(Países seleccionados)

0,0

Andorra y Liechtenstein

  • Austria 0,51
  • Sierra Leona 1,92
  • Chile 3,59
  • Estados Unidos 4,88

Ese resultado ubica a esas urbes de Estados Unidos en una situación apenas ligeramente mejor que Colombia (26,50) y Brasil (26,74), pero mucho peor que Argentina (6,53), Perú (7,16) o Uruguay (8,42)

Ese resultado ubica a esas urbes de Estados Unidos en una situación apenas ligeramente mejor que Colombia (26,50) y Brasil (26,74), pero mucho peor que Argentina (6,53), Perú (7,16) o Uruguay (8,42).
5. Embarazos adolescentes
Además de acarrear riesgo para la salud de las jóvenes, los embarazos adolescentes suelen estar asociados a distintos tipos de problemas sociales.

Pese a que en los últimos años han descendido las cifras, Estados Unidos sigue teniendo un número muy alto de embarazos adolescentes.
Según cifras del Banco Mundial correspondientes a 2015, EE.UU. registra una tasa de 21 nacimientos de este tipo por cada 1.000 mujeres entre 15 y 19 años de edad, lo que coloca a ese país en el puesto 68 en todo el mundo, al mismo nivel que Yibuti y Aruba, y muy por encima del promedio en los países de altos ingresos que es de 13

Este indicador contrasta con los registros de otros países ricos como Japón (4), Alemania (6) o Francia (9), así como con otros como Túnez (7). Sri Lanka (14) o Serbia (19).
6. Educación
Cuando durante el lanzamiento de su candidatura, Trump dijo que EE.UU. se estaba convirtiendo en un país del tercer mundo, se refería a datos sobre el desempeño en materia educativa.
Es la sede de decenas de las mejores universidades del mundo. Pero eso no implica que la formación promedio de los estadounidenses esté a la altura de esas casas de educación superior.

De acuerdo con un estudio realizado en el marco del Programa Internacional para Evaluación de Competencias (PIAAC, por su sigla en inglés), entre países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), la primera potencia tuvo un desempeño que, en el mejor de los casos, resultó mediocre.

Durante la campaña electoral, Donald Trump advirtió que Estados Unidos tenía algunos indicadores propios de países menos ricos.
La investigación medía tres niveles educativos distintos en cuanto a capacidad lectora y habilidad numérica: personas que no habían concluido los estudios secundarios, individuos con estudios secundarios y otros con al menos dos años de educación universitaria.
En el análisis participaron 23 Estados: Australia, Austria, Canadá, República Checa, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Francia, Alemania, Irlanda, Italia, Japón, Países Bajos, Noruega, Polonia, Corea del Sur, Eslovaquia, España, Suecia, EE.UU., Bélgica y Reino Unido.
En la prueba sobre capacidad lectora, entre aquellos que no habían terminado la secundaria, los estadounidenses estuvieron entre los cinco países con peores resultados; mientras que entre los que sí habían terminado estos estudios quedaron por debajo de la media de todos.
En el caso de las personas que contaban con al menos dos años de estudios universitarios, los estadounidenses quedaron por encima de ocho países, empataron con otros seis, pero fueron superados por siete naciones.
Adicionalmente, Estados Unidos fue el país que registró la mayor brecha entre los resultados obtenidos por quienes no terminaron los estudios secundarios y quienes cuentan con al menos dos años de cursos universitarios.

¿Por qué hay 16 millones de personas en Estados Unidos que nos saben leer?
En la evaluación sobre habilidades numéricas, los estadounidenses estuvieron consistentemente por debajo de la media de la OCDE en los tres niveles educativos estudiados. Más aún, el país quedó en último lugar tanto entre aquellos que no concluyeron la secundaria y los que sí la terminaron.
En cuanto a quienes han cursado al menos dos años de educación superior, EE.UU. superó a España e Italia e igualó a otros cinco países, quedando por detrás de otras 15 naciones.
Las causas de la brecha con los países ricos
Al explicar por qué EE.UU. registra indicadores de desarrollo tan importantes por debajo de otros países ricos, Shaefer apunta a las peculiaridades de la red de bienestar social.
“Estados Unidos siempre ha tenido una red de seguridad social menos generosa. Los programas sociales están dirigidos a los pobres, en lugar de ser beneficios universales como ocurre en muchos de los demás países industrializados donde, además, no tienes estas enormes disparidades en riqueza que tenemos acá”, explicó.

Cómo es ser pobre en Estados Unidos, el país más rico del mundo
Shaefer publicó un libro titulado “Dos dólares al día. Viviendo con casi nada en Estados Unidos”, en el que hizo seguimiento de familias estadounidenses que sobrevivían con menos de US$2 al día por persona, un indicador que usualmente es utilizado para marcar la pobreza en el mundo en desarrollo.
“Lo que hace diferencia en Estados Unidos es que muchos de ellos tienen además seguro médico y vales de alimentación, pero no tienen efectivo. ¿Y qué haces en Estados Unidos cuando no tienes efectivo para pagar la electricidad o las cosas que necesitas para acudir a una entrevista de trabajo? En 2011, había 1,5 millones de familias y más de 3 millones de niños en EE.UU. que vivían así”, indicó.
Sin embargo, esta visión sobre la pobreza en el país y las fallas del sistema de bienestar no es compartida por todos.
Un estudio de la Fundación Heritage cuestionaba la idoneidad de las cifras de la Oficina de Censo Estadounidense que en 2014 estimaba que había casi 15 millones de niños viviendo en la pobreza y señalaba que esa cifra no tomaba en cuenta muchos de los beneficios sociales que las familias de esos niños reciben del Estado.
Heritage apuntaba que las familias con niños que aparecen oficialmente en las estadísticas de pobreza viven en condiciones favorables.

Cómo viven los habitantes de Jamestown, uno de los pueblos más pobres de Estados Unidos
“El hogar pobre promedio en Estados Unidos tiene aire acondicionado, un auto o camioneta, televisión por cable, una computadora, un teléfono celular y (si hay niños en la casa) un sistema de videojuegos. Tienen suficiente para comer y no están desnutridos”, señala el estudio.
“Viven en una vivienda cómoda que se encuentra en buen estado y tienen más espacio que el promedio de las personas no pobres en Alemania, Francia, Suecia y Reino Unido”, agrega.
Shaefer, sin embargo, cuestiona esta visión y advierte que aunque muchas familias pobres en Estados Unidos residen en casas grandes que normalmente incluso tienen instaladas las tuberías, muchas veces no tienen dinero para pagar el alquiler o servicios básicos como la calefacción.
“Si los pobres en Estados Unidos tienen tantos recursos, entonces ¿por qué sus resultados son tan malos? Cuando sabemos que indicadores como la esperanza de vida están claramente vinculados con los ingresos y los pobres estadounidenses tienen una tasa tan inferior”, apuntó.
“La gente dice que los pobres en Estados Unidos son ricos según los estándares internacionales, pero claramente no es cierto porque sus resultados son mucho peores que los del resto de la sociedad”, concluyó.

“La reina de los mares”, la primera mujer submarinista de América Latina

Su papá la apodó “La reina de los mares”. Ella siempre se ríe a carcajadas cuando sus hermanos la llaman así. Eliana Krawczyk, de 35 años, se ganó el mote por ser la primera mujer submarinista de la Argentina y de América Latina. Hoy está en el desaparecido submarino ARA San Juan como jefa de Armas cumpliendo un sueño.
Sus parientes repiten una y otra vez que Eliana nació para lo que hace. Todavía recuerdan aquél día en el que puso en su billetera una foto de su mamá, que había fallecido poco tiempo antes, y partió desde su Oberá natal, en Misiones, hacia Posadas para inscribirse en una convocatoria de la Armada, que buscaba jóvenes. Había dejado todo atrás para perseguir su sueño de alguna vez formar parte de una tripulación que surcara las aguas profundas.
Tal vez tiene algunos genes de sus abuelos, que vinieron de Europa en barco. No sé, es una pasión inexplicable”
Familiar de Eliana Krawczyk
Ese momento llegó pocos años después cuando, una vez convertida en oficial, decidió ingresar a la Escuela de Submarinos. “A mí me dio escalofríos, no estaba muy contento, pero ¿qué le iba a decir? Ella es el submarino”, enfatizó uno de sus familiares. “Tal vez tiene algunos genes de sus abuelos, que vinieron de Europa en barco. No sé, es una pasión inexplicable”, agregó.
En diálogo con La Nación de Argentina, sus parientes pidieron no ser identificados. La importante es ella.

Eliana se recibió de submarinista en 2012, como la mejor compañera de su promoción. La “estrellita”, como le dicen por ser la más chica de la familia, había cumplido otro sueño más.

En Argentina los mensajes de solidaridad y buenos augurios para los marinos y sus familiares se multiplicaron en los últimos días.
Hoy, en momentos difíciles y de una incertidumbre que mina todo intento por controlar la ansiedad, esos compañeros que la eligieron como la mejor le enviaron un mensaje reconfortante a sus hermanos. “Todos estamos unidos por ella como siempre, adoramos a Eli como persona: profesional, amiga y mejor compañera. Estamos haciendo todo para volver a comunicarnos con el submarino y tenemos fe en que todo va salir bien. La familia de Eli es nuestra familia”, dice el escrito.

Es ahora cuando sus hermanos intentan replicar la personalidad difícil de doblegar que, según afirman, tiene Eliana. “Siempre mira para adelante con su carácter dulce y duro como el acero”, señalan en Misiones, al resaltar su habilidad para superar momentos tan duros y oscuros como el fondo del océano. La muerte de uno de sus hermanos en un accidente de tránsito y, posteriormente, el fallecimiento repentino de su mamá no frenaron su camino en la Armada.

Eliana Krawczyk tiene 35 años y nació en la provincia argentina de Misiones.
Tampoco la amedrentó haber sido asaltada en España, cuando hace algunos años le robaron los documentos y las tarjetas. Ella estaba completamente sola y llamó a su casa. No lo hizo para contar sólo la pérdida del dinero y del pasaporte. Eso se recupera, dijo. Eliana lamentaba, más que nada, que también le habían robado la foto de su mamá. Ella le decía “boy scout” porque siempre estaba lista para todo.
“Ese es su carácter, su fuerza. Así te lo resumo”, dijo un familiar, que también describió largamente el amor que la submarinista tiene por los perros. En el último tiempo rescató a dos, Floppy y Ramiro, que habían sido abandonados, heridos, para que encontraran la muerte. Ella los recuperó.
Esa fortaleza es la que Eliana debe estar demostrando ahora mismo en el ARA San Juan. “Tiene que estar tratando de arreglar lo que sea para volver”, esbozó otra miembro de la familia. Cuando habló con La Nación eran cerca de las 20. “Deben estar por cenar y después entra de guardia, a revisar los radares y el millón de sensores que tiene el submarino”, agregó, recitando casi de memoria la rutina de Eliana.
La familia conoce muchos más detalles de cómo es la vida en un submarino de lo que puede saber cualquier otra persona ajena al mundo de la Armada. Es que siempre que puede contactarse desde la lejanía, Eliana lo hace. Y hablan largas horas. Tantas como la esperanza les dice que harán cuando ella vuelva. Un hermano ya se lo imagina: “Nos vamos a reír”.
*Este artículo se publicó originalmente en el diario argentino La Nación el 20 de noviembre de 2017.

Mi esposa no trabaja Reflexion

Mi esposa no trabaja !!!
Conversación entre un esposo (H) y un psicólogo (P):

P: ¿Qué se hace para ganarse la vida señor Rogers?
H: Yo trabajo como contador en un banco.

P: Su esposa?
H: No trabaja. Ella es un ama de casa.

P: ¿Quién hace el desayuno para su familia?
H: Mi esposa, ya que ella no trabaja

P: A qué hora por lo general se despierta su esposa?
H: Ella se despierta temprano porque tiene que organizarse antes de poder sentarse desayunar: Pone la mesa, organiza el almuerzo para los niños de la escuela, se asegura de que estén bien vestidas y peinadas, si tomaron desayunaron, si se cepillaron los dientes y se llevan todos sus útiles escolares.

P: ¿Cómo van sus hijos a la escuela?
H: Mi mujer los lleva a la escuela, ya que ella no trabaja.
P: Después de llevar a sus hijos a la escuela, que hace ella?
H: Por lo general tarda en resolver algo en la calle, como el pago de facturas o hacer una parada en el supermercado. Una vez de vuelta a casa, debe tener a tiempo el almuerzo. Sirve la mesa, ordenar la cocina y luego se encargará de lavandería y limpieza de la casa. Ya sabes, como es eso.

P: Por la noche, después de regresar a casa desde la oficina, ¿Qué haces?
H: Descanso, por supuesto. Pues estoy cansado después de trabajar todo el día en el banco.

P: ¿Qué hace tu esposa en la noche?
H: Ella hace la cena, nos sirve a mis hijos y a mí, lava los platos, ordena una vez más la casa. Después de ayuda a los niños a prepararse para dormir, dar leche caliente que les gusta beber, verifica que laven sus dientes…

Esta es la rutina diaria de muchas mujeres en todo el mundo, empieza por la mañana y continúa hasta altas horas de la noche … Esto se llama “no trabaja” ?!
Ser Ama de casa no tiene diplomas, pero cumplen un papel clave en la vida familiar!
Desfrute y aprecie a su esposa, madre, abuela, tía, hermana, hija… porque su sacrificio es invaluable.
Alguien le preguntó…
Usted es una mujer que trabaja o es sólo “ama de casa”??
Ella respondió:

Yo trabajo como esposa del hogar, 24 horas al día ..

 

Soy una madre,
soy mujer,
soy la hija,
soy el despertador,
soy el cocinero,
soy la criada,
soy el maestro,
soy el camarero,
soy la niñera,
soy enfermera,
soy un trabajador manual,
soy un agente de seguridad,
soy el consejero,
soy el edredón,
No tengo vacaciones,
Ni tengo la licencia por enfermedad.
No tengo día libre
Trabajo día y noche,
Estoy de guardia todo el tiempo,
No recibo sueldo y …
Aun así, suelo escuchar la frase:
“Pero ¿Qué haces todo el día?”

Dedicado a todas las mujeres que dan su vida por el bienestar de sus familias

La mujer es como la sal:
Su presencia no se recuerda, pero su ausencia hace que todo se quede sin sabor.