Archives septiembre 2018

Los 3 países con más hambre en América Latina (y el único donde aumentó en la última década)

Mientras el hambre ha retrocedido en América Latina en términos generales, hay un solo país de la región donde aumentó en la última década.

En medio de una de sus peores crisis económicas y políticas de los últimos años, la carencia crónica de alimentos en Venezuela aumentó de 10,5% a 11,7% en los últimos diez años, según el estudio “La seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo” elaborado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y otras agencias.

Precisamente, la dificultad para conseguir alimentos en el país es una de las principales causas que esgrimen los migrantes venezolanos que intentan escapar de la crisis.

“Si no te mata la delincuencia, te mata el hambre”, le dice a BBC Mundo Xiara Barcos, una joven venezolana de Barquisimeto que migró a Colombia sin planes de regresar.

Pero, a pesar de la crítica situación venezolana, hay otros países de la región que en la actualidad presentan niveles mucho más altos de subalimentación, es decir, de personas que no ingieren las calorías necesarias para su actividad diaria.

Solo un país de América Latina vio aumentar su porcentaje de población subalimentada en los últimos diez años.

El ranking del hambre lo lidera Bolivia (con el 19,8% de su población subalimentada), seguido por Nicaragua (16,2%) y Guatemala (15,8%).

El campo y las comunidades indígenas
En estos tres países se observan varios elementos comunes.

“Tienen una gran cantidad de población rural e indígena, son muy vulnerables a los efectos climáticos y tienen dificultades para acceder a servicios públicos básicos necesarios para la seguridad alimentaria”, le dice a BBC Mundo Ricardo Rapallo, oficial de Seguridad Alimentaria de la FAO para la región.

Exclusivo BBC Mundo: las impactantes imágenes que muestran el drama de la severa desnutrición infantil en Venezuela
“No es de extrañar que en estos tres países, con características similares, la inseguridad alimentaria disminuya menos que en otros países de la región”, agrega.

Países de América Latina (cuya lengua oficial es el español o el portugués) Porcentaje de su población subalimentada
Bolivia 19,8
Nicaragua 16,2
Guatemala 15,8
Honduras 15,3
Venezuela 11,7
Paraguay 11,2
República Dominicana 10,4
El Salvador 10,3
Panamá 9,2
Perú 8,8
Ecuador 7,8
Colombia 6,5
Costa Rica 4,4
México 3,8
Chile 3,3
Uruguay 2,5
Brasil 2,5
Cuba 2,5
Fuente: FAO
(*Belice y Jamaica, países que tienen el inglés como idioma oficial, fueron los otros países de América Latina y el Caribe junto a Venezuela donde también aumentó el hambre en la última década, según el estudio).

En el caso de Bolivia, el experto dice que es importante analizar cómo ha cambiado la situación alimentaria en los últimos años.

“Bolivia tiene una subalimentación alta, pero es el país que más laha disminuido en los últimos 20 años”, apunta Rapallo.

Y en la última década, el hambre en este país disminuyó de un 30,3% a un 19,8%.

Bolivia, Nicaragua y Guatemala lideran el ranking del hambre en Latinoamérica.
“Bolivia ha sido afectado por desastres naturales como las inundaciones provocadas por los fenómenos de El Niño y La Niña en los últimos dos años”, le dice a BBC Mundo Stefano Fedele, especialista en nutrición de Unicef para América Latina.

Además, hay zonas del país que se han visto afectadas por olas de frío y sequías que dejan a muchas familias en una situación de riesgo.

Una de las preocupaciones en ese país sigue siendo cómo bajar la alta prevalencia de anemia en mujeres en edad fértil.

Por otro lado, muchos de los agricultores producen casi exclusivamente para subsistir y los desastres naturales,que destruyen las cosechas los dejan sin comida.

Los riesgos
Nicaragua, por su parte, tuvo un alto crecimiento económico en los últimos años.

Sin embargo, ocupa el segundo lugar en en la lista del hambre regional. Y aunque efectivamente la subalimentación ha descendido en la última década desde un 24,4% a un 16,2%, aún sigue siendo considerada una amenaza para la población.

Expertos piensan que la actual crisis política y económica haría descender drásticamente el crecimiento económico este año (a 0,5%, según la Cepal), algo que influirá negativamente en las condiciones alimentarias futuras de su población.

Los desastres naturales como inundaciones o sequías han agravado la situación.
A diferencia de Bolivia y Nicaragua, donde bajaron los niveles de hambre en la población, en Guatemala la situación se ha estancado con un 15,8% en la última década.

Cuatro de cada cinco familias padece algún tipo de inseguridad alimentaria y el suministro de alimentos es insuficiente para cubrir las necesidades mínimas de toda la población.

El Corredor Seco de Centroamérica
Aparte de la pobreza y los conflictos, Guatemala está ubicada en el llamado Corredor Seco de América Central, una de las zonas más afectadas por la sequía, producto del fenómeno de El Niño en 2015 y 2016.

Aquel fenómeno fue una de las peores sequías en los últimos diez años y dio lugar a fuertes caídas en la producción agrícola, con pérdidas estimadas de entre el 50% y el 90% de la cosecha.

A nivel general, en América Latina y el Caribe el hambre ha crecido por tercer año consecutivo.

El nivel de desnutrición infantil aguda en Latinoamérica está muy por debajo de otras zonas del mundo.
Comparando 2017 con 2016, el número de personas subalimentadas en la región aumentó en 400.000 personas subalimentadas y actualmente la cifra total es de más de 39 millones.

Sin embargo, Latinoamérica tiene un nivel de desnutrición aguda infantil del 1,3 % de su población, lo que equivale a 700.000 niños menores de cinco años, y que está muy por debajo del promedio global.

Y el retraso en el crecimiento de los niños (desnutrición crónica) también se ha reducido, cayendo desde el 11,4 % en 2012 al 9,6 % en 2017.

Estos son, al menos, dos resultados positivos dentro de un escenario regional más desalentador.

Fuente: www.bbc.com

Los dibujos de campos de golf gracias a los que un preso logró su libertad tras 27 años entre rejas

Puesto en libertad, en buena medida gracias a su talento artístico.

Esto es lo que le pasó a un hombre estadounidense que, tras pasar 27 años tras las rejas, acaba de salir en libertad al ser exonerado de una condena por asesinato.

Los dibujos de campos de golf con lápices de colores de Valentino Dixon fueron publicados en la revista Golf Digest, lo que generó una campaña para descubrir que las pruebas que lo habían llevado a la cárcel estaban equivocadas.

Dixon, de 48 años, han mantenido su inocencia durante los 27 años que lleva tras los barrotes por un tiroteo en Buffalo, Nueva York.

El preso logró salir después de que otro hombre confesara formalmente haber sido el autor del asesinato.

Los dibujos de golf

Dixon llevaba casi dos décadas en una conocida prisión del estado de Nueva York cuando su talento artístico llamó la atención de las autoridades carcelarias.

El guardián de la prisión le dio una fotografía del famoso hoyo 12 del Campo de Golf Nacional de Augusta, en el estado de Georgia, y le pidió que se lo dibujara.

Su guardián le pidió el favor de que le dibujara un famoso hoyo.
“Tras 19 años en la Cárcel Correccional de Attica, ver un hoyo de golf me llegó personalmente”, contó Dixon. “Se veía pacífico. Me imagino que jugar al golf debe ser muy parecido a pescar”.

Utilizando lápices de colores, empezó a crear dibujos meticulosos y exuberantes de varios campos y calles.

“Yo no sabía nada de golf, soy de barrio”, le dijo Dixon a medios locales.

Pero sus dibujos impresionaron a los editores de “Golf Digest”, que los publicaron en 2012 junto con un perfil del preso.

“Quizás un día jugaré el juego que hasta ahora solo me he imaginado”, decía Dixon en el artículo, describiendo cómo dibujó los paisajes que nunca había visto.

La portada de la revista llevó a activistas contra las condenas erróneas a examinar el caso. Estudiantes de Derecho de la Universidad de Georgetown también se involucraron.

La condena
A Dixon lo condenaron a cadena perpetua con un mínimo de 38 años por matar al adolescente de 17 años Torriano Jackson una noche de agosto de 1991, tras una discusión por una chica.

Él reconoció haber estado en la escena del crimen, pero dijo que en el momento de los disparos estaba en una tienda cercana comprando cerveza.

Dixon aseguró que multitud de testigos podrían haber testificado que él no fue el autor de los disparos.

Pero su abogado durante el juicio no llamó a ninguno de ellos, ya que habían sido acusados de perjurio.

Dixon dice que los campos de golf le sugieren paz.
El detective investigador de homicidios tampoco testificó durante el juicio, algo que es poco usual.

Pero un fallo aun mayor en el caso fue descubierto por la Iniciativa de Prisiones y Justicia de la Universidad de Georgetown.

Los fiscales no revelaron al abogado defensor de Dixon que un examen de restos de pólvora en su ropa había dado negativo.

El verdadero culpable
Lo que es quizás aun más atroz es que otro hombre, Lamarr Scott, admitió a medios locales pocos días después del asesinato que él había disparado a Torriano Jackson.

Scott le dijo a un periodista de WGRZ-TV: “No quiero que mi amigo [Dixon] cargue con la culpa de algo que hice yo”.

Dixon pasó 27 años en el centro correccional de Attica.
Pero nunca lo detuvieron. Y el hermano de la víctima dijo que vio a Dixon abrir fuego.

Según el medio Buffalo News, los fiscales admitieron que Scott había estado confesando su responsabilidad en el caso durante un largo tiempo.

“Scott ha estado confesando su crimen desde el 12 de agosto de 1991”, le dijo al tribunal la fiscal asistente de distrito Sara Dee.

“Ha confesado el crimen más de 10 veces”.

Lamarr Scott, que está ahora en la cárcel por otro incidente, pudo finalmente confesar formalmente el crimen el miércoles.

Horas después, Dixon fue liberado.

“Yo agarré el arma”, le dijo Scott, de 46 años, a un tribunal de Erie, Nueva York.

“Disparé el gatillo y salieron todas las balas. Desafortunadamente, Torriano murió”.

Estudiantes de la Universidad de Georgetown que trabajaron en el caso dieron la bienvenida a Dixon tras ser este liberado.
Fue el fiscal de distrito de Erie County, John Flynn, quien lleva en el cargo menos de un año, el que ordenó revisar el caso.

Pero a pesar de la exoneración de Dixon, los fiscales dicen que sí proporcionó el arma homicida, la cual dijeron era una ametralladora.

También aseguraron que era un “traficante de drogas en alza” en Buffalo en el momento de su detención.

“Dixon es inocente de los disparos y del asesinato por el que fue encontrado culpable, pero él llevó el arma a la pelea”, dijo el fiscal de distrito.

¿Y ahora qué?
“Es la mejor sensación del mundo”, dijo Dixon al salir como hombre libre de la corte de Buffalo, Nueva York, el miércoles 19 de septiembre.

Fuera le esperaba su hija, quien era un bebé cuando él fue encarcelado.

Ella, de 27 años, traía consigo a sus dos gemelos de 14 meses.

Dixon dice que espera seguir con sus dibujos y quizás algún día visitar de verdad un campo de golf.

“Con su mente y cuerpo intactos, esperemos que Dixon tenga unos buenos años por delante”, escribió Golf Digest.

“Quizás incluso empiece a jugar al golf”.

Fuente: www.bbc.com

Cómo es Hialeah, la ciudad de EE.UU. con el 96% de habitantes latinos donde “se puede vivir sin hablar inglés”

Es la hora de comer y en el restaurante Taco Bell más mediático de los últimos días, ubicado en la ciudad de Hialeah, en el sur de Florida (EE.UU.), un joven pide unos tacos en inglés.

La pasada semana, la polémica envolvió a este local tras hacerse viral el video de una clienta que mostraba cómo una dependienta hispanohablante se negaba a tomar su orden alegando que en el local nadie hablaba inglés.

Tras una acalorada discusión, la clienta acabó abandonando el Taco Bell sin su comida. La dependienta, que se identificó como “Luisa”, fue despedida por la compañía.

En esta ocasión, en cambio, el joven que pide sus tacos en inglés es atendido en su idioma sin problema. Tras tomar la orden, el dependiente de origen latino continúa hablando con sus compañeros en español.

Los trabajadores del restaurante prefieren no hacer comentarios sobre el polémico video, pero BBC Mundo constató que el incidente es tema de conversación recurrente entre los clientes.

“Aquí la gente se habla en inglés y español, y se entiende. A saber qué pasó. Ahí no fue la barrera del idioma. Que no le dio la gana atenderla, básicamente”, afirma Alba Lara, una mujer guatemalteca vecina de Hialeah que come unos nachos junto a su esposo.

Alba y Salvador Lara, en el famoso Taco Bell de Hialeah, dudan como muchos vecinos de que el motivo para no atender a la clienta fuera que la dependienta hispanohablante no entendiera inglés.
Vecinos de Hialeah aseguran que la comunicación siempre fluye entre todos, que no se discrimina y que la historia del Taco Bell solo fue una anécdota.

Y es que el idioma español y la cultura latina están definitivamente muy presentes en el día a día de esta ciudad, como en tantas otras zonas del sur de Florida.

Pero la realidad de Hialeah es especialmente singular.

La “menos diversa” de EE.UU. por origen étnico
Si a uno le piden imaginar cómo es la ciudad más homogénea de Estados Unidos en cuanto a su origen étnico, es probable que piense en un lugar con una aplastante mayoría de habitantes blancos no latinos.

Pero no es así.

Hialeah, con un 96,3% de habitantes que se identifican como hispanos o latinos según el censo (más del 75% de origen cubano), ha sido bautizada por algunos medios en EE.UU. como “la ciudad menos diversa” del país.

“Lo que es una minoría en el resto del país, aquí es la mayoría”, reflexiona Guillermo Grenier, sociólogo de la Universidad Internacional de Florida (FIU, por sus siglas en inglés) y miembro de su Instituto de Investigación Cubana.

“Y eso crea, desde el punto de vista sociológico, una situación muy interesante. Si en muchas poblaciones de Estados Unidos los latinos están aislados de los grupos dominantes, aquí es al contrario y están en el centro de todo”, le dice a BBC Mundo este experto en la comunidad cubanoamericana.

Y hay más titulares que demuestran la peculiar identidad de Hialeah.

Según el portal Wallethub, que comparó la información del censo sobre las 501 mayores ciudades de EE.UU., Hialeah es también la población con menos habitantes que se identifican como “blancos” (no hispanos): 2,75%.

En cuanto a la diversidad lingüística, es la ciudad del país con menos población que utiliza el inglés en su hogar (6,4%) y con más habitantes que usan el español (93,1%), de los que más del 64% reconoce no hablar “muy bien” inglés.

El inicio para miles de cubanos
Pero ¿cómo es vivir en una ciudad estadounidense con un carácter hispano (y eminentemente cubano) tan marcado?

Con más de 224.000 habitantes y ubicada al norte del aeropuerto de Miami como parte del condado de Miami-Dade, Hialeah se define como una ciudad industrial en constante crecimiento que se convirtió a partir de los 60 en hogar de miles de cubanos tras el triunfo de la Revolución.

Luego vendrían en los 80 y los 90 el éxodo del Mariel y la “crisis de los balseros”, cuando cientos de miles de personas salieron de la isla para empezar una nueva vida en EE.UU.

Y una gran mayoría eligió Hialeah, animados por la experiencia de familiares o amigos.

Hoy, pasear por los calles de esta ciudad es encontrarse con agencias de viajes donde se anuncian pasajes a Cuba en letras de neón, almacenes de ropa y productos típicos de la isla con música a todo volumen y tiendas de trajes de quinceañeras.

En muchas cafeterías, grupos de desconocidos conversan y toman una ‘coladita’ mientras algunas personas intentan vender frutas como guayaba o mamoncillo a los vehículos detenidos en los semáforos.

Hialeah es hogar de decenas de miles de cubanos desde la década de los 60.
Y en la parte trasera de muchas viviendas, se observa cómo muchas embarcaciones comparten espacio junto a los autos aparcados.

“Esta es la ciudad sin mar con más barcos por metro cuadrado”, nos dice riendo un vecino cuando nos ve tomar una foto.

“Esta es la ciudad sin mar con más barcos por metro cuadrado”, dice riendo un vecino de Hialeah.
“Todos nos ayudamos”
“Yo aquí encuentro todo lo que necesito. Es como estar en casa y rodeada de gente que ya conozco”, cuenta Rosa, una mujer cubana de 56 años que se dirige a hacer la compra.

“Ahora voy a la farmacia. Si me olvido de la receta, sé que van a hacer todo lo posible por ayudarme. Aquí todos nos ayudamos, ¿entiendes?”, dice sonriendo.

En Ñooo Qué Barato, un almacén que algunos llaman “el Walmart de la diáspora cubana” y donde se puede comprar prácticamente de todo, las clientas coinciden.

Jacqueline, dependienta de la legendaria tienda Ñooo Qué Barato, asegura que en ella se puede comprar casi de todo.
“Aquí la gente viene porque sabe que tenemos todo lo que busca para enviar a Cuba, porque allí es mucho más caro o simplemente no hay”, cuenta Jacqueline, una de sus dependientas.

Dice que uniformes escolares, ropa interior o celulares son los productos más vendidos. También medicinas y vitaminas.

Las etiquetas de sus coloridos envases anuncian alcohol boricado, aceite alcanforado, mertiolato, pomada china… “Son digestivos, contra la fiebre, dolores de hueso… sirven para muchas cosas”, explica sonriendo Jacqueline.

Los uniformes escolares cubanos son uno de los artículos más vendidos en esta tienda de Hialeah.
¿Quién habla inglés?
Lo cierto es que no es fácil escuchar por las calles de Hialeah un idioma diferente al español.

A la salida de la Escuela Primaria de Hialeah Sur, sin embargo, una joven afroestadounidense que espera a hijo habla con su madre en inglés.

Le preguntamos si no saber español le supone un obstáculo para vivir y relacionarse en Hialeah. Ella pone cara de sorpresa y acaba riendo.

“No. ¿Por qué? En la administración todo el mundo habla inglés, igual en tiendas o restaurantes…”, asegura.

“Si en la calle alguien solo me habla español, hablamos más despacio y nos acabamos entendiendo.Tampoco es que hablemos chino”, añade.

“Aquí todos van a ser bilingües, so [en inglés], por lo tanto, van a tener mucha más capacidad multitasking porque hablarán dos idiomas, eso los hace superiores”, cuenta Adolfo Granado, un joven cubano que lleva 12 años en Hialeah y espera a su hijo Lucio en la misma escuela.

Dice que en casa solo habla español, como ocurre en la mayoría de hogares. ¿Y en la calle? “Yo sé el idioma, aunque la verdad es que aquí se puede vivir sin hablar inglés. Pero es importante que la gente lo aprenda”, opina.

Adolfo cree que en Hialeah se puede vivir sin hablar inglés, pero apuesta por aprender el idioma, como pronto hará su hijo en la escuela.
¿Es igual de cordial la relación de la comunidad cubana con la población hispanohablante de Hialeah llegada de otros países?

“Bueno, los cubanos creen que ellos hicieron Hialeah, que hicieron Miami. Creen que sin ellos, esto no existiría”, dice sin entrar en detalles el guatemalteco Salvador Lara, quien vive en la ciudad desde 1987 y recuerda la llegada en los últimos años de muchos centroamericanos, venezolanos o dominicanos.

Trabajadores y republicanos
“Con los años, Hialeah se convirtió en un centro de clase netamente trabajadora, de clase obrera. Las pocas factorías de Miami están en Hialeah fabricando ropa y textiles… y son controladas por latinos”, dice el profesor Grenier.

Esa realidad fue plasmada por el cineasta Joe Cardona en su largometraje de 1999 “Agua, fango y factoría” (frase con la que se conoce a Hialeah), y con el que recorrió festivales del país mostrando al mundo la ciudad en la que vivió hasta los 18 años.

“Hialeah se reinventa todos los días, y eso es muy excitante. Es una ciudad muy peculiar, muy trabajadora, tiene un ritmo completamente distinto”, le cuenta a BBC Mundo.

Una zona industrial de pabellones de Hialeah se tiñó de grafitis y se convirtió en el Leah Arts District, intentando atraer negocios y actividades artísticas como ocurrió en el vecino Wynwood en Miami.
“Creo que a veces uno pierde el sentido o el conocimiento del hecho de que estás en EE.UU., como que estás en otro país, para bien y para mal. Creo que Hialeah es tal vez un retrato de lo que pueden ser muchas ciudades en el futuro de este país”, opina.

En cuanto a la política, Hialeah destaca por ser uno de los grandes bastiones en el condado del Partido Republicano, un perfil conservador con el que coinciden muchos cubanos emigrados a Estados Unidos y del que las nuevas generaciones comienzan a alejarse.

Paradójicamente, pese a esta tendencia, Hialeah fue la ciudad del país en la que más personas se inscribieron a ObamaCare, la Ley de Salud Asequible promovida por el demócrata Barack Obama.

“No es que votemos a un partido que está en contra de la inmigración. Está en contra de quienes vienen al país con drogas y a hacer maldades”, asegura Julio, un obrero que trabaja en las calles de Hialeah empapado en sudor.

“Zona de confort”
Algunos vecinos dicen que Hialeah “es segura” y se quejan de que la frecuente aparición en medios de comunicación de sucesos en la ciudad los estigmatiza.

Según hizo público en 2016 el Departamento de Policías de Florida, los crímenes violentos y delitos contra la propiedad en Hialeah durante el año anterior habían disminuido más de un 14%, siendo el quinto año consecutivo que esta tasa descendía.

Oneida, que vive vendiendo frutas y hortalizas en la parte trasera de su camioneta, define Hialeah como un lugar tranquilo “con las rentas algo caras”.
Lo cierto es que al “Agua, fango y factoría” le sustituyó en los últimos años otro eslogan: “La ciudad que progresa”. Una frase con la que muchos vecinos bromean, asegurando que Hialeah no ha avanzado tanto como debería.

“En lo que se refiere a trabajos, ha estado un poco parada durante muchos años”, opina Jacqueline, de la tienda Ñooo Qué Barato.

Pero según los expertos, la “zona de confort” que supone vivir en un lugar como Hialeah en la que los latinos no se alejan de sus raíces es también uno de los principales motivos para no progresar en el mercado laboral.

El documentalista Joe Cardona dirigió “Agua, fango y factoría” sobre la Hialeah en la que se crió y vivió hasta los 18 años.
“Lo bueno y lo malo de Hialeah y Miami es que no tienes que aprender inglés para trabajar”, resume Grenier.

Y según el sociólogo, eso tiene un costo.

“No te estás integrando en una sociedad dominada por angloparlantes y con leyes norteamericanas. Tienes que conocer mas de esa cultura para manejarla y aprovechar todas las opciones que se te ofrecen”.

“Los pies en la tierra”
Esta y otras razones llevan también a muchos cubanos a cambiar de destino después de haber elegido Hialeah, donde viven familiares y amigos, como punto de entrada inicial al país.

Fue el caso de Yamilet Hernández, cubana que tras menos de un año en “la ciudad que progresa”, decidió mudarse a Miami Beach.

Eso sí, asegura que su madre, que también vive en la playa, es una de tantas personas que regresan a Hialeah para comprar productos que cree que no se encuentran en ningún otro lugar.

“Y la verdad es que al barrio siempre puedes volver”, dice mientras toma una colada y un pastel de guayaba en la cafetería y bakery Toma Pan, abierta en Hialeah desde finales de los 60.

“Hay pocas costumbres más cubanas que tomar una colada y un pastel de guayaba”, dice Yamilet, quien vivió en Hialeah a su llegada a EE.UU.
“Pero esto es más Cuba, es calor humano. ¿Ve? Enseguida hemos empezado a hablar. Eso es lo que le falta a este país”, dice una de las dependientas.

El documentalista Cardona, de padres cubanos y que actualmente reside en Miami, asegura que vuelve “feliz” a Hialeah en cuanto tiene ocasión y critica a los “arrepentidos”, aquellos cubanos que menosprecian a quienes eligen quedarse en “la ciudad que progresa”.

“Regresar me mantiene los pies en la tierra, me nutre el alma y me recuerda quién soy. Para cualquiera que esté desarraigado y viva fuera de su país, sea el que sea, creo que es importante mantenerse siempre en contacto con sus comienzos y sus raíces”.

Fuente: www.bbc.com

¿A dónde va todo el peso que perdemos cuando adelgazamos?

Ya nos lo dijeron en las clases de física y química de la escuela: la energía no se destruye, se transforma. Entonces, cuando perdemos peso, ¿dónde va esa energía en forma de grasa?

Esa fue la pregunta que lanzaron a 150 profesionales de la salud -entre los que había médicos, dietistas y nutricionistas- el profesor Andrew J Brown y el investigador Ruben Meerman, de la Universidad de South Wales, en Sydney, Australia.

Y la respuesta que recibieron les sorprendió de forma nada satisfactoria.

El 98% de los encuestados dio una respuesta equivocada. Es decir, solo tres de los 150 expertos supieron contestar correctamente.

La mayoría se inclinó por decir que los kilos que perdemos se transforman en otro tipo de energía: el calor. Esto es físicamente imposible, explican los investigadores, porque viola las leyes de conservación de la materia.

Otros contestaron que la grasa se convierte en músculo, algo también imposible aseguran, y alguno dijo que la eliminamos en forma de heces cuando vamos al baño.

Pero nada más lejos de la realidad.

Dada la “sorprendente ignorancia y confusión sobre el proceso metabólico de la pérdida de peso”, ambos científicos especializados en procesos biomoleculares y biotecnología hicieron pública la anécdota y la verdadera respuesta en el British Medical Journal.

Exhalación
Y es que la grasa que eliminamos se convierte en dióxido de carbono y en agua. El CO2 se exhala y el agua pasa al sistema circulatorio hasta que lo eliminamos en forma de orina y sudor.

De hecho, casi todo lo que comemos vuelve a salir a través de nuestros pulmones. Los expertos aseguran que todos los carbohidratos y casi toda la grasa que consumimos se convierten en CO2 y H2O. También el alcohol.

Hiperventilar no es la solución para perder peso ya que acarrea riesgos para tu salud.
Ocurre lo mismo con las proteínas, aunque algunas se convierten en urea y otros sólidos que eliminamos a través de la orina y el sudor.

El único tipo de alimento que llega a nuestro colon intacto y es eliminado cuando vamos al baño es la fibra alimentaria que contienen comestibles como el maíz, el trigo y otro tipo de granos.

Exhalar mucho, ¿solución a los kilos de más?
Si la grasa se elimina a través de los pulmones ¿lograremos entonces deshacernos de esos kilos de más incrementando nuestras respiraciones?

No, advierten los doctores Meerman y Brown que recuerdan que hiperventilar puede producirnos mareos e incluso dejarnos inconscientes.

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Así que la única manera sana de perder la grasa que nos sobra es, por un lado, reduciendo las calorías que ingerimos y, por otro, incrementando conscientemente la cantidad de dióxido de carbono moviendo los músculos incrementado nuestra actividad física.

Así que no hay una manera tan fácil como respirar para perder peso, sino más bien la receta tradicional: crear una deficiencia calórica gastando más calorías de las que se ingieren.

Fuente: www.bbc.com

El Pan Reflexion

A veces nos queda alguna pieza de pan después de merendar y al día siguiente decimos: “Este pan está duro” y es muy probable que sí lo esté, pero pensado en ello y en una gran reflexión que leí de Wilder Hernández (Futuro Mejor Psicólogo) hoy quiero compartir esta frase contigo:

“El pan no está duro… duro es no tener pan”

Parece mentira, pero somos especialistas en quejarnos, y la mayoría de las veces nos quejamos sin razón, sin sentido, por tonterías, por egoísmo. “El pan no está duro… duro es no tener pan” ¿Qué quiere decir ésto? Que el trabajo que tienes no es duro, duro es no tener trabajo. Que tener el carro dañado no es duro, duro es no tener un carro. Que por tener el carro dañado y tener que caminar a tomar el bus eso es duro, no; eso no es duro, duro es no tener piernas, duro es no poder caminar. Comer arroz con sardina no es duro, duro es no tener comida. Perder la causa en algún problema familiar no es duro, duro y créeme que muy duro es perder un familiar.

 

Decir, TE AMO mirando a los ojos de otra persona no es duro, duro es decirlo frente a una lápida o un féretro donde ya no tienen sentido las palabras. Quejarse no es duro, duro es no saber ser agradecidos.

Hoy es un buen día para dar gracias por lo que tenemos y no dejar que nuestra felicidad dependa de algo o de alguien.

“Nuestra felicidad depende de nosotros mismos y de lo agradecido que seamos con lo que tenemos”.