Archives 2018

La Familia Reflexion

La familia está fracturada, y no es por la ideología de género, sino porque no tenemos raíces profundas de fe. Esta fracturada, porque tenemos volteados nuestros valores y prioridades, trabajamos sin descanso por una casa, un carro y unos bienes perecederos, y ponemos nuestro corazón y nuestras metas en esas cosas pasajeras y superfluas.

 

La familia está herida porque no le inculcamos a nuestros hijos el amor a Dios y al prójimo, porque no aceptamos que nuestros hijos sean personas con defectos y necesitados de corrección. Porque no toleramos que se les llame la atención, y nos comportamos como fieras cuando algún profesor los llama al orden. Estamos heridos, porque le huimos a la palabra sencillez, porque no aceptamos la austeridad ni la pobreza, porque creemos que tenemos el derecho de ser servidos, pero no nos gusta servir. Porque criamos hijos orgullosos y soberbios al haberles puesto el mundo en bandeja y les robamos la capacidad de aceptar la frustración y la dificultad.

La familia está herida porque no sabemos perdonar, porque no sabemos hablar sin herir al otro, porque le pedimos a los nuestros una perfección que no tenemos. Porque caímos en la trampa de considerar el matrimonio algo desechable.
La familia está herida, porque sacamos a Dios de nuestro corazón, porque relativizamos la verdad, porque nunca hay tiempo para orar, porque aceptamos la infidelidad, el maltrato verbal y físico, porque humillamos a nuestra pareja delante de nuestros hijos o nuestros amigos. Porque guardamos silencio ante el pecado y la maldad.

 

Definitivamente, es tiempo de ser mejores familias, es tiempo de reconocer humildemente nuestros errores, es tiempo de dar lo mejor de nosotros mismos. Es tiempo de abrir las puertas de nuestros hogares de par en par, para dejar entrar a Dios.

Es tiempo de dedicarle tiempo a nuestros hijos, de decirles aquí estoy, de enseñarles más que con palabras con obras, que aunque la vida sea dura, siempre podrán contar con nuestra ayuda. Es tiempo de volver al primer amor, de llenar las tinajas de vino que se agotaron cuando le dijimos a nuestra esposa que estaríamos con ella en la salud y la enfermedad, el la riqueza y en la pobreza.

La familia no ha sido lastimada tan solo con estas nuevas doctrinas e ideologías que tanto nos alarman en estas semanas, tal vez tu o yo como padres, nos hemos encargado de abrir heridas en eso que decimos amar con toda nuestra alma. Tal vez, hemos perdido el norte por estar buscando las cosas de abajo y olvidado las de arriba.

 

Si, tal vez, se nos olvidó, que la meta es el cielo.

Por Felipe Gomez

Mojaban la cama y lloraban mucho”: la experiencia de una pareja de padres adoptivos de 5 niños separados de sus progenitores en la frontera de EE.UU.

En los últimos meses, Coryn y Silas se acostumbraron a mover el colchón de su cama a los demás cuartos de su casa.

En esas habitaciones luchaban por conciliar el sueño niños menores de 9 años, todos centroamericanos, que fueron separados de sus padres migrantes indocumentados en la frontera de EE.UU.

A la residencia de la joven pareja, en el estado de Michigan, llegaron cinco menores de edad que pasaron por esta experiencia: tres de Honduras y dos de Guatemala.

“Estaban asustados de estar solos en un sitio nuevo. Los acompañábamos al lado de sus camas o nos sentábamos en una silla hasta que se quedaran dormidos”, le explica a BBC Mundo Coryn, quien junto a su esposo pidió reservar su apellido con el fin de preservar la seguridad de los menores de edad a los que atienden.

Tres de los niños separados de sus padres que cuidaron Coryn y Silas, junto al hermano mayor de una de ellas, que fue acogido por otra familia.
Los pequeños que recibieron forman parte de los más de 2.500 menores de edad que, entre abril y junio, fueron separados de sus padres debido al endurecimiento en las políticas migratorias del presidente de EE.UU., Donald Trump.

Pese a que la práctica de separar familias fue revertida hace casi dos meses, un informe del gobierno del jueves 16 de agosto todavía da cuenta de más de 560 menores de edad (entre 0 y 17 años) que no han vuelto con sus padres y siguen bajo custodia gubernamental.

Las agencias encargadas de las reunificaciones informaron que algunos de los adultos no son elegibles para volver con sus hijos por tener antecedentes penales o representar un peligro para el menor de edad.

Sin embargo, la mayoría, 366 niños, no ha vuelto con sus padres porque estos fueron deportados de vuelta a sus países de origen.

La grabación corresponde a una de las instalaciones de la Patrulla Fronteriza de EE.UU.
Tras la separación, la mayoría de los niños fueron transferidos a instalaciones administradas por la Agencia de Reasentamiento de Refugiados (ORR, por sus siglas en inglés).

Pero otros fueron enviados a casas particulares con padres adoptivos temporales, como Silas y Coryn.

Cuestionamientos
La agencia de adopción a la cual están adscritos Silas y Coryn, Bethany Christian Services -una de las más grandes del país y que recibe fondos del gobierno federal-, fue cuestionada en días recientes por sus vínculos con la secretaria de Educación estadounidense, Betsy DeVos.

Familiares de la funcionaria trabajaron en cargos altos dentro de la agencia en años anteriores y esta recibió más de US$6 millones por parte de las fundaciones de la familia DeVos entre 1998 y 2016, según informó la Radio Pública Nacional de EE.UU. (NPR, por sus siglas en inglés).

A raíz de los cuestionamientos, Bethany dijo en un comunicado que aunque Betsy DeVos y su familia “han apoyado generosamente a la agencia antes de que Betsy fuese secretaria de Educación (…), la idea de que una persona o una organización nos haga cambiar nuestras prácticas es simplemente errada”.

“No descansaremos hasta que cada niño separado de su padre que está bajo nuestro cuidado sea reunido con su familia”, decía el escrito.

Dona Abbott, portavoz de la organización, le dijo a BBC Mundo que reunieron con sus padres al 90% de los niños que mantenían bajo su tutela.

En promedio, continuó, los menores de edad bajo custodia de este grupo fueron reunidos con sus padres al cabo de 66 días.

Anderson aseguró también conocer dónde está “el 100% de los padres de los niños que están bajo nuestro cuidado”.

“Estos niños tienen muchos traumas que no ves en otros”
Silas y Coryn llevan más de un año cuidando de menores de edad que cruzan la frontera sin acompañantes. Pero la experiencia de acoger a niños separados de sus padres, según dicen, fue “mucho más difícil”.

“Hay comportamientos que notamos en estos niños y no en otros que hemos cuidado anteriormente. Por ejemplo, algunos se orinan en la cama de repente otra vez y se quejan de síntomas físicos como dolores de cabeza o de estómago”, dice Coryn.

Ella, de 25 años, y su esposo Silas, de 29, recibieron un entrenamiento para tratar con niños con posibles traumas como parte de la licencia a la que optaron con el fin de convertirse en padres adoptivos.

El momento en que un niño separado de su familia en la frontera reúne con su abuela
Sin hijos biológicos, la pareja dice que fue su religión cristiana y los viajes que han hecho a Centroamérica lo que les motivó a acoger a niños migrantes.

De más de una veintena de niños que recibieron temporalmente en su casa, los cinco que llegaron después de ser separados de sus padres estaban entre los más jóvenes (menos de 9 años de edad).

“Cuando son pequeños les cuesta entender qué pasa y por qué les separaron de sus padres”, dice Coryn.

La pareja recuerda el caso concreto de una de las pequeñas, que lloraba con desespero cada vez que le ponían al teléfono a su madre, quien estaba detenida en un centro para migrantes indocumentados.

“En su mente jovencita creo que se sentía abandonada”, cree Coryn. “En el tiempo que estuvo con nosotros, no habló con su madre porque era un detonante. Le decíamos que su mamá la quería mucho y que estaba muy emocionada de verla”.

Entre mayo y fines de junio, se llevaron a cabo protestas en varias ciudades de EE.UU. contra la separación de familias de migrantes indocumentados.
Silas dice que los niños a veces “se sentían muy mal” cuando los dejaban en la escuela, donde participan en un programa educativo especial.

“Algunos decían que pensaban que estaban con nosotros en casa durante un tiempo y ahora los estaban mudando con otra gente”, describe.

Llanto o silencio
El llanto o el silencio acompañaban a estos niños desde el día en que la pareja los recogía en el aeropuerto, por lo general en vuelos que llegaban de madrugada.

Algunos niños se orinan en la cama de repente otra vez y se quejan de síntomas físicos como dolores de cabeza o de estómago”.

Coryn, madre adoptiva de niños migrantes en EE.UU.
Ni Coryn ni Silas hablan español, pero cuentan que aprendieron a preguntar por el color o la comida favorita de los niños en ese idioma para intentar entablar una relación.

“Todos estaban tristes cuando llegaban. Antes de llegar a nuestra casa, estuvieron en centros de detención con adultos que no conocían”, dice Silas.

Después de unos días, los niños comenzaban a abrirse un poco más. “En muchas ocasiones, se empezaban a adaptar estando todavía muy tristes”.

La separación de niños de sus padres migrantes indocumentados significó un escándalo para el gobierno de Donald Trump.
Durante su estadía, la mayoría habló con sus padres por teléfono o videollamada. E incluso Silas y Coryn intercambiaban algunas palabras con ellos, algunos todavía detenidos.

“No parecían niños menores de 9 años”
Hubo un periodo de este año en el que la pareja acogió al mismo tiempo a cuatro niños que habían sido separados de sus padres en la frontera.

Durante una tarde en su casa, los cuatro se sentaron en la sala a compartir y jugar. Luego ocurrió algo que la pareja dice que no olvidará nunca.

Uno de los niños empezó a contar de forma espontánea cómo había dormido en una toalla en un centro de detención.

Psicólogos advierten de los traumas significativos que puede atravesar un niño al ser separado de sus padres.
Los otros tres niños lo escucharon con expresiones serias en la cara y poco a poco empezaron a compartir detalles de sus historias personales.

Uno habló de que su madre lloraba cuando la llevaron lejos de él mientras se quedaba sentado en un cuarto. Otro se levantó para mostrar en un gesto con sus manos el momento en que los agentes fronterizos esposaban a su padre.

“No es la manera normal de ver a niños hablando”, recuerda Silas. “Se estaban escuchando, esperaban el turno del otro, no parecían niños menores de 9 años”.

El costo emocional
El primer niño migrante separado de sus padres que cuidaron Silas y Coryn llegó a su casa en diciembre del año pasado, cuando la política de Trump estaba en experimentación y no era oficial.

Más de 1.900 niños han sido reunidos con sus padres de los 2.550 que el gobierno separó entre abril y junio.
El pequeño era hondureño y su padre estaba en un centro de detención.

El plan inicial era que estuviese con sus padres adoptivos durante unas semanas, pero acabó viviendo con la pareja por ocho meses.

El día en que llegó el anuncio de que el niño sería devuelto a su padre fue agridulce para la pareja.

“Sentí que perdí un hijo”, dice Coryn.

“Fue duro, en el aeropuerto lloramos mucho. Después de que se fue, atravesamos un duelo”, añade.

Pero la pareja dice que espera que no haya necesidad en el futuro de tener que cuidar a niños separados de sus padres.

“Esos niños necesitan personas que los amen, que les ayuden y que les den afecto como lo hacen sus padres”, dice Coryn.

Fuente: www.bbc.com

Un Nieto Reflexion

UN NIETO ES AMOR.
Es esa luz que mueve el sentimiento cuando llegan a casa de los abuelos y abrazan con sus pequeños brazos que hacen retumbar el corazón.

UN NIETO ES ALEGRÍA.
Es esa risa y carcajada que un nieto expresa y es tan vibrante, contagiosa y mágica que hace que cualquier preocupación se disipe en un instante. La alegría de los nietos nos inyecta energía renovada que nos hace pensar que la vida vale la pena.

UN NIETO ES DIVERSIÓN.
Son esos momentos entretenidos y felices que podemos tener los abuelos cuando pasamos momentos de diversión con ellos, y no hay distinción más grande que el nieto nos diga: “¿Juegas conmigo abuela?” Sabiendo con certeza que recibirá un “sí” y que, además, lo hará sentirse más que feliz porque, por razones inexplicables, siempre le gana todos los juegos.

 

UN NIETO ES APRENDIZAJE.
Es ese crecer continuo que sólo la vida de los nietos nos puede enseñar. Con su presencia aprendemos nuevas formas de ser. Nos enseñan que no hay que darle tanta importancia al tiempo, que hay que abrazar y consentir sin temor a mal educar y, lo más importante, nos enseñan que la vida tiene caducidad y hay que disfrutarla en todo momento sin dar importancia a banalidades. Los nietos nos enseñan que nuestra presencia en su vida es tan importante que no podemos fallar a sus festivales o eventos deportivos y estar presentes en todo lo que sea importante para ellos.

UN NIETO ES TERNURA.
Es la capacidad que tiene el nieto para abrazar, sentarse en el regazo y lograr derretir nuestro corazón con las palabras más melodiosas: “Te amo, abuela.”

Diana Rodríguez de Ibarra

Cómo sobrevive la última tienda de Blockbuster (a pesar de que la empresa cerró hace 5 años)

De pie, sin pretensiones en el estacionamiento de una gasolinera en una concurrida intersección en Oregón, este Blockbuster es el último que permanece abierto en Estados Unidos.

Hace más de 10 años, había 9.000 tiendas Blockbuster en todo el mundo. Después de un declive en la década de 2000, la compañía se declaró en bancarrota en EE. UU. en 2010.

La tienda en Bend, Oregón, es una franquicia y se convirtió en la última después de que dos locales independientes cerraran en julio en Alaska.

Los elementos de un Blockbuster tradicional se conservaron: paredes amarillas, máquinas de dulces e, incluso, el sistema informático con su pantalla azul. Y, obviamente, el buzón para devoluciones.

Todos los martes, Sandi Harding -gerente del establecimiento- sigue yendo a los hipermercados a comprar nuevos títulos para su tienda, que cuenta con Blu-ray, DVD y videojuegos, viejos y nuevos.

Asegura que su negocio se beneficia de la gente cansada quedarse en casa y de los teléfonos inteligentes. Este es su testimonio.

Me siento triste y nostálgico de ver irse a Blockbuster. Esta tienda ha estado aquí desde 1992 y trabajé para ellos en 2004. Cuando me enteré de que iba a ser la última me sentí nervioso, no estaba seguro de lo que iba a suceder.

La cantidad de atención que hemos recibido fue absolutamente una locura. Las mejores historias son de los padres que traen a sus hijos y dicen: “Esto es lo que solíamos hacer, solíamos tomar una película y llevárnosla por ahí”. O los que hablan de cómo tuvieron sus primeras citas en Blockbuster.

Hemos recibido a muchas personas de todo el mundo, como de Londres y Taiwán, y de todo el país.

Sandi Harding es quien administra la tienda. Ha trabajado allí desde 2004.
Tenemos un pasto hermoso frente a nuestra tienda y hace tres semanas no había un camino hasta el letrero de Blockbuster, como ahora, con esta hierba amarilla y gastada por todos los que se hacen fotos junto a él.

No importa de qué color de piel, religión o afiliación política sean, todos en el mundo tienen una sensación feliz cuando piensan en Blockbuster y eso nos une a todos. Creo que esa es la nostalgia que todos sienten y a la que intentan aferrarse.

“¡Me trae todos los recuerdos de cuando era pequeño! Hasta el olor del lugar. Es parte de mi vida. Alquilaba películas por un dólar y pasaba el tiempo buscando en los mostradores la película perfecta para una gran noche”.

Erin Sahul, 37años, visitante procedente de Seattle.

La locura se queda fuera de nuestras puertas. Una vez que vienes aquí, recuerdas tu infancia, tu película favorita o ese viernes por la noche en que intentabas conseguir una película pero no podías encontrarla. O las palomitas y los dulces.

Una mujer que manejó una tienda Blockbuster en California vino con su familia y era como si fuéramos amigas separadas desde hacía mucho tiempo. No nos conocíamos. Éramos de áreas y orígenes completamente diferentes. Y no nos importó. Tuvimos esa sensación de calidez nada más vernos y comenzamos a hablar. Nos abrazamos y fue como si nos conociéramos durante toda la vida.

Este lugar se abrió como un negocio privado, Pacific Video, y en 2000 se convirtió en Blockbuster. La gente nos conoce desde nuestros primeros días y quieren que sigamos abiertos.

Mi mejor amigo trabajó aquí, así es como conseguí mi trabajo. Fue emocionante y atemorizante porque no sabía nada sobre el negocio del cine. Y fue muy divertido.

La señora Harding va a los hipermercados cada semana para comprar nuevos títulos para abastecer su tienda.

La nostalgia es el secreto de la supervivencia del último Blockbuster.
Mi esposo también trabajó en una tienda Blockbuster. Mi hijo Ryan, que tiene 14 años y ahora trabaja aquí, creció en esta tienda, como mis otros dos hijos. Así que tengo muchos buenos recuerdos.

Ahora me busco en Google y aparece “Blockbuster in Bend” y pienso: “¡Dios mío, soy más que solo Blockbuster! ¡Soy mamá, tengo nietos!”.

Rebobinando la historia de Blockbuster

• La compañía fue fundada en 1985 en Dallas, Texas, valía miles de millones de dólares en su apogeo y empleaba a decenas de miles de personas.

• Según el Washington Post, Blockbuster fue tan popular en Estados Unidos que, en 1989, se abría una nueva tienda cada 17 horas. Sus enormes tiendas se encontraban principalmente en intersecciones transitadas y centros comerciales populares.

• El rápido aumento de los servicios digitales como Netflix, que se lanzó en 1999, y los minoristas en línea, como Amazon, hicieron que el modelo de negocio de video y DVD de Blockbuster fuera prácticamente obsoleto.

• El proveedor de televisión estadounidense Dish Network compró la empresa en una subasta en 2011 y todas las tiendas de propiedad corporativa en el país se cerraron en 2013. Decenas de tiendas privadas que permanecieron abiertas cerraron en los años siguientes.

• Sus operaciones internacionales incluían cerca de 4.000 tiendas en Reino Unido, Canadá, Dinamarca, Italia, Brasil y México, entre otros países. Antes de que comenzaran sus problemas, en el Reino Unido tenían 528 tiendas y 2.000 trabajadores. Cerraron en 2013.

Estoy tratando de mantener la cabeza fuera del agua. Sabemos que son nuestros 15 minutos de fama y que no van a durar para siempre, así que debemos aprovecharlos. También hay un documental que se filmó aquí.

Toda la exageración de los medios le recordó a la gente que estamos aquí y algunos clientes vienen diciendo: “Oye, queremos apoyarte, queremos mantener nuestro último Blockbuster en Bend”. Eso ha sido maravilloso.

La tienda de Blockbuster en Bend, Oregon, está a casi 300 kilómetros y tres horas de camino de Portland, la capital del estado.
Cuando conduces por Bend, verás signos de “tienda local”, “apoyo a lo local”. Todas las camisetas, pegatinas y todo lo que vendemos están hechos en Bend. Quieren apoyarnos tanto como nosotros apoyamos a la comunidad. Es la gente de aquí, que regresa, lo que nos mantendrá abiertos.

Blockbuster fue tan popular en 1989 que se estima que se abría una tienda nueva cada 17 horas.

Blockbuster tenía cerca de 4.000 tiendas dentro y fuera de Estados Unidos.
“Todos los viernes venía con mis padres y nos dejaban elegir unapelícula. Entrábamos por los pasillos y luego los convencíamos para conseguir pasabocas. Era un acontecimiento familiar. Es triste y extraño que todavía esté aquí. En mi casa ni siquiera tengo un aparato para reproducir un DVD”.

Samuel Bowles, 40 años, Michigan.

Uno de los propietarios me dijo que mientras podamos mantener a los clientes y pagar las facturas y a nuestros empleados, permaneceremos abiertos. Nos quedan un par de años de arrendamiento y tenemos una buena relación con nuestro arrendador. Él apoya todo lo que estamos haciendo.

El propietario de la tienda y el arrendador del local hacen lo posible para que el local permanezca abierto.

Personas de todo Estados Unidos y del mundo visitan la última tienda Blockbuster por su reciente boom mediático.
Estoy un poco nerviosa por el hecho de que, como los demás, tengamos que cerrar algún día. Hay personas que nos dicen: “conviértelo en un museo”. Eso sería divertido. Fue grandiosa la emoción de ser los últimos y compartirlo con todos.

Estoy muy orgullosa de saber que hemos sobrevivido.

Esta entrevista fue editada para lograr mayor claridad.

Fuente: www.bbc.com

¿Por qué Japón les está pidiendo a sus trabajadores que no vayan a la oficina un lunes al mes por la mañana?

El gobierno de Japón quiere que los trabajadores tengan una vez al mes un “lunes resplandeciente”.

Es decir, que se tomen la mañana libre y no acudan a su lugar de trabajo.

Así es como el Ministerio de Economía espera recortar la cantidad de horas extra que trabajan los japoneses y motivarlos a llevar una vida más equilibrada entre lo personal y lo laboral.

Esta iniciativa se suma a la del “viernes premium”, ideada el año pasado por el gobierno para fomentar el consumo. Esta consiste en incentivar a las empresas para que dejen que sus empleados acaben su jornada a las tres de la tarde el último viernes del mes, el día en que la mayoría recibe su salario.

De esta forma pueden dedicar ese tiempo —y dinero— a viajar y hacer compras.

Evidencia empírica

El Ministerio defiende la eficacia del lunes resplandeciente con un experimento que condujo el pasado 27 de julio, cuando permitió al 30% de su plantilla tomarse la mañana libre.

Animado por los resultados, la institución ahora esboza planes para presentárselos al sector privado japonés.

Pero, al igual que el viernes premium, el lunes resplandeciente será voluntario para las compañías.

El viernes premium intenta fomentar el consumo y una vida equilibrada.
En su primer año, la iniciativa del viernes premium fue recibida con timidez, según el propio Ministerio.

Pese a que los negocios y restaurantes ofrecieron descuentos y ofertas especiales para atraer clientes, solo el 11% de los empleados participó.

¿Por qué? El último viernes del mes es un día crucial para las empresas, ya que tienen que cerrar cuentas y entregar proyectos.

En cambio, el lunes resplandeciente permitiría al personal no trabajar la mañana del día laborable siguiente a este.

Trabajos que matan
Las autoridades japonesas están decididas a recortar las horas de trabajo porque esto se ha convertido en una cuestión de salud pública.

En 2016, una encuesta del gobierno en la que participaron 10.000 empleados reveló que más del 20% decía estar trabajando al menos 80 horas extras al mes.

El 20% de los trabajadores japoneses encuestados aseguraron hacer más de 80 horas extras al mes.
Ya en 1960, se registraron en el país casos de “karoshi” o “muerte por exceso de trabajo”, provocados principalmente por enfermedades cerebrales y cardíacas relacionadas con jornadas laborales largas.

El gobierno reconoció 236 muertes por karoshi durante el año fiscal de 2017.

A esto se sumaron 208 suicidios reconocidos oficialmente como “karojisatsu”, cuando un empleado se quita la vida debido a problemas de salud mental que se originaron en el centro de trabajo.

Morir joven
Pero los expertos dicen que estas estadísticas son solo la punta del iceberg.

Cerca de 2.000 familias exigen cada año compensaciones por casos que, según ellas, son similares.

Un estudio del Instituto Nacional Japonés de Seguridad y Salud Laboral descubrió en un estudio de 2017 que los suicidios estaban creciendo sobre todo entre los trabajadores que tienen entre 20 y 29 años.

Un caso muy sonado fue el de Matsuri Takahashi, una empleada de la firma de publicidad Dentsu que, en 2015 y con 24 años, se suicidó tras haber trabajado más de 100 horas extra en los meses anteriores a su muerte.

Un caso de suicidio en la empresa Dentsu en 2015 reabrió el debate sobre las muertes por exceso de trabajo.
Las autoridades japonesas descubrieron que la excesiva carga de trabajo de Takahashi la llevaron a quitarse la vida.

En octubre, la compañía recibió una multa de US$4.500 por haber excedido el límite de las horas extra permitidas al personal.

El año pasado, el canal de televisión NHK admitió que su reportera Miwa Sado, que había muerto en 2013 debido a un fallo cardíaco, había sido clasificada como un caso de karoshi.

Sado tenía 31 años y había trabajado más de 150 horas en solo un mes.

El pasado mes de febrero, una compañía acordó pagar US$700.000 a la familia de Kota Watanabe, un joven de 24 años que murió en un accidente de tráfico cuando volvía a casa exhausto tras una noche de trabajo.

Este caso fue considerado “una advertencia” para el sector empresarial japonés y puso la atención sobre un fenómeno menos conocido: el”karo-jikoshi” o “muerte por accidentes ocasionados por el exceso de trabajo”.

“Estas revelaciones sugieren la importancia de incentivar el apoyo en materia de salud mental para los empleados, así como de incrementar la concientización sobre las condiciones laborales entre los estudiantes”, concluía el informe del Ministerio.

Medidas “simbólicas”
“Las jornadas laborales largas en Japón son un problema fundamental que nace de la ética laboral y la cultura corporativa profundamente incrustada en los centros de empleo y el estilo de trabajo que hay en el país”, le dijo a la BBC Sawako Shirahase, profesor del Departamento de Sociología de la Universidad de Tokio.

Ella cree que el lunes resplandeciente y el viernes premium son iniciativas “simbólicas” del gobierno y que probablemente beneficien a un número limitado de trabajadores administrativos de grandes empresas.

Las jornadas laborales en Japón suelen ser largas.
El empleado japonés promedio dedicó el año pasado 1.710 horas al trabajo, una cifra mayor a la de países europeos con economías similares pero menor a la de sus pares en Estados Unidos, Corea del Sur y muchas naciones emergentes.

Sin embargo, los expertos aseguran que muchos trabajadores japoneses trabajan más horas de las que declaran.

En un intento de atajar este problema, el primer ministro Shinzo Abe limitó oficialmente las horas extra a 100 mensuales. Los partidos de la oposición consideran que esta medida no es lo suficientemente ambiciosa.

En Corea del Sur, donde el trabajador promedio dedicó en 2017 más de 2.000 horas, las grandes compañías fueron obligadas a rebajar la jornada laboral de 68 a 52 horas semanales desde julio.

Liderazgo
Shirahase dijo que, además de programas de salud mental y mayor acción gubernamental, hacen falta “iniciativas fuertes de los líderes de las compañías” para cambiar la cultura de trabajo del país.

En un ambiente en el que se valora el trabajo duro y la lealtad, los gerentes suelen esperar que sus empleados no se vayan del trabajo antes que ellos.

Según el Ministerio de Salud, Empleo y Bienestar, los trabajadores japoneses solo suelen tomarse unos ocho días de vacaciones al año, menos de la mitad de lo que les corresponde.

Cuando están de vacaciones, algunos tampoco parecen relajarse: tres de cada cinco se sentían culpables por haber pedido ese tiempo libre, según una encuesta del portal de viajes Expedia realizada en 2017.

Fuente: www.bbc.com