Archives enero 2019

Los Tres Leones Reflexion

En la selva vivían 3 leones. Un día el mono, el representante electo por los animales, convocó a una reunión para pedirles una toma de decisión:

Todos nosotros sabemos que el león es el rey de los animales, pero para una gran duda en la selva: existen 3 leones y los 3 son muy fuertes.

¿A cuál de ellos debemos rendir obediencia? ¿Cuál de ellos deberá ser nuestro Rey?

Los leones supieron de la reunión y comentaron entre si: Es verdad, la preocupación de los animales tiene mucho sentido. Una selva no puede tener 3 reyes.

Luchar entre nosotros no queremos ya que somos muy amigos…

Necesitamos saber cual será el elegido, pero, ¿Cómo descubrirlo?.

Otra vez los animales se reunieron y después de mucho deliberar, llegaron a una decisión y se la comunicaron a los 3 leones:

Encontramos una solución muy simple para el problema, y decidimos que Uds. 3 van a escalar la Montaña Difícil.

El que llegue primero a la cima será consagrado nuestro Rey.

La Montaña Difícil era la mas alta de toda la selva. El desafío fue aceptado y todos los animales se reunieron para asistir a la gran escalada.

El primer león intentó escalar y no pudo llegar.

El segundo empezó con todas las ganas, pero, también fue derrotado.

El tercer león tampoco lo pudo conseguir y bajó derrotado.

Los animales estaban impacientes y curiosos; si los 3 fueron derrotados, ¿Cómo elegirían un rey?

En este momento, un águila, grande en edad y en sabiduría, pidió la palabra:

¡Yo sé quien debe ser el rey!

Todos los animales hicieron silencio y la miraron con gran expectativa.

¿Cómo?, Preguntaron todos.

Es simple… dijo el águila. Yo estaba volando bien cerca de ellos y cuando volvían derrotados en su escalada por la Montaña Difícil escuché lo que cada uno dijo a la Montaña.

El primer león dijo: – ¡Montaña, me has vencido!

El segundo león dijo: – ¡Montaña, me has vencido!

El tercer león dijo: – ¡Montaña, me has vencido, por ahora! Pero ya llegaste a tu tamaño final y yo todavía estoy creciendo.

La diferencia, completó el águila, es que el tercer león tuvo una actitud de vencedor cuando sintió la derrota en aquel momento, pero no desistió y quien piensa así, su persona es más grande que su problema: él es el rey de si mismo, está preparado para ser rey de los demás.

Los animales aplaudieron entusiasmadamente al tercer león que fue coronado El Rey de los animales.

Moraleja:

No tiene mucha importancia el tamaño de las dificultades o situaciones que tengas.

Tus problemas, por lo menos en la mayor parte de las veces, ya llegaron al nivel máximo, pero no tú.

Tú todavía estás creciendo y eres más grande que todos tus problemas juntos.

Todavía no llegaste al límite de tu potencial y de tu excelencia.

La Montaña de las Dificultades tiene un tamaño fijo, limitado.

¡Tu Todavía Estas Creciendo!

Desconozco su autor

¿Qué pasó el 23 de enero y por qué esta fecha también divide a gobierno y oposición en Venezuela?

El Douglas C-54 “Skymaster” levantó vuelo en torno a las 3 de la mañana del aeropuerto de la Carlota, ubicado en el corazón de Caracas. A bordo viajaban el general Marcos Pérez Jiménez, su familia y sus más cercanos colaboradores.

La aeronave tomó rumbo hacia República Dominicana. Pero este no era un viaje cualquiera. Era 23 de enero de 1958. Un día que quedaría registrado en la memoria de Venezuela.

Pérez Jiménez, quien había regido los destinos de Venezuela desde 1948, dejaba finalmente el poder y con ello terminaba su gobierno militar y se abrían las puertas para la más larga etapa democrática que ha tenido ese país.

El gobernante no marchaba voluntariamente sino, más bien, forzado por las circunstancias.

Había intentado infructuosamente mantenerse al mando pero una serie de crisis en su gobierno y en el seno de las Fuerzas Armadas confluyeron con la movilización en su contra de los partidos políticos y de la sociedad civil.

Elecciones fraudulentas
Pérez Jiménez había llegado al poder en noviembre de 1948 como parte de una junta militar que derrocó al presidente civil Rómulo Gallegos.

En 1953, se convertiría en el hombre fuerte del país tras ser electo por una cuestionada Asamblea Constituyente. Su período estaba previsto que concluyera en 1958 pero, a finales de 1957, en lugar de una elección presidencial convocó un plebiscito sobre su continuidad y resultó reelecto en un proceso no reconocido por sus opositores.

Tras la caída de Pérez Jiménez, una multitud acudió a la sede de la policía política para liberar a los presos en sus calabozos.
“Para noviembre de 1957, la dictadura parecía consolidada sin remedio. Incapaz de ganar las elecciones, había desconocido los resultados cinco años antes y ahora apelaba a un subterfugio legal para evitarlas, sustituyéndolas con un plebiscito amañado”, señaló el historiador venezolano Tomás Straka, en un discurso pronunciado ante la Asamblea Nacional el 24 de enero de 2017.

Sin embargo, de ese controvertido plebiscito surgirían gran parte de las fracturas que llevarían al final del régimen militar.

“Desde entonces, el gobierno, cuya legitimidad ya era cuestionada, se vio en mayores aprietos”, explicó Sócrates Ramírez, profesor de Historia y Lenguajes Políticos Contemporáneos de la caraqueña Universidad Simón Bolívar a BBC Mundo.

El 17 de diciembre de ese año, la Junta Patriótica, un órgano clandestino integrado por representantes de varios partidos de la oposición y que articulaba la resistencia al régimen, acusa a Pérez Jiménez de usurpación y unos días más tarde, hace un llamamiento a las Fuerzas Armadas para que cumplan su deber y velen por el acatamiento de la Constitución.

Su solicitud no cae en oídos sordos. El 1 de enero de 1958 se produce un alzamiento militar en contra de Pérez Jiménez que fracasa pero que deja en evidencia que el gobernante no cuenta con el apoyo monolítico de los militares.

La situación de inestabilidad política y las propias fracturas dentro del gobierno, pues no todos sus miembros estaban de acuerdo con la forma como Pérez Jiménez se reeligió, derivan en dos reorganizaciones del Ejecutivo, ocurridas entre el 10 y el 13 de enero.

Al saberse que Pérez Jiménez había abandonado el país, miles de personas salieron a las calles a celebrar.
Además, el descontento dentro de las Fuerzas Armadas también obliga a salir del gobierno y del país al ministro del Interior, Laureano Vallenilla Lanz, y al jefe de la policía política, Pedro Estrada.

En ese contexto, comienzan a circular manifiestos en contra del régimen procedentes de distintas organizaciones de la sociedad civil: movimientos estudiantiles, sindicatos así como muchas organizaciones gremiales y empresariales manifiestan su descontento, mientras los partidos clandestinos agitan las calles.

Entonces, la Junta Patriótica convocó para el 21 de enero una huelga general. Ese día, la jornada comenzó con un paro de la prensa y evolucionó en una protesta generalizada en numerosas ciudades del país.

Las multitudinarias manifestaciones derivaron en disturbios. Miles de personas salieron a las calles a protestar y el ministerio de Defensa emitió un comunicado advirtiendo que las tropas abrirían fuego en contra de cualquiera que atentara contra otras personas o bienes.

El gobierno decretó un toque de queda pero no logró aplacar al país.

La protesta civil pronto fue acompañada por un decisivo alzamiento militar el 22 de enero, con la sublevación de las bases navales de La Guaira y Puerto Cabello, gran parte de los cuarteles del interior del país e incluso un grupo de oficiales al mando de la Escuela Militar de Caracas. Un factor decisivo para que el gobernante decidiera abandona el poder.

“Aunque la organización partidista y la protesta popular fueron decisivas, su papel real fue el de apurar el quiebre de la lealtad de la Fuerza Armada hacia el dictador. Sólo cuando para él eso quedó revelado, huyó”, apunta Ramírez, quien asegura que lo ocurrido “puso de manifiesto una máxima del cambio político: que la organización de los oprimidos debe estar dirigida a quebrar la lealtad de quienes sustentan el poder de los opresores”.

Pero la intensa jornada dejaba no pocas secuelas.

“El fuego indiscriminado ha matado y herido a numerosas personas”, escribió en su reseña de los sucesos el diario The New York Times, que entonces estimó el número de muertes ocurridas durante esos dos días en más de un centenar.

Una fecha fundacional
A Pérez Jiménez, lo sustituyó en el poder una Junta de Gobierno provisional que integró en su seno a militares y civiles, liberó a los presos políticos, permitió el regreso de los exiliados y convocó elecciones democráticas.

Con Rómulo Betancourt como presidente, Venezuela estrenó su sistema de democracia representativa.
“El 23 de enero de 1958 ha quedado grabado en nuestra memoria política como el momento fundacional de la democracia venezolana”, señala Ramírez.

El experto indicó que la fecha también tiene gran importancia debido a que sobre los sucesos de aquella fecha “se ha construido el relato heroico de un pueblo capaz de derrocar a un mal gobierno, y eso ha quedado estampado como un símbolo en la subjetividad venezolana”.

En su discurso ante la Asamblea Nacional (Parlamento), Straka se refirió al 23 de enero como “un triunfo colectivo”, lo que desde su punto de vista constituye una lección fundamental para los venezolanos.

“Ahí estaban casi todos. Los comunistas, que tanta sangre derramaron en la Resistencia; la Iglesia y los sindicatos; los empresarios y los intelectuales; los socialcristianos y los militares”, apuntó.

Celebración dividida
Pero no todos los venezolanos coinciden en ver el 23 de enero de 1958 con la misma óptica.

Hugo Chávez aseguraba que luego del 23 de enero de 1958 se había instaurado otra dictadura en Venezuela.
Historiadores como Straka apuntan que “el espíritu del 23 de enero fue la cuna del espíritu de Punto Fijo”, el acuerdo de gobernabilidad suscrito en 1958 entre los partidos políticos venezolanos AD, Copei y URD, que fue la base para la existencia de un sistema de democracia representativa que se mantuvo en pie hasta 1998.

Sin embargo, hay visiones muy críticas con lo que vino después de la caída de Pérez Jiménez.

Pese a haber sido una pieza fundamental en el combate al régimen de Pérez Jiménez, el Partido Comunista de Venezuela fue excluido del Pacto de Punto Fijo, al que desde entonces tacharon como un acuerdo de élites contrario a los intereses del pueblo.

Esa retórica se mantuvo durante décadas y fue heredada por el movimiento político liderado por el fallecido presidente Hugo Chávez, quien llegó a afirmar que el Pacto de Punto Fijo fue “la última dictadura” que hubo en Venezuela y quien durante sus primeros años de gobierno se mostró reacio a celebrar el 23 de enero.

En la acera contraria, la actual oposición venezolana no solamente ha seguido conmemorando el 23 de enero como una fecha patria sino que lo ha incorporado como parte de su discurso político en su enfrentamiento contra el chavismo, en el gobierno desde 1998.

El opositor Juan Guaidó convocó a manifestar este 23 de enero en contra del gobierno de Nicolás Maduro.
En los últimos años, chavismo y oposición han reivindicado la fecha desde perspectivas diversas, algo que se repite este miércoles cuando cada grupo saldrá a celebrar una misma fiesta pero con discursos completamente antagónicos.

Así, el presidente de la oficialista Asamblea Nacional Constituyente, Diosdado Cabello, anunció este martes que se manifestarán para “defender la Revolución Bolivariana y al presidente de la República, Nicolás Maduro”.

Mientras tanto, desde la opositora Asamblea Nacional, su presidente Juan Guaidó, ha convocado a la movilización como un paso para “retomar el orden constitucional” que, en su opinión, ha sido quebrantado con la juramentación de Maduro para un segundo mandato, para el que resultó electo en mayo de 2018 en unos comicios considerados como fraudulentos por sus adversarios así como por numerosos gobiernos de América Latina.

61 años más tarde, la celebración del 23 de enero de 1958 no parece dejar indiferentes a los venezolanos, aunque se movilicen por calles divididas.

Fuente: www.bbc.com

Miles de personas participan en manifestaciones masivas contra el gobierno de Maduro que ya dejaron 4 muertos

Miles de personas participan este miércoles en Venezuela en masivas movilizaciones convocadas por la oposición contra el gobierno del presidente Nicolás Maduro, y en cuya víspera murieron cuatro personas.

Según informó el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social, un joven de 16 años perdió la vida en Caracas en la noche del martes por una herida causada con arma de fuego mientras participaba en una manifestación convocada en una zona de clase trabajadora en Caracas.

Por su parte, la policía informó de la muerte de otras tres personas durante unos intentos de saqueos en Ciudad Bolívar, en el sureste del país.

Al mediodía de este miércoles, miles de manifestantes de la oposición se habían concentrado en las principales ciudades de Venezuela para participar en una protesta convocada por el presidente de la Asamblea Nacional (AN), Juan Guaidó, controlada por la oposición desde 2016.

Miles de manifestantes se concentraron este miércoles convocados por la Asamblea Nacional controlada por la oposición.
La manifestación coincide con la conmemoración del 61 aniversario del 23 de enero de 1958, cuando se produjo el derrocamiento del general Marcos Pérez Jiménez, quien encabezó el último gobierno militar que tuvo Venezuela.

La movilización busca mostrar respaldo a la propuesta de Guaidó de impulsar el establecimiento de un gobierno de transición que convoque a nuevas elecciones.

El oficialismo venezolano también organizó manifestaciones con motivo del 23 de enero pero, según explicó Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Constituyente y considerado como el número dos del chavismo, su objetivo es “defender la Revolución Bolivariana y al presidente de la República, Nicolás Maduro”.

Fuente: www.bbc.com

¿Por qué se arrugan los dedos en el agua?

La creencia popular de que los dedos se arrugan en el agua porque se empapan de ella es falsa.

Cualquiera que haya tomado un baño, lavado un montón de platos o pasado un buen rato en la piscina ha experimentado la sensación de tener los dedos arrugados. Sin embargo, pocos de ellos conocen la razón por la que se produce este fenómeno. Popularmente se piensa que el agua se adentra en la piel ablandándola de tal modo que hace que se formen arrugas en su superficie, algo que también ocurre en los dedos de los pies.

Pero esta explicación no es del todo cierta. Lo que sucede es que durante un prolongado contacto con el agua, los glóbulos de la sangre situados debajo de la piel se encogen en respuesta a un impulso procedente del sistema nervioso autónomo. Por eso, contrariamente a lo que nos pueda parecer, las yemas de los dedos no se hinchan sino que se contraen, provocando así las arrugas.

Durante un prolongado contacto con el agua, los glóbulos de la sangre situados debajo de la piel se encogen y los dedos se arrugan
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Un equipo de científicos de la Universidad de Newcastle, situada en el norte de Inglaterra, quiso ahondar más en esta cuestión y encontraron una solución que, según ellos, explicaría mucho mejor las verdaderas causas que subyacen bajo este fenómeno. Dichas causas no serían otras que la de un mecanismo de adaptación del ser humano por el cual, al estar en contacto durante un tiempo prolongado con el agua, la piel de nuestros dedos se arrugaría para permitirnos agarrar mejor los objetos mojados.

Un experimento con canicas
Para demostrar la idoneidad de su tesis, los científicos pidieron a 20 participantes de un experimento que trasladaran unas cuantas canicas tanto mojadas como secas de un recipiente a otro por estrechas aberturas. El resultado fue que si este proceso se llevaba a cabo después de haber tenido los dedos bajo el agua durante un rato, y por tanto ya con la piel de las yemas arrugadas, el manejo de las canicas fue mucho más diestro y exitoso que cuando este proceso se realizaba con los dedos secos.

A raíz de estos resultados, los expertos han reflexionado en profundidad sobre el sentido de esta adaptación a nivel evolutivo, inclinándose a pensar que los dedos arrugados permitieron a nuestros ancestros buscar comida en el agua. En el caso de los dedos del pie, la evolución humana propiciaría una causa distinta: les ayudaría a agarrarse a las superficies húmedas.

Ghosting en el trabajo: cuando es más fácil “esfumarse” que renunciar a un empleo

Con tácticas que van desde fingir sus propias muertes hasta contratar a personas para que hablen con sus jefes en su lugar, desaparecer del trabajo sin dejar rastro es ahora un método común de renunciar al trabajo. Pero tiene sus riesgos.
Yuichiro Okazaki y Toshiyuki Niino son buenísimos cuando se trata de dejar un trabajo. De hecho, en los últimos 18 meses han renunciado a cerca de 1.500 empleos.
Sin embargo, la pareja con sede en Tokio no está abandonando sus propios puestos, son los fundadores de una nueva empresa que ofrece un servicio personalizado a los empleados que desean renunciar pero necesitan un poco de ayuda.
“La mayoría le tienen miedo a sus jefes”, dijo Okazaki en el episodio de Ghosting at Work del programa de radio de la BBC Business Daily.
“Ellos saben que sus jefes les van a decir: ‘No, no puedes renunciar’. Creo que es por la cultura de Japón, renunciar es algo malo. Cuando quieren renunciar se sienten como una mala persona”.
Y ahí es donde entra Senchi S y su servicio para renunciar, Exit, que por US$457 llaman al jefe del cliente y le entregan una renuncia por poder.
A veces es necesario hacer varias llamadas. Hay ocasiones en las que las empresas no quieren lidiar con Exit y dicen que el empleado debe ir y entregar el mensaje en persona.
Dejar un trabajo es difícil y algo estigmatizado en Japón, lo que ha llevado a un aumento en los servicios que ayudan a los clientes a renunciar.
Pero cuando se logra hacer la renuncia, el alivio de los clientes puede ser inmenso
“Hubo un cliente que nos dijo: ‘Eres un mesías’”, dijo Okazaki. El hombre llevaba 10 años queriendo renunciar y “realmente estaba sufriendo con ese trabajo”.
Okazaki estima que deben de existir unas 30 compañías que ofrecen un servicio similar en Japón, donde los trabajadores tradicionalmente se quedan con un empleador de por vida.
Pero en los últimos años cada vez más personas han estado cambiando de trabajo. La disminución de la fuerza laboral también implica que hay un mercado para los que buscan empleo.
“La gente está cambiando, pero la cultura y las compañías no están cambiando con ellos… es por eso que las personas nos necesitan”, comentó Okazaki.
Pero claro, buscar a alguien para que entregue tu notificación de renuncia es una de las formas más inusuales de renunciar.
Aunque la manera de dejar un empleo es un dilema al que la mayoría de las personas se ha enfrenado, hablar con el jefe es probablemente la opción más popular. Mucho depende de las circunstancias en las que se abandona el trabajo.
Desaparecer sin dejar rastro: ghosting
¿Qué pasa si necesitas irte rápidamente o te das cuenta de que el trabajo no es lo que tenías en mente —o simplemente no puedes hacerlo—?
¿Qué tal si, en lugar de tener una conversación incómoda, simplemente desapareces?
El término ‘ghosting’ se refiere a la práctica de terminar repentinamente todo tipo de contacto sin ninguna explicación.
Esta práctica de “evaporarse” se la conoce en inglés como ghosting, vocablo que hace alusión a los fantasmas.
La palabra llegó al mundo laboral del de las citas, donde se usaba para referirse a quienes terminan repentinamente una relación cortando todo tipo de contacto sin dar ninguna explicación.
Chris Yoko, quien dirige una empresa de diseño web en el estado de Virginia, tuvo una experiencia extraña con un contratista que debía trabajar en un proyecto digital desde casa.
“Este tipo acababa de empezar con nosotros, parecía un buen candidato, aparentaba ser un hombre realmente bueno. Lo ponemos a trabajar en un proyecto bastante simple para nuestros estándares. Accede, pero cuando llega el jueves no hay nada”, dijo Yoko.
Múltiples correos electrónicos y mensajes telefónicos se enviaron sin recibir respuesta. El hombre también faltó a otra reunión sobre el proyecto y al final, en medio de una ausencia total del contratista, se le entregó el trabajo a otra persona.
A finales del año pasado, el Libro Baige de la Reserva Federal de estados Unidos hizo referencia al fenómeno de ghosting.
Poco tiempo después, un supuesto amigo del contratista se puso en contacto por medio de correo electrónico.
Dijo que el contratista había muerto en un accidente automovilístico y solicitó algunos documentos fiscales que la familia necesitaba, pero algo parecía fuera de lugar, así que Yoko revisó la cuenta de Twitter del hombre.
En redes sociales, todo indicaba que estaba vivo. De hecho, acababa de responder a un tuit de un primo sobre asistir a una reunión familiar.
“Él respondió al mensaje de esa persona con una imagen de sí mismo sosteniendo un whisky y el texto: ‘No solo sí voy a ir, sino que también voy a llevar esto’,” relata Yoko.
“Hice una captura de pantalla y se la reenvié al tipo diciéndole: ‘¡Hey, buenas noticias, parece que está bien!’”.
Pretender estar muerto para evitar seguir con un trabajo es obviamente un ejemplo extremo. Pero abandonar el empleo y cortar todo contacto con los jefes parece estar a la alza.
La salida fácil
Una gerente de rango intermedio que trabaja en el sector minorista de Reino Unido (quien no quiso dar su nombre) dijo que dejó su compañía porque, aunque la contrataron por un periodo de prueba de tres meses, había encontrado un nuevo puesto que la necesitaba de inmediato. Así que se fue.
En el ámbito laboral, no son solo los empleados los que desaparecen a veces sin dar a viso.
Esto sucedió a principios de su carrera, en el punto más difícil de la crisis de 2008.
Y comenta que su partida estuvo en parte relacionada con darse cuenta de lo “inseguras y volubles” que pueden ser las relaciones con los empleadores.
“Tenía colegas que tras ir a una evaluación de fin de año, nunca regresaban porque habían sido eliminados del equipo. Te das cuenta de cuán frío puede ser un empleador, así que como trabajador eso te hace pensar: ‘Realmente no tengo que venir mañana’”.
Y puede que ella tenga razón. No son solos los empleados los que desaparecen sin dar aviso.
La mayoría de las personas habrán hecho alguna solicitud de empleo sin recibir respuesta del posible empleador.
Otros, a pesar de asistir a una entrevista cara a cara, al final no vuelven a escuchar nada del trabajo para el que se postularon. Un hombre le dijo a la BBC que fue “ghosted” por sus posibles empleadores tras haber escrito documentos de estrategias, hacer evaluaciones y hasta pasar por tres rondas de entrevistas.
Síntoma económico
Chris Gray, director gerente la compañía de reclutamiento Manpower UK, dice que el hecho de que los trabajadores estén actuando así es un síntoma de mercados laborales en auge en el mundo desarrollado.
Los bajos niveles de desempleo en Estados Unidos y Reino Unido significan que “simplemente es muy fácil para ellos saltar de un proceso y montarse en otro caballo, por así decirlo”, dijo.
También reconoce que cuando alguien se desvanece queda muy poco que hacer.
Algunas de las razones por las que los empleados hacen ghosting son para evitar conflictos o para no decepcionar a otros.
“Una vez que ya perdiste tiempo como reclutador o como empleador en alguien que simplemente se desvaneció, no quieres perder más tiempo tratando de averiguar por qué desaparecieron”, dijo.
“Creo que lo único que podemos hacer para mitigar el impacto de esto es ser más proactivos en la identificación y recolección de talentos. Establecer relaciones lo antes posible. Conocer a las personas antes de necesitarlas”.
En cuanto a los trabajadores, aunque salirse sin más puede satisfacer sus necesidades inmediatas, también deberían considerar el posible impacto a largo plazo de hacer “ghosting”, a un empleador. Es como en el mundo de las citas, nadie piensa con afecto de alguien que se fue sin decir adiós.
“Es muy poco profesional”, dijo Dawn Fay, presidente de distrito de la firma consultora de empleo estadounidense Robert Half.
“No le recomiendo a nadie, ya seas un empleado o empleador, que haga ghosting jamás, jamás”.
Ella entiende las razones por las que algunos deciden hacerlo, a algunas personas simplemente no les gusta el conflicto o decepcionar a otros mientras que algunos lo hacen porque pierden el interés en un proceso de reclutamiento prolongado. Las empresas, dice Fay, pueden hacer su parte al “hacer que el proceso avance rápido” y comunicándose de manera clara.
El problema es que hacer “ghosting” o desvanecerse puede tener consecuencias.
“Es algo que realmente puede volver y afectarte más tarde en tu carrera. Nunca sabes dónde van a estar las personas, por lo que lo ideal es intentar manejarte siempre de manera profesional pase lo que pase”.
Fuente: www.bbc.com