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Los países de América Latina donde más han aumentado las remesas

Las remesas enviadas a los países de ingresos bajos y medios en 2018 alcanzaron una cifra récord, según el informe más reciente del Banco Mundial.

Según esta organización, estas remesas sumaron US$529.000 millones, lo cual muestra un aumento del 9,6% respecto al año anterior (US$483.000 millones).

Las remesas globales, es decir, las que incluyen también el dinero enviado a países de ingresos altos, sumaron un total de US$689.000 millones (mientras que en 2017 fueron de US$633.000 millones).

El incremento total de las remesas, señala el BM, está motivado por el fortalecimiento de la economía estadounidense y el empleo en dicho país, así como por un repunte en los flujos hacia el exterior de algunos países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) y de la Federación Rusa.

India se perfiló como el país que más remesas recibió en el año (US$79.000 millones), seguido por China (US$67.000 millones) y México en tercer lugar con US$36.000 millones.

Remesas en América Latina
US$ millones

País 2.017 2.018 Aumento
Colombia 5.531 6.411 15,90 %
Guatemala 8.449 9.573 13,30 %
Uruguay 98 110 11,70 %
México 32.271 35.659 10,50 %
Rep. Dom. 6.178 6.789 9,90 %
Honduras 4.323 4.746 9,80 %
Haití 2.722 2.986 9,70 %
Argentina 450 493 9,70 %
Brasil 2.699 2.934 8,70 %
Ecuador 2.849 3.086 8,30 %
El Salvador 5.054 5.458 8,00 %
Nicaragua 1.395 1.505 7,90 %
Perú 3.051 3.250 6,50 %
Venezuela 279 297 6,48 %
Chile 45 46 2,82 %
Panamá 533 538 0,90 %
Bolivia 1.305 1.284 -1,60 %
Costa Rica 564 528 -6,30 %
Paraguay 704 573 -18,57 %
Fuente: Banco Mundial
El BM estima que en 2019, las remesas enviadas a los países de ingresos bajos y medios lleguen a US$550.000 millones, y se conviertan en la mayor fuente externa de financiamiento.

En América Latina y el Caribe
En el caso de América Latina y el Caribe, las remesas también registraron un crecimiento de un 10%, sumando US$88.000 millones en 2018 gracias a la bonanza de la economía estadounidense.

México sigue siendo el país que más dinero recibe en concepto de remesas, y, en comparación con 2017, estas aumentaron 11%.

Sin embargo, el país en el que más aumentaron las remesas fue Colombia, que mostró un incremento del 16% (de US$5.531 millones a US$ 6.411 millones)

A Colombia le sigue Guatemala, con un incremento de 13%, el ya mencionado México, República Dominicana y Honduras -en ambos países las remesas crecieron 10%, y finalmente Ecuador, con un aumento del 8%.

Costo de envío
El informe pone de manifiesto lo elevado que continúa siendo el costo de enviar dinero.

Según el BM, el costo de enviar U$200 siguió siendo en promedio 7% durante el primer trimestre de 2019 (el objetivo es reducirlo al 3% para 2030).

Los bancos son los que más cobran por el envío (cerca de un 11%), seguidos por las oficinas de correo que suelen cobrar poco más del 7%.

“El costo elevado de las transferencias de dinero reduce los beneficios de la migración”, aseguró en un comunicado Dilip Ratha, principal autor del informe.

Fuente: www.bbc.com

La ventana Reflexion

Había una vez dos hombres, los dos con enfermedades graves, en la misma

pequeña habitación de un gran hospital. Pese a ser una habitación

minúscula, tenía una ventana que miraba al mundo. A uno de los hombres,

como parte de su tratamiento, se le permitía sentarse en la cama durante

una hora por la tarde (algo relacionado con la extracción de líquido de

sus pulmones). Su cama estaba junto a la ventana. Pero el otro hombre

debía pasar todo el tiempo acostado boca arriba.

Todas las tardes, cuando el hombre que estaba al lado de la ventana se

instalaba para su hora, pasaba el tiempo describiendo lo que veía

afuera. Al parecer, la ventana daba a un parque en el que había un lago.

En él habían patos y cisnes y los chicos se acercaban para arrojarles

pan y hacer navegar sus barquitos. Los enamorados caminaban tomados de

la mano junto a los árboles y había flores y canteros de césped y

juegos. Y al fondo, detrás de la hilera de árboles, se veía un

espléndido panorama de la ciudad, recortada contra el cielo.

El hombre acostado escuchaba las descripciones que le hacía el

otro, disfrutando cada minuto. Oía que un chico casi se había caído al

lago y lo lindas que estaban las chicas con sus vestidos de verano.

Las descripciones de su amigo, en definitiva, le hacían sentir que

prácticamente podía ver lo que pasaba afuera.

Una tarde muy agradable, se le ocurrió: Por qué el hombre de la ventana

debía tener todo el placer de ver que pasaba? Por qué no iba a tener el

una oportunidad? Se sintió avergonzado, pero cuanto mas trataba de no

pensar así, más quería el cambio.

Haría cualquier cosa! Una noche, mientras miraba el techo, el otro

hombre se despertó de repente con tos y ahogos, y trató desesperadamente

de alcanzar el botón para llamar a la enfermera. Pero el hombre lo

observó sin moverse, incluso cuando el sonido de la respiración se

detuvo.

A la mañana, la enfermera encontró al otro hombre muerto y, en silencio,

se llevaron su cadáver. Cuando lo consideró oportuno, el hombre preguntó

si no podían cambiarlo a la cama que estaba al lado de la ventana. Lo

trasladaron, lo instalaron y lo pusieron cómodo. En cuanto se fueron,

con dificultad y laboriosamente se incorporó y se asomó por la ventana.

Enfrente había una pared blanca….

Muchas veces hacemos daño a gente sin motivo, cuando lo único que trata

es de animarnos y de que veamos la vida de la mejor manera.

Hay que darlo TODO, hasta que duela.

Los 10 países del mundo con más ejecuciones por pena de muerte

Al menos 690: este es el número de personas ejecutadas en todo el mundo en 2018 tras ser condenadas a pena de muerte.

Se trata de la cifra más baja en más de una década, según un informe de Amnistía Internacional (AI) publicado el miércoles.

De hecho, las 690 personas ejecutadas en 2018 en 20 países -excluyendo a China- representan una caída del 31% respecto al 2017, cuando se registraron 993 muertes.

Estos sonlos países con más ejecuciones… a falta de datos de China:

Las estadísticas recogen las ejecuciones registradas en todo el mundo con la excepción de China, un país cuyas cifras siguen clasificadas como secreto de estado.

Sin embargo, Amnistía Internacional estima que cada año el país asiático condena a muerte y ejecuta a varios miles de personas.

Estas cifras convertirían a China, con mucho, en el principal ejecutor del mundo.

Los siguientes países con más ejecuciones son Irán, Arabia Saudita, Vietnam e Irak.

Entre los cuatro representan alrededor del 77% de las 690 ejecuciones confirmadas.

Las conclusiones del informe
El informe constata que el número de ejecuciones disminuyó en algunos países, pero Amnistía Internacional alerta de que en otros aumentó.

Entre estos últimos se encuentran Estados Unidos, Japón, Singapur, Sudán del Sur y Bielorrusia.

Uno de los países en los que disminuyeron las ejecuciones es Irán, hasta en un 50%.

El país asiático ejecutaba a cientos de personas cada año principalmente por delitos relacionados con las drogas.

Pero en 2018 el gobierno abolió la pena capital para algunos de estos delitos, según AI.

Y lo hizo de manera retroactiva, por lo que las nuevas medidas beneficiaron a unos 5.000 prisioneros que estaban en espera de ser ejecutados.

Los países que redujeron más las ejecuciones
A finales del 2018, un total de 106 países habían abolido la pena de muerte para todos los delitos.

Los países que registraron las caídas más significativas en las ejecuciones reportadas entre 2017 y 2018 son los siguientes:

◾ Irán: de 507 a 253

◾ Irak: de 125 a 52

◾ Pakistán: de 60 a 14

◾ Somalia: de 24 a 13

Restauración de la pena de muerte
Algunos países restablecieron la pena de muerte durante el periodo estudiado.

Uno de ellos es Tailandia, que, según el informe de AI, en 2018 realizó su primera ejecución desde 2009.

A principios de este año, también Sri Lanka manifestó su intención de reanudar las ejecuciones tras una pausa de más de 40 años. El país incluso llegó a publicar, en febrero de 2019, un anuncio para buscar verdugos.

La pena capital es legal en Sri Lanka, donde cerca de 1.300 personas están actualmente en el corredor de la muerte. Sin embargo, el país no lleva a cabo ejecuciones desde 1976.

“Desafío a todos los países que aún recurren a la pena de muerte a ser audaces y poner fin a este castigo abominable“, declaró Kumi Naidoo, el secretario general de Amnistía Internacional.

Fuente: www.bbc.com

Qué pueden enseñar las abejas a los economistas sobre cómo funcionan los mercados?

Es un hecho poco conocido que los economistas aman a las abejas, o al menos la idea de las abejas.

El logo de la Royal Economic Society es una abeja.

“La Fábula de Las Abejas” es un libro del filósofo, economista y sátiro neerlandés Bernard de Mandeville, que contiene el poema “Las Murmuraciones de la Colmena: o, Los Bribones se vuelven Honestos“ y una discusión del mismo.

Publicado en 1732, utiliza las abejas como una metáfora de la economía, y anticipa conceptos económicos modernos como la división del trabajo y la “mano invisible” que significa “la codicia es buena”.

Y cuando James Meade, un futuro ganador del Premio Nobel de Ciencias Económicas, estaba buscando un ejemplo para ilustrar una idea complicada en la teoría económica, recurrió a la abeja como inspiración.

Esa idea era lo que los economistas llaman una “externalidad positiva”, algo que es bueno pero que al mercado libre no le interesa producir lo suficiente para satisfacer los deseos de la sociedad, lo que significa que el gobierno podría querer subsidiarlo.

Para James Meade, el ejemplo perfecto de una externalidad positiva fue la relación entre las manzanas y las abejas.

Imagínate, escribió Meade en 1952, una región que contiene algunos huertos y un poco de apicultura.

Si los agricultores de manzanas plantaran más manzanos, los apicultores se beneficiarían, porque eso significaría más miel.

Pero los agricultores de manzanas no disfrutarían de ese beneficio, esa externalidad positiva, y por lo tanto no plantarían tantos manzanos como para mejorar la situación de todos.

Esto es, según Meade, “debido simple y solamente al hecho de que el productor de manzanas no puede cobrarle al apicultor por la comida de las abejas”.

Pero hay un problema con su tesis: la flor de manzana casi no produce miel.

Y esa es solo una de las varias cosas que James Meade no sabía sobre las abejas.

Una dulce historia
Para entender un error más fundamental de Meade, necesitamos una breve historia de los humanos y las abejas.

Érase una vez que no había apicultura, solo la caza de miel, en la que los humanos intentaban robar los panales de abejas silvestres. Eso lo vemos representado en pinturas rupestres.

Luego, hace al menos 5.000 años, se formalizó la práctica.

A los griegos, los egipcios y los romanos les fascinaba la miel domesticada.

En la Edad Media, los apicultores utilizaban unas colmenas tejidas clásicas que parecen un montón de neumáticos de paja.

El problema de las colmenas es que si querías la miel, debías deshacerte de las abejas, y los apicultores generalmente las envenenaban con humo sulfuroso, recogían la miel y se preocupan por construir otra colonia de abejas cuando la necesitaran.

Sin embargo, con el tiempo, la gente comenzó a preocuparse por este desperdicio y desdén por una criatura que no solo nos da miel sino que también poliniza las plantas.

En la década de 1830, un movimiento por los derechos de las abejas surgió en Estados Unidos con el lema: “Nunca mates a una abeja”.

Y, en 1852, la Oficina de Patentes de EE.UU. otorgó el número de patente 9300A al clérigo Lorenzo Langstroth por una colmena de marco móvil.

Abejas portátiles
Presentational white space
La colmena Langstroth es una caja de madera con una apertura en la parte superior y marcos que cuelgan, cuidadosamente separados unos de otros por unos mágicos 8 mm de “espacio de abeja”: si fueran más pequeños o más grandes, y las abejas comenzaran a agregar sus propias estructuras, esto resultaría inconveniente.

La reina está en el fondo, confinada por un “excluidor de la reina”, una malla que impide su entrada pero permite que las abejas obreras pasen. Esto mantiene sus larvas de abejas fuera de los panales.

Los panales se pueden sacar fácilmente y la miel se cosecha con una centrífuga que gira, la recoge y la filtra.

La nueva colmena era una maravilla de diseño y eficiencia que permitió la industrialización de la abeja.

Y es esa industrialización la que James Meade no había captado del todo.

Con las colmenas Langstroth, las abejas se volvieron portátiles.

Nada impedía que los agricultores llegaran a algún acuerdo financiero con los apicultores para ubicar colmenas en medio de sus cultivos.

Un par de décadas después del famoso ejemplo de James Meade, otro economista, Steven Cheung, sintió curiosidad al respecto.

Esa curiosidad lo llevó a hacer algo que los economistas quizás no hacemos con la suficiente frecuencia: llamó a algunas personas reales y les preguntó qué sucedía en el mundo real.

Lo que Meade nunca supo
Descubrió que los productores de manzanas habitualmente le pagaban a los apicultores por el servicio de polinización de sus cultivos.

Para algunos otros cultivos, los apicultores les pagaban a los agricultores el derecho a cosechar su néctar.

Ese mercado que Meade dijo que no podía pero debía existir… existía.

Así que las manzanas y las abejas no son un buen ejemplo de una externalidad positiva, porque la interacción efectivamente tiene lugar en un mercado. Y ese mercado es enorme.

Hoy en día, su centro de gravedad es la industria de la almendra de California.

Los almendros ocupan casi 4.000 kilómetros cuadrados de California, y los agricultores venden alrededor de US$5.000 millones de sus semillas al año.

Mientras las abejas duermen
Las almendras necesitan abejas melíferas: cinco colonias por cada 10.000 metros cuadrados, que se alquilan por alrededor de US$185 por colonia.

Cada primavera llegan a la región de los almendros californianos camiones cargados con 400 colmenas Langstroth cada uno, y que han viajado de noche mientras las abejas duermen.

Las cifras son asombrosas: el 85% de los dos millones de colmenas comerciales en EE.UU. son transportadas, con decenas de miles de millones de abejas en ellas.

Como describe Bee Wilson en “La colmena: la historia de la abeja y nosotros”, los grandes apicultores de EE.UU. administran 10.000 colmenas cada uno y desde California pueden viajar a los huertos de cerezos del estado de Washington, luego al este a los girasoles del norte y sur de Dakota y luego a los campos de calabazas de Pennsylvania o de arándanos de Maine.

Meade se equivocó al imaginar la apicultura como una especie de idilio rural. Las abejas se han industrializado casi por completo y la polinización se ha comercializado a fondo.

Y eso presenta un dilema
Los ecólogos están preocupados por las poblaciones de abejas silvestres, que están en fuerte declive en muchas partes del mundo.

Nadie sabe muy bien por qué. Los sospechosos de este crimen incluyen parásitos, pesticidas y el misterioso “trastorno de colapso de colonias”, en el que las abejas simplemente desaparecen, dejando atrás a una reina solitaria.

Las abejas domesticadas enfrentan las mismas presiones, y eso debía disparar unas de las leyes más básicas de la economía: ante la reducción del suministro de abejas, aumenta el precio de los servicios de polinización.

Pero eso no es lo que los economistas han observado en absoluto.

El trastorno de colapso de colonias parece haber tenido un efecto mínimo en cualquier métrica práctica en el mercado de las abejas.

Los agricultores están pagando lo mismo por la polinización, y el precio de las nuevas reinas, que son especialmente criadas, apenas a cambiado.

Parece que los apicultores industriales han logrado desarrollar estrategias para mantener a las poblaciones de las que dependen: criar y comerciar reinas, dividir colonias y comprar paquetes de refuerzo de abejas.

Es por eso que no hay escasez de miel -o de almendras, manzanas, o arándanos-, al menos no por ahora.

¿Deberíamos celebrar los incentivos económicos por preservar al menos algunas poblaciones de abejas? Quizás.

Otra perspectiva es que es precisamente ese impulso de larga data de la economía moderna de controlar y monetizar el mundo natural lo que causó el problema en primer lugar.

Antes de que la agricultura de monocultivos cambiara los ecosistemas, no era necesario arrastrar colmenas Langstroth por el campo para polinizar los cultivos; las poblaciones locales de insectos silvestres se ocupaban de esa tarea de forma gratuita.

Entonces, si queremos un ejemplo de una externalidad positiva, algo que el libre mercado no proporcionará en la cantidad que la sociedad quisiera, tal vez deberíamos buscar usos de la tierra que ayuden a las abejas silvestres y otros insectos.

Praderas de flores silvestres, tal vez, algo que algunos gobiernos están subsidiando, tal como habría aconsejado James Meade.

Fuente: www.bbc.com

Cuáles son los países más “desdichados” del mundo (y de América Latina)

En términos económicos, los países también pueden ser felices o desdichados, analiza el economista estadounidense Steve Hanke.

Si un país tiene elevados índices de inflación, altos costos de endeudamiento y desempleo, es muy probable que sea desdichado.

Y de forma contraria, si un país crece económicamente, tiene inflación y tasas de interés bajas y poco desempleo, tiende a ser más feliz.

Hanke, que es profesor de economía aplicada de la Universidad de John Hopkins, en Baltimore, Estados Unidos, elabora el índice anual de países más desdichados (Misery Index, en inglés).

Y en 2018, en uno de los extremos del indicador se ubica Tailandia, como el país más feliz.

Mientras que Venezuela figura como el más desdichado.

¿Cómo y qué se calcula?
El índice fue creado por el economista estadounidense Art Okum en la década de 1960 y solo mostraba la suma de la tasa de inflación anual de un país y el desempleo.

Con los años, el indicador fue pasando de manos y sufriendo modificaciones hasta llegar a la actual versión con cambios hechos por Hanke.

El índice refleja la suma de las tasas de desempleo, inflación y de préstamos bancarios de un país, menos el cambio porcentual en Producto Interno Bruto (PIB) real per cápita.

Entonces si un país obtiene un puntaje alto en el indicador refleja un mayor nivel de “desdicha”.

Los países más “desdichados”, según Steve Hanke
Países Índice
1.Venezuela 1.746.439,1
2.Argentina 105,6
3.Irán 75,7
4.Brasil 53,6
5.Turquía 53,3
6.Nigeria 43
7.Sudáfrica 42
8.Bosnia y Herzegovina 38,2
9.Egipto 36,8
10.Ucrania 34,3
Fuente: Prof. Steve Hanke
Los más desdichados
Según el índice publicado el último marzo, el país más desdichado en 2018 fue Venezuela, que se ubica en el puesto 1 de los 95 países estudiados con 1746.439,1 puntos.

El país sudamericano, que lleva varios años sumido en una profunda crisis económica, política y social, ocupa el primer lugar en el listado desde 2015.

Tiene la tasa de inflación más alta del mundo y una carencia generalizada de alimentos y medicinas.

Pero Venezuela experimentó un aumento drástico durante el año pasado a medida que se aceleró el colapso de la economía, asegura Hanke.

Y, para el economista, la solución para combatir la hiperinflación del país y “convertirlo en menos desdichado es implementar cambios políticos y un nuevo régimen cambiario”, le dijo a BBC Mundo.

El segundo lugar entre los países más desdichados lo ocupa otra nación sudamericana: Argentina.

El país tiene 105,6 puntos en el índice y saltó al puesto dos el año pasado (desde el cuarto lugar que ocupaba en 2017) después de sufrir una nueva devaluación del peso y una escalada en los precios al consumidor, que alcanzó un 47% en 2018.

“Hasta que Argentina no abandone el asediado peso y lo reemplace con el dólar estadounidense, será desdichado”, escribió Hanke en Forbes.

Irán ocupa el tercer puesto con 75,7 puntos y Brasil, con 53,6, es el cuarto en el índice

Los menos desdichados
El país menos desdichado de 2018 fue Tailandia ubicándose en el puesto 95 de los países estudiados en el índice con 1,7 puntos.

La economía de Tailandia, de unos US$515.000 millones, creció en 2018 un 4,1%, el aumento más fuerte en 6 años, publicó Reuters.

El gobierno militar que gobierna desde el golpe de estado de 2014 dio estabilidadal país y el partido promilitar Palang Pracharath fue recompensado en las elecciones del pasado 24 de marzo, opina Hanke.

Si bien aún no se conocen los resultados oficiales de las elecciones, la Comisión Electoral de Tailandia dijo que el conteo final de votos arrojó que el partido promilitar había ganado el voto popular.

Pero un gobierno militar no es necesariamente la clave de la dicha.

De hecho, Hungría (con 2,6 puntos), Japón (3,3) y Austria (3,9) le siguen a Tailandia como los países menos desdichados.

El mejor posicionado de América Latina, por su parte, es Chile en el puesto 58, con 10,3 puntos.

Le siguen Panamá (10,7) en la posición 54 y Bolivia (10,8) en el lugar 52.

Fuente: www.bbc.com