Las autoridades brasileñas dijeron que descubrieron trabajadores empleados en condiciones parecidas a la esclavitud en las obras de expansión del aeropuerto internacional de Sao Paulo en preparación para la Copa Mundial de Fútbol del próximo año.
Una investigación del inspector del ministerio de Trabajo encontró que uno de los más grandes contratistas de construcción del país forzó a más de 100 obreros a vivir en condiciones miserables cerca del sitio de la construcción.
Los trabajadores fueron contratados a centenares de kilómetros, en los estados más pobres del noreste.
Además tuvieron que pagar a la compañía más de US$200 por transporte y para garantizar sus empleos.
Se les estaba pagando aproximadamente US$625 por su trabajo.