Canal de Panamá: un acuerdo fundamental para el Caribe

Canal de Panamá: un acuerdo fundamental para el Caribe

Las obras pretenden construir una tercera esclusa en el Canal de Panamá que permita la navegación de buques de mayor envergadura.

La Autoridad del Canal de Panamá (ACP) informé este viernes que llegó a un acuerdo con el consorcio encargado de la ampliación de la vía interoceánica para concluir la obra, después de una disputa entre ambas partes por los sobrecostos de los trabajos.

En un comunicado, la ACP anunció el cierre de las conversaciones con el consorcio internacional Grupo Unidos por el Canal (GUPC), que es liderado por la empresa constructora española Sacyr, junto con la italiana Salini Impregilo.

"Hemos logrado un acuerdo conceptual que protege los intereses del Canal de Panamá dentro de los términos del contrato y respetando nuestras posiciones", anunció Jorge Luis Quijano, administrador de la ACP.

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El problema

¿Qué necesidad había de ampliar el Canal de Panamá? ¿Y de dónde surgieron tantos inconvenientes en una obra que se suponía bien planeada y ejecutada? Para eso hay que contar un poco de historia.

Cuando el Canal de Panamá se entregó en 1914, se hizo pensado para que pasaran por allí los grandes buques que existían en ese entonces y también dejando un margen de espacio para los barcos del futuro.

Así, los barcos que midieran como máximo 33,53 metros de manga (ancho) por 320 metros de eslora (longitud) y con una profundidad de 25,9 metros podrían pasar sin problema por las esclusas construidas.

A esta medida de barcos se le llamó Panamax. Sin embargo, con el tiempo y el avance de la navegación se comenzaron a construir buques con más capacidad de almacenamiento. A estos barcos, que no podían pasar por el Canal, se les llamó Post Panamax.

Las inversiones implicadas

En 2007, después de años de planeación, la ACP contrató los servicios del consorcio GUPC para la construcción de una ampliación que le permitiera a los Post Panamax navegar por sus esclusas y así ganar más volumen de circulación.

El director de la ACP, Jorge Quijano, informó sobre el acuerdo alcanzado.

Las obras consisten en la construcción de un tercer paso de esclusas, que tengan una mayor longitud y más profundidad para el paso de buques, entre otros proyectos.

El proyecto inicial costaría US$3.118 millones. Y para reunir ese dinero llegaron varios interesados: puertos como los de Miami, Cartagena, Jamaica, Costa Rica entre otros, que invirtieron en la necesidad de evitar que los grandes buques, que vienen desde Asia, tuvieran que rodear Sudamérica para llegar hasta sus países.

Pero no son solo las inversiones directas. El puerto de Miami se encuentra de un proceso de modernización para recibir a los Post Panamax y que le ha costado US$220 millones. Además la Asociación de Autoridades Portuarias de Estados Unidos informó que conglomerados públicos y privados invertirán US$46.000 millones en infraestructura portuaria con miras a la expansión del Canal de Panamá.

Otro país muy interesado es Colombia, quien a través de la Agencia Nacional de Infraestructura señaló que desea convertir al puerto de Buenaventura en el Pacífico y a Cartagena en el Caribe, como núcleos de tráfico marino Post Panamax.

Cierre y acuerdo

La ampliación comenzó bien. Sin embargo, a fines de 2013, la GUPC informó que no podría continuar con las obras debido a que los sobrecostos alcanzaban los US$1.600 millones y no tenían suficiente liquidez para afrontarlos.

La obra, planeada para entregarse en 2015 y que está en la mitad de la construcción, tenía como mayores problemas la falta de dinero para continuar los trabajos y la importación de 16 compuertas desde Italia, que son fundamentales en el proyecto.

Las alertas se encendieron. Unas 10.000 personas que habían sido contratadas hasta el final del proyecto perderían sus empleos y la imagen del país centroamericano quedaría por el suelo al no poder llevar a cabo un proyecto fundamental para su modernización.

Tras dos meses de negociaciones, en los que ACP fue categórico en defender el patrimonio del Canal, mientras que la GUPC amenazaba con ir a estrados judiciales si la Autoridad no se hacía cargo de los costos extras, se llegó a un "buen puerto" este viernes.

El acuerdo, calificado como "conceptual" incluye un adelanto del pago final por parte de la ACP de US$100 millones y un compromiso de la GUPC de inyectar otros US$100 millones de capital. También, que 12 de las compuertas lleguen a Panamá a finales de 2014, en una importación escalonada.

Según el consorcio que construye la ampliación del Canal, ha tenido un sobrecoste de
US$1.600 millones.

Nuevos plazos

Por supuesto, la parálisis trajo otros incovenientes. La obra de ampliación del Canal de Panamá estaba prevista para finalizar a mediados de 2015.

Sin embargo, con el acuerdo se espera que las obras se aplacen seis meses más y la tercera esclusa del Canal de Panamá, habilitada para el paso de barcos Post Panamax, se entregará en diciembre de 2015.

"El precio del contrato de mantiene en US$3.118 millones y este acuerdo conceptual se inscribe dentro de los términos de ese contrato firmado por la GUPC y la ACP", dijo Quijano.

Cualquier reclamo sobre los sobrecostos (que GUPC ubica en US$1.600) , aclaró, deberá ser tramitados ante organizaciones internacionales, ya que no serán reconocidos por la ACP.

Por su parte el presidente de la Sacyr, Manuel Manrique, grupo que lidera la GUPC, señaló que el acuerdo es satisfactorio para ambas partes y fundamental para acabar las obras lo más pronto posible.

"Esperamos firmar el acuerdo la semana que viene, para que podamos continuar adelante con las obras", afirmó Manrique.

radioroja

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