En un día común de trabajo, los empleados de la Cancillería británica (Foreign Office) en todo el mundo reciben reclamos de compatriotas que se enfermaron o fueron detenidos. Pero, ¿qué pasa con gallos ruidosos?
Silenciar a una gallina que cacareaba de más fue una de las peticiones más inusuales que recibió el personal consular el año pasado. Otra persona pidió cómo contactar a la esposa de Paul McCartney.