Warren Buffett: cómo funciona “la filosofía al revés” del multimillonario, según Bill Gates

Todos lo sabemos: Bill Gates y Warren Buffett son multimillonarios exitosos.

Ambos ocupan el segundo y tercer lugar en la lista de las personas más ricas del planeta, según la revista Forbes (el primero es el creador de Amazon, Jeff Bezos).

Si sumáramos las fortunas de ambos alcanzaría los US$179.000 millones.

Pero más allá de los números y los negocios, ambos también son amigos.

Bill Gates, el cofundador de Microsoft y creador de la fundación Bill & Melinda Gates, la organización de caridad privada más grande del mundo, es desde hace años un admirador del inversionista estadounidense Warren Burrett.

Pero no solo por su habilidad en hacer negocios, sino también por su forma de mirar la vida.

“Cada vez que veo a Warren, me sorprende su asombrosa y perspicaz forma de ver al mundo al revés“, escribió Gates en su blog Gates Notes.

“Filosofía al revés”
Conocido como el “el oráculo de Omaha(Nebraska EE.UU.)”, Warren Buffett es considerado uno de los inversionistas más exitosos de la historia.

Buffett está al frente de Berkshire Hathaway, que a su vez administra más de 60 empresas, entre ellas el fabricante de baterías Duracell, la compañía de seguros Geico, y la cadena de restaurantes y venta de helados Dairy Queen (DQ), con presencia en más de 20 países.

Y en esta última empresa es donde Bill Gates pone la lupa para explicar la “filosofía al revés” de Warren Buffett.

Uno de los menú más populares en Dairy Queen es el Blizzard, un helado suave y cremoso mezclado con galletas, brownies o dulces, cuya particularidad es que se sirve al revés.

“Es una sorprendente pieza de arte de comida rápida que demuestra que cada ingrediente es tan espeso que desafiará la gravedad”, describió Gates.

“Pensar de manera diferente y celebrar una filosofía al revés es el sistema DQ”, definió uno de los ejecutivos de la empresa y Gates opinó que lo mismo podría decirse de su propietario a quien define como un “genio”.

Según el cofundador de Microsoft, Buffett “piensa diferente, en casi todo”.

“Para empezar, él atribuye su increíble éxito a algo que cualquiera podría hacer: ‘Simplemente me siento en mi oficina y leo todo el día’“.

Gates también calificó a Buffett como uno de los hombres más pacientes que conoce.

“En una época en que la gratificación instantánea es deseada en todos los aspectos de la vida, Warren es una de las personas más pacientes que conozco, dispuesta a esperar para obtener los resultados que desea”, escribió.

“Cómo una vez dijo él: ‘Alguien está sentado a la sombra hoy porque otra persona plantó un árbol hace mucho tiempo’“, añadió Gates en su blog al describir su visita en mayo pasado a Omaha, cuando se realizó la reunión anual de accionistas de Berkshire Hathaway, una cumbre conocida como “el Woodstock del capitalismo”.

Incluso se sabe que la dieta de Warren Buffett es contraria a todas las recomendaciones nutricionales que un hombre de 88 años podría recibir ya que consume varias botellas de gaseosa cola e ingiere comida chatarra a diario.

“Incluso su dieta es extrañamente al revés. En lugar de terminar su día con el postre, así es como le gusta comenzarlo. ¡Él incluye (galletas) Oreos y helados en sus desayunos!”, señaló Gates.

No siempre funciona
Pese a que Buffett es un referente entre los inversores globales cuyos consejos suelen ser muy valorados en los círculos financieros, no siempre acierta en sus decisiones.

Y tampoco tiene pudor en reconocer cuando se equivoca.

“Me equivoqué con Google y Amazon. Tomé malas decisiones”, dijo en la reunión de 2018 de Berkshire Hathaway.

“Creo que lo que ha hecho Jeff Bezos es algo cercano a un milagro”, definió.

También reconoció que tomó decisiones financieras en base a emociones que le costaron varios millones.

Buffett compró Berkshire Hathaway en 1962 cuando era una firma textil que le iba mal y puso más dinero.

Cuando pensó que lo estaban tratando de estafar, tomó el control de la firma, despidió a los directivos e intentó mantener el negocio durante otros 20 años.

El multimillonario dijo que esa decisión, basada en sus emociones más que en la razón, “fue un error de US$200.000 millones”.

Sin embargo, varios analistas consideran que el movimiento que hizo Buffett con Berkshire Hathaway fue una de las operaciones de inversión más exitosas en los últimos años.

Fuente: www.bbc.com

Invertir en la educación infantil es la mejor estrategia contra el crimen”: James Heckman, nobel de Economía

James Heckman ya había ganado el Premio Nobel de Economía cuando empezó a dedicarse al tema por el que pasaría a ser realmente conocido.

Se trata de la primera infancia —de 0 a 5 años de edad—, la relación de esta con la desigualdad social y el potencial que hay en esta fase de la vida para lograr cambios capaces de sacar a la gente de la pobreza.

Heckman llegó a la conclusión de que invertir en la primera infancia es una estrategia eficaz para el crecimiento económico. Él calcula que el retorno financiero de cada dólar gastado es de los más altos.

Esto se debe a que, en la etapa entre el nacimiento y los 5 años de edad, el cerebro se desarrolla rápidamente y es más maleable.

Esta etapa provee maneras más fáciles de incentivar habilidades cognitivas y de personalidad —atención, motivación, autocontrol y sociabilidad— necesarias para el éxito en la escuela, la salud, la profesión y la vida en general.

A principios de 2000, Heckman comenzó a analizar datos del Proyecto Preescolar Perry, un experimento social que cambió la vida de sus participantes.

En 1962, en la pequeña ciudad de Ypslanti (Michigan, Estados Unidos), 123 alumnos de la misma escuela fueron divididos aleatoriamente en dos grupos. Uno de ellos, de 58 niños, recibió una educación preescolar de alta calidad y el otro, de 65, no. Este último era el grupo de control.

El objetivo era probar si el acceso a una buena educación infantil mejoraría la capacidad de los niños desfavorecidos para obtener éxito en la escuela y en la vida.

“El consenso cuando empecé a analizar los datos era que el programa no había sido exitoso porque el coeficiente intelectual (CI) de los participantes era igual al de los no participantes”, recuerda años después el economista, en conversación con BBC News Brasil.

Entonces, Heckman y sus colegas decidieron analizar los resultados del experimento usando otro ángulo.

“Decidimos concentrarnos no en el CI, sino en las habilidades sociales y emocionales que los participantes demostraron en las etapas siguientes de sus vidas. Entonces vimos que el programa era, en realidad, mucho más exitoso de lo que la gente pensaba.

“Constatamos que los participantes tenían más probabilidades de estar empleados y muchas menos probabilidades de haber cometido crímenes“, relata.

El análisis de Heckman sobre los resultados del programa Perry llegó a la conclusión de que hubo un retorno sobre la inversión del 7 al 10% al año, teniendo en cuenta el aumento de la escolaridad y el desempeño profesional, así como la reducción de los costos en áreas como el refuerzo escolar, la salud y los gastos del sistema penal.

Este es un extracto de la entrevista de BBC News Brasil con James Heckman.

¿Cómo era el currículum de Perry y por qué fue tan exitoso?

Cuando empecé a estudiar el proyecto también pensaba que se trataba de un currículo, pero no lo era. Tampoco lo son ninguno de los otros programas de educación infantil de calidad.

No se trata exactamente de aulas, sino que son como una familia extendida. Son grupos pequeños de niños que reciben mucha atención, orientación, muchos estímulos.

En el caso de Perry, llevaban a niños de familias muy pobres a una guardería. Allí se convertían como en sus padres, pues se quedaban mucho tiempo con el niño y le daban una tutoría.

Los llevaban al zoológico, al parque, jugaban con ellos. Esto le daba a los niños la oportunidad de interactuar con sus pares. Por eso funcionó. El programa también incluía visitas semanales a los padres, quienes quedaron muy entusiasmados porque los niños volvían a casa contentos.

Entonces ellos acababan estimulándolos aún más.

Las lecciones de este programa también son transferibles a programas de visita (a las casas de los padres, en las que un educador enseña a los padres cómo estimular a sus hijos pequeños), aunque parezcan ser diferentes.

Una de las lecciones de estos programas es cuán importante es la vida doméstica en la formación.

Un programa que se está implementando en Jamaica, por ejemplo, consiste en pasar una hora a la semana con la madre enseñándole cómo puede interactuar con los niños (desafiarla, involucrarla).

El precio no es tan alto y el retorno es enorme.

¿Qué llamó su atención sobre los datos que había arrojado el programa?

Muchas personas decían que el programa era un fracaso, porque el CI de los participantes era igual al de los no participantes. Este fue el consenso al principio.

Nosotros observamos otras cosas, como las habilidades sociales y emocionales que los participantes demostraron en las etapas siguientes de sus vidas.

Ellos desarrollan habilidades ejecutivas, de planificación, de interacción, de cumplimiento de tareas, de seguir instrucciones.

Observamos su capacidad de obtener empleo, su participación en actividades criminales y así vimos que el programa había sido mucho más exitoso de lo que la gente creía, porque sólo se había evaluado un ángulo restringido (el del CI).

En todos los países donde este tema ha sido investigado se concluye que la desigualdad en la primera infancia persiste en las etapas posteriores. El ambiente en los primeros años es muy importante. En esta fase el niño construye una base de habilidades que le servirán para el futuro.

Los niños pequeños son muy maleables y mutables. Hay una flexibilidad en esta etapa que no se ve en otras. Es una cuestión de eficiencia económica.

Sin embargo, de manera general se le da más atención a la educación en las etapas siguientes de la vida. ¿Por qué es difícil cambiar esto?

Porque los padres de niños desfavorecidos no saben por qué estos se queden atrás. En realidad, sólo hay que estimularlos. Hay estudios que demuestran que leerles a los niños tiene un impacto enorme en su desarrollo.

Otro factor es que la gente no tiene tiempo. No estoy diciendo que las madres no deben trabajar para pasar el día en casa con los hijos, pero esos años iniciales necesitan ser enriquecidos. Una solución es la educación preescolar de calidad.

¿Cree que los gobiernos han prestado más atención a la primera infancia, en las últimas décadas ? ¿Cuáles son los desafíos en este sentido?

El desafío es cambiar la forma de pensar. Es erróneo pensar que la educación formal es el camino para la creación de habilidades y que el modelo del profesor de pie delante de la clase que enseña a los niños es la manera correcta de generar vidas exitosas.

Este raciocinio es promovido incluso por cursos superiores de educación y por personas bien intencionadas. Pero lo más importante es pensar en la familia y en la formación del niño.

En el caso del proyecto Perry, su investigación concluyó que los beneficios se extendieron a la segunda generación. ¿Cómo ocurre esta transferencia de una generación a la otra?

Los participantes son personas exitosas. Ellos tienen estadísticamente una oportunidad mucho menor de haber cometido crímenes.

Vemos que hay mucha correlación entre la actividad criminal de los padres y la de los hijos. Los padres que estuvieron en el proyecto Perry reproducen con sus hijos lo que aprendieron en la infancia.

Sus investigaciones muestran que los hombres se benefician de estos programas mucho más que mujeres. ¿Por qué sucede esto?

Los niños son más sensibles a los cambios y tienen más posibilidades de entrar en el mundo del crimen. Las niñas también se benefician, pero el riesgo que corren es muy inferior al de los varones.

Hay una influencia social que en la práctica separa a los muchachos de las muchachas muy temprano.

Pero también es verdad que las niñas de 3 años de familias desajustadas tienen más posibilidades de involucrarse en actividades como la lectura de libros y menos posibilidades de meterse en problemas. La gente no quiere hablar de eso, pero es verdad.

Los niños desarrollan a un ritmo diferente y las niñas parecen conseguir estructuras más fácilmente que los niños. Las muchachas son más resistentes.

En general, cuando los niños se crían en familias donde sólo está la madre, sin figuras paternas, tienen más dificultad para obtener orientación en la vida.

El lazo entre hijas y madres es diferente del de la madre con el hijo. La madre ama al hijo, pero es diferente.

¿Cuál es la relación entre buen desarrollo infantil y la criminalidad?

Este es el principal resultado de todos estos programas de educación infantil. El mayor retorno para cada dólar invertido en todos ellos se ve en la reducción de crímenes y la creación de un ambiente alentador para los niños.

La gente ignora eso, pero es importantísimo. Es por eso que estos programas son tan exitosos para los hombres. Es una estrategia anticrisis. Aunque solo fuera por eso, deberían ser tomados en serio como política pública.

Si la persona no tiene la oportunidad de desarrollarse en la primera infancia, ¿es un caso perdido?

El desarrollo ocurre en otras etapas de la vida. Sin embargo, una etapa lleva a la otra. El niño bien formado puede aprovechar mejor los aprendizajes futuros.

Pero no debemos desistir de las personas después de una cierta edad. Eso no es verdad.

Algunos críticos dicen que los resultados del proyecto Perry tienen que ser vistos con cuidado porque el programa se ha implementado en un contexto muy particular, lo que hace riesgoso extrapolar sus resultados. ¿Qué piensaal respecto?

Si usted hace una imitación y aplica el proyecto Perry de 1960 a la ciudad Porto Alegre de 2019 sería una locura. Hay adaptaciones culturales que es necesario hacer.

Pero los mecanismos que describimos son replicables. Enseñar a los padres a involucrarse en la vida del niño, esto genera resultados para el resto de su vida.

Fuente: www.bbc.com

7 consejos para ser más productivo en el trabajo, según Robert Pozen, “el gurú de la productividad” del MIT

Robert Pozen cuenta que aprendió a ser productivo porque no tenía otra alternativa.

“Vengo de una familia de bajos ingresos. Cuando estaba en la escuela secundaria tenía dos trabajos, practicaba deportes y hacía las cosas que hacen todos los jóvenes a esa edad, como divertirse, ir a fiestas”, dice Pozen en conversación con BBC Mundo.

“Aprendí a ser productivo porque tenía que conseguir suficiente dinero para financiar mi educación”, explica.

Con poco tiempo disponible, Pozen se propuso administrar de la mejor manera posible las horas del día. Y lo consiguió.

Profesor del Instituto de Tecnología de Massachusetts, MIT y autor del libro “Productividad extrema: mejora tus resultados, reduce tus horas“, desarrolló una extensa carrera en el mundo financiero, público y académico.

Ha sido presidente de Fidelity Investments (uno de los mayores fondos de inversión del mundo), presidente ejecutivo de MFS Investment Management y presidente del Comité Consultivo sobre Informes Financieros de la Comisión de Bolsa y Valores​​ de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés).

Considerado en el mundo empresarial como una especie de “gurú de la productividad”, Pozen argumenta que no hay por qué sentirse orgulloso de trabajar todos los días hasta las 10 de la noche, o dormir menos de siete horas.

Al final lo que cuenta, “son los resultados”.

“En Nueva York, por ejemplo, se ve todo el tiempo. Yo les digo que se vayan a la casa. No hay una emergencia cada noche, no hay una razón para estar constantemente hasta tarde”.

Estos son los siete pasos que recomienda para que seas más productivo en el trabajo:

1. Elabora un ranking de objetivos y prioriza tu tiempo
Cuando tienes definidos tus objetivos, crea un ranking para la semana y otro para el año. Pocas personas lo hacen y esto es muy importante.

Divide tus objetivos en términos de oferta y demanda.

En el lado de la oferta, hazte las siguientes preguntas: ¿reflejan tus objetivos lo que te gusta y en lo que realmente eres bueno?, ¿cuál es el propósito que hay detrás de cada objetivo y de las actividades que realizas para lograrlo?

En el lado de la demanda: ¿en qué medida tus objetivos incluyen lo que tu empresa u organización necesita?

2. Mide los resultados, no las horas
No mires la cantidad de horas que has trabajado, porque eso no quiere decir que has sido más productivo (es decir, que creaste más valor para tu empresa en relación al tiempo que invertiste).

Ahora, aunque hay empresas que funcionan con esta lógica, el problema es que muchas compañías siguen valorando la presencia física de los trabajadores en la oficina.

Entonces, el desafío está en cómo convencer a tu jefe de que lo que realmente importa son los resultados.

Para eso, lo mejor es que quede claramente establecido desde el principio qué se espera de ti, en cuánto tiempo, y cómo se van a medir los resultados.

3. No le prestes atención a las cosas pequeñas
Hay demasiadas cosas que nos sobrepasan y no son importantes. Por ejemplo, la avalancha de correos electrónicos.

Muchas personas revisan el correo cada cinco minutos, pero lo mejor es revisarlo cada hora o dos.

Y cuando lo revises, préstale atención solo si el asunto del correo o la persona que lo envía son relevantes.

Cuando lo abras, decide rápidamente si requiere una respuesta y si es así, hazlo de inmediato.

Guardar correos pendientes para más tarde, suele ser improductivo.

4. Empieza por el final, no por el principio
No esperes hasta el final de un proyecto para escribir las conclusiones.

Mejor hace una investigación preliminar rápida y formula conclusiones tentativas. Avanza, verifica que son correctas y luego escribe las conclusiones finales.

Mucha gente se demora seis o siete semanas en reunir toda la información que necesita y solo al final, intenta llegar a las respuestas clave.

Eso es una forma ineficiente de enfrentar un proyecto, porque después de juntardemasiada información, verás que una gran parte no es útil para tu objetivo.

5. Deja tiempo para pensar
Deja un momento del día para pensar. En vez de tener demasiadas reuniones, deja un espacio abierto para analizar las cosas.

A veces, al mirar algo por segunda vez, puedes apreciar las cosas desde otro ángulo.

6. No temas ser aburrido
No pierdas el tiempo en cosas que no son relevantes. Por ejemplo, el expresidente Barack Obama, usaba trajes de color azul.

Eso le ayudaba a no tener que pensar en cómo vestirse. Entonces, una de las claves de la productividad es eliminar todas las variables de tu vida diaria que te hacen perder tiempo.

¿Qué comer al desayuno? Escoge lo que más te gusta comer al desayuno yrepítelo todos los días. ¿Aburrido?, no importa.

La idea es transformar muchas decisiones en cosas predecibles, de modo que te quedas con más tiempo disponible para hacer otras cosas.

7. Vete a casa
En muy pocas ocasiones hay una razón suficiente para quedarse en el trabajo y no llegar a casa a la hora de cenar.

Vete a casa a una hora razonable y cena con tu familia o con las personas que son importantes en tu vida.

En ese momento, no contestes correos, ni llamados telefónicos. Ese es un tiempo diario para disfrutar con quienes tienes una relación cercana.

A menudo la gente siente vergüenza de irse más temprano, porque piensa que los demás lo van a juzgar.

Sin embargo, muchos de tus colegas han perdido su tiempo todo el día en reuniones o haciendo cosas improductivas.

Si trabajaste intensamente, vete a casa temprano.

Fuente: www.bbc.com

Los peores errores cometidos por los economistas y cómo los quieren enmendar

La ciencia social de la economía se ha equivocado en cuestiones realmente básicas y algunos economistas están tratando de corregir esos errores.

Permíteme dar dos advertencias antes de entrar en el tema.

Primero, debo declarar que amo la economía. Es un kit de herramientas maravillosas para darle sentido al mundo.

En segundo lugar, lo que está ocurriendo no es porque la economía haya tenido una mala racha.

De hecho, en las últimas décadas, los economistas han tenido (más que nunca y más que nadie) una gran influencia en todos los aspectos de nuestras vidas.

Han dirigido los bancos centrales, han dictado la forma de concebir los negocios y han ocupado los cargos más altos en los servicios civiles en todo Occidente y en las instituciones internacionales.

Su ortodoxia ha sustentado todo tipo de políticas gubernamentales.

Y durante esta era en la que han reinado los economistas, el mundo ha logrado algunos éxitos notables.

La reducción en la proporción de seres humanos que viven en la pobreza extrema en los últimos 30 años ha sido extraordinaria.

Por todo eso, la economía está en medio de un replanteamiento.

Vergonzoso
Era obvio que muchas cosas habían salido mal en el momento de la crisis financiera de 2008.

Fue una vergüenza profesional que la peor crisis en tres generaciones ocurriera poco después de que los economistas tomaran el timón.

Tan significativo como eso es que una década después de la crisis, sabemos que el modelo económico ortodoxo (que muchos llaman “neoliberal”) ha dejado insatisfechos a varios sectores en gran parte de las sociedades occidentales.

Obviamente, la política y los responsables de la formulación de políticas están respondiendo a la ira de la gente de la forma habitual: tratando de encontrar a tientas algo diferente.

Pero también está ocurriendo algo más: se está reconsiderando toda la disciplina académica de la economía, tanto la teoría como el asesoramiento sobre políticas.

No todos los economistas están de acuerdo con este proyecto, no todos los aspectos económicos están siendo cuestionados y no todo el replanteamiento es en realidad nuevo.

Pero parece que estamos en medio de un lento cambio de paradigma, y nadie sabe dónde terminará.

Las dos ‘C’
Dos palabras que comienzan con C capturan las críticas al pensamiento de la vieja escuela.

Una es la complejidad, la otra es la comunidad. Déjame explicar ambas.

La complejidad es una reacción contra algunas suposiciones muy simplistas sobre las que se construyen los modelos económicos ortodoxos.

Uno en particular, concentra la atención: la suposición de que los individuos saben lo que quieren, que maximizan su utilidad sujetándose a sus restricciones de ingresos y tiempo y que las empresas maximizan las ganancias.

Ahora: los modelos económicos tradicionales deben ser simples para que las matemáticas funcionen, y hacer que las matemáticas funcionen siempre ha sido un objetivo importante.

Además, en estos modelos se le ha atribuido un gran peso a la consistencia interna, no a la aplicabilidad práctica.

Pero resulta que el mundo es más complicado de lo que implican estas suposiciones simplistas.

La vida es desordenada
Los economistas siempre han producido sus modelos en forma de una especie de caja negra virtual que contiene docenas de ecuaciones.

En ella, pueden introducir algunos datos e inmediatamente de esa caja salen proyecciones sobre cómo se comportará la economía en diferentes circunstancias.

Esos modelos tienen cierta elegancia teórica, pero ahora existe una creciente sensación de que las economías no evolucionan a lo largo de una trayectoria matemática bien definida, sino de una manera mucho más desordenada.

Los actores individuales dentro de la economía enfrentan una incertidumbre radical, se adaptan y aprenden sobre la marcha, y observan lo que hacen los demás.

La economía avanza tambaleante en un proceso de lento descubrimiento, lleno de circuitos de retroalimentación.

Explorar otros campos
Los nuevos modelos podrían tomar conocimientos de otras ciencias: podrían analizar cómo las escuelas de peces o las bandadas de aves se mueven juntas; o podrían recurrir a modelos evolutivos de poblaciones.

Tomemos un ejemplo: ¿cómo deciden las empresas cuándo subir sus precios?

Saberlo es fundamental si quieres entender la inflación.

Los economistas piensan mucho sobre este tipo de cosas, imaginando compañías racionales que toman decisiones de precios inteligentes.

Simplificando un poco, en los modelos tradicionales, las empresas pueden tomar sus decisiones de fijación de precios observando el objetivo de inflación y suponiendo que esa será efectivamente la tasa de inflación.

O, pueden seguir con los precios de ayer, ya que cuesta mucho cambiar las etiquetas de sus productos.

Con los nuevos modelos, uno se abstendría de asumir que las empresas saben cuál es el precio correcto, consciente de que realmente están adivinando, se están observando entre ellas y aprendiendo sobre la marcha.

Así, hay múltiples caminos que la inflación podría seguir.

Los economistas han tendido a pensar que el mercado de valores es eficiente: el precio de la participación de la compañía en cualquier día es considerado como la mejor estimación posible del valor de esa participación de la compañía en ese momento.

“¿Cómo no va a serlo?”, dice la lógica.

Si la compañía valiera más que el precio de la acción implícito, entonces la gente compraría las acciones, elevando el precio de la acción hasta que alcanzara el nivel correcto.

Pero, de nuevo, el mundo real es más complicado: ¿quién toma realmente las decisiones de inversión?

Si tienes en cuenta los intermediarios financieros que cuidan el dinero en nuestro nombre, compitiendo por nuestro negocio, verás todo tipo de incentivos distorsionados.

Es posible que los administradores de fondos quieran seguir el ejemplo de otros inversionistas en lugar de tomar sus propias decisiones para no quedar como estúpidos.

Eso puede llevar a crear burbujas repentinas, así como subidas y colapsos, ya que todos se amontonan para comprar lo mismo al mismo tiempo.

O piensa el PIB (producto interno bruto), la medida más básica del ingreso nacional.

No es mucha exageración decir que se ha convertido en un fetiche en la economía, a pesar de las debilidades obvias en su capacidad de encapsular una economía entera en un solo número.

Por eso es uno de los conceptos que se están reconsiderando.

Así que nada es simple, y los economistas tienen que aprender que un modelo desordenado de la economía puede ser más útil que uno ordenado.

Lo que nos lleva al segundo tema: la comunidad.

Identidad de grupo
Resulta que las personas no solo actúan como individuos. Valoran su sentido de pertenencia a una sociedad; están felices de complacer el resto del grupo y la identidad del grupo determina su toma de decisiones.

Y no puedes simplemente asumir que eso no existe.

Entonces, por ejemplo, el viejo paradigma dominante para entender el comportamiento de la compañía ha sido asumir que todo lo que la compañía hace es para bien de los accionistas.

De hecho, muchos economistas se han permitido pasar de asumir que eso es lo que hacen las compañías, a argumentar que eso es lo que las compañías deben hacer.

Según la nueva forma de pensar, existe la sensación de que esto ha llevado a las compañías al camino equivocado: ellas mismas son comunidades complejas y operan dentro de sociedades complejas. Sus objetivos deben definirse de una manera mucho más matizada.

Encontrarás incluso economistas que atacan la noción de “la mano invisible”, esa atractiva metáfora que implica que la configuración predeterminada para cualquier mercado debería ser laissez-faire, que dejándolo a su suerte, los individuos egoístas producen, sin saberlo, el mejor resultado para la sociedad en su conjunto.

La nueva forma de pensar sugiere que el gobierno, o alguna noción de interés grupal, debe tener un papel más importante para que las cosas funcionen con eficiencia.

¿Elemental?
Entonces, la forma de pensar de los economistas sobre complejidad y comunidad está cambiando.

No quiero pretender que esta nueva tendencia representa una sacudida repentina y profunda.

Los economistas siempre han sido expertos en autocrítica, y su rama está en constante evolución.

Tampoco estoy presentando un argumento original sino lo que lo que le oigo decir a los economistas acerca de cómo sienten que su materia está cambiando.

Quizás mucha gente que no se dedica a la economía se aterre de que los economistas no se hubieran dado cuenta antes de que lo que estaban asumiendo era errado; que todo lo que he expuesto aquí es obvio.

Pero, por supuesto, la economía no se ha equivocado en todo.

Los modelos simplistas a menudo a menudo ofrecen ideas realmente útiles.

El problema es que la profesión a veces los ha tomado demasiado literalmente, y esperaba que esos estrechos modelos pudieran abarcar más de lo que podían.

Al final, es muy fácil cometer el error de aquel viejo borracho que busca sus llaves debajo de una farola.

– “¿Estás seguro de que es aquí donde se te cayeron?“, le preguntan.

– “No, fue en el parque, pero la luz es mejor aquí“, responde.

Los economistas se dedicaron a mirar dónde la luz era buena, que dónde estaba la economía.

Y es genial que ahora estén empezando a buscar en otra parte.

Fuente: www.bbc.com

Las 10 ciudades con los salarios más altos del mundo

¿Cuando un salario es realmente alto? Depende del nivel de gastos que tienes.

Si eres joven, sin hijos y arriendas un lugar pequeño tu salario lucirá mucho mejor que si tienes deudas acumuladas y gastos médicos.

Y sin duda un salario es alto o bajo en relación al costo de vida de un lugar.

Pero si nos vamos a los números a secas, por primera vez este año la ciudad estadounidense de San Francisco, California, desplazó a Zurich, Suiza, según el informe “Mapeando los precios del mundo 2019”, que desde hace siete años elabora el departamento de Investigación del Deutsche Bank.

Esto ocurre en medio de la explosión del sector tecnológico, que originalmente estaba más bien focalizada en Silicon Valley, pero que se ha ido expandiendo geográficamente hasta llegar a San Francisco.

El costo de vida en la ciudad ha aumentado aceleradamente en los últimos años, reflejándose en el valor de las viviendas.

Por ejemplo, el costo mensual de arrendar un departamento de dos habitaciones de rango intermedio es de US$3.631 (el más caro después de Hong Kong), mientras que el salario neto mensual promedio es de US$6.526.

Después de San Francisco, siguen Zúrich y Nueva York. Este es el top ten de los mayores salarios promedio mensuales del mundo.

Salarios promedio más altos del mundo
Ciudad Salario
San Francisco 6.526
Zúrich 5.896
Nueva York 4.612
Boston 4.288
Chicago 4.062
Sydney 3.599
Oslo 3.246
Copenhagen 3.190
Melbourne 3.181
London 2.956
Fuente: Deutsche Bank
Las dos caras de San Francisco
“El rápido crecimiento del sector tecnológico en Estados Unidos contribuye a que San Francisco haya desplazado a las capitales que tradicionalmente tenían los mejores salarios”, señala en informe.

Y uno de los factores que ha influido en el salto de la ciudad al primer lugar es el alza del dólar en los últimos cinco años.

Pero así como San Francisco paga los salarios más altos, también tiene gigantescos niveles de desigualdad, falta de viviendas a precios razonables para la mayoría de la población y la eterna crisis de los vagabundos.

Las estimaciones de organismos internacionales dicen que hay cerca de 7.500 personas que viven en la calle, una situación catalogada en 2018 por la Organización de Naciones Unidas (ONU) como una “violación de múltiples derechos humanos”.

De hecho, la brecha entre el 20% más rico y el 20% más pobre, sitúa a esta ciudad de California como la más desigual de Estados Unidos, seguida por San José, Seattle, Nueva York y San Diego, según cálculos de Bloomberg.

Uno de los símbolos de la acumulación de riqueza es la explosión del sector inmobiliario, el cual se ha vuelto uno de los más costosos del país con tanta acumulación de riqueza en la última década.

Una casa de rango medio puede valer fácilmente US$1.6 millones y la renta de un departamento con una habitación, US$3.700 al mes.

El costo de una “cita romántica”
Zúrich, por su parte, sigue siendo la ciudad más cara del mundo para “una cita”, de acuerdo al informe del Deutsche Bank, que cubre varios aspectos del costo de los productos y servicios en grandes ciudades del mundo que tienen especial relevancia como centros financieros.

¿Qué considera una cita? Básicamente, una comida para dos personas, bebidas suaves, dos cervezas, dos entradas al cine y el taxi.

Atendiendo a los resultados, el estudio señala que en la ciudad suiza es mejor persuadir a tu pareja para “cenar en casa, ver televisión y ahorrar tu dinero”.

Pero como siempre se pueden encontrar excepciones, si la cita se reduce exclusivamente a cervezas, Zúrich se torna un poco menos agresiva con la cuenta bancaria.

Fuente: www.bbc.com