La exitosa empresa que solo contrata a empleados autistas

Peter, Evan y Brian trabajan en una firma tecnológica con sede en Santa Mónica (California, Estados Unidos), dedicada a probar software y corregir errores.

A primera vista, no se diferencia mucho de ninguna otra compañía de la zona, con decoraciones de buen gusto sobre paredes blancas que inducen a la calma.

Peter describe la atmósfera de trabajo como “tranquila, pero divertida”, y le gusta especialmente el hecho de que no hay presión para socializar, mientras Evan dice de sus empleados que son “muy complacientes y comprensivos”. Brian describe su oficina como “única”.

Auticon es una de las pocas compañías exclusivamente para empleados con autismo.

Anteriormente conocida como MindSpark antes de ser adquirida por Auticon, con sede en Alemania, la firma fue fundada por Gray Benoist, quien, como padre de dos hijos autistas, vio pocas opciones en el mundo laboral que pudieran adaptarse a sus necesidades.

Gray Benoist fundó Mindspark (ahora Auticon) para ayudar a sus hijos autistas.
“Ambos son increíblemente capaces e inteligentes y merecen la oportunidad de poder expresar eso”, le dijo Benoist a la BBC en una visita reciente a la compañía.

“Sentí que ese hueco tenía que ser llenado y no había otra forma de hacerlo que actuando yo mismo”, agregó.

Situaciones de mucha presión
Benoist fundó la compañía en 2013 y desde entonces creció hasta tener más de 150 empleados. Su hijo mayor, que también se llama Gray, trabaja en el equipo financiero.

“Nuestra misión es darle posibilidades a un grupo que ha sido privado de sus derechos. Hay muchos segmentos de la sociedad que están infrautilizados y las personas en el espectro autista son uno de ellos”, afirma Benoist.

Evan y Peter disfrutan su trabajo en Auticon y definen el ambiente como relajado y alentador.
Su hijo Peter, por ejemplo, había trabajado en oficinas “normales” antes, pero a él no le parecían muy normales.

De hecho, comparó su vida laboral previa con un episodio de Survivors, una serie de la BBC que describe la vida de un grupo de personas después de que un brote de gripe eliminara a la mayor parte de la raza humana.

“Todo fue muy difícil de desentrañar y entender. No podía hacer conexiones sociales”, le dijo a la BBC.

Evan describe cómo, en trabajos anteriores, “solo se sentaba y escuchaba un podcast mientras almorzaba”.

Uno de cada 100
El autismo afecta a más de una de cada 100 personas, según la Sociedad Nacional de Autismo de Reino Unido, pero menos de la cuarta parte logra un empleo de tiempo completo.

Muchos se quedan en el primer obstáculo porque la ansiedad, que a menudo puede ser mayor entre personas autistas, hace que incluso la perspectiva de una entrevista de trabajo sea muy intimidante.

El autismo puede dificultar la integración social.
“Las personas tienden a contratar a personas que son como ellas mismas, y las personas autistas no son como tú, son como ellas mismas”, señala Steve Silberman, autor de Neurotribes, un libro que analiza la evolución del autismo.

“Un listado con las cosas que se supone que no tienes que hacer en una entrevista es prácticamente la definición de autismo. No apartes la vista, mira al empleador a los ojos, véndete a ti mismo. Todo esto es muy difícil para las personas autistas”.

Brian quería desesperadamente utilizar sus habilidades informáticas, pero no se animaba a buscar trabajo en el competitivo mundo de la tecnología.

“Hay mucha presión. Tienes que competir contra otra gente”, contó.

Claramente abrumado por esa posibilidad, tuvo otros trabajos no especializados, incluido uno en una tienda de comestibles y otro en un lavado de autos, en los que no utilizaba sus habilidades y, en sus propias palabras, “no iba a ninguna parte”.

“Sensibilidad”
Algunas empresas han encontrado formas de evitar el proceso de entrevista tradicional.

La firma alemana de software SAP, que también emplea a personas del espectro autista, ofrece a los candidatos la oportunidad de construir robots Lego en lugar de una entrevista formal.

Brian tuvo una serie de trabajos no especializados hasta que llegó a Auticon.
“Eso muestra habilidades para resolver problemas y compromiso con una tarea”, destaca Silberman.

Y, obviamente, SAP piensa que vale la pena, señalando que dar empleo a personas autistas no se hace por “caridad”, sino porque “aumenta nuestros resultados”.

Además de tener mayor ansiedad, con frecuencia a las personas autistas les cuesta la interacción social.

Así que, en Auticon, si los empleados quieren auriculares por la sensibilidad al ruido, pueden usarlos.

También tienen la opción de trabajar en un cuarto oscuro si lo prefieren, no tienen que tomar descansos para comer si no los quieren, y si no se sienten capaces de comunicarse verbalmente con sus compañeros de equipo, pueden usar aplicaciones de mensajería.

Si las cosas se ponen muy difíciles para alguno, tienen derecho a “días de descanso por ansiedad”.

Las personas tienden a contratar a personas que son como ellas mismas, y las personas autistas no son como tú, son como ellas mismas”.

Steve Silberman
“La sensibilidad a los problemas de nuestros empleados es nuestra primera prioridad”, asegura Benoist.

Y cuando se trata de la temida revisión de los empleados, hay un énfasis en no ser crítico.

“Se trata de buenos principios de recursos humanos, es algo que otras empresas podrían replicar fácilmente”, dice.

Aprendizaje mutuo
Silberman no está convencido de que las oficinas segregadas sean una buena idea porque cree quetanto los empleados autistas como sus compañeros que no lo son pueden aprender mucho trabajando juntos.

“Al aprender a manejar empleados neuro-diversos, los empleadores también aprenden cómo ayudar a cada empleado”, sostiene.

Steve Silberman escribió un artículo sobre la explosión de autismo en Silicon Valley.
En Auticon hay un programa de entrenamiento de cuatro semanas para decidir si los candidatos son adecuados para un empleo a largo plazo.

Algunos no pasan el curso, especialmente aquellos que son empujados por sus padres para solicitar un trabajo a pesar de que no les apasiona la programación.

Para aquellos que tienen éxito en Auticon, el equipo parece apoyarse enormemente entre sí, incluso aunque no todos salgan a almorzar juntos.

Cuando recientemente se diseñó un nuevo espacio de trabajo, los empleados solicitaron que fuera de plan abierto en lugar de cubículos cerrados.

Brian y Evan ahora disfrutan de los descansos para almorzar con sus compañeros de trabajo, aunque a Peter todavía le resulta difícil alejarse del trabajo.

Pero, quizás de manera reveladora, los tres consideran a Auticon como un trabajo de por vida.

Esa es una lección que otras compañías deberían tomar en cuenta, piensa Silberman.

“Para muchas personas autistas, si encuentran un lugar donde se sienten apoyados y sienten que sus habilidades pueden prosperar, se vuelven muy devotos y leales y no se cambian. Y eso ahorra dinero a las empresas porque no tienen que volver a capacitar a las personas”.

Fuente: www.bbc.com

Los grandes riesgos que acechan a la economía global

¿Qué trae 2019 para la economía global?

Sin duda se ven nubes en el horizonte, pero 2018 en su conjunto fue un año razonablemente sólido.

El crecimiento global probablemente fue de un 3,7%, según el Fondo Monetario Internacional, algo que sabremos con exactitud cuando todos los datos estén disponibles.

Es probable que las dos mayores economías del mundo muestren que tuvieron tasas respetables de expansión.

La más grande de todas, Estados Unidos, tuvo dos trimestres saludables a mediados del año pasado. La información sobre el desempeño de los últimos tres meses llegará hacia finales de enero, y aunque podrían mostrar un poco de desaceleración, es probable que el total anual muestre una fuerte expansión cercana al 3%.

En el caso de China, la desaceleración -después de tres décadas de impresionante crecimiento- continúa. Pero es probable que se acerque a un 6,6% al cierre de 2018, más que suficiente para generar una significativa mejoría en el estándar de vida promedio.

La confianza de los consumidores también será una variable importante para la economía mundial.
La mayor parte de las proyecciones sugieren que la recuperación después de la gran recesión de hace una década seguirá por poco más de un año.

¿Cuáles son entonces los grandes riesgos que acechan a la economía global?

“Trumponomics”
Es probable que el crecimiento de la economía estadounidense sea menor.

La expansión en 2018 reflejó el recorte de impuestos del presidente Donald Trump. Actualmente existe un debate sobre si el impacto de la medida durará más tiempo.

¿Tendrá un impacto que desaparecerá rápidamente, o tendrá un efecto duradero con impulso en el empleo y la inversión?

Esa es una de las dudas sobre la política económica de Trump, llamada informalmente en inglés “Trumponomics”.

También hay que considerar el efecto de las decisiones de la Reserva Federal (Fed), el banco central estadounidense.

¿Seguirá subiendo las tasas de interés para mantener la inflación cercana al 2%, en línea con el camino que siguió en 2018?

Mientras el presidente Donald Trump está en conflicto con la Reserva Federal, los mercados cayeron en picada hacia finales de 2018.
El presidente Trump ciertamente cree que la Reserva Federal puede dañar el crecimiento.

Es, según sus propias palabras, “el único problema que tiene nuestra economía”.

En varias ocasiones ha hecho comentarios similares, al punto que su secretario del Tesoro, Steve Mnuchin, salió a decir que el presidente no tiene contemplado retirar de su puesto al presidente de la Fed, Jerome Powell.

Tampoco está claro si él tiene la autoridad para tomar esa medida, pero sin duda podría no darle otro período en su cargo, cuando éste expire en 2022 (si todavía es presidente para esa fecha).

En cualquier caso, la sola idea de que el presidente tome esa decisión (considerada por muchos como una intervención en la Fed), tiene el potencial de inquietar a los mercados financieros.

El Congreso le da a la Fed la responsabilidad de dirigir la política monetaria, una tarea que incluye el manejo de la tasa de interés.

La visión más extendida entre los economistas es que mantener la política monetaria alejada del terreno político es mejor en el largo plazo para el control de la inflación.

Pero hay otro aspecto de la política económica del presidente Trump que podría debilitar el crecimiento económico: el comercio internacional.

¿Viene una escalada de aranceles?
Estados Unidos está embarcado en una gran confrontación con China, porque el presidente Trump considera que el país asiático le roba tecnología a las empresas estadounidenses que hacen negocios en su territorio.

¿Responderá el presidente de China con más aranceles a los productos de EE. UU.?
Está previsto que en tres meses más, los aranceles que su gobierno le ha impuesto a una amplia gama de productos chinos suban de 10% a 25%.

Es posible que China responda imponiendo restricciones a los productos estadounidenses, tal como lo hizo en 2018.

Es verdad que los presidentes Trump y Xi han estado en negociaciones y es posible que una escalada arancelaria no se concrete.

Pero sin duda eso no está asegurado.

Y por otro lado está el tema de los aranceles al acero y aluminio (impuestos por EE.UU. bajo el argumento de proteger la seguridad nacional), que ha afectado a un número importante de sus socios comerciales.

La perspectiva de que continúen las tensiones comerciales es un riesgo significativo para el panorama económico mundial.

La desaceleración de Europa
Europa tiene sus propios problemas.

Los datos económicos relativos al tercer trimestre del año pasado arrojaron una pronunciada desaceleración del crecimiento de la eurozona.

Una parte del problema podría deberse a efectos de corto plazo derivados de nuevos controles a las emisiones contaminantes de vehículos, que tuvieron un efecto negativo en la industria automotriz.

Pero podría tratarse del inicio de una menor recuperación económica que, además, nunca fue particularmente fuerte.

El Brexit es el tema que domina actualmente la incertidumbre europea.
Una encuesta de la industria manufacturera en la región mostró que la desaceleración continuó en diciembre, con la contracción de dos economías: Italia y Francia.

Y además, Europa tiene su propio desafío comercial del cual preocuparse: Brexit.

Se prevé que Reino Unido se retire de la Unión Europea el 29 de marzo. Hay varios posibles efectos de esta decisión, uno de los cuales es que se produzca una disrupción del comercio entre Reino Unido y el bloque.

¿Se puede predecir que viene una recesión?
Los mercados bursátiles tuvieron un momento difícil hacia finales de 2018.

Muchos registraron grandes alzas al inicio del año, que luego terminaron revertidas. Con todo, fue el peor año para los mercados globales (y muchos individuales) desde la crisis financiera de hace una década.

Una caída en el precio de las acciones puede ser una señal de alerta de que vienen mayores problemas económicos y, en ocasiones, incluso una recesión.

Pero el precio de las acciones no es una señal confiable de que se aproxima una recesión.

Como dijo bromeando el ganador del premio Nobel de Economía, Paul Samuelson: “Los índices de Wall Street predijeron nueve de las últimas cinco recesiones”.

Los mercados bursátiles cerraron 2018 con fuertes contrastes.
El mercado puede dar falsas alarmas.

En particular, el mercado de bonos, donde se transaccionan las deudas corporativas y gubernamentales, también ha estado cerca de lanzar una advertencia sobre el panorama económico estadounidense.

Un fenómeno conocido como “la curva de Yield”, ha sido un predictor más confiable de una recesión, aunque no es muy preciso respecto a cuándo podría ocurrir.

A pesar de aquello, hay economistas que piensan que Estados Unidos se puede estar acercando a una recesión en 2020.

Nouriel Roubini, quien predijo la gran crisis financiera, es uno de ellos.

También advierte que la próxima recesión será más difícil de manejar para el gobierno y la Fed.

China también tiene cosas de qué preocuparse, en el contexto de un alza de la deuda pública y privada que podría socavar la estabilidad financiera del país.

Encuestas sobre los flujos comerciales muestran que en diciembre bajaron las órdenes para productos manufacturados, por primera vez en dos años.

En este escenario global, hay razones bastante claras para decir que el panorama económico es difícil de interpretar y se ha tornado más borroso que en los últimos años.

Fuente: www.bbc.com

Cuáles serán los 5 trabajos digitales más demandados en 2019?

En los últimos años, se ha popularizado un concepto que hasta hace poco era completamente desconocido: los nómadas digitales.

Este movimiento de jóvenes armados con una laptop y buena conexión a internet —que rechazan trabajar en una oficina y prefieren hacerlo de forma remota— son apenas la punta del iceberg de una serie de nuevas profesiones, campos laborales e incluso formas de vida que están naciendo gracias a las nuevas tecnologías.

Y todos ellos tienen algo en común: su razón de ser es internet y la economía digital.

Varias compañías especializadas en talento digital ya han hecho sus apuestas sobre cuáles serán los perfiles profesionales de los que hablaremos en 2019.

Esos son algunos de ellos.

1. Especialista en ciberseguridad
De acuerdo con una investigación publicada el 12 de diciembre por Robert Half Technology, una de las mayores empresas a nivel mundial en reclutamiento tecnológico, lo que más se demandará en 2019 son especialistas en ciberseguridad.

La ciberseguridad está en auge.
“Los profesionales de seguridad de datos, información, redes y seguridad en la nube están en demanda, ya que las empresas cada vez confían más en los datos para sus operaciones comerciales diarias”, se lee también en un informe de la revista de tendencias tecnológicas CIO.

“Estos profesionales se aseguran de que las iniciativas de tecnologías de la información de la empresa estén a salvo de amenazas potenciales dentro y fuera de la organización”.

“Y deben mantenerse al tanto de las regulaciones de cumplimiento de la industria, las tendencias de seguridad futuras y garantizar que el hardware, el software y las redes de la empresa permanezcan seguros”.

Pero además de proteger los datos y frenar ataques masivos, también deben evitar grandes filtraciones sin comprometer en exceso la privacidad de los usuarios.

2. Desarrollador de blockchain
El blockchain será, según Robert Half Technology, el segundo campo digital más demandado en 2019.

Y LinkedIn, la red social profesional más grande de internet, dice que es el sector de empleo de mayor crecimiento. La compañía asegura que la demanda de desarrolladores de blockchain ha aumentado 33 veces en el último año en Estados Unidos.

El concepto de “cadena de bloques” fue usado por primera vez con el bitcoin en 2009, pero ha crecido con los años.
Este tipo de tecnología es clave para desarrollar criptomonedas: cada una de ellas se basa en lo que se conoce como tecnología de contabilidad distribuida (DLT). Y blockhain es la más popular.

Se trata de una especie de base de datos descentralizada que en español puede traducirse como “cadena de bloques” y que agrupa información contenida en conjuntos (bloques).

Por el momento, el interés sigue creciendo, aunque hay pocos profesionales especializados. De hecho, una de las preguntas más buscadas en Google este año fue “¿Qué es bitcoin?”

Sin embargo, Guy Berger, economista jefe de LinkedIn, explicó en el blog de la compañía que “solo el tiempo dirá si el blockchain será una tendencia que permanecerá a largo plazo en el mercado global”.

3. Ingeniero de aprendizaje automático
“La inteligencia artificial llegó para quedarse” asegura Berger.

“No significa que los robots vayan a robarte el trabajo, pero es probable que sigan creciendo en campos y funciones relacionados con la inteligencia artificial”.

La inteligencia artificial también está generando trabajos.
Berger asegura que seis de cada 15 trabajos emergentes en 2018 estuvieron relacionados con la inteligencia artificial de alguna manera, y que su investigación muestra que “está comenzando a penetrar en todas las industrias, no solo en la tecnología”.

También detalló que las habilidades relacionadas con aprendizaje automático incrementaron en un 190% entre 2015 y 2017.

Según el informe de LinkedIn, Apple, Intel y NVIDIA son las principales compañías en EE.UU. que requieren ingenieros de aprendizaje automático.

Y Robert Half Technology también asegura en su investigación que este sector será clave en 2019.

4. Arquitecto de la nube
La arquitectura de computación en la nube (también conocida por su término en inglés, cloud) se ha convertido en el método preferido por muchas empresas para almacenar sus datos.

Por eso los arquitectos de nube (o arquitectos cloud) están entre los trabajos digitales más demandados.

Crear sistemas de computación en la nube es vital para muchas organizaciones.
Estos profesionales se encargan de gestionar la nube de una organización, es decir, crear servidores, plataformas, soluciones de almacenamiento y modelos de sistemas de nube, además de liderar el cambio que supone la adopción de esta tecnología para una empresa.

Su salario suele ser alto: ganan un promedio de US$125.000 al año, de acuerdo con PayScale.

Según Robert Half Technology, la computación en el nube es la habilidad tecnológica en la que más se está entrenando a trabajadores del sector en Estados Unidos.

El mundo cloud es cada vez más grande. Los especialistas en seguridad, computación y arquitectura en la nube verán cómo la demanda despega.

5. Analista de inteligencia de negocios
El quinto perfil más demandado para el próximo año serán los analistas de inteligencia de negocio. Pero, ¿cuál es su función exactamente?

Estos profesionales se ocupan fundamentalmente de analizar datos que la empresa utiliza para tomar decisiones.

Su trabajo consiste en maximizar la utilidad de los datos.

Este tipo de especialistas tienen conocimientos en informática y business intelligence, que es la habilidad para transformar datos en información que puede usarse para optimizar costos, analizar la rentabilidad o entrar a nuevos mercados, entre otras cosas.

“Es un rol con una importancia cada vez mayor a medida que los negocios pasan de recabar datos a hacer que éstos tengan sentido”, dice el reporte de CIO.

Fuente: www.bbc.com

La idea genial de un empleado que le hace ganar a Disney US$3.000 millones al año

Cada semana, la serie de la BBC “The Boss” (“El jefe”) escoge a un líder de negocios para conocer su historia de éxito. Y esta es imperdible.

Se trata de Andy Mooney, el director ejecutivo de la compañía de guitarras Fender y exejecutivo de Nike y Disney.

Andy Mooney estaba en la cola de una pista de patinaje de Arizona cuando se le presentó un momento eureka que le sigue representando a la gigante del entretenimiento Disney más de US$3.000 millones al año.

Todo comenzó en 2000, poco después de que Mooney, de origen escocés, fuese nombrado director de la división de productos para el consumidor de Disney.

Tras unirse a la compañía, después de 20 años en Nike, trabajaba duro para ponerse al día con las diferentes facetas del negocio.

Eso incluía ver una producción de “Disney on Ice” (“Disney sobre hielo”), en la que patinadores artísticos profesionales interpretan personajes.

Cuando vio una oportunidad
Mientras hacía la cola para entrar al espectáculo, se dio cuenta de que un buen número de jovencitas -y también de madres- se habían vestido con trajes genéricos de princesas para verse como sus heroínas de Disney, como Blancanieves, la Cenicienta y Aurora de la Bella Durmiente.

Ver a mamás e hijas vestidas de princesas inspiró a Mooney.
Disney no vendía ese tipo de vestidos, pero Mooney se dio cuenta de que la compañía estaba perdiendo una tremenda y lucrativa oportunidad de negocio.

“Estaba haciendo mi fila con mamás e hijas, todas vestidas de pies a cabeza con indumentaria de princesas que habían hecho en casa”, cuenta Mooney, quien tiene 63 años.

“Les pregunté a unas madres: ‘¿Si Disney fabricara vestidos oficiales, los comprarías?’ y todas respondieron que comprarían muchos”.

“Corrí a (las oficinas centrales de Disney en) Burbank (en Los Ángeles) y lanzamos las series de (trajes) Princesa Disney a toda velocidad”.

Todo comenzó haciendo una fila para entrar en un espectáculo de Disney.
Mooney y su equipo no sólo introdujeron vestidos basados en la forma como se visten las protagonistas más famosas de Disney, sino que establecieron una línea de productos que va desde libros hasta loncheras (fiambreras), muñecas, revistas, juegos de computadoras, piyamas e incluso llegaron a acuerdos con productores de alimentos.

La idea era empezar a vender básicamente todo lo que las fans de Disney, tanto niñas como mujeres mayores, estuvieran dispuestas a comprar, ya fuese de un personaje en particular o de varias princesas.

“A finales de 2001, las ventas de las líneas de las Princesas de Disney eran de unos US$300 millones y hoy es más de US$6.000 millones al año”, explica.

Inicios modestos
Esta historia de éxito no era la que Mooney pudo haber soñado cuando creció en una casa de interés social en la pequeña ciudad escocesa de Whitburn, entre Glasgow y Edimburgo.

Mooney es el primer director ejecutivo de Fender que toca guitarra.
Hijo de un minero, abandonó la escuela a los 16 años para prepararse como contador en la fábrica local de neumáticos.

Pese a su modesto inicio, jugó un papel clave en el crecimiento de la compañía de ropa y zapatos deportivos Nike. Y tras el éxito en Disney, ahora es el director ejecutivo de Fender, lo cual es -para alguien que ha sido ávido aficionado a tocar guitarra- el “trabajo de sus sueños”.

Tras varios años en la planta de neumáticos, Mooney consiguió un empleo en contaduría en una ferretería local.

A los 25 años, en 1980, dio sus primeros pasos en el mundo de la élite corporativa estadounidense cuando se postuló a un trabajo en el departamento de finanzas de Nike para sus operaciones en Reino Unido.

Y lo obtuvo.

El paso a Nike
“En la entrevista no me preguntaron nada sobre mi formación en contabilidad, todo giró en torno a si yo encajaba culturalmente”.

La línea de Princesas Disney Princes le representa a la compañía un estimado de US$3.000 millones al año.
En esa época, Nike estaba dedicado principalmente a vender zapatos para correr. Por eso, Mooney pensó que la mejor manera de entender el negocio y sus productos era si dejaba de jugar fútbol y se ponía a trotar.

“Decidí ponerme a correr cuando me uní (a Nike) y quedé atrapado en eso. Desde entonces, corro maratones en todo el mundo”, cuenta.

Aunque su trabajo era financiero, Mooney empezó a impresionar a sus jefes con lo que su instinto le decía sobre cómo vender zapatos y cómo Nike podía vender más.

Así es que la empresa decidió convertirlo en la cabeza del equipo de marketing.

Dos años después, fue transferido a la oficina principal de marketing de Nike en Oregon, Estados Unidos, y fue promovido a director de ese departamento.

En el semáforo
Estando en Nike, Mooney fue una de las claves en la decisión de la empresa de introducir ediciones limitadas de zapatos deportivos, una idea que le surgió mientras esperaba el cambio de luz en un semáforo.

A Mooney se le ocurrió la idea de sacar ediciones limitadas de zapatos Nike.
“Me había vuelto relativamente exitoso, así que pude comprarme un Porsche 924 usado, aunque en no muy buen estado”, dice.

“Entonces vi que un tipo se paró a mi lado con un 924 amarillo brillante y me dije: ‘¿Y qué diablos es eso?’ Descubrí que había una edición limitada de ese automóvil y me pregunté si eso funcionaría en zapatos… Fue un gran éxito”.

Después de 20 años en Nike, Mooney cuenta que Disney se le acercó y decidió optar por un nuevo reto en 2000 al asumir como director de la unidad de productos para los consumidores.

Se quedó con Disney por 11 años y después pasó 26 meses como director ejecutivo de la marca de ropa deportiva Quiksilver, donde, por primera vez, admitió que las cosas no funcionaron.

Cuando se unió a esa compañía, Quiksilver estaba luchando con deudas de más de US$1.000 millones.

Una pasión personal
La posición de liderazgo en Fender vino en 2015 y la describe como “un honor” para alguien que tiene una colección de más de 40 guitarras.

Mooney pasó 11 años en Disney.
Si bien considera que la facturación anual de Fender es de una respetable suma de US$500 millones, dice que quiere ayudar a aumentar esa cantidad reduciendo el número de personas que renuncian en sus intentos por aprender a tocar guitarra.

“La industria tiene un problema de retención”, indica. “El 45% de las guitarras que vendemos van a compradores que por primera vez adquieren ese instrumento, la mitad de los cuales son mujeres. Pero 90% de todas las personas que empiezan a tocar abandonan el instrumento en el transcurso del primer año”.

Para ayudar a que más personas aprendan a tocar sus propias guitarras (y potencialmente a comprar otra), Fender lanzó el año pasado “Fender Play”, una plataforma digital con tutoriales que están siendo usados por unas 70.000 personas.

Mooney quiere que más gente persista en su intento por aprender a tocar guitarra.
Mark Ritson, profesor adjunto de marketing de la Universidad de Negocios de Melbourne, en Australia, considera que “Andy Mooney es un director ejecutivo inusual”.

“Tiene una fuerte formación en marketing y ha demostrado ser un experto en entender a los consumidores a los que apuntan los negocios en los que ha estado. Además de usar ese conocimiento para diversificar y hacer aumentar los ingresos”.

Cuando no está trabajando, Mooney toca con sus héroes de la guitarra como Tom Morello de Rage Against The Machine y Jim Root de Slipknot.

Y además cambió Escocia por Hollywood Hills, la exclusiva área de Los Ángeles.

Fuente: www.bbc.com

Las extranjeras (y venezolanas) que aprovechan la crisis y viajan a Venezuela a realizarse operaciones estéticas «a bajo costo»

Emilce García, una panameña de 25 años, aterrizó la noche del 19 de noviembre en el aeropuerto de Maracaibo con un saco de dudas entre su equipaje. Nunca había pisado Venezuela, un país que atraviesa una enorme crisis.

Al doctor que la operaría dos días después solo lo conocía a través de llamadas por internet. El plan de realizarse una cirugía estética, pese a todo, siguió en pie.

Cuatro amigas la animaron a practicarse una lipoescultura de espalda, abdomen, muslos, brazos y papada. Otras panameñas habían hecho lo mismo meses atrás con el mismo cirujano.

Emilce, a diferencia de sus compañeras, debió procesar una visa para volar 885 kilómetros a Maracaibo, en el noroeste de Venezuela, una ciudad que califica como «desorientada, triste, apagada».

Cumplió en un viaje exprés de siete días su sueño de embellecerse de la mano experimentada -y menos costosa- de un médico venezolano.

La cuna de numerosas reinas de belleza, Venezuela también es conocida internacionalmente por sus cirujanos plásticos.
La hiperinflación más elevada del mundo no solo no ha desalentado, sino que ha animado a pacientes de América y Europa que eligen a Venezuela para embellecerse con cirujanos plásticos locales. Y a muy buen precio.

«No sabía con qué me iba a encontrar. El resultado es buenísimo», dice algo sorprendida Emilce, que es asistente de ventas en Panamá. Luce un cuerpo más esculpido que exhibe felizmente en WhatsApp e Instagram.

Su alegría es tal que Emilce sopesa volver para algún retoque adicional.

Bombeo extranjero
Venezuela se ubica entre los 20 países con mayor número de cirugías estéticas en el mundo, según cifras de la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica Estética (Isaps, por sus siglas en inglés).

Su mejor año en la especialidad fue 2014. Quedó ubicada en el octavo lugar como la nación donde hubo más procedimientos estéticos, con 291.388.

Los cirujanos plásticos venezolanos gozan de buena fama y no han dejado de trabajar en su área a pesar de la crisis económica nacional. Ramón Marín es uno de ellos.
Sus cirujanos practicaron entonces, oficialmente, 84.886 operaciones de pecho, siendo el quinto país con más procedimientos de ese tipo.

Venezuela tiene aproximadamente 600 cirujanos plásticos registrados en su sociedad gremial, pero se calcula que hay al menos 1.000 en total.

Solo 15 países, liderados por Estados Unidos, Brasil y México, tienen más capital humano especializado en el área.

Ramón Marín, uno de los especialistas en cirugía estética más activos del occidente venezolano, precisa que en años recientes hubo un auge de pacientes de Miami y otras ciudades de Colombia, de la cercana isla de Aruba y de Panamá.

«De lunes a sábado, operábamos al día al menos una o dos pacientes del exterior. Era un promedio de 50% de pacientes de afuera», detalla en su consultorio, una oficina con decorado de lujo y tecnología de punta ubicada en un centro clínico privado de Maracaibo.

Venezuela es el quinto país del mundo donde se practica más cirugías de pecho.
La afluencia de pacientes locales disminuyó en los últimos meses, pero la de extranjeros siguió relativamente vigorosa. «Es lo que ha mantenido a la cirugía plástica venezolana funcionando», indica Marín.

¿La razón? El costo es una gran ventaja para el turista. Una cirugía para aumentar el busto tiene un precio de entre US$2.000 y US$3.000 en Venezuela. En otras naciones de América y Europa, va de US$8.000 a US$15.000.

Turismo médico en casa
Yndira Coy Ferrebus, una comerciante residenciada en Santander, España, viajó hasta Venezuela hace cuatro años a realizarse una mamoplastia y en 2017 pagó al mismo doctor para que le hiciera una liposucción.

El suyo es un caso curioso: es venezolana y prefiere viajar miles de kilómetros hasta su país de origen para operarse. Es una tendencia de los últimos dos años.

Y una consecuencia de la diáspora. Cientos de miles de personas han dejado Venezuela por la crisis en el país en los últimos años. Algunos de ellos, lejos de pasar problemas, tienen los medios para regresar y hacerse una operación estética

«No me han gustado los pechos operados acá en España, ni las ‘lipos’ (liposucciones) que he visto», critica Yndira por teléfono desde España.

Muchas venezolanas que han emigrado regresan a su país a operarse. Otros lo hacen antes de partir.
La venezolana que se fue a Europa hace 14 años prevé volver a su tierra en abril para la extracción de biopolímeros de glúteos.

En los quirófanos de Venezuela también ingresan cada vez más mujeres del país que desean embellecerse gracias al bisturí antes de emigrar.

Roxina Méndez, una administradora de 38 años, se sometió a una mamoplastia en Maracaibo ocho meses antes de mudarse a Ecuador.

Ya planifica un nuevo viaje de regreso a mediados de 2019 para una rinoplastia. «Hasta recomendé a varias amigas para cirugías estéticas», menciona.

Boom
Gladys Chow, vicepresidenta de la Sociedad Venezolana de Cirugía Plástica, recomienda a aquellos extranjeros que anhelan viajar a Venezuela para embellecerse chequear en la página de la sociedad si su doctor está certificado.

La popularidad de las cirugías estéticas se ha traducido en la intrusión en el mercado de gente no especializada que no siempre hace un buen trabajo.
Chow diagnostica que la confianza en el médico venezolano y los costos bajos influyeron en el boom de cirugías de pacientes extranjeros entre 2011 y 2012.

Ahora no hay cifras precisas, reconoce, por la omisión de los mismos doctores de compartirlas con su gremio o las organizaciones internacionales.

«Hace tres años comenzó a disminuir por el tema país (la crisis), pero todavía hay una visita relativamente importante de extranjeros», afirma por teléfono desde Caracas.

Alerta que, en ocasiones, el mismo paciente arriesga su vida o el éxito de su operación por la premura de regresar a su país ante la situación de crisis en Venezuela.

«Les pedimos un tiempo mínimo de estadía para el postoperatorio, idealmente un mes completo o 25 días, pero a veces se desaparecen», advierte.

Los guardaespaldas
Carlos Moreno, vocal de la Sociedad Venezolana de Cirugía Plástica hasta mediados de este año y especialista desde hace 18 años, opina que el paciente viaja a Venezuela movido por un valor: la confianza.

«Estamos claros de que no vienen a Venezuela por el sitio o la seguridad. La confianza es lo único que tenemos y no podemos defraudarla», señala en su despacho en una clínica estética ubicada a orillas del Lago de Maracaibo.

Para el Dr. Carlos Moreno, el principal activo de los cirujanos plásticos venezolanos es la confianza.
Venezuela ha sido y sigue siendo un lugar de destino para este tipo de intervenciones.

Los doctores afirman que manejan tecnologías de última gama y la mayoría importa con dólares hasta el 90% de los insumos quirúrgicos y postoperatorios.

Afirman que operan en clínicas cuyos quirófanos se encuentran en perfectas condiciones sanitarias, pero la excepcionalidad de Venezuela hace que gestionen no sólo detalles como el hospedaje, la alimentación o el transporte, sino que también contratan guardaespaldas.

El cirujano Carlos Moreno recomienda a pacientes extranjeros chequear con rigurosidad las validaciones académicas y gremiales de doctores en Venezuela.
Jorge Emiro Palencia, cirujano plástico, viaja una vez al mes a su natal Maracaibo desde su residencia en Buenos Aires, Argentina, para realizar tratamientos y operaciones.

Interviene a un promedio de cinco pacientes en cada viaje, de los cuales tres son de otras naciones y dos son venezolanos.

Palencia atribuye el fenómeno a la exportación de «talento».

«La mujer venezolana es, dentro del estándar latino, una mujer muy hermosa. Se cuida mucho, exhibe su belleza con orgullo», menciona.

Para Palencia, la reputación de las venezolanas como mujeres bellas es buena para el negocio de la cirugía estética.
Los concursos -con 13 reinados entre el Miss Universo y el Miss Mundo-, la internacionalización de sus telenovelas y la masiva migración actual hacia otras naciones han ubicado a Venezuela en un puesto privilegiado, opina.

Prisionera en cuerpo propio
Dos embarazos y la intolerancia a la glucosa llevaron a María Isabel Moreno, una periodista venezolana de 39 años que reside en Barcelona, España, desde 2006, a sentirse prisionera en su propio cuerpo.

Engordó hasta rozar los 100 kilogramos. La lista de tormentos físicos crecía por su sobrepeso: hipertensión arterial, reflujo gastroesofágico, retención de líquidos, hígado graso, resistencia a la insulina, dolores del nervio ciático y cinco esguinces de tobillos.

«Venezolana que no se plantee hacerse las lolas (senos) o una cirugía estética quizá no es tan venezolana»

María Isabel Moreno
Su doctor de cabecera le recomendó practicarse una cirugía bariátrica, otra de las tendencias de los últimos tres años en Venezuela.

Valoró presupuestos hasta de Turquía, pero la familia pesó más en su elección. «En Venezuela podía estar con mis padres y hermanas a efectos de cuidado y de sentirme protegida emocionalmente. Y claro, me costó muchísimo menos de lo que me iba a costar acá en España», admite.

En junio de 2017 le instalaron un bypass gástrico en Maracaibo. Volvió a ser ella, la de antes.

Y no descarta nuevas operaciones para delinear más su cuerpo. «Venezolana que no se plantee hacerse las lolas (senos) o una cirugía estética quizá no es tan venezolana», suelta con una risa pícara.

Fuente: www.bbc.com