David Page, el hombre que comenzó lavando platos y terminó siendo un multimillonario de las pizzas

David Page convirtió a Pizza Express en una de las más grandes cadenas de comida rápida de Reino Unido. Pero su viaje para transformarse en multimillonario no fue nada convencional.

Conocido por hacer las cosas “a su manera”, Page se acuerda de la primera vez que intentó conseguir un préstamo de US$2,7 millones al banco a mediados de la década de los 80 y el ejecutivo lo miró con incredulidad porque vestía unas alpargatas.

“Tampoco me había puesto calcetines”, dijo este londinense de 65 años. “No lo podía creer, pero así y todo, me prestó el dinero”.

Cuando era joven, pocos se habrían imaginado que Page se convertiría en el dueño de una de las cadenas de comida más conocidas de Reino Unido.

En 1969, fue expulsado de su colegio en el sur de Londres por escaparse en horario de clases.

A comienzos de los años 80, Page compró la primera franquicia de Pizza Express. (Foto cortesía de Franco Manca)
Después el empresario intentó convertirse en cartógrafo en la Ordinance Survey (la agencia que hace los mapas en el Reino Unido), pero lo rechazaron cuando se negó a cortarse el pelo y ponerse corbata.

Más tarde intentó ser profesor, y se puso a lavar platos en un local de Pizza Express que había en el sur de Londres para conseguir un salario. Pronto se dio cuenta que lo suyo era la industria de los restaurantes y cuando llegó la oportunidad de convertirse en el jefe de una sucursal de la cadena, la tomó.

Pasaron los años y a comienzos de la década de los 80, había comprado la primera franquicia de la marca.

“Si quieres convertirte en capitalista, tienes que adquirir una franquicia”, dice el emprendedor, quien pidió un segundo préstamo para financiar la inversión.

“No sabía lo que era ser capitalista porque mis padres eran socialistas, entonces el capitalismo era una palabra sucia”.

Cuando Pizza Express salió a bolsa en 1993, Page y otros tres socios ya tenían 25 franquicias de la marca.

Page se convirtió en el director ejecutivo y luego el presidente de la compañía, en la época en que la cadena creció hasta tener 300 locales, principalmente en Reino Unido.

Con ese nivel de éxito, la empresa fue vendida en 2003 a varios fondos de capital privado por US$377 millones y en la actualidad está en manos de Hony Capital, una firma china que la ha expandido por 11 países.

Actualmente la cadena tiene locales en 11 países.
Tras vender la cadena, Page cofundó el grupo Clapham House, cuyas cadenas de comida incluían Gourmet Burger Kitchen, Bombay Bicycle Club y Tootsies.

Y una vez más se repitió la historia, cuando le compraron el holding por US$40 millones.

En vez de retirarse con una abultada cuenta bancaria, el empresario decidió buscar una nueva oportunidad en el negocio de los restaurantes e invirtió en una nueva pizzería artesanal llamada Franco Manca.

Ahora hay 40 locales Franco Manca principalmente en Londres y Page diseña personalmente cada restaurante para asegurarse de que se utilice todo el espacio.

Los efectos del anunció del Brexit y el lento crecimiento económico de Reino Unido han afectado sus negocios. (Foto cortesía de Franco Manca)
Pero no todas las cosas han salido según lo planeado por Page, quien a través de su empresa Fulham Shore también es dueño de los restaurantes The Real Greek.

Cuenta que ha perdido muchas oportunidades para haber hecho exitosas inversiones, incluyendo varias cadenas comerciales de café, pastelería y servicios de entrega a domicilio.

Por otro lado, le ha tocado enfrentar el debilitamiento de la libra esterlina a raíz del Brexit (la decisión de Reino Unido de salir de la Unión Europea), y se ha visto obligado a pagar altos precios por las materias primas.

También se le ha hecho más difícil contratar personal porque menos europeos están llegando a Inglaterra.

Page ha invertido en varias cadenas de comida, como The Real Greek. (Cortesía de The Real Greek)
A lo anterior hay que sumar la disminución del crecimiento económico que ha provocado que menos gente salga a comer a restaurantes.

Al ser consultado sobre el secreto de su éxito, Page da una respuesta bien directa: “No soy solo yo”.

El empresario ha trabajado con el mismo equipo por más de dos décadas y siente que el éxito ha sido fruto de un esfuerzo compartido.

Las lecciones de 3 grandes errores que cometieron Coca-Cola, Persil y el auto Mini

Los productos no llegan a ser marcas reconocidas mundialmente sin que las compañías que los hacen tomen riesgos en el camino. Pero hasta los más exitosos ejecutivos, comercializadores y diseñadores a veces se equivocan… en una escala monumental.

Planes que parecían una buena idea en el momento se convierten en catástrofes comerciales, y las empresas más renombradas parecen incompetentes.

Además, los costos tanto financieros como de reputación pueden ser enormes.

Y cuando hablamos de firmas y productos grandes, no estamos exagerando: he aquí tres de los ejemplos más extremos protagonizados por el jabón Persil de Unilever, Coca-Cola y el auto Mini, de la British Motor Corporation.

Si bien la competencia a menudo impulsa a las empresas a los grandes avances, también puede llevarlas por mal camino.

Los siguientes casos ilustran que al fijar la mirada en el competidor, se puede perder de vista el negocio propio.

El gran poder de Persil
El mercado de detergente siempre ha sido un campo de batalla ferozmente disputado por multinacionales de la talla de Unilever y Procter and Gamble, también conocida como P&G.

En Reino Unido, había un vencedor indiscutible: Persil, de Unilever.

Palabras como “suave”, “cómodo”, “cálido” estaban presentes en la publicidad de Persil.
Lanzado en 1909, se convirtió rápidamente en el detergente favorito del país, con una reputación inigualable. Era una de las marcas más queridas e icónica, que se asociaba con buenas madres y familias felices.

Su principal competidor Ariel, de P&G, se comercializó centrándose en la ciencia de la limpieza, dejando a un lado los asuntos emocionales. Se trataba de lavar la ropa, deshacerse de las manchas y ya.

Con los años, el enfoque científico de Ariel atrajo a más y más compradores. En la década de 1990, el dominio de Persil estaba en decadencia y se desataron las que se conocieron como “las guerras del detergente” entre las dos supermarcas.

Hubo mucha animosidad, frustración e intensidad.

Unilever decidió invadir el territorio de Ariel desarrollando un producto llamado Persil Power, que contenía un ingrediente especial de manganeso, apodado “el acelerador”.

En una movida poco común, los fabricantes de Ariel, P&G le advirtieron a Unilever que la nueva fórmula era demasiado poderosa para uso general.

La guerra del detergente entre el más grande y su principal rival. Y fue el primero el que cometió un grave error.
Hay dos verdades sobre todos los polvos de lavar: número uno, limpian la ropa. Número dos, todos dañan la ropa. Es inevitable.

Los jefes de Persil Power confiaron en que sus pruebas de laboratorio les aseguraban el equilibrio correcto entre la limpieza y el daño y lanzaron Persil Power en 1994.

En cuestión de días, la prensa empezó a publicar fotos que P&G le proporcionó a todos los diarios de Europa en las que se veían calzoncillos y camisetas repletos de agujeros.

Vikki Orvice, una periodista que reportaba sobre asuntos del consumidor en esa época, recuerda que “usaban la frase: ‘si usas este producto, tu ropa se rasgará hasta el punto de la indecencia’. (P&G) no podía haber corrido con mejor suerte”.

Los propietarios de Persil comenzaron a ser bombardeados con prendas raídas enviadas por clientes indignados.

“Which?”, una respetada revista del consumidor, anunció que había hecho pruebas y que, aunque el detergente no rasgaba las prendas al punto de la indecencia, efectivamente, no era bueno para la ropa.

La eliminación sin miramientos de Persil Power de los estantes de los supermercados marcó un final humillante para la marca.

El desequilibrio
Es difícil ponerle un precio exacto al fracaso pero algunos analistas estiman que Unilever invirtió y perdió unos US$350 millones en Persil Power.

Tuvo que esperar 4 años para recuperar su posición de líder, y dejó la lección de que con la marca no se juega.
Para los observadores, parecía increíble que una compañía tan respetada se hubiera metido en tal lío, particularmente porque la percepción de una marca es algo tan precioso que es muy peligroso jugar con ella.

Según los expertos, esa es la lección que la amarga experiencia de Unilever dejó: ni siquiera en los mercados competitivos de hoy en día, en los que existe la presión real para innovar rápidamente, se debe poner en riesgo la marca.

Unilever se apresuró a salvar la situación lanzando una nueva fórmula más suave, “New Generation Persil”, sin el acelerador de manganeso.

Persil recuperó su posición como líder del mercado cuatro años después con Persil Tablets.

Cuando Coca-Cola se quedó sin gas
A pesar de que “nuevo” y “mejorado” son palabras poderosas que los negocios adoran usar, a menudo escogemos comprar nuestros favoritos de siempre. Y lo último que queremos es que los cambien.

Coca-Cola es la marca más grande del mundo.

No tocar: la lección que aprendieron los responsables de la gaseosa más famosa.
Su éxito depende en algo esencial: la receta secreta de su bebida original. Cuando la compras estás comprando un ícono cultural.

Pero hubo un momento en que una rivalidad intensa llevó a los responsables a olvidar eso y a tomar una pésima decisión.

En abril de 1985, Coca-Cola convocó a la prensa para hacer un importante anuncio. La expectativa era que cualquier cosa que Coca-Cola hiciera sería una jugada inteligente.

El presidente de la compañía, Roberto Goizueta, reveló el secreto.

“Voy a ir directo al grano. El mejor refresco, Coca-Cola, ahora será aún mejor. En pocas palabras, tenemos una nueva fórmula”.

Por un segundo, hubo silencio.

“Coca-Cola representa a Estados Unidos y fue como decir: ‘Hemos decidido cambiar la bandera y poner las estrellas en otro lugar’”, le contó a la BBC la periodista del New York Times Pamela Hollie.

¿Qué pasó?
Las bebidas de cola fueron inventadas en el siglo XIX. En poco tiempo, Coca-Cola y Pepsi se convirtieron en archirrivales, pero en la Segunda Guerra Mundial, Coca-Cola estableció su supremacía.

El gobierno de EE.UU. le pidió a Coca-Cola que le proporcionara bebidas a las tropas. Tuvieron 64 plantas embotelladoras portátiles que acompañaban al ejército. Cuando los soldados se fueron, Coca-Cola se quedó y adquirió una dimensión global.

Superaban a Pepsi Cola por márgenes de dos o tres a uno.

En los 80, Pepsi le pegó tremendo susto a Coca-Cola.
En los años 70, cansado de quedarse atrás, a Pepsi se le ocurrió un golpe maestro de marketing: su famoso “Desafío Pepsi”, una prueba de sabor ciega que mostraba que, si no sabían cuál estaban tomando, más clientes preferían el sabor más dulce de Pepsi al de Coca-Cola.

Coca-Cola seguía siendo el refresco más vendido del mundo, pero se puso nervioso al ver a Pepsi pisándole los talones.

Los ejecutivos se convencieron de que el sabor de su producto era el problema, por lo que se propusieron desarrollar un nuevo sabor de cola que derrotaría a Pepsi en una cata a ciegas.

Eso fue lo que llevó al inexplicable anuncio ese día de 1985. Sorprendentemente, no solo se cambió el sabor sino que la Coca-Cola familiar, original y conocida ya no se produciría ni vendería.

Los bebedores leales de Coca-Cola se horrorizaron y organizaron ruidosas campañas contra la nueva bebida. Hubo protestas en las calles de ciudades estadounidenses.

Más allá del sabor…
La presión fue tal que los ejecutivos de Coca-Cola revisaron su investigación de mercado y se dieron cuenta de que habían cometido un error fundamental.

La prueba del gusto ciego no tuvo en cuenta todas las asociaciones de marca y la lealtad con el producto en el mundo real.

A la gente no solo le gustaba la Coca-Cola por su sabor, sino por lo que representaba.

Luego de solo 79 días, Coca-Cola revocó su decisión y anunció que volvería a producir la receta original.

El maxi error del Mini
El Mini llegó a ser el auto más vendido de Reino Unido, pero su éxito de ventas disfraza una historia sorprendente.

Bueno, bonito y barato…
En la década de 1950, la British Motor Corporation o BMC contrató al legendario diseñador Alec Issigonis pues quería fabricar un auto barato que no consumiera mucha gasolina.

Con el Mini, Issigonis condensó la esencia del auto en un vehículo que no era extravagante o derrochador, pero sí genial.

El diseño rompió el molde: sus dimensiones eran increíblemente compactas y su motor transversal y tracción delantera permitía que el 80% del área del piso del automóvil se usara para pasajeros y equipaje.

Después probar el prototipo, el jefe de la BMC, Sir Leonard Lord, señaló que debía venderse por 500 libras esterlinas (unos US$670), para que fuera más barato que su competencia más cercana, el Ford Anglia, que se vendía por £610 (US$800).

Y para convertir al Mini en el auto más deseado no sólo por el precio, el equipo se aseguró de que personalidades como Los Beatles y el actor Peter Sellers fueran los primeros en tenerlos. Otras celebridades empezaron a comprarlos, así como más y más gente.

Se convirtió en el auto británico más vendido de la historia, con una producción de 5,3 millones de unidades.

¿A cuánto?
Los jefes de Ford estaban muy preocupados, pero también desconcertados: ¿cómo podían vender el auto a un precio tan bajo?

Decidieron desarmarlo para ver cómo lo habían hecho.

…muy barato.
“Lo desmantelamos por completo incluso hasta el punto de romper y costear todos los componentes”, recordó en conversación con la BBC el ex planificador de productos de Ford, Bob Howe.

“Según nuestro análisis, Ford habría incurrido en un costo de £35 por encima del precio de venta”.

Al parecer, Sir Leonard no le había prestado atención al tema del costo de producción: hacer cada Mini costaba £535 pero se vendía por £500.

Eso es una locura en el mundo empresarial.

En cualquier análisis de compañías que fracasan, la razón en aproximadamente 7 de cada 10 casos tiene que ver con precios equivocados.

Los alemanes no cometieron el mismo error que los ingleses.
La historia del Mini revela cuán importantes son los precios correctos si desea convertir un producto exitoso en un negocio exitoso.

Con el tiempo, BMC tuvo que comenzar a fabricar versiones más caras del automóvil para generar ganancias.

La producción de Mini finalmente se cerró en el año 2000. Para entonces, su dueño era BMW, que después lanzó su propia versión de Mini…

…a precios que iban de £11.000 a £24.000: la Bayerische Motoren Werke o Fábrica Bávara de Motores no iba a cometer el mismo error.

Cómo lograr una “oficina feliz” y por qué es tan importante para los negocios

En 2012, la compañía de John de Koning hizo algo sorprendente: decidió que la prioridad número uno sería la felicidad de sus empleados.
Su empleador, la firma de informática Incentro, con sede en Utrecht, Holanda, solía operar como un proveedor tradicional de servicios en línea, con una jerarquía vertical de jefes y personal.
Pero tras un descenso en el mercado entre 2002 y 2005, la gerencia se reinventó para hacer de la compañía un lugar menos ostentoso y más divertido; un sitio en el que les gustara trabajar a jóvenes talentosos y ambiciosos.
Ahora hay un trato igualitario y se comparte toda la información sobre la empresa.
En vez de la típica estructura piramidal, las personas trabajan en “células” -grupos de 60 o menos- que funcionan de forma independiente.
Al mismo tiempo que organizan su propio trabajo, participan en las decisiones más amplias de la compañía e incluso deciden su propio salario.
En vez de tener a altos ejecutivos que ordenan aumentos de sueldo, cada “célula” o equipo decide si les parece bien compartir la información sobre sus sueldos.
De haber consenso, toman una decisión colectiva sobre lo que deben ganar, basándose en la información financiera que tienen de la firma.
“Decidimos introducir sólo un indicador clave de rendimiento: la felicidad del empleado”, cuenta De Koning, director ejecutivo de Incentro Marketing Technology.

Tampoco se trata de cantar y saltar en la oficina, pero un estudio de 2014 señala que estar contento en la oficina puede llevarte a ser entre 7% y 12% más productivo.
El enfoque de Incentro para fomentar la felicidad de su personal es compartido por un creciente número de empresas.
Tanto que ahora hay un nuevo nicho de consultores de felicidad en el trabajo que ofrecen inyectar alegría a las empresas.

Beneficios objetivos

De acuerdo con el economista Jan-Emmanuel De Neve, profesor de la escuela de negocios Said de la Universidad de Oxford, en Reino Unido, poner la felicidad en el centro de la toma de decisiones trae muchos beneficios.
Trabajas muy, muy duro, te pagan bien, pero la noción de un trabajo que te haga sentir con vida no está allí”
Dominic Jackman, Escape the City
De Neve señala un estudio de 2014 que sugiere que aumentar la felicidad de las personas los hace entre un 7% y un 12% más productivos.
En otro estudio, investigadores tomaron la lista anual de las mejores compañías para trabajar de la revista Fortune y compararon durante un mismo período de tiempo su desempeño en los mercados con empresas pares.
Descubrieron que las mejores firmas para trabajar tenían mejor desempeño que las otras.
También descubrieron que los inversionistas infravaloraron el bienestar intangible de los empleados.
Es una investigación importante, comenta De Neve, porque muestra que el costo potencial de mejorar el bienestar es directamente proporcional a la productividad y mejor desempeño de la empresa.

El cofundador de Escape the City, Dominic Jackman, dice que sus clientes quieren tener carreras con autonomía e impacto.
Las consultorías que ofrecen subir el estado de ánimo en el lugar de trabajo apuntan a un mercado potencialmente grande.
En su más reciente trabajo para el Informe Mundial sobre la Felicidad de las Naciones Unidas, De Neve encontró que, en todo el mundo, menos del 20% de las personas participa activamente en su trabajo y otro 20% se desentiende activamente.
El economista explica que la participación activa es más que una simple satisfacción en el trabajo.
“Se trata de estar absorbido por el trabajo que haces de una forma positiva, en la que te identificas y promueves la misión de la empresa para la que trabajas”.
Cuando el trabajo es una rutina
Más de 1.000 personas insatisfechas con sus trabajos pagaron US$2.570 cada una por un curso de 12 semanas organizado por la consultora Escape the City con oficinas en Londres y Nueva York.

El equipo de Incentro, en Utrecht (Holanda), con el astronauta holandés Andre Kuipers.
“Los cursos están diseñados para ayudar a la gente a destrabarse o a empezar un negocio”, explica el cofundador Dominic Jackman.
Normalmente los participantes tienen edades comprendidas entre los 27 y los 35 años, la mayoría de los cuales son mujeres con trabajos corporativos donde sienten que sus puestos carecen de un propósito.
Muchas, según Jackman, se unieron a grandes empresas a través de programas de reclutamiento de recién graduados.
“Trabajas muy, muy duro, te pagan bien, pero la noción de un trabajo que te haga sentir con vida no está allí”, señala.
El aumento de la expectativa de vida y una edad más tardía para jubilarse significa que las actitudes de las personas hacia los empleos están cambiando.
“Se trata de hacer una diferencia en la sociedad, tener un propósito y hacerlo más sostenible. La gente quiere trabajar para empresas que hagan cosas mejores para el mundo”, agrega Jackman.
Pioneros de la positividad
Según el análisis europeo del economista De Neve, gozar de una variedad en el trabajo, donde hay espacio para aprender y la sensación de autonomía y control sobre lo que haces está muy valorado.

Los trabajadores que creen en la misión de la compañía son más felices y más productivos, dice el economista Jan-Emmanuel de Neve.
Para la empresa Corporate Rebels, que ayudó a Incentro a delinear sus ideas, el enfoque se deriva de los cofundadores Pim de Moree y Joost Minnaas, quienes dejaron la vida corporativa para viajar por el mundo y recoger ideas pioneras sobre cómo fomentar un ambiente laboral feliz.
De Moree le dice a sus clientes que la clave de la felicidad “consiste en moverse de la ganancia al propósito, de la jerarquía a la red de equipos, de líderes que le dicen a la gente lo que tienen que hacer a líderes que preguntan cómo pueden apoyar mejor a su equipo, de las reglas a la libertad y del secretismo a la transparencia”.
Corporate Rebels sugiere una administración a libro abierto donde todo el mundo está al tanto de los detalles financieros y operacionales del sitio en que trabajan.
Lo otro es un trabajo que se base en resultados y en el que no importa cuántas horas al día trabajas, siempre y cuando produzcas esos resultados.
Sus historias respaldan los datos mencionados por De Neve sobre el claro vínculo entre el bienestar personal y los resultados financieros.

Estos son los cursos gratuitos que ofrecen por internet las diez mejores universidades del mundo

Estudiar en las universidades más prestigiosas del mundo es un lujo que no está al alcance de cualquiera.
Los cursos no solamente quedan fuera del presupuesto de muchos, sino que entrar en la lista de esas instituciones requiere superar una serie de requisitos altamente competitivos.
Además de las solicitudes y declaraciones de interés, para entrar en algunos de los cursos más demandados hay también entrevistas. Y un gran número de aspirantes se quedan fuera cada año.
Pero, gracias a internet y a la iniciativa de algunas de esas organizaciones, ya es posible acceder a algunos de sus cursos… y sin pagar nada por ello.
Te contamos qué puedes estudiar en las universidades más prestigiosas del mundo gratuitamente y a través de la red.
1. Universidad de Oxford
Según la última clasificación de las mejores 1.000 universidades del mundo, que elabora cada año la revista británica Times Higher Education (THE), la Universidad de Oxford, en la ciudad homónima de Reino Unido, ocupa el primer puesto.

La Universidad de Oxford es la primera de la lista, según la edición 2017 del Times Higher Education (THE).
En las posiciones más elevadas de la lista figuran sólo dos países: Reino Unido y Estados Unidos, por lo que si quieres acceder a sus cursos deberás tener en cuenta que la mayoría de ellos se imparten en inglés (aunque muchos cuentan con subtítulos).

Las 10 mejores universidades del mundo
Puesto Institución País
1 Universidad de Oxford Reino Unido
2 Universidad de Cambridge Reino Unido
3 Instituto de Tecnología de California Estados Unidos
4 Universidad de Stanford Estados Unidos
5 Instituto Tecnológico de Massachusetts Estados Unidos
6 Universidad de Harvard Estados Unidos
7 Universidad de Princeton Estados Unidos
8 Imperial College de Londres Reino Unido
9 Universidad de Chicago Estados Unidos
10 Universidad de Pensilvania Estados Unidos

La Universidad de Oxford ofrece varios cursos gratuitos por internet a los que puedes acceder a través de podcasts, textos y videos.
“Hay miles de materiales de alta calidad para el beneficio de la educación internacional”, se lee en el apartado Open Collections (colecciones abiertas) de la página web del centro educativo.
Estos son algunos de ellos:
Abordando Shakespeare* (literatura)
Elementos del dibujo* (arte)
Introducción a la bioética* (filosofía)
Cómo construir un negocio* (ciencias empresariales)
Tendencias demográficas y problemas del mundo moderno* (sociología)

2. Universidad de Cambrigde
La Universidad de Cambrigde, también inglesa, es la segunda en la lista de las mejores del mundo en la edición 2017 del THE.

Estos son algunos de sus cursos que puedes estudiar por internet de manera gratuita:
Curso básico de chino* (idiomas)
Curso básico de alemán* (idiomas)
Fundamentos del árabe* (idiomas)
Marxismo* (filosofía)
Adaptación al cambio climático* (ciencias ambientales)

3. Instituto de Tecnología de California (Caltech)
El Instituto de Tecnología de California, en Estados Unidos, más conocido como Caltech, es un centro privado especializado en ciencia y tecnología, ubicado en la ciudad de Pasadena.

El físico teórico Kip Thorne ganó el Nobel de Física 2017 y daba clases en el Instituto Tecnológico de California.
“Nuestros programas educativos por internet pretenden mejorar la manera en que educamos a futuras generaciones de científicos e ingenieros y mostrar cómo nuestro enfoque puede marcar la diferencia”, se lee en su sitio web.
“Las nuevas oportunidades de aprendizaje online están disponibles a través de Coursera y edX, unas plataformas tecnológicas educativas que ofrecen cursos de nivel universitario por internet para una audiencia global sin ningún tipo de cargo”.
Esta es una muestra de algunos de sus programas gratuitos:
Fundamentos de la criomicroscopía electrónica* (biología)
El Universo en evolución* (astronomía)
La ciencia del Sistema Solar* (astronomía)
Las drogas y el cerebro* (biología)
Curso sobre aprendizaje automático* (ciencias computacionales)

4. Universidad de Stanford
Cuando el fundador de Apple, Steve Jobs, dio en 2011 su famoso discurso “Encontrad lo que amáis” en la Universidad de Stanford, donde estudió pero nunca llegó a graduarse, hizo todavía más conocido en todo el mundo el nombre de esa prestigiosa universidad, que siempre estuve entre la lista de las mejores del mundo.

¿Sabías que puedes estudiar gratis por internet cursos de fotografía o medicina de la Universidad de Stanford?
Esta es una lista de algunos de los cursos que ofrece la institución a través de internet y sin costo alguno:
Criptografía I* (ciencias computacionales)
Salud más allá del espectro del género* (medicina)
Cómo pensar como un psicólogo* (medicina)
Fotografía digital* (arte y humanidades)
Algoritmos* (ciencias computacionales)

5. Instituto Tecnológico de Massachusetts
El prestigioso MIT, una universidad privada localizada en Cambridge, Massachussets, EE.UU., también ofrece un buen número de clases completamente gratis en la red.
Algunos de ellos están disponibles en español (fueron traducidos por Universia):
Interacciones electromagnéticas* (ciencia nuclear e ingeniería)
Derecho y sociedad* (ciencias políticas)
Análisis económico para la toma de decisiones empresariales* (economía)
Planificación, comunicaciones y medios digitales* (estudios urbanos)
Cómo desarrollar estructuras musicales* (música y teatro)

6. Universidad de Harvard
También en el Cambridge de Estados Unidos, la Universidad de Harvard ofrece cursos online abiertos al público.

La Universidad de Harvard está en Massachusetts, Estados Unidos.
Esta es una selección de los que se encuentra en la plataforma edX:
Obras maestras de la literatura mundial* (literatura)
Respuesta humanitaria al conflicto y al desastre* (sociología)
Ciencia y cocina: de la alta cocina a la materia blanda* (ciencia)
Visualizando Japón (1850-1930): Occidentalización, protesta, modernidad* (historia)
La imaginación arquitectónica* (arquitectura)
7. Universidad de Princeton
La Universidad de Princeton, localizada en Princeton, Nueva Jersey, es la cuarta más antigua de Estados Unidos y la séptima mejor del mundo según THE.

La Universidad de Princeton, en Nueva Jersey, ofrece cursos de historia y arquitectura, ente otras materias, completamente gratuitos.
Algunos de sus cursos online:
Cómo hacer que un gobierno funcione en lugares difíciles* (ciencias políticas)
El arte de la ingeniería estructural: los puentes* (ingeniería)
Escritura: la ciencia de la presentación* (ciencias sociales)
El cerebro: una guía para el usuario* (biología)
Laboratorio de historia universal* (historia)
8. Imperial College de Londres
En Londres, el Imperial College cuenta por su parte con una serie de cursos de línea abierto a los internautas. Están enfocados en las ciencias empresariales:
Fundamentos de la contabilidad para un MBA exitoso* (empresariales)
Análisis de datos para un MBA exitoso* (economía)
Fundamentos de las finanzas para un MBA exitoso* (economía)
Fundamentos matemáticos para un MBA exitoso* (economía)

9. Universidad de Chicago
El noveno puesto de la lista de las mejores universidades lo ocupa la Universidad de Chicago.

El expresidente Barack Obama visitó la Universidad de Chicago.
Esta es una muestra cursos gratuitos online:
Comprendiendo el cerebro: la neurobiología de la vida diaria* (biología)
Problemas críticos de la educación urbana* (ciencias sociales)
Calentamiento global: la ciencia de cambio climático* (ciencias ambientales)
Activos financieros: parte 1* (economía)
Estrategias de venta* (empresariales)

10. Universidad de Pensilvania
Una selección de sus cursos online “for free”:
Poesía moderna y contemporánea de Estados Unidos* (artes y humanidades)
Introducción al marketing* (economía/empresariales)
Signos vitales: comprender lo que nos está diciendo el cuerpo* (biología)
Mitología griega y romana* (historia y filosofía)
Diseño: creación de artefactos en la sociedad* (arte)

Qué deudas debes pagar antes de que sea demasiado tarde y por qué

No todas las deudas son malas, pero algunas se pueden salir de control fácilmente.
Imagine un mundo en el que nadie pudiera pedir un préstamo: ni casa, ni auto y posiblemente tampoco regalos por Navidad.
La posibilidad de tomar prestado dinero es vital.
De hecho, mucho de lo que tomamos prestado es “deuda buena”, cuando el pago de esa deuda es asumible y nos ayuda a pagar algo con el tiempo, como las hipotecas.
El problema aparece cuando las deudas se salen de control y no puedes pagar lo que debes. Eso es la conocida como deuda “mala”.

¿Cómo puedes distinguir unas de otras? ¿Cómo saber si es un problema?
Primero, necesitas saber más sobre el tipo de deuda que tienes.
Deuda garantizada
Algunas deudas están garantizadas por una propiedad, lo que significa que si dejas de pagarlas, puedes perder el bien en cuestión.
En el caso de las hipotecas, por ejemplo, el banco te puede forzar a vender tu casa.

Si dejas de pagar el préstamo del coche, puede que te quedes sin el carro.
En el caso de un préstamo para un vehículo, el prestamista se puede llevar tu auto.
Dado que este tipo de deudas están ligadas a grandes bienes -como viviendas o vehículos- es importante priorizar el pago de estas.
Deuda no asegurada
Las deudas que no están aseguradas acarrean más riesgos para el prestamista, ya que no hay manera de recuperar el dinero si se no se cumple.
Por ello, tienen un tipo de interés más alto.
En este grupo, se encuentran las tarjetas de crédito o la mayoría de los créditos bancarios y los préstamos entre particulares.

Las tarjetas de crédito pueden llegar a cobrarte hasta un 20% de interés al año.
Para la mayoría de personas, la deuda en la tarjeta de crédito no es un problema, ya que el 80% paga el balance total a finales de cada mes.
No obstante, para aquellos que no lo hacen, las tipos de interés son altos, normalmente de hasta el 20% anual.
Así que es fácil que este tipo de deuda esté fuera de control.
Deuda prioritaria
Cada una de las deudas conllevan diferentes sanciones. Las consecuencias de no pagar el impuesto sobre la vivienda, por ejemplo, pueden ser muy graves.
“Las autoridades locales pueden deducir de tu salario (el dinero correspondiente), pueden enviar a agentes del orden a tu propiedad para retirar bienes e incluso pueden estudiar la aplicación de medidas como el encarcelamiento”, explica Jonathan Chesterman, de la entidad benéfica StepChange, especializada en aconsejar sobre la deuda.
Llegados a un punto extremo, los proveedores de servicios como la electricidad pueden llegar a cortar el suministro, así que esas facturas también son una prioridad.

Proveedores de servicios como la electricidad pueden llegar a cortar el suministro.
Por otro lado, los bancos no tienen manera de tomar medidas contra uno si no se realiza el pago de la deuda de la tarjeta de crédito o de préstamos, más allá de rebajar el historial de crédito.
¿En qué momento deberías preocuparte?
Jonathan Chesterman explica que hay tres signos claros de que tu deuda es un problema:
Tienes que recortar gastos en comida
No te queda dinero para ahorrar a final de mes
Sólo haces el pago mínimo en tu tarjeta de crédito
Otra manera de saber si debes tomar medidas es comparar la deuda que tienes en relación a tu salario.