Por qué los principales supermercados británicos prohibieron la venta de bebidas energéticas a menores de 16 años

Muchos adolescentes en Reino Unido creen que unos cuantos tragos les darán resistencia física, los ayudarán con los exámenes y mejorarán su condición física.

Estamos hablando de las bebidas energéticas, cuya venta a menores de 16 años ha sido prohibida por los principales supermercados británicos.

Estos se han convencido de los efectos nocivos de este tipo de bebidas en los adolescentes.

Y es que cada lata del producto contiene el equivalente a 12 cucharadas de azúcar y 3 tazas de café, toda una “bomba” para la salud, según los especialistas: aumenta la presión arterial y puede provocar arritmias.

Aldi y ASDA son dos de los supermercados que se han unido a la prohibición.
Pero las bebidas energetizantes no sólo afectan la salud.

La secretaria general del sindicato docente británico NASUWT, Chris Keates, le dijo a la BBC que los altos niveles de cafeína y azúcar de estas bebidas tienen un impacto negativo en el comportamiento de los alumnos en las escuelas. Y los maestros deben lidiar con las consecuencias.

“No hay conciencia sobre los efectos a largo plazo de estas bebidas en la salud. Muchos alumnos y padres piensan que son simplemente otro refresco”, advirtió.

Los estudios lo demuestran
La batalla contra estos productos es relativamente reciente, pero no las advertencias de los profesionales de la salud.

Numerosos estudios han alertado sobre los efectos perniciosos de las bebidas energéticas en una juventud cada vez más aficionada a ellas.

Una reciente investigación de la Universidad de Waterloo, en Canadá, encuestó a unos 2.000 jóvenes de entre 12 y 24 años que consumían estos productos.

Más de la mitad de ellos reconoció que tras ingerirlas experimentaron efectos negativos.

En concreto, el 24,7% aseguró haber sufrido palpitaciones, otro 24,1% reportó dificultades para dormir, un 18,3% afirmó haber tenido náuseas, vómitos o diarrea, y un 3,6% aseguró haber experimentado dolor en el pecho. El 3,1% dijo que había solicitado o considerado pedir asistencia médica.

En 2013 la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria publicó un estudio en el que reveló que la mitad del consumo total de estas bebidas lo realiza la población de entre 12 y 25 años, y que dos de cada diez niños de entre 3 y 10 años consumen estos refrescos.

#NotForChildren
La iniciativa de los supermercados británicos obedece a varias campañas de diferentes organizaciones, pero sobre todo a la del popular chef británico Jamie Olivier, quien bajo el hashtag #NotForChildren ha impulsado un movimiento para evitar que los niños y adolescentes consuman este tipo de bebidas.

Las importantes cadenas de supermercados Co-op, Aldi y Lidl implementaron la medida el 1º de marzo, mientras que las firmas del mismo ramo Morrisons, Waitrose y Asda, más el grupo de farmacias Boots, comenzaron este martes.

“Ayudar a nuestros clientes a vivir una vida más sana siempre ha sido nuestro objetivo principal. Hemos escuchado la creciente preocupación sobre los jóvenes que consumen estas bebidas con alto contenido de azúcar y cafeína y queremos ayudar a restringir aún más su acceso vetándolas en nuestras 2.500 tiendas en todo Reino Unido”, dijo un portavoz de Boots.

A partir de hoy esta cadena tendrá además un sistema de barras registradoras donde cualquier persona que sea percibida como menor de 16 años deberá probar que si supera esa edad.

Pera o manzana: ¿qué puede decir la forma de tu cuerpo sobre el riesgo de sufrir un ataque al corazón?

La proporción entre el tamaño de la cintura y la cadera es mejor indicador de riesgo de ataque al corazón que la obesidad.

Según un estudio del Instituto George para la Salud Global de la universidad de Oxford, en Inglaterra, eso implica que no solo la cantidad sino tambiénla distribuciónde la grasa corporal es significativa para nuestra salud.

En general, los hombres y mujeres que tienen una forma corporal redondeada -en forma de “manzana”-, tienen más riesgo de sufrir un ataque al corazón que quienes tienen una forma de “pera”.

Y en el caso de las mujeres, según el estudio, esa proporción entre cintura y cadera es un indicador un 18% más eficaz que el índice de masa corporal (IMS).

Para los hombres, esa ventaja es del 6%.

“Nuestros resultados apoyan la idea de que tener proporcionalmente más grasa alrededor del abdomen -una característica de la forma de manzana- parece ser más peligroso que tener una grasa más visceral, que generalmente se almacena alrededor de la cadera -forma de pera-“, le dijo a la BBC la doctora Sanne Peters, la autora principal del estudio.

La investigación, publicada en el Journal of the American Heart Association, se basó en entrevistas a casi 500.000 adultos de Reino Unido entre los 40 y los 69 años.

Diferencias de sexo

Las mujeres reciben con frecuencia un diagnóstico inicial erróneo cuando sufren un ataque al corazón.
El estudio confirmó que la composición y la distribución de la grasa varía mucho entre los dos sexos.

En las mujeres predomina la masa corporal grasa y la grasa subcutánea, mientras que en los hombres predomina la grasa corporal magra y la grasa visceral.

Pero la muestra del estudio, si bien es muy amplia, tiene una gran mayoría de población blanca, por lo que Peters cree que hacen falta más investigaciones en otros tipos demográficos para determinar si los resultados se pueden generalizar.

“Entender qué papel cumplen las diferencias de sexo en la distribución corporal de la grasa de cara a futuros problemas de salud podría permitir hacer intervenciones de salud pública específicas para cada género y lidiar con la epidemia global de obesidad de una manera más eficaz”, dijo la investigadora.

Ashleigh Doggett, de la British Heart Foundation -que no estuvo involucrada en el estudio-, consideró que los resultados del estudio son “muy interesantes”.

“Sabemos por nuestras propias investigaciones anteriores que las mujeres reciben con frecuencia un diagnóstico inicial erróneo cuando sufren un ataque al corazón, así que saber cómo almacenamos la grasa y qué forma corporal tenemos puede ser un factor importante a considerar por parte del personal médico que hace el diagnóstico”, dijo Doggett.

Hay 5 tipos de diabetes y no solo 2: el estudio que podría cambiar cómo se trata la enfermedad que afecta a 1 de cada 11 personas en el mundo

Un gran estudio científico concluyó que no hay dos sino cinco categorías distintas de diabetes, y que los tratamientos se podrían adaptar para cada tipo de paciente.

La diabetes es una enfermedad crónica que según la Organización Mundial de la Salud (OMS) afecta a 422 millones de personas en el mundo, el 8,5% de la población adulta, según datos de 2014.

Este mal aumenta además el riesgo de sufrir enfermedades del corazón, derrame cerebral, ceguera, fallo renal y amputaciones de las extremidades.

Quienes lo padecen no pueden controlar los niveles de azúcar en la sangre, y normalmente son diagnosticados en uno de dos tipos generales de diabetes: de tipo 1 o 2.

La diabetes de tipo 1se considera una enfermedad autoinmune en la que el cuerpo no puede producir insulina y normalmente se presenta en la infancia.

La de tipo 2, la más común, aparece generalmente en la edad adulta y está asociada a un estilo de vida poco saludable y a la obesidad, ya que la grasa corporal puede afectar al comportamiento de la insulina.

Pero un estudio con unos 15.000 pacientes finlandeses y suecos, publicado en la revista The Lancet Diabetes and Endocrinology, acaba de ofrecer un retrato de la enfermedad mucho más complejo, que podría desencadenar una nueva era de tratamiento personalizado para la diabetes.

5 tipos genéticamente distintos
Los investigadores aseguran que los cinco subgrupos identificados tienen muchas diferencias entre sí y responden a tipos genéticos distintos, incluida la edad a la que se presentan y las variedades de riesgo y complicaciones asociadas, como las enfermedades renales o la ceguera.

“Estamos dando un paso real hacia la medicina de precisión”, dicen los autores del estudio.
Para ello analizaron la información de 8.980 pacientes de un registro sueco diagnosticados en la edad adulta y después confirmaron los resultados con datos de otros 5.795 adultos de otras tres bases de datos de Finlandia y Suecia.

La investigación, del Centro para la Diabetes de la Universidad de Lund, en Suecia, y del Instituto de Medicina Molecular de Finlandia, concluyó que los pacientes se pueden separar en estos grupos:

Grupo 1: diabetes severa autoinmune. A grandes rasgos, es la que normalmente se clasifica como de tipo 1. Afecta a las personas cuando son jóvenes y aparentemente saludables y se debe a una enfermedad autoinmune que imposibilita la producción de insulina. Con lo cual, no hay hormonas suficientes para controlar el nivel de azúcar en la sangre.
Grupo 2: diabetes severa por deficiencia de insulina. Estos pacientes inicialmente son muy parecidos a los del grupo 1 —también son jóvenes, con un peso y salud aparentemente saludables—, pero tienen dificultades para producir insulina. La diferencia es que no hay un fallo en el sistema inmunológico sino un defecto en sus células beta, las que “fabrican” la insulina. Estos pacientes tienen el mayor riesgo de ceguera.
Grupo 3: diabetes severa por resistencia a la insulina. Quienes la sufren en general tienen sobrepeso y producen insulina pero el cuerpo no responde a la hormona. Estos pacientes tienen el mayor riesgo de enfermedades renales.
Grupo 4: diabetes moderada relacionada con la obesidad. Identificada principalmente en pacientes con mucho sobrepeso, pero metabólicamente más cercanos a los valores normales que a los del grupo 3.
Grupo 5: diabetes moderada relacionada con la edad. La desarrollan por pacientes que son significativamente de mayor edad que los de los otros grupos
El equipo de investigadores dice que sus conclusiones explican por qué algunos pacientes con diabetes responden a los tratamientos de una manera muy diferente a otros.

También aseguran que esta nueva clasificación puede identificar a las personas que corren un mayor riesgo de desarrollar complicaciones.

“Esto es extremadamente importante, estamos dando un paso real hacia la medicina de precisión”, le dijo a la BBC Leif Groop, uno de los académicos que participaron en el estudio.

Impacto futuro
La doctora Victoria Salem, investigadora clínica de la universidad Imperial College de Londres, dice que la mayoría de los especialistas en diabetes sabe que la clasificación de la enfermedad en tipo 1 y tipo 2 “no es un sistema de clasificación terriblemente preciso”.

El estudio no cambiará inmediatamente cómo se trata la diabetes, pero quizás sí en el futuro.
“Esto definitivamente va a ser el futuro de cómo consideramos la diabetes como enfermedad”, le dijo a la BBC.

Pero matizó que el estudio no cambiará inmediatamente cómo se practica la medicina.

Salem apuntó además que la investigación examinó solo población escandinava pero el riesgo de diabetes varía considerablemente entre distintas partes del mundo.

Por ejemplo en Reino Unido las poblaciones originarias del sur asiático, de países como India, Bangladesh, Pakistán y Sri Lanka, tienen una mayor probabilidad de desarrollar diabetes que la población blanca.

“Puede ser que en el mundo haya 500 subgrupos, dependiendo de los genes y del efecto de los ambientes locales”.

“Su análisis tiene cinco grupos, pero eso puede crecer”, apunta.

Por su parte Emily Burns, de la organización Diabetes UK, cree que entender mejor la enfermedad podría ayudar a “personalizar los tratamientos y potencialmente reducir el riesgo de complicaciones relacionadas con la diabetes en el futuro”.

Pero matizó que “todavía necesitamos saber más sobre estos subgrupos para poder entender qué impacto tiene esto para las personas que tienen la enfermedad”.

El método para mejorar la memoria que no requiere ningún esfuerzo

Cuando tratas de memorizar algo nuevo es normal asumir que, cuanto más empeño pones en ello, mejor te irá.

Sin embargo, puede que lo que necesites sea justamente una pausa en la que no hagas nada. Literalmente.

Apaga la luz, relájate y disfruta de 10 o 15 minutos de tranquilidad y verás que recordarás mucho mejor lo que acabas de aprender que si hubieses tratado de usar ese tiempo de manera más productiva.

Si bien se sabe que no debemos acelerarnos cuando estudiamos, nuevas investigaciones indican que debemos apuntar a una “interferencia mínima” durante estas pausas, evitando deliberadamente cualquier actividad que pueda afectar a la delicada tarea de formar memorias.

Así que nada de mirar el celular, los correos electrónicos o navegar por internet. Tienes que darle a tu cerebro la oportunidad de recargar baterías sin distracciones.

Este descubrimiento resulta alentador para las personas con amnesia o algunas formas de demencia, ya que presenta una forma de liberar una capacidad de aprender latente, previamente desconocida.

Experimentos
Los beneficios del descanso para mejorar la memoria fueron documentados por primera vez en 1900 por el psicólogo alemán Georg Elias Müller y su estudiante Alfons Pilzecker.

En uno de sus varios experimentos, Müller y Pilzecker les pidieron a los participantes que aprendiesen una lista de sílabas sin significado.

Se demostró que descansar mejora la memoria en personas de distintas edades.
A una mitad del grupo le solicitó que aprendiese inmediatamente el contenido de una segunda lista, mientras que la otra pudo descansar seis minutos antes de comenzar con la tarea.

Cuando se examinó a ambos grupos una hora y media más tarde, los dos mostraron diferencias notables.

Los que hicieron el paréntesis recordaron cerca del 50% de la lista, mientras que los otros solo un 28%.

Esto indica que nuestra memoria de información recién aprendida es especialmente frágilapenas ha sido codificada, con lo cual es susceptible de sufrir interferencias si recibimos nueva información.

Beneficios del descanso
Las implicaciones más amplias de este hallazgo se hicieron evidentes recién a principios de la década del 2000, gracias a un estudio de Sergio Della Sala, investigador de la Universidad de Edimburgo, en Reino Unido, y Nelson Cowan de la Universidad de Misuri, en Estados Unidos.

El equipo quería descubrir si reducir la interferencia podía servir para mejorar la memoria de los pacientes que habían sufrido un daño neurológico.

Usando una técnica similar a la de Müller y Pilzecker, les ofrecieron a los participantes una lista de 15 palabras y los pusieron a prueba 10 minutos más tarde.

La idea es relajarse y dejar vagar la mente.
A algunos sujetos los mantuvieron ocupados con pruebas cognitivas y a otros los dejaron descansar en una sala oscura.

Y el impacto de una intervención leve fue mucho más profundo de lo que esperaban.

Los que descansaron triplicaron el número de palabras que recordaron —de 14% a 49%—, obteniendo un resultado similar al de la gente sin daño neurológico.

Della Sala y una estudiante de Cowan, Michaela Dewar, de la Universidad de Heriot-Wattt, repitieron estos estudios en contextos muy diferentes.

Descubrieron que en pacientes sanos, los períodos de descanso cortos también pueden mejorar la memoria espacial.

Por ejemplo, el descanso los ayudó a recordar el sitio de diversos puntos geográficos en un ambiente de realidad virtual.

El recuerdo, además, se mantuvo por una semana después de haberlo aprendido.

El beneficio resultó ser igual tanto para jóvenes como para personas mayores.

En todos los casos, los investigadores simplemente les pidieron a los participantes que se sentaran en una habitación con luz tenue, sin celulares ni distracciones similares.

La mayoría se dedicó a descansar y a dejar vagar su mente.

Formación de las memorias
El mecanismo exacto por el cual el descanso parece ser beneficioso no se conoce.

Pero algunas de sus claves residen en cómo se forman las memorias.

Se sabe que inicialmente, cuando se codifican, pasan por un período de consolidación, y se guardan en un sitio por un largo plazo.

Durante la pausa no debes distraerte con el celular ni mirar correos. Sencillamente debes descansar para ayudar a tu memoria a consolidar los nuevos conocimientos adquiridos.
Antes se creía que esto ocurría principalmente durante el sueño, cuando se intensificaba la comunicación entre el hipocampo —el sitio en donde las memorias se forman por primera vez— y la corteza cerebral, un proceso que podría fortalecer las nuevas conexiones neuronales que se necesitan más tarde para llamar a esos recuerdos.

Esta intensificación de la actividad nocturna puede explicar por qué generalmente aprendemos mejor antes de irnos a dormir.

Pero un estudio de 2010 de Lila Davachi, investigadora de la Universidad de Nueva York, EE.UU., descubrió que esto no se limitaba al sueño sino que ocurría también cuando estábamos despiertos, descansando.

Puede que el cerebro aproveche los momentos de descanso para consolidar lo que aprendió recientemente, y reducir la estimulación en estos momentos ayuda.

Y es posible que el daño neurológico haga que el cerebro sea particularmente vulnerable a las interferencias después de aprender algo nuevo, y por ello hacer un descanso demostró ser particularmente importante para los sobrevivientes de un derrame cerebral o para personas con Alzheimer.

Descansar ayuda a que tu mente recargue las baterías.
Pero más allá de los beneficios clínicos para esta clase de pacientes, los expertos concuerdan en que programar períodos de descanso regulares y sin distracciones puede ayudarnos a todos a recordar material nuevo más firmemente.

En la era del exceso de información, es bueno recordar que nuestros teléfonos inteligentes, no son la única cosa que necesita recargarse a intervalos regulares.

Nuestra mente, claramente, también lo necesita.

¿Cuáles son los 50 alimentos más nutritivos?

Imagina el alimento ideal. Uno que contenga todos los nutrientes necesarios para cumplir, pero no exceder, nuestras necesidades diarias de nutrientes. Si semejante producto existiera, consumirlo sin comer nada más proveería el balance nutricional óptimo para nuestro cuerpo.

Semejante alimento no existe. Pero se puede buscar lo más próximo. La clave es comer un balance de alimentos altamente nutritivos que, al ser consumidos juntos, no tienen ningún nutriente en exceso, para evitar superar los montos recomendados para consumo diario.

Los científicos estudiaron más de 1.000 alimentos, asignándole a cada uno una puntuación según su valor nutricional.

Mientras más alta la valoración, mayores son las posibilidades de que ese alimento cumpliría pero no excedería las necesidades nutricionales de un persona, al ser consumido en combinación con otros productos.

Tras ser valorados y clasificados por científicos, estos son los 50 alimentos más nutritivos:

50. Arvejas envainadas
42 calorías por cada 100 gramos.

Las arvejas (guisantes) son una excelente fuente de proteína, carbohidratos, fibra dietética, minerales y vitaminas solubles en agua.

Puntuación nutricional: 58.

49. Frijol de carita
44 calorías por cada 100 gramos.

Se le conoce por múltiples nombres incluyendo chíchere, chicharillo, fríjol chino o fríjol cabecita negra. Al igual que muchas otras legumbres es alto en carbohidratos y contiene más proteínas que los cereales.

Puntuación nutricional: 58.

La lechuga de mantequilla tiene pocas calorías.
48. Lechuga mantequilla
13 calorías por cada 100 gramos.

También conocida como lechuga mantecosa, incluye distintas variedades entre ellas la Boston. Tiene pocas calorías. Es muy popular en Europa.

Puntuación nutricional: 58.

47. Cerezas rojas
50 calorías por cada 100 gramos.

Se trata de una variedad no procesado y no congelada de las cerezas ácidas (Prunus cerasus), propia de Europa y Asia.

Puntuación nutricional: 58.

Las nueces contienen una gran proporción de ácido linoleico.
46. Nueces
619 calorías por cada 100 gramos.

Las nueces contienen una gran proporción de ácido linoleico, el saludable ácido graso que se encuentra en las plantas.

Puntuación nutricional: 58.

45. Espinaca fresca
23 calorías por cada 100 gramos.

Contiene más minerales y vitaminas (especialmente vitamina A, calcio, hierro y fósforo) que muchas hojas de ensalada. La espinaca aparece dos veces en esta lista porque la forma como es preparada afecta su valor nutricional. La espinaca fresca lo puede perder si es almacenada a temperatura ambiente.

Puntuación nutricional: 59.

44. Perejil
36 calorías por cada 100 gramos.

Un familiar del célery, el perejil fue popular en la época de los griegos y de los romanos. Tiene altos niveles de varios minerales saludables.

Puntuación nutricional: 59.

El perejil tiene altos niveles de varios minerales saludables.
43. Arenque
158 calorías por cada 100 gramos.

Este pez del Atlántico está entre las cinco especies más pescadas. Es rico en Omega 3 y en ácidos grasos.

Puntuación nutricional: 59.

42. Róbalo

97 calorías por cada 100 gramos.

Conocida también como lubina, bajo su nombre se incluyen varias especies de peces de tamaño mediano, ricos en grasas y hallados con frecuencia en el mar Mediterráneo y el océano Atlántico.

Puntuación nutricional: 59.

41. Repollo chino
13 calorías por cada 100 gramos.

Es una variante de las especies de Brassica rapa, también se le conoce como pak-choi. Es baja en calorías.

Puntuación nutricional: 60.

40. Berro
32 calorías por cada 100 gramos.

El nombre científico de esta planta pequeña de ensalada es brassica Lepidium sativum. Tiene un alto contenido de hierro.

Puntuación nutricional: 60.

39. Albaricoque
También conocido como chabacano. Esta fruta es relativamente alta en azúcar, en fitoestrógenos y antioxidantes, incluyendo el carotenoide betacaroteno.

Puntuación nutricional: 60.

El albaricoque es rico en antioxidantes.
38. Huevas de pez
134 calorías por cada 100 gramos.

Las huevas de pez contienen altos niveles de vitamina B-12 y de ácidos grasos Omega 3. Con frecuencia el caviar es considerada como huevas de esturión.

Puntuación nutricional: 60.

37. Pez blanco
134 calorías por cada 100 gramos.

Estas especies de pez de agua dulce son comunes en el hemisferio norte. Son familiares del salmón y ricos en aceite Omega 3.

Puntuación nutricional: 60.

36. Cilantro
Es una hierba rica en carotenoides que se usa para tratar distintas dolencias, incluidos los problemas digestivos, la tos, los dolores de pecho y la fiebre.

Puntuación nutricional: 61.

35. Lechuga romana
17 calorías por cada 100 gramos.

También conocida como orejona o escarola, es otra variedad de la Lactuca sativa. Mientras más frescas estén las hojas, más nutritivas resultan.

Puntuación nutricional: 61.

La mostaza es uno de los condimentos más antiguos.
34. Mostaza de hoja
27 calorías por cada 100 gramos

Es uno de los condimentos más antiguos. Contiene sinigrina, un químico que se cree tiene propiedades que protegen de la inflamación.

Puntuación nutricional: 61.

33. Bacalao del Atlántico
82 calorías por cada 100 gramos.

Este largo y blanco pez es bajo en grasas y rico en proteínas. El hígado de bacalao es una fuente de aceite de pescado rico en ácidos grasos y en vitamina D.

32. Merlán
90 calorías por cada 100 gramos.

También conocido como plegonero. Este pez se encuentra con frecuencia en el Atlántico norte y es pariente del bacalao.

Puntuación nutricional: 61.

31. Col rizada
49 calorías por cada 100 gramos.

Una hoja de uso frecuente en ensaladas, es rica en minerales como el fósforo, el hierro y el calcio; así como en vitaminas A y C.

Puntuación nutricional: 62.

La col rizada es rica en minerales como el fósforo, el hierro y el calcio.
30. Grelos
22 calorías por cada 100 gramos.

En inglés se le conoce como broccoli raab, pero no debe confundirse con el brócoli. Tiene tallos más delgados, flores más pequeñas y se relaciona con el nabo.

Puntuación nutricional: 62.

29. Chile
324 calorías por cada 100 gramos.

Son los frutos picantes de las plantas Capsicum. Son ricos en capsaicinoides, carotenoides y antioxidantes procedentes del ácido ascórbico.

Puntuación nutricional: 62.

28. Almejas
86 calorías por cada 100 gramos.

Un molusco magro rico en proteínas. Con frecuencia se come ligeramente cocinado, aunque se debe tener cuidado para evitar una intoxicación alimentaria.

Puntuación nutricional: 62.

Las almejas son ricas en proteínas.
27. Berza
32 calorías por cada 100 gramos.

Otra hoja de ensalada que pertenece a la familia de plantas Brassica. Una col sin cabeza estrechamente relacionada con la col rizada.

Puntuación nutricional: 63.

26. Albahaca
23 calorías por cada 100 gramos.

Un hierba picante y dulce usada tradicionalmente para proteger el corazón. Se considera que tiene propiedades antibacterianas y antihongos.

Puntuación nutricional: 63.

El chile en polvo tiene compuestos fenólicos y carotenoides
25. Chile en polvo
282 calorías por cada 100 gramos.

Es una fuente de fitoquímicos como la vitaminas C, E y A, así como de compuestos fenólicos y carotenoides.

Puntuación nutricional: 63.

24. Espinaca congelada
29 calorías por cada 100 gramos.

Es un cultivo que se usa en ensaladas tiene un contenido especialmente alto de magnesio, folato, vitamina A y los carotenoides betacaroteno y zeaxantina. Congelar la espinaca ayuda a evitar que sus nutrientes se degraden, lo que explica por qué las espinacas congeladas aparecen mejor catalogadas que las espinacas frescas.

Puntuación nutricional: 64.

23. Dientes de león
45 calorías por cada 100 gramos.

Estas hojas son una fuente excelente de calcio y de vitaminas A y C.

Puntuación nutricional: 64.

22. Toronja
También conocido como pomelo. La carne roja de sus variedades rosadas responde a la acumulación de licopenos y pigmentos carotenoides.

Puntuación nutricional: 64.

Las vieiras tiene alto contenido en proteínas, ácidos grasos, potasio y sodio.
21. Vieiras
69 calorías por cada 100 gramos.

Es un molusco bajo en grasa y alto en proteínas, ácidos grasos, potasio y sodio. También se le conoce como venera.

Puntuación nutricional: 64.

20. Bacalao del Pacífico
72 calorías por 100g.

Muy relacionado con el bacalao del Atlántico, su hígado es una fuente significativa de aceite de pescado rico en ácidos grasos y vitamina D.

Puntuación nutricional: 64.

19. Col morada
31 calorías por 100g.

Rica en vitaminas. Su predecesor antiguo era una planta de origen europeo o mediterráneo que crecía cerca del mar.

Puntuación nutricional: 65.

La cebollas verde contiene cobre, fósforo y magnesio.
18. Cebolla verde o cebolleta
27 calorías por cada 100g.

Conocidas también como cebollas de primavera (o cebolla larga). Son altas en cobre, fósforo y magnesio. Es una de las fuentes más ricas de vitamina K.

Puntuación nutricional: 65.

17. Abadejo de Alaska
92 calorías por cada 100g.

Esta especie de pez usualmente es capturado en el mar de Bering y en el golfo de Alaska. Tiene un contenido bajo en grasa de menos de 1%.

Puntuación nutricional: 65.

16. Lucio europeo
88 caloría por cada 100g.

Es un veloz depredador de aguadulce. Es de gran valor nutricional, pero las mujeres embarazadas deben evitar su consumo debido al riesgo de contaminación por mercurio.

Puntuación nutricional: 65.

15. Arvejas verdes

77 calorías por cada 100 gramos.

Este alimento contiene altos niveles de fósforo, magnesio, hierro, zinc, cobre y fibra dietética.

Puntuación nutricional: 67.

Las mandarinas contienen un precursor de la vitamina A.
14. Mandarinas
53 calorías por cada 100 gramos.

Una fruta cítrica alta en azúcar. Contiene criptoxantina, un precursor de la vitamina A.

Puntuación nutricional: 67.

13. Berro
11 calorías por cada 100 gramos.

Único entre los vegetales, crece en torrentes de agua clara como una planta salvaje. Se usa tradicionalmente para tratar problemas de deficiencia en minerales.

Puntuación nutricional: 68.

12. Célery en hojuelas
319 calorías por cada 100g.

El célery se seca y se corta para ser usado como condimento. Es una fuente importante de vitaminas, minerales y aminoácidos.

Puntuación nutricional: 68.

11. Perejil seco
292 calorías por cada 100 gramos.

El perejil es secado y picado para ser usado como condimento. Tiene un alto contenido de boro, flúor y calcio para unos huesos y dientes saludables.

Puntuación nutricional: 69.

El perejil tiene un alto contenido de boro, flúor y calcio.
10. Pargo
100 calorías por cada 100 gramos.

También conocidos como huachinangos. Se trata de una familia de peces principalmente procedentes del mar, siendo el pargo rojo uno de los más conocidos. Es muy nutritivo pero puede contener peligrosas toxinas.

Puntuación nutricional: 69.

9. Hojas de remolacha
22 calorías por cada 100 gramos.

Estas hojas tienen un alto contenido de calcio, hierro, así como vitaminas de los grupos K y B, especialmente riboflavina.

Puntuación nutricional: 70.

8. Grasa de cerdo
632 calorías por cada 100 gramos.

Es una buena fuente de vitamina B y minerales. La grasa de cerdo es menos saturada y más sana que la de cordero o ternera.

Puntuación nutricional: 73.

7. Acelga
19 calorías por cada 100 gramos.

Una fuente muy rara de betalaínas, un fitoquímico que se cree tiene antioxidantes y otras propiedades saludables.

Puntuación nutricional: 78.

Las semillas de calabaza es una de las fuentes vegetales más ricas de hierro y magnesio.
6. Semillas de calabaza
559 calorías por cada 100 gramos.

Al igual que las semillas de otras variedades de la especie Cucurbita, es una de las fuentes vegetales más ricas de hierro y magnesio.

Puntuación nutricional: 84.

5. Semillas de Chía
486 calorías por cada 100 gramos.

Estas diminutas semillas contienen altas cantidades de fibra dietética, proteína, ácido linolénico, ácido fenólico y vitaminas.

Puntuación nutricional: 85.

4. Peces planos
70 calorías por cada 100 gramos.

Incluye al lenguado y otros peces de la familia de los pleuronéctidos. Generalmente están libres de mercurio y son una buena fuente de nutrientes esenciales y de vitamina B1.

Puntuación nutricional: 88.

Los peces planos son una buena fuente de nutrientes esenciales.
3. Perca oceánica
79 calorías por cada 100 gramos.

Aunque hay versiones procedentes del Pacífico, la valoración se refiere a los procedentes del Norte del Atlántico. Se trata de peces de aguas profundas que en ocasiones son conocidos como peces de piedra. Tiene un alto contenido de proteínas y es bajo en grasas saturadas.

Puntuación nutricional: 89.

2. Chirimoya
75 calorías por cada 100 gramos.

La chirimoya es una fruta carnosa y dulce con una pulpa blanca. Rica en azúcar y en vitaminas A, C, B1, B2 y potasio.

Puntuación nutricional: 96.

1. Almendras
579 calorías por cada 100 gramos.

Ricas en ácidos grasos monoinsaturados. Contribuyen a la salud cardiovascular y pueden ayudar con la diabetes.

Puntuación nutricional: 97.