Faltaban minutos para que terminara el último turno de clase en la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas de Florida, Estados Unidos, cuando la alarma de incendio comenzó a sonar.
En medio de la confusión, empezaron a escucharse disparos. Algunos pensaron que eran fuegos artificiales.
Era Nikolas Cruz, exalumno de la escuela de 19 años, quien armado con un fusil de asalto del tipo AR-15 y muchísima munición terminó matando a 17 personas y dejó decenas de heridos.
Con la alarma de incendios, los salones de clase comenzaron a ser evacuados, pero los profesores se percataron enseguida de que se trataba de un “código rojo” y se apresuraron a regresar a las aulas.
Algunos permanecieron escondidos durante 40 minutos.
Las televisoras locales mostraron el enorme despliegue policial y de paramédicos alrededor de la escuela.
Lo que ya llaman “La masacre de San Valentín” es el décimo octavo tiroteo en una escuela de EE.UU. en lo que va de año y el sexto que ha dejado estudiantes muertos o heridos.
También es el segundo en víctimas fatales desde el tiroteo de la secundaria Sandy Hook de 2012, que dejó 26 muertos. Y es el octavo tiroteo más letal en la historia reciente de EE.UU.
“Es una situación horrenda”, dijo el sheriff del condado de Broward, Scott Israel, al confirmar el número de fallecidos.
Además de los 17 muertos, también se informó de hasta 20 heridos, al menos tres en estado grave.
¿Qué pasó?
La policía cree que fue el propio Cruz quien hizo saltar la alarma de incendios alrededor de las 3 de la tarde hora local (20:00 GMT).
Buscaba aprovechar la confusión, abrir fuego en medio del desconcierto.
El tiroteo comenzó fuera de la escuela. No tardó en presentarse un enorme despliegue policial.
Agentes fuertemente armados aparecieron en escena con vehículos blindados. También bomberos y ambulancias. Y los periodistas.
Los helicópteros de las televisiones locales llegaron a tiempo para mostrar parte de la evacuación de los alumnos cuando todavía el autor del tiroteo andaba suelto.
Dieron la vuelta al mundo las imágenes de jóvenes estudiantes atemorizados, con manos en alto saliendo en fila siguiendo las instrucciones de los policías con fusiles y chalecos antibalas.
También se pudo ver a algunos heridos siendo trasladados en camilla y cómo, minutos después del tiroteo, Cruz era detenido.
¿Quién es el atacante?
Según la policía, Cruz, quien no opuso resistencia al ser arrestado, es un exalumno que había sido expulsado por “razones disciplinarias”.
Su conducta conflictiva era bien conocida tanto por docentes como estudiantes del centro educativo.
Nikolas Cruz en una foto facilitada por la oficina del sheriff del condado de Broward, Florida.
Jim Gard, un profesor de la escuela, dijo que los trabajadores fueron advertidos de que el exestudiante suponía una amenaza y no se le debía permitir el ingreso al colegio con una mochila.
“Hubo problemas con él el año pasado amenazando a estudiantes y creo que se le pidió que abandonase el campus”, dijo Gard al diario Miami Herald.
“Escuché seis disparos y luego algunas personas comenzaron a correr”, dijo una de las estudiantes.
Un estudiante del centro le dijo a la cadena CBS que Cruz era “un chico problemático”.
Y aseguró que no tenía reparos en mostrar al resto de alumnos que siempre “cargaba armas con él”.
18 tiroteos en escuelas en 2018
Las autoridades confirmaron que 12 de las víctimas murieron dentro de la escuela, dos en las inmediaciones, una en una calle cercana y otros dos en el hospital.
Pero durante horas se desconocía la magnitud de lo ocurrido. Las fuentes oficiales sólo hablaban de “múltiples muertos” pero nadie sabía de cuántos estaban hablando.
Lo que no tardó en llegar fueron las reacciones de los políticos. El presidente Donald Trump expresó sus condolencias en su cuenta de la red social Twitter.
Final de la publicación de Twitter número de @realDonaldTrump
“Mis oraciones y mis condolencias a las familias de las víctimas del terrible tiroteo en Florida. Ningún niño, maestro u otra persona debería sentirse inseguro en una escuela estadounidense”, escribió Trump.
Por su parte, la congresista Elizabeth Esty aprovechó para recordar que Estados Unidos es una auténtica excepción en cuanto a este tipo de incidentes.
“Pensamos en Estados Unidos como un país excepcional. Lo somos, somos la excepción a la regla de que los tiroteos masivos no ocurren en escuelas, iglesia, conciertos y otros lugares públicos con una alarmante regularidad”, escribió Esty en Twitter.
Efectivamente, el de este miércoles es el décimo octavo tiroteo que se registra en lo que va de año en una escuela estadounidense o en sus alrededores, según una investigación de Everytwon for Gun Safety
Seis de estos incidentes han dejado como saldo estudiantes muertos o heridos.
Final de la publicación de Twitter número de @RepEsty
Desde 2013 ha habido 291 tiroteos en las escuelas del país, que lleva un promedio de uno a la semana.
Y el número de víctimas fatales después del tiroteo de la escuela Sandy Hook -que dejó 26 muertos en Newton, Connecticut, en 2012- ya suma 121, según cifras del Gun Violence Archive.
Momentos dramáticos
Varios estudiantes describieron los minutos de pánico que vivieron durante el ataque.
“Escuché lo que parecían fuegos artificiales y miré a mi amigo y me preguntó si había escuchado lo mismo”, le dijo el estudiante Bailey Vosberg a CBS News.
“Inmediatamente me di cuenta. No le dije nada, salté la valla y fui hacia la calle y allí había vehículos de policía y helicópteros sobre nosotros”.
Las imágenes de TV muestran el momento en que la policía detenía a Nikolas Cruz como autor del tiroteo.
Jeiella Dodoo, que asiste también a la escuela, dijo que ella y sus compañeras evacuaron el aula con calma después de escuchar lo que pensaban que había sido una alarma de incendio de rutina.
“La alarma se disparó, así que tuvimos que evacuar de nuestras clases”, dijo. “Luego escuchamos disparos”.
“Escuché seis disparos y luego algunas personas comenzaron a correr”.
Algunos jóvenes estudiantes les contaron a los medios que muchos se escondieron en los salones de clase hasta ser rescatados por la policía.
“Este es un día terrible para Parkland”, dijo el sheriff Israel hablando de la ciudad de aproximadamente 30.000 habitantes.
“Mis propios trillizos fueron a esa escuela”, añadió.