Estados Unidos volvió a lanzar un ataque en Siria y, de nuevo, se valió de misiles Tomahawk.
Los Tomahawk son un tipo de arma que Washington utiliza desde hace más de 20 años cuando quiere atacar de forma precisa desde una distancia prudencial.
Estados Unidos ya había llevado a cabo ataques aéreos contra grupos yihadistas en Siria, pero en 2017 fue la primera vez que lo hizo directamente contra intereses del gobierno sirio desde que comenzó la guerra en 2011.
Pero, ¿qué son los misiles Tomahawk y por qué EE.UU. recurre a ellos?
Alta precisión y largo alcance
Los misiles Tomahawk son de alta precisión. Cada uno de estos misiles de crucero de largo alcance mide más de seis metros de longitud y pesa más de 1.500 kilos.
Suelen llevar ojivas (cargas explosivas) de hasta 454 kilos, están diseñados para volar a bajas altitudes, llegando hasta los 885 km/h y son capaces de alcanzar objetivos de hasta 1.600 kilómetros de distancia.
Según Chris Harmer, analista de defensa y exoficial naval que trabaja en el Instituto de la Guerra, consultado por The Washington Post, la potencia explosiva de los Tomahawks es menor que la de otras bombas lanzadas desde aviones tripulados, pero eso no importa a la hora de bombardear aviones sobre tierra y destruirlos o dejarlos incapacitados.
Estos misiles funcionan gracias a tecnología GPS. Por supuesto, pueden fallar, pero su margen de error estimado es de tan sólo 10 metros.
Según Raytheon, el gigante estadounidense armamentístico detrás de su fabricación, “es el misil de crucero más avanzado del mundo”, y fue usado “más de 2.000 veces en combate y sometido a pruebas en vuelo más de 500 veces”.
Y, ciertamente, estos misiles tienen historia.
“Son los misiles de crucero más avanzados”, dice Raytheon, la empresa detrás de su fabricación.
Desde la Guerra del Golfo
Los Tomahawk son un arma importante para Estados Unidos desde la Guerra del Golfo Pérsico en los 90, cuando la coalición liderada por EE.UU. llevó a cabo en Irak la operación militar conocida como “Tormenta del Desierto”.
También fueron clave en Libia durante las operaciones militares de la OTAN contra el gobierno de Muamar Gadafi en 2011.
Estos misiles igualmente fueron utilizados en septiembre de 2014, cuando Estados Unidos bombardeó al autodenominado Estado Islámico en Siria.
En ese momento, el Pentágono dijo que lanzó 47 Tomahawk desde dos buques desde el Golfo Pérsico y el Mar Rojo.
Estados Unidos usó por primera vez los Tomahawk durante la operación Tormenta del Desierto, en 1991.
Con ese ataque logró explusar a las fuerzas del líder iraquí, Saddam Hussein, de Kuwait.
Y fueron usados por el Pentágono en octubre de 2016 en un ataque desde el Mar Rojo en el que bombardeó tres instalaciones de radares en Yemen.
Así como en 2017, cuando 59 misiles Tomahawk fueron arrojados desde dos buques estadounidenses en el Mediterráneo oriental contra una base aérea siria, en respuesta, según el presidente Donald Trump, al supuesto uso de armas químicas por parte del gobierno de Bashar al Asad.