Una organización de derechos humanos indican que más de dos millones de tibetanos han sido reubicados durante los últimos siete años como parte de un programa del gobierno chino que está cambiando radicalmente su forma de vida.
El número incluye cientos de miles de nómadas forzados a vivir en en comunidades permanentes.
Según la organización Human Rights Watch muchos de los que han sido movilizados no fueron consultados ni compensados, y ahora están siendo más estrechamente vigilados por las autoridades.
China señala que el programa de reubicación ha mejorado las vidas de los tibetanos al darlos un mejor acceso a servicios.