Los murciélagos se caracterizan por usar el sonido para trasladarse con éxito. Por eso, nuevas investigaciones sugieren que todos podríamos usar nuestro "murciélago interior" para movilizarnos.
Los ciegos son conscientes de esta técnica. Algunos hacen chasquidos con la lengua o golpean su bastón contra el piso y usan el eco resultante para ayudarse a moverse con seguridad.
Investigadores en Southampton, en el sur de Inglaterra, descubrieron que todos podríamos hacer buen uso de los paisajes sonoros que nos rodean, seamos invidentes o no.
El nuevo estudio, que involucraba tanto a personas con visión con los ojos vendados como a ciegos, prestó atención a los mejores tipos de sonido para localizar un objeto.
El investigador principal, el doctor Daniel Rowan, catedrático en audiología de la Universidad de Southampton, dijo en una prueba que los sonidos más largos, que duran medio segundo, facilitan las cosas.
"Lo que el experimento mostró es que conforme la duración del sonido se iba acortando más, la capacidad de la gente de decir si un objeto estaba a la izquierda o a la derecha empeoraba. Tener una señal de duración más larga parece mejor que una corta".
Pero si uno desea saber algo diferente sobre un objeto -como cuán cerca está- es posible que una duración más corta, de apenas 10 milisegundos, sea mejor.
"Algunos murciélagos que usan ecolocalización, si están de cacería, modifican su llamado al acercarse a su presa para revelar diferentes clases de información".
Nunca chocan
Experiencia de Damon Rose, de la BBC
Un mes después de perder la vista a los 13 años, tuve mi primera lección de movilidad, usando un bastón blanco.
Al golpear el piso de un corredor del colegio, sentí una extraña presencia en mi cabeza y oídos. Ligeramente confundido, le dije a mi instructora: "Creo que puedo escuchar las paredes".
"Tratemos algo", expresó, agarrándome del brazo y empujándome hacia adelante. "Ahora estamos caminando hacia el final del corredor… tú dime cuándo detenernos antes de estrellarnos". Al acercarnos, aumentó la presión hasta que sentimos que no podíamos seguir más. Cuando exclamé 'alto', estábamos a sólo dos centímetros y medio del final de la pared.
Aunque parece que ahora lo llamamos ecolocalización, mi instructora me dijo que tenía un buen "sentido del obstáculo". Y se siente como un sexto sentido, más que simplemente una interpretación de ecos.
Para muchos invidentes, la ecolocalización es el "sentido" más importante que usan cuando caminan en sus propias casas y otros entornos. Muchos de nosotros lo hemos venido usando durante años, pero raramente lo mencionamos, porque es demasiado cotidiano.
Claire Randall, que es virtualmente ciega de nacimiento, usa ecolocalización.
"Creo que la primera vez que fui consciente de eso fue cuando tenía cinco años. Solía montar bicicleta y desarrollé la habilidad de desviarme al pasar por un poste de luz y lo evitaba por milímetros, lo hacía con demasiada regularidad como para que fuera coincidencia".
Su madre se maravillaba de su capacidad para evadir obstáculos.
"Un día mi mamá me preguntó cómo me las arreglaba siempre para no chocar con el poste y mi única explicación posible era 'se oscurece en mis oídos'".
La historia de la ecolocalización es fascinante. En las décadas de 1940 y 1950 había la idea de que teníamos un sentido separado en la cara especialmente para detectar ecos.
Ahora sabemos que es el sistema auditivo es el que lo hace y, aunque los ciegos parecen haber perfeccionado sus habilidades, todos somos capaces de navegar usando el sonido.
Una razón por la cual las personas videntes podrían no explotar esta habilidad tanto es que su mundo está dominado por la visión.
Esto se ve en el "efecto ventriloquia", por el cual se atribuyen sonidos a un muñeco porque su boca se mueve, ocultando de dónde sale realmente el sonido: del ventrílocuo con cara de nada.
Investigaciones previas han empleado locaciones en la vida real. Pero este estudió utilizó "obstáculos virtuales", representados por sonidos que imitan ecos de aquellos objetos imaginarios en audífonos usados por los participantes.
Hazañas extraordinarias
Rowan afirmó: "Al usar objetos virtuales no había otras pistas disponibles: por ejemplo, el crujido cuando se cambia de sitio un objeto o la ráfaga de aire a través de sus caras al mover algo".
Ha escuchado informes de hazañas extraordinarias.
"Hay algunos ecolocalizadores expertos que son capaces de hacer cosas asombrosas, como montar bicicleta o jugar baloncesto. La organización World Access for the Blind (Acceso mundial para los ciegos) entrena a la gente para hacer esto.
"Pero sabemos menos sobre cómo los invidentes en general usan los ecos".
Los hallazgos acaban de ser publicados en la revista especializada Hearing Research (Investigación Auditiva). Rowan espera que ayuden a mejorar las habilidades de ecolocalización.
"Una de las cosas con las que deseábamos contribuir con nuestra investigación era brindar algún fundamento científico que pudiera ayudar al desarrollo de programas de entrenamiento, para ayudar a los ciegos a usar ecos que lleguen a sus oídos con mayor efectividad", concluyó.