El sorprendente acuerdo entre Corea del Norte y Corea del Sur de desfilar con una misma bandera en las Olimpiadas de Invierno

El sorprendente acuerdo entre Corea del Norte y Corea del Sur de desfilar con una misma bandera en las Olimpiadas de Invierno

Como en las ancestrales treguas de las primeras olimpiadas, el deporte une nuevamente a Corea del Norte y Corea del Sur.

Las dos naciones, virtualmente en guerra desde 1948, acordaron este miércoles marchar juntas bajo una sola bandera de “Corea unificada” en los Juegos Olímpicos de Invierno, que se celebrarán entre el 9 y el 25 de febrero en la sureña ciudad de Pyeongchang.

Como parte de las conversaciones que tienen los dos países después de dos años de silencio, marcados por lanzamientos de misiles y pruebas nucleares de Pyongyang, los dos países pactaron, además, enviar un equipo conjunto de hockey femenino sobre hielo.

Si finalmente se cumplen los planes, sería el primer equipo deportivo coreano unificado en 27 años, desde los torneos mundiales de tenis de mesa y el Campeonato Mundial Juvenil de fútbol en 1991.

Mapa de Corea del Norte y Corea del Sur
De acuerdo con la agencia surcoreana Yonhap, la delegación norcoreana estaría integrada por centenares de personas, que incluyen 230 porristas, 140 músicos de orquesta y 30 atletas de taekwondo, aunque el número total de asistentes aún no está definido.

No serían los únicos.

El gobierno de Kim Jong-un prometió que también enviaría a unos 150 miembros a los Juegos Paralímpicos que tendrán lugar en marzo en Corea del Sur.

La estrategia del líder norcoreano de proponer un diálogo y enviar una delegación a los juegos levantó titulares y Corea del Sur consideró que sería una buena oportunidad para retomar el diálogo entre los dos países.

Pero el anuncio de la tregua, la bandera única y el equipo conjunto no fueron recibidos con buenos ojos ni en Corea del Sur ni entre algunos de los aliados de Seúl en su disputa con Pyongyang.

Cuestionamientos
Tanto el entrenador del equipo de hockey surcoreano como algunos de los principales periódicos conservadores del sur expresaron su preocupación por la posibilidad de un equipo unido.

Consideraron que la unión de los deportistas del norte podría dañar las posibilidades de Seúl de ganar una medalla.

De acuerdo con medios surcoreanos, decenas de miles de personas han firmado peticiones en línea para instar al presidente Moon Jae-in a eliminar el plan del equipo conjunto.

Japón, por su parte, expresó desconfianza sobre el intento de distensión.

Moon Jae-in dijo que su país está dispuesto a la participación de Corea del Norte en los juegos invernales.
El ministro de Asuntos Exteriores de ese país, Taro Kono, aseguró que el mundo no debería estar cegado por la reciente “ofensiva de encanto” de Pyongyang.

“No es el momento de aliviar la presión o recompensar a Corea del Norte. El hecho de que Corea del Norte se involucre en el diálogo podría interpretarse como una prueba de que las sanciones están funcionando “, afirmó.

El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha impuesto severas sanciones al gobierno de Kim Jong Un, que se fueron fortaleciendo a medida que este realizó pruebas de lanzamientos de misiles y ensayos nucleares durante 2017.

Pero más allá de los cuestionamientos, la participación de Corea del Norte en los juegos todavía no es del todo segura.

Inconvenientes
La participación de la delegación norcoreana deberá ser aprobada el próximo sábado durante una reunión del Comité Olímpico Internacional (COI) en Lausana, Suiza, ya que Pyongyang no cumplió con los plazos de registro de sus atletas o no calificó para los juegos.

Hasta el momento, los únicos atletas del norte oficialmente calificados son la pareja de patinaje artístico de Ryom Tae Ok y Kim Ju Sik, aunque se espera que el COI invitará a más deportistas.

Los únicos dos atletas norcoreanos que se clasificaron son los patinadores Ryom Tae-Ok y Kim Ju-Sik.
Pero los desafíos para la participación norcoreana no quedan en lo organizativo.

Corea del Sur necesitará encontrar formas de acoger a la delegación de Corea del Norte sin violar las sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU que prohíben las transferencias de efectivo a Pyongyang, y poner en la lista negra a ciertos altos funcionarios de Pyongyang.

El anuncio de la delegación conjunta bajo la misma bandera tuvo lugar mientras unas 20 naciones se reúnen en Vancouver, Canadá, para discutir estrategias para hacer frente a las amenazas de Corea del Norte.

Los organizadores escriben PyeongChang con una mayúscula intermedia para diferenciar el nombre de la capital norcoreana Pyongyang.
De acuerdo a la agencia de noticias surcoreana Yonhap, durante las conversaciones, los ministros de Exteriores de Corea del Sur, Estados Unidos y Japón acordaron mantener la presión sobre el Norte para desnuclearizarse y ofrecer apoyo para las conversaciones bilaterales.

Boicots, un atentado y la unión
Históricamente, Corea del Norte ha enviado delegaciones a los Juegos Olímpicos y en todas sus participaciones en los juegos de verano ha obtenido medallas.

Pero las cuestiones políticas han limitado las participaciones de sus atletas.

En las ediciones olímpicas de verano de 2000 y 2004, los equipos de ambos países desfilaron bajo la bandera de la Península de Corea.
Pyongyang boicoteó los Juegos Olímpicos de Seúl 1988, pese a que en un inicio se ofreció a ser sede de algunas pruebas de tiro con arco, tenis de mesa, voleibol, ciclismo y fútbol, lo cual fue rechazado por el COI.

A finales de 1987 el vuelo 858 de Korean Air explotó cuando estaba en el aire, en un incidente que mató a más de 100 personas.

Una espía de Corea del Norte confesó tiempo después que Pyongyang le había ordenado plantar una bomba en el avión para crear caos en Corea del Sur antes de las Olimpiadas.

Corea del Norte también fue parte del boicot a Los Ángeles 1984, junto a otras naciones encabezadas por la Unión Soviética.

Las cosas cambiaron para Sidney 2000, pues en esa edición desfilaron juntas las delegaciones de Corea del Sur y Corea del Norte. El gesto se repitió en Atenas 2004 y en los juegos invernales de Turín 2006.

Dadas las tensiones de los últimos meses por las pruebas militares de Pyongyang, esa iniciativa parece imposible que se repita.

Kim Jong-un sorprendió con un inesperado tono conciliador hacia Corea del Sur en su discurso de Año Nuevo.
Para el corresponsal de asuntos de defensa de la BBC, Jonathan Marcus, la súbita disposición de Kim Jong-un a entablar un diálogo puede ser un paso atrás en la escalada de tensiones.

Pero también puede ser una maniobra para abrir una brecha entre Corea del Sur y su principal aliado: EE.UU.

Radio Roja

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