El descubrimiento de un hueso en una antigua tumba en Kenia data el origen de la destreza manual del hombre más de 500.000 antes de lo que se pensaba.
La precisión y habilidad de la mano humana permitieron a nuestra especie prevalecer en el planeta. Pero no está claro cuándo sus distintivas características anatómicas, que permiten crear y usar utensilios, aparecieron por primera vez en la evolución.
Ahora, una pieza ósea metacarpiana muy bien preservada que se parece mucho a los huesos de la mano de un humano moderno muestra esos rasgos, tal como se reporta en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias de EE.UU., PNAS.
El fósil de 1,4 millones de años fue identificado como hueso metacarpiano tercero y constituye la evidencia más antigua de la evolución humana que permitió a los homínidos primitivos desarrollar destrezas manuales para fabricar y utilizar herramientas.
Los huesos metacarpianos que forman la mano son cinco, uno por cada dedo.
La pieza hallada presenta una protuberancia que se conoce como apófisis estiloide, que es lo que engancha los dedos a la muñeca y permite realizar movimientos manuales más fuertes y muy precisos.
Los simios y otros primates no humanos carecen de esta característica anatómica, lo que supone una desventaja en la habilidad para manipular objetos.
Presión y precisión
Este descubrimiento sugiere que la mano humana moderna se desarrolló más de 600.000 años de lo que se suponía, probablemente en tiempos del Homo erectus.
"El apófisis estiloide refleja una mayor destreza que permitió a las especies humanas primitivas más precisión y fuerza de sujeción al manipular objetos", explicó Carol Ward, autora del estudio y experta en patología y ciencias anatómicas de la Universidad de Missouri, en Estados Unidos.
"Esto es algo que sus predecesores no podían hacer tan bien debido a la ausencia del apófisis estiloide y su anatomía asociada".
"Con este descubrimiento estamos completando la historia evolutiva de la mano humana. Puede ser que no sea esta la primera aparición de la mano humana moderna, pero creemos que está cerca del origen, dado que no observamos esta anatomía en fósiles humanos de más de 1,8 millones de años de antigüedad", añadió la investigadora.
"Nuestras diestras manos especializadas han estado con nosotros la mayor parte de la historia evolutiva de nuestro género, Homo. Son, y lo han sido por casi 1,5 millones de años, fundamentales para nuestra supervivencia", dijo Ward.
El hueso fue hallado en el yacimiento de Kaitio ubicado en las cercanías del lago Turkana en Kenia, no muy lejos del área en la que han aparecido las primeras herramientas achelienses, antiguos utensilios de piedra como puntas y hachas de mano de hace 1,6 millones de años.