La dulce y riesgosa adicción de los argentinos

La dulce y riesgosa adicción de los argentinos

Los argentinos toman, en promedio, 131 litros de gaseosa per cápita (foto: Getty)

En los últimos días los quioscos y supermercados en Argentina aparecieron invadidos por objetos verdes. No se trató de una incursión extraterrestre sino del lanzamiento masivo de una nueva gaseosa que se destaca por su inusual envase de color oliva.

La Coca-Cola Life, tal su nombre, es la más reciente invención del líder mundial en gaseosas y fue presentada en Argentina con una fuertísima campaña de publicidad y una distribución ubicua que en pocos días puso el nuevo producto en boca de todos.

No es casual que el gigante de los refrescos eligiera a este país sudamericano -entre los 207 donde vende sus productos- para lanzar su más reciente bebida. Un estudio internacional publicado este año reveló que Argentina es el país del mundo donde más se compra gaseosa.

El trabajo de Euromonitor International -una empresa británica especializada en investigación de mercado- mostró que Argentina lidera el consumo mundial de gaseosas en el comercio minorista (supermercados y tiendas).

En 2012 cada argentino consumió, en promedio, 131 litros per cápita. Le siguió Chile, donde el consumo fue de 121 litros, y México, donde se tomaron 119 litros.

Estados Unidos (112 litros) y Noruega (91 litros) completan el “top cinco”, aunque una vocera de Euromonitor International aclaró a BBC Mundo que en estos países el consumo minorista no es tan fuerte como en América Latina, ya que muchos compran sus bebidas en restaurantes, bares y cadenas de comida, un mercado que no fue tenido en cuenta para este estudio.

Pero Argentina no sólo se destaca como el país latinoamericano donde más se consume gaseosa. También es llamativa la preferencia de los locales por las bebidas “light”, algo que tuvo en cuenta Coca-Cola a la hora de lanzar aquí si nuevo producto estrella.

Es que la nueva gaseosa tiene la particularidad de contener stevia, una planta usada para endulzar la cola y así reducir el contenido de azúcar, convirtiéndola en bajas calorías pero sin la inclusión de edulcorantes artificiales.

Es por esta planta que el envase es de color verde, algo muy inusual para una bebida cola y que ha llamado mucho la atención de los consumidores argentinos.

Bajas calorías

Las colas son, por lejos, las gaseosas favoritas de los argentinos, con un consumo de casi 84 litros por año por persona. Pero lo interesante es que un cuarto de ese consumo es de bebidas de bajas calorías.

La nueva bebida que lanzó Coca-Cola en Argentina. (Foto: Coca-Cola)

En comparación, sólo el 16% de las colas que toman los chilenos y el 9% de las que consumen los mexicanos son versiones sin azúcar. En el resto de la región ese porcentaje es aún menor.

¿A qué se debe esta preferencia? Los expertos en salud lo atribuyen a la preocupación de los argentinos por conservar sus figuras.

En efecto, las gaseosas son consideradas, junto con la comida chatarra, como una de las principales causantes de la epidemia de obesidad que afecta a muchas partes del mundo.

Es por eso que en los países desarrollados las ventas de gaseosas han ido cayendo en la última década.

A pesar de que en Argentina se consume una gran cantidad de bebidas bajas en calorías, Ricardo Rigueras, analista de Euromonitor International en este país sudamericano, advirtió que son principalmente los grupos socioeconómicos más altos los que buscan estos productos.

“Las principales consumidoras de gaseosas son las clases medias y media bajas, que consumen la bebida regular”, dijo a BBC Mundo.

Aspiracional

Son tres las causas que identificó Rigueras para explicar la pasión argentina por las gaseosas.

La primera es cultural: “El país tiene una gran aceptación por las bebidas con gas”, explicó, algo que se remite a la tradición local de beber agua carbonatada con las comidas, o “soda”, como se le conoce aquí.

 

La segunda es social: “se trata de un consumo aspiracional”, señaló. A pesar de que los refrescos son caros en comparación con otros alimentos y bebidas, los argentinos se vuelcan masivamente por las dos marcas más conocidas en el mundo: Coca-Cola y Pepsi.

Así, Argentina se diferencia de otros países de la región donde las marcas locales son favoritas o compiten de igual a igual con las internacionales.

Una experta en la industria de las gaseosas dijo a BBC Mundo que el mercado argentino se destaca por el hecho de que casi no existen las segundas marcas, que suelen comercializarse a mucho menor costo.

La tercera particularidad del consumo argentino de refrescos es que está asociada a la familia. “Los argentinos suelen tomar gaseosa cuando comparten la mesa familiar”, dijo Rigueras.

Obesidad

Para la nutricionista Elsa Ayub este es el aspecto más preocupante del gusto de los argentinos por la gaseosa.

Los expertos en salud desaconsejan tomar gaseosas, en especial a los niños.

“Antes los niños tomaban gaseosa excepcionalmente, en eventos especiales, pero ahora muchos las toman a diario”, alertó.

La médica dijo a BBC Mundo que hay niveles alarmantes de obesidad entre niños, entre quienes hay mayores índices de sobrepeso que en la población adulta. El sedentarismo y los hábitos menos saludables de alimentación contribuyen a este problema.

Además del alto contenido de azúcar en las gaseosas hay otras sustancias que las hacen perjudiciales para la salud si son tomadas en exceso, como el fósforo, que altera la absorción de calcio en los huesos, y la cafeína, que puede producir alteraciones del sueño.

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Ayub señaló que incluso las bebidas bajas en calorías son desaconsejables desde el punto de vista médico.

“Lo más peligroso de las gaseosas es que son adictivas”, afirmó. “Y existen dudas sobre el daño que puedan causar en el largo plazo los edulcorantes artificiales”.

Además, advirtió que muchos de los productos que se promocionan como “light” no son libres de calorías, como muchos creen, por lo que su consumo en exceso también contribuye al sobrepeso.

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