La verdadera razón por la que ronronean los gatos

La verdadera razón por la que ronronean los gatos

Creemos que sabemos lo que significa el ronroneo del gato.

Sin duda es una de las señales más reconocidas de la satisfacción de un animal: un chirrido de placer cada vez que se le hace cosquillas o se acaricia un gato, la pista sonora de innumerables sesiones echado en el regazo de su dueño.

Pero esa no es toda la historia. Hay mucho más detrás del ronroneo de un gato de lo que te podrías imaginar.

Cómo lo hacen ha sido tema de debate durante mucho tiempo.

Algunos pensaban que estaba vinculado a la circulación de la sangre por la vena cava inferior, un vaso sanguíneo que lleva la sangre desoxigenada al lado derecho del corazón.

Pero, tras un poco más de investigación lo más probable es que el sonido se produce en los músculos dentro de la laringe del gato.

A medida que se mueven, dilatan y contraen la glotis -la parte de la laringe que rodea las cuerdas vocales- y el aire vibra cada vez que el gato inhala o exhala. ¿El resultado? Un ronroneo.

Un mecanismo misterioso
Aunque la ciencia está bastante segura de que ese es el proceso, no hay una respuesta definitiva sobre lo que lo motiva. La mayor clave está en un oscilador neural que se encuentra en lo profundo del cerebro felino, que no tiene otra función evidente.

Pero, ¿se activa ese oscilador neural sólo cuando el gato está contento?

Algunas veces. Pero sólo algunas.

Marjan Debevere, fotógrafa de un refugio de gatos en Londres, actualmente cursa estudios en psicología felina. También es la dueña de cuatro gatos: Clive, Hula, Luigi y Archie, quienes se han convertido en una sensación en Instagram (con unos 33.000 seguidores que van en aumento).

Parte del misterio en torno al ronroneo es que sólo lo notamos cuando “les hacemos cosquillas en donde les gusta”, dice Debevere. Pero también ronronean cuando no estamos presentes y la cantidad de ese ronroneo varía entre los animales. “Todos los gatos son diferentes, algunos nunca ronronean y otros los hacen constantemente”, afirma.

Ella hace la comparación entre Luigi -un gato callejero que siguió a alguien hasta su oficina y luego fue llevado a un refugio- y Archie, que “se mudó de la casa vecina” y se volvió parte de la familia. Luigi ronronea poco y Archie mucho.

Marjan Debevere dice que, en su experiencia, no hay dos gatos que ronroneen de la misma manera (Crédito: Marjan Debevere)
“He fotografiado más de 3.000 gatos hasta la fecha (en refugios) y no hay dos iguales”, asegura Debevere. “He visto mucho ronroneo cuando están muriéndose y cuando se les sacrifica. El veterinario podrá decir que ‘ronronean hasta el final’ y la gente presume que es porque están felices. Pero ese no es siempre el caso”.

El estudio del comportamiento y comunicación de los gatos está rezagado en comparación al de los perros, que generalmente participan más fácilmente, especialmente si implica una recompensa de comida. Pero, en años recientes, se ha dilucidado más sobre el ronroneo.

“Estamos apenas empezando a entenderlo y hay muchas más preguntas que respuestas”, explica Gary Weitzman, veterinario y director ejecutivo de la Sociedad Humana de San Diego. “A pesar de que el ronroneo generalmente representa contento en los gatos, también puede expresar nerviosismo, miedo y estrés. Afortunadamente, la mayoría de las veces es un indicador del primero.

“Se ha especulado durante décadas que el ronroneo era una forma de comunicación. A comienzos de los 2000, manejamos la hipótesis de que el ronroneo tenía otros propósitos. La labor de Elizabeth von Muggenthaler, Karen Overall y otros nos ha llevado a un mejor entendimiento de los objetivos del ronroneo. Es probable que tenga que ver con comunicación, apaciguamiento y curación”, indica Weitzman.

El ronroneo que ocurre cuando descansan puede servir para promover el crecimiento de los huesos y los tejidos.
Señal de alarma y cuidado
Los gatos empiezan a ronronear a los pocos días de nacidos, lo que ayuda a la madre a localizarlos para alimentarlos. Esto puede seguir en algunos gatos adultos que ronronean cuando comen, o que lo hacen antes para comunicarle al humano que es hora de comer.

Algunos ronronean alto cuando investigan su entorno (mi propio grato ronronea muy duro cuando está explorando el interior de mi armario). También ronronean cuando están sobresaltados o después de un momento de estrés como cuando los persigue un perro.

Entre más ha investigado la ciencia el ronroneo, parece haber descubierto más. “Los investigadores han registrado ‘ronroneos ordinarios’ y ronroneos que pedían alimento de sus dueños”, dice Celia Haddon, autora y experta en comportamiento felino.

“Hasta los que no son dueños de gatos podían dar cuenta de la diferencia. Dentro del ronroneo ordinario bajo había una frecuencia más alta, como una miau”.

“Ese sonido particular es como el quejido de aislamiento de los gatitos o el llanto de un bebé angustiado. Nosotros los humanos somos naturalmente sensibles al llanto de un bebé, de manera que también respondemos a un llanto que sale dentro del ronroneo”.

Sam Watson, un científico de la sociedad protectora de animales británica RSPCA, dice que todavía hay poca claridad de cómo los gatos ronronean entre ellos mismos en estado salvaje, aunque es aparente que ronronean cuando se acicalan mutuamente. “Podría haber un ronroneo para ‘eso me gusta’, otro para ‘compartamos recursos’. Hay muchas cosas como esas que desconocemos”.

“La comunicación felina ha sido completamente ignorada y merece mucha más atención y estudio de lo que recibe hoy en día”.

Una hipótesis es que el ronroneo es una acción poderosa de curación. Se cree que las vibraciones producidas por esa actividad rejuvenecen físicamente -una manera en la que el gato se cura del estrés.

Se cree que la frecuencia de esas vibraciones -que abarcan entre 20 Hz y 150 Hz- fomenta el crecimiento óseo, ya que los huesos se endurecen en respuesta a la presión. Otras frecuencias podrían hacer algo similar a los tejidos blandos.

“Los ronroneos de frecuencias entre 25-100 Hz corresponden a frecuencias muy establecidas en la medicina terapéutica humana”, comenta Weitzman. “El hueso responde a 25-50 Hz y la piel y los tejidos blandos a unos 100 Hz, según los investigadores”.

Los gatos muchas veces ronronean cuando se acicalan los unos a los otros. (Crédito: Marjan Debevere)
Por eso es que vemos a los gatos ronronear con aparente felicidad cuando hacen siesta. En realidad es una manera de “autosanación”. Los gatos posiblemente adaptaron su comportamiento normal -que actualmente involucra mucho descanso- como una manera de evitar lesiones por esfuerzo excesivo.

El ronroneo se desarrolló como una manera de baja energía que mantiene a los huesos y los tejidos en buena condición mientras descansan.

Y el ronroneo podría no ser de beneficio exclusivo de los gatos. El acariciar un gato ha sido considerado durante mucho tiempo como una forma de aliviar el estrés -tener un gato podría reducir el riesgo de un derrame cerebral o enfermedad cardíaca hasta en un tercio. Esas frecuencias a las que un gato ronronea bien podrían estar beneficiándonos.

“Creo que el ronroneo es de gran beneficio para los humanos”, afirma Weitzman. Aparte de los beneficios fisiológicos, siempre hemos respondido a los efectos psicológicos del ronroneo. Nos calma, nos agrada, es como observar las olas golpeando la playa. Respondemos al ronroneo de un gato como un estímulo calmante y hasta genéticamente podríamos haber escogido gatos más propensos a ronronear”.

Haddon concuerda. “Si ronda alrededor de tus pies, levantándote la cabeza, mirando hacia la despensa o la nevera, no puedes ignorar las señales acompañadas de una alto ronroneo que dice que quiere comida -¡ya mismo!”.

“En la mañana, el ronroneo duro se puede usar, combinado con caricias a la cara, para despertar al humano y así tener desayuno. La mayoría alimenta a sus gatos antes que a nosotros mismos, lo que demuestra cuán efectiva es su comunicación”.

Al final, la búsqueda para definir el significado de un ronroneo podría beneficiarse de conocer mejor el lenguaje corporal de los gatos, desde la cola en periscopio de un gato amigable y sociable, hasta los ojos bien abiertos y bigotes echados para atrás de un gato en son de pelea. Con este conocimiento más profundo, los lazos entre gato y dueño no pueden hacer más que estrecharse.

Fuente: www.bbc.com

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