El ataque contra la sede de YouTube en el que resultaron heridos tres empleados de la compañía de videos de línea, se puede calificar de extraordinario por la identidad del perpetrador: Nasim Aghdam, una mujer de 39 años.
Y es que, en su inmensa mayoría, los autores de tiroteos colectivos son hombres: según un estudio del Buró Federal de Investigaciones estadounidense (FBI por su sigla en inglés), de 160 incidentes ocurridos entre 2000 y 2013, sólo seis tuvieron como responsables a mujeres.
Aghdam, sin embargo, entró a la sede de YouTube en San Bruno, California, poco después del mediodía armada con una pistola con la que hirió a un hombre de 36 años y dos mujeres de 32 y 27.
Luego se suicidó.
Como explicó la policía, cuando los agentes entraron al edificio encontraron una mujer muerta por una “herida de bala que creemos fue autoinfligida”.
Poco después, las autoridades la identificaron como “Nasim Najafi Aghdam, una mujer de 39 años residente en San Diego, California”.
Y poco a poco han ido emergiendo más detalles sobre su persona y sus posibles motivos.
La propia Aghdam fue la única víctima mortal del incidente.
Según la policía, por el momento no hay evidencia de que Aghdam conociera a alguna de las víctimas o que el ataque estuviera dirigido contra individuos específicos, como habían sugerido algunos medios.
En varios reportes se especulaba que la mujer, de origen iraní, tenía o había una relación romántica con el hombre herido, quien se encuentra en estado crítico.
Así que, por el momento, las hipótesis apuntan a que Aghdam, que se describía a sí misma como una activista de los derechos de los animales, una atleta y una artista vegana actuó porque estaba enojada con YouTube.
La mujer, que según varios reportes nació en Irán y creció en Turquía, pero residía legalmente en EE.UU. desde hace dos décadas, acusaba a la empresa de discriminar y filtrar sus publicaciones, llegando a compararla con una “dictadura”.
“No hay verdadera libertad de expresión en el mundo y los van a censurar por decir verdades que no son apoyadas por el sistema”, se quejó en su sitio web personal.
Aghdam se había quejado del impacto económico de las medidas de YouTube sobre sus publicaciones.
En la plataforma de videos, Aghdam tenía canales en inglés, farsi y turco.
Pero acusaba a YouTube de filtrar sus canales “para evitar que tengan más visitas”, quejándose además de la “desmonetización” de los mismos.
“No hay iguales oportunidades para crecer en YouTube o ningún otro sitio para compartir videos. ¡Tu canal sólo crecerá si ellos quieren!”, escribió ahí.
De hecho, su padre ha sido citado en varios medios estadounidenses diciendo que su hija estaba enojada con YouTube porque la plataforma había dejado de pagarle.
Según esos reportes, también había reportado su desaparición ante las autoridades unos días antes, advirtiéndoles que era posible que fuera camino a la sede de YouTube porque “odiaba” a la compañía.
Aghdam se describía a sí misma como una artista, activista y atleta vegana.
Por lo pronto, la cuenta en YouTube de Aghdam fue suspendida después del tiroteo. Sus cuentas en Facebook e Instagram también fueron cerradas.
Según varios reportes, para ese entonces la mujer tenía unos 5.000 seguidores en YouTube, 16.000 en Instagram y 1.600 en Facebook.
Y sus vecinos ya han expresado su sorpresa y pesar por lo ocurrido en San Bruno.
“Es triste, muy triste. Me imagino que uno nunca sabe quién vive en la puerta de al lado, ¿no?”, le dijo uno de ellos, John Rundell, a la BBC.
“Pero (la familia de Aghdam) son fabulosos, son gente fabulosa, ¿sabes? Quiero decir, son… No sé… Estoy triste”, dijo.