“El nuevo medio, el que sea que venga, podría ser la extensión de la conciencia, incluirá a la televisión como contenido, y no como medio”.
Así fue como Herbert Marshall McLuhan, un hombre a quien muchos consideran “el profeta de internet” -y que este viernes cumpliría 106 años- vaticinó con más de 20 años de anticipación la llegada de la era digital.
“Una computadora como instrumento de investigación y comunicación será capaz de aumentar la recuperación de información, hacer obsoleta la organización masiva de las bibliotecas, recuperar la función enciclopédica del individuo y transformarla en una línea privada de comercializables rápidamente personalizados”.
A principios de los sesenta, este profesor de literatura y filósofo canadiense -una eminencia televisiva en su época- tuvo una visión que dejaría a muchos sin palabras y que volvería a hacerlo dos décadas más tarde, cuando sus predicciones se hicieron realidad.
“McLuhan no sólo vio venir internet, sino que acertó al vaticinar el impacto que tendría en la sociedad”, explican desde Google, que le dedicó este 21 de julio un colorido “doodle”.
Google reflejó en su “doodle” las predicciones de McLuhan respecto a la manipulación mediática, la aldea global y la era electrónica.
Sus palabras sobre la difusión masiva y la sociedad de la información, que describió en su aclamada obra La galaxia Gutenberg (1962), y su frase más célebre “el medio es el mensaje” (a finales de los setenta), le harían pasar a la historia como un visionario de internet.
McLuhan, quien falleció a los 69 años en 1980, era toda una estrella mediática. Daba conferencias y concedía entrevistas en canales de televisión internacionales, en donde hablaba sobre sus teorías de medios fríos (la televisión) y calientes (la radio), y la manipulación que ejercen sobre las masas.
El filósofo se convirtió en todo un gurú de un futuro digital que entonces se veía muy lejano.
“Aldea global”
En su libro más vendido, Understanding media (“Comprender los medios de comunicación”), de 1964 -que se convirtió en todo un fenómeno cultural- habló de cómo los “medios electrónicos” y cómo cambiarían e influirían para siempre en la sociedad, “liberándonos del mundo impreso”.
McLuhan también advirtió sobre la comercialización de datos personales en los “medios electrónicos”.
Los medios electrónicos, con su demanda de interacción, nos devolverían nuestra perdida conciencia tribal, declaró McLuhan. Pero esas tribus ya no serían grupos pequeños y aislados porque los nuevos medios de comunicación se extenderían a través del planeta, haciendo que formemos parte de una “aldea global”.
Así fue cómo el erudito habló de internet dos décadas antes de que apareciera (Extracto de The Mechanical bride -“La novia mecánica”-, 1951):
En lugar de dirigirse hacia una vasta librería de Alejandría, el planeta se ha convertido en una computadora, un cerebro electrónico, como una obra de ciencia ficción infantil, al exteriorizarse nuestros sentidos, el Gran Hermano se asienta en nuestro interior.
Así que, a menos de que seamos conscientes de esta dinámica, nos moveremos hacia una fase de terrores de pánico, adaptándonos a un mundo pequeño de tambores tribales, interdependencia total y coexistencia superimpuesta.
“La televisión será el contenido y no el medio”, escribió McLuhan en los 60.
Pero Marshall también advirtió de los peligros del abrumador poder de internet:
Una vez que hayamos supeditado nuestros sentidos y sistemas nerviosos a la manipulación privada de quienes intentarán beneficiarse a través de nuestros ojos, oídos e impulsos, no nos quedará ningún derecho.
Hoy, sus teorías se han hecho realidad: Facebook es nuestro principal punto de encuentro -con fines comerciales-, Google es la biblioteca y el mundo virtual globalizado, una verdadera aldea global dominada por algoritmos que marcan tendencias e ideas.
Sería interesante conocer qué opinaría ahora el “profeta de internet” sobre la revolución digital que vive el mundo y, sobre todo, qué predicciones haría respecto a lo que está por llegar.