Es un edificio increíble en un sitio increíble.
Escondido en medio de un bosque tropical y nuboso en el noreste de Ecuador se encuentra un hotel como pocos en el mundo.
Bautizado Mashpi Lodge, se trata de un proyecto que busca fomentar el turismo ecológico, trabajar con las comunidades locales y minimizar el impacto de la actividad humana en el medio ambiente.
La estructura de este hotel, cuya construcción costó US$10 millones,es mayormente de vidrio.
La idea fue crear ambientes simples desde donde se pudiera maximizar el contacto entre el espacio interior y la naturaleza.
Pero las vistas tienen un precio: pasar la noche allí cuesta alrededor de US$1.500para dos personas, incluyendo las comidas, traslados y excursiones.
Esta “burbuja de vidrio” fue inaugurada hace cuatro años.
Las paredes de acero fueron ensambladas en Quito antes de transportarlas hacia el lodge, para minimizar el impacto en el bosque.
Las luces son LED para reducir el consumo de energía. También son de color amarillo para evitar atraer a los insectos durante la noche.
El hotel está en una reserva privada en el Chocó, una de las regiones con mayor biodiversidad del mundo. Antes de que se construyera, este pedazo de bosque era propiedad de una maderera.
Debido a la elevada diversidad de árboles en la zona, la maderera quebró al no encontrar maderas rentables para su negocio.
Esto fue lo que le permitió a Roque Sevilla, empresario y exalcalde de Quito, comprar el terreno, y dar rienda suelta a su proyecto.
Sevilla decidió construir el hotel para “mostrarle a la gente la belleza de este lugar”.
“Cuando compré el terreno, aún no tenía la idea de hacer un negocio aquí. Lo hice para proteger esta zona”, le dijo Sevilla al programa Amazing Hotels de la BBC.
“Este tipo de bosque está desapareciendo a una velocidad increíble, y en Ecuador sólo queda un 5%”.
La reserva tiene una superficie de 1.200 hectáreas. Sevilla está orgulloso de lo que ha logrado construir.
Su proyecto ha permitido resguardar uno de los hábitats más diversos del mundo: Ecuador alberga cerca del 10% de todas las plantas del planeta.
Allí viven también 1.700 especies de aves, más del doble de las especies de aves que habitan toda América del Norte
El objetivo de Sevilla es que la gente que visita el hotel cambie su visión del planeta, que se sientan parte del sistema y no “como los reyes de la creación”.
Más de 80 personas trabajan allí para mantener el hotel en perfecto estado.
Mantenerlo limpio en medio de las condiciones húmedas del bosque no es fácil.
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El edificio cuenta con una flota de deshumidificadores que retiran del aire hasta 15 litros de agua cada uno por día.
Cada habitación debe ser pintada por lo menos cada tres semanas por causa de los hongos.
Todos los productos que utilizan para mantener las instalaciones limpias, le explican a la BBC los encargados de la limpieza, son amigables con el medio ambiente.
En Mashpi también se llevan a cabo investigaciones científicas, en las que se estudian y monitorean desde los animales hasta el agua y las plantas.
Los proyectos científicos son dirigidos por un biólogo residente que trabaja junto a un equipo para comprender la ecología de los bosques que rodean al hotel.
Este equipo ha identificado varias especies de ranas que se pensaba que no existían en esta región del bosque.