Perú aclara el misterio de la pirámide destruida

Perú aclara el misterio de la pirámide destruida

La destrucción de una pirámide perteneciente al complejo arqueológico El Paraíso, el más grande y antiguo de la zona metropolitana de Lima, en Perú, fue reportada por la prensa nacional e internacional a comienzos esta semana. La noticia, sin embargo, mostró imprecisiones sobre la magnitud y gravedad de los daños.

En conversación con BBC Mundo, el viceministro de Patrimonio Cultural e Industrias Culturales de Perú, Rafael Varón, confirmó que una pirámide de unos 4.500 años de antigüedad fue completamente demolida por "delincuentes".

"La pirámide fue destruida desde su base por delincuentes que ingresaron sin previo aviso y amenazaron a los arqueólogos", explicó el funcionario.

Se trata de la "pirámide número doce", una de las cuatro estructuras que han sido halladas en el complejo de El Paraíso, que tiene un área aproximada de 62 hectáreas.

El nombre de la pirámide fue la raíz de la confusión, pues daba a entender que en el complejo existían 12 pirámides, en lugar de cuatro. Según la explicación ofrecida por el viceministro Varón, el sitio arqueológico de El Paraíso está dividido en 12 áreas y la pirámide destruida se encuentra en la zona número 12.

 

A primera vista, la pirámide lucía como un montículo. "En la fotografía aérea se veía como una pequeña colina. Allí dentro se encontraba la estructura, tapada por tierra y pequeñas piedras. Ahora que eso fue destruido, lo único que queda es el cimiento. O al menos eso es lo que suponemos, porque no hemos excavado", explicó.

El día de la destrucción

"Quienes destruyeron la pirámide, que estaba completamente cubierta de tierra, utilizaron maquinaria pesada: un cargador frontal y una pala mecánica. Su altura era de seis metros y su base medía entre 2.200 y 2.500 metros cuadrados", informó el viceministro peruano de Patrimonio Cultural e Industrias Culturales.

Según el relato oficial, los vándalos quemaron basura para ocultar lo que estaban haciendo. En esa zona arqueológica había criaderos ilegales de cerdos ("chancherías"), que unos días antes del suceso fueron retirados por la municipalidad de San Martín de Porres. Los desperdicios que quedaban fueron aprovechados para el incendio.

Una edificación reconstruida por el suizo Frederic Engel, aproximadamente en 1965, es la más llamativa del complejo.

"Era un sábado por la tarde, en un horario en el que no se trabaja. Había un vigilante, contratado por el ministerio de Cultura, pero estaba en la zona central del complejo. Una asociación sin fines de lucro que presta su apoyo a la protección del sitio, llamada Kapaq Sumaq Ayllu, fue la que dio la voz de alerta. Aunque cuando llegó la policía la pirámide número 12 ya había sido demolida, se pudo evitar que continuara la destrucción", continuó Varón, quien aseguró que los delincuentes tenían la intención de destruir dos pirámides más.

El gobierno de Perú sostiene que en el sitio arqueológico de El Paraíso quedan aún otras tres pirámides en pie que no han sido desenterradas. Sin embargo, éstas no podrán servir de guía para la reconstrucción de la pirámide demolida, pues a estas alturas ya no hay manera de saber si era igual o no a las que lograron salvarse.

Paraíso antiguo

Se calcula que las pirámides de El Paraíso fueron construidas en la misma época que otros dos sitios arqueológicos de importancia en Perú, Caral y Kotosh, hace 4.500 años, aproximadamente.

 

"Se supone que fue uno de los puntos en los que se dio el paso de la pesca, la caza y la recolección hacia la agricultura. Está ubicado a unos cinco kilómetros del mar, en un valle muy fértil del río Chillón. En las excavaciones que se han realizado, se han encontrado fogones con restos de comida, maíces muy primitivos, restos de comida marina y también de productos agrícolas", contó Varón.

La primera excavación en El Paraíso comenzó a mediados de la década de 1960, bajo la conducción del arqueólogo suizo Frederic Engel, quien vivía en Perú y trabajaba en la Universidad Nacional Agraria de la Molina.

Años más tarde, en diciembre de 2012, el Ministerio de Cultura de Perú retomó las excavaciones en el lugar. "Desde entonces se ha ido recuperando material, limpiando el sitio, mejorándolo en cuanto los aspectos paisajísticos", señaló.

Las sospechas

Los daños fueron causados por "delincuentes desconocidos", en palabras del viceministro Varón. Sin embargo, el viceministro comentó la denuncia a dos compañías inmobiliarias, Provelanz E.I.R.L. y Alisol S.A.C., realizada por el Ministerio de Cultura ante los tribunales, por ampliar su área de operaciones sin respetar la zona arqueológica.

Por el momento, ninguna de las dos empresas se han manifestado al respecto.

"Según la ley peruana, el propietario de un terreno tiene todo el derecho a su propiedad, pero debe excluir el área arqueológica, que no le pertenece al privado sino al Estado. Estas dos inmobiliarias son propietarias de este terreno que tiene en numerosos espacios áreas arqueológicas delimitadas y declaradas intangibles de acuerdo a ley", explicó el ministro.

"Lo que buscan, y eso lo sabemos porque nos han dirigido numerosas comunicaciones, es extender su dominio lo más posible. Incluso nos han propuesto donar parte de sus terrenos a cambio de que les dejemos otras zonas en donde también hay restos arqueológicos. Eso, evidentemente, no lo hemos aceptado", concluyó Varón.

radioroja

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