Parece una tarea simple. Si se vacuna al 95% de los niños del mundo, la poliomielitis desaparecerá de la Tierra. Sin embargo, parece una tarea a punto de fracasar.
Desde que en 1988 la ONU lanzara una campaña de vacunación global liderada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otras organizaciones, es mucho lo que se ha avanzado. De 350.000 casos al año, hoy en día el mundo sólo tiene 300. Pero no hay que cantar victoria.
Existen tres bastiones que, por diferentes razones, se han resistido y dos regiones donde los conflictos han ocasionado un rebrote del virus.
Si no se hace algo al respecto, el especialista de la OMS Oliver Rosenbauer advierte que "podría significar que la enfermedad regrese y cause brotes en muchos países de todo el mundo", como le dice a BBC Mundo.
"Sabemos a partir de modelos matemáticos que si no erradicamos la polio, en diez años podremos llegar a ver 200.000 casos nuevos al año, porque el virus no volverá a estar tan bajo como ahora", agrega.
El especialista de la OMS califica de "catástrofe humanitaria" el que no podamos salir victoriosos de esta campaña de erradicación.
Pero, ¿qué lo impide?
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"Técnicamente hablando, no hay ninguna razón que impida que para fines de 2014 se erradique la polio. Es algo que se puede lograr, es sólo cuestión de poner en marcha las acciones", afirma Rosenbauer.
En el papel puede sonar sencillo, pero si consideramos que los países con poliomielitis son Afganistán, Pakistán y Nigeria, y que los rebrotes han ocurrido en Somalia y Siria, entonces la ecuación se puede complicar.
Pierden terreno
En realidad, lo que más preocupa a los expertos es Somalia y Siria, pues se trata de perder un terreno que creían ganado.
Siria lucha contra la polio
Tras tres años de guerra, donde ha habido bombardeos, destrucción de estructuras sanitarias, el éxodo de profesionales de la salud y la interrupción de programas de vacunación, así como de abastecimiento de medicinas y material médico, no es ninguna sorpresa para Médicos Sin Fronteras que el virus haya resurgido en Siria.
"El caso de la polio no es sino un ejemplo de la crisis que está viviendo Siria", le dice a BBC Mundo Hernán del Valle, uno de los responsables de Asuntos Humanitarios de MSF.
En ese país, la poliomielitis es uno de los muchos problemas sanitarios que ponen en riesgo a la población. "Hemos visto brotes de hepatitis A, de fiebre tifoidea, de sarampión y la interrupción de abastecimiento de medicinas y de material médico", cuenta Del Valle.
Para Del Valle, lo que hace que la polio sea paradigmática es que "claramente la ayuda humanitaria está siendo bloqueada como un instrumento para aislar a determinadas poblaciones".
El epicentro del brote de polio en Siria es la opositora ciudad de Deir ez Zor. "No se puede acceder a vacunar a los niños en la zonas controladas por la oposición, y así es muy difícil creer que podremos lograr el 95% de niños vacunados que se necesita para controlar la enfermedad", aclara Del Valle.
No hay que controlar, hay que erradicar
La importancia de eliminar definitivamente la poliomielitis es que se trata de una enfermedad altamente contagiosa, "que ahora está limitada geográficamente pero que se puede esparcir".
MSF tiene a su equipo desplegados en las fronteras de Turquía, Líbano, Irak y Jordania -así como en otros países no fronterizos- desde donde ofrecen apoyo a los médicos que pueden trabajar en las zonas en conflicto. También trabaja en zonas controladas por la oposición dentro de Siria.
Mientras que la Unicef -la organización de la ONU dedicada a la infancia- trabaja en áreas controladas del gobierno sirio, que es quien autoriza las campañas de vacunación contra la polio, por lo que no tienen acceso a las regiones controladas por la oposición.
En Somalia, donde la polio también se había erradicado, ha habido una reinfección.
Allí, las agencias de la ONU intentan liderar una campaña de vacunación, pero el proyecto, que debía empezar esta semana, ya ha sido aplazado.
En su lugar, esta semana la OMS y Unicef planean vacunar a 67.000 niños menores de 5 años contra la polio en la localidad de Dadaab, en el noreste de Kenia, donde está el campo de refugiados más grande del mundo, la gran mayoría de ellos provenientes de Somalia.
Parte de los esfuerzos en las campañas de vacunación está en negociar con las autoridades de los diferentes países.
Cuestión de acceso
Al igual que en Somalia y Siria, en Afganistán y Pakistán ha habido un problema de acceso.
"Los esfuerzos en el sur de Afganistán se centran en tratar de encontrar formas de negociar acceso a líderes de las comunidades locales para que garanticen salvoconductos a los equipos de vacunación", explica Oliver Rosenbauer, el experto de la OMS.
Una estrategia que ha tenido tanto éxito que, según Rosenbauer, no se han registrado casos nuevos en las regiones sureñas desde noviembre del año pasado.
"Afganistán ha tenido nueve casos este año y todos están en el este del país, vinculados a la transmisión del cruce de frontera con la vecina Paquistán", agrega.
Esa vecina Paquistán "tiene algunos retos", pues existen tres áreas de reserva.
"Una es la zona tribal administrada de una forma federal en el noroeste del país, otra es en Beluchistán y la otra es en la Gran Karachi", explica Rosenbauer.
Según el especialista, Beluchistán y Karachi son mayoritariamente libres de polio y sólo queda solucionar algunos "retos operacionales". Sin embargo, en la región administrada por tribus, la situación es parecida a Afganistán donde el acceso está muy restringido.
En cuanto a Nigeria, el problema es distinto. Allí las campañas de inmunización no han sido bien planificadas.
"No han estado lo suficientemente bien implementadas o monitoreadas", afirma Rosenbauer, quien aclara que actualmente las autoridades sanitarias de ese país han intentado cumplir con esos retos.
"Se han conseguido muchos progresos y ahora el virus está cada vez más restringido geográficamente".
No obstante, no se pueden bajar las armas si continúan apareciendo nuevos casos de poliomielitis.
"Siempre y cuando haya un brote en alguna parte del mundo, siempre habrá el riesgo de un brote en tu región", dice el especialista en referencia a América Latina donde esta enfermedad se erradicó en los años 90. "Por eso hay que erradicarlo en su totalidad".
Entre tanto, lo mejor que pueden hacer los países es mantener una fuerte campaña de vacunación.