Donald Trump declaró este miércoles una “emergencia nacional” para proteger las redes informáticas de Estados Unidos de “adversarios extranjeros”.
El presidente firmó una orden ejecutiva para prohibir que las empresas estadounidenses utilicen servicios de firmas de telecomunicaciones extranjeras que pongan en peligro la seguridad del país.
La Casa Blanca no mencionó un país o una empresa en concreto, pero la medida es ampliamente vista como una respuesta a las preocupaciones en torno al gigante de las telecomunicaciones chino Huawei, acusado de espionaje.
Según un comunicado de la Casa Blanca, la orden de Trump tiene como objetivo “proteger a Estados Unidos de los adversarios extranjeros que están creando y explotando de forma activa y creciente vulnerabilidades en infraestructuras y servicios de tecnología de información y comunicación”.
La orden le da al secretario de Comercio el poder de “prohibir transacciones que supongan un riesgo inaceptable para la seguridad nacional”.
La medida fue inmediatamente aplaudida por el presidente de la Comisión Federal de Comunicaciones, Ajit Pai, que dijo en un comunicado: “Es un paso significativo para asegurar las redes de Estados Unidos”.
Pero Huawei advirtió que la decisión no haría a EE.UU. “ni más seguro ni más poderoso“, pues lo obligará “a emplear equipos inferiores y costosos, quedándose atrás en el desarrollo de la tecnología 5G”.
Recelo hacia Huawei
El gobierno de EE.UU. está cada vez más preocupado por las posibles intrusiones cibernéticas y el hackeo de empresas estadounidenses por parte de Pekín.
El gabinete de Trump, con apoyo bipartidista en el Congreso, considera a China un adversario estratégico y una amenaza a los intereses económicos y de seguridad de Washington, y la tecnología es un gran campo de batalla en esta rivalidad.
En este sentido, la orden ejecutiva de Trump formaliza lo que prácticamente era un veto de facto sobre Huawei en los mercados estadounidenses.
Pese a que las autoridades estadounidenses no han aportado pruebas públicas de prácticas maliciosas o de las llamadas puertas traseras en los equipos de Huawei, alegan que no se puede confiar en sus productos porque Pekín puede ordenar en cualquier momento que las empresas chinas hagan lo que el gobierno quiera.
Estados Unidos ya restringió el uso de productos de Huawei en las agencias federales. El Pentágono, por ejemplo, bloqueó las ventas de teléfonos celulares de Huawei y ZTE, otra empresa china, en las tiendas que tiene en sus bases militares.
En los últimos meses, otros países expresaron preocupación por la posibilidad de que los servicios de seguridad del gobierno chino utilicen a Huawei para llevar a cabo actividades de vigilancia y Australia y Nueva Zelanda vetaron el uso de sus productos en las redes móviles de nueva generación 5G.
Por su parte, Huawei niega que su trabajo conlleve ningún peligro de espionaje o sabotaje.
El presidente de la compañía, Liang Hua, dijo que la empresa “está dispuesta a firmar acuerdos de no espionaje con los gobiernos“. Así lo anunció el martes en Londres, en medio de la creciente inquietud respecto a la seguridad de sus productos.
Guerra comercial entre EE.UU. y China
La decisión de Trump probablemente enardecerá la tensión con China, que ya está en un punto alto por la guerra comercial entre ambos países.
Estados Unidos aumentó el viernes más del doble los aranceles sobre productos chinos y el país asiático respondió con una medida similar.
Esto agravó la situación que hasta hace poco parecía estar cerca de llegar a una conclusión.
No obstante, las bolsas se estabilizaron este miércoles conforme creció la esperanza de que los dos países reanuden las negociaciones el mes que viene.
Trump dijo que espera encontrarse con su homólogo chino, Xi Jinping, en la cumbre del G20 que se celebrará los próximos 28 y 29 de junio en Osaka, Japón.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Geng Shuang, también dijo que los dos presidentes “mantienen contacto a través de varias vías”
Fuente: www.bbc.com