A la hora de haber despegado, el piloto del Airbus A330 reportó problemas con el motor.
Tras despegar de Sídney, el vuelo MU736 de China Eastern tuvo que aterrizar de emergencia en el aeropuerto de la capital australiana por un enorme agujero en una de sus turbinas.
El avión se dirigía a Shanghái, pero a la hora de haber despegado, a las 20:30 hora local (10:30 GMT) el piloto reportó problemas con el motor.
Así informó la aerolínea china este lunes.
Según la empresa, la tripulación ordenó despejar los asientos cercanos a la turbina afectada del Airbus A330 y regresó al aeropuerto, y nadie resultó herido.
Los pasajeros, quienes se vieron obligados a pasar la noche en Sídney, dijeron a los medios de comunicación que en la cabina olía a quemado.
Algunos incluso explicaron cómo nada más despegar empezaron a escuchar un ruido fuerte proveniente del costado izquierdo.
En las imágenes que circulan en las redes sociales se puede apreciar el gran tamaño del agujero.
“La tripulación de cabina nos dijo que nos abrocháramos los cinturones y trató de calmarnos, pero entramos en pánico porque no sabíamos qué estaba pasando”, le dijo una de las pasajeras a la agencia de noticias Reuters.
No se han reportado heridos por el incidente con el vuelo MU736 de China Eastern.
En un comunicado hecho público este lunes, China Eastern explicó que la tripulación “observó una situación anormal en la turbina izquierda y decidió regresar al aeropuerto de Sídney inmediatamente”. Y añadió que todos los pasajeros podrían tomar otro vuelo este lunes.
Mientras, las autoridades de la aviación informaron que están investigando el suceso.
Según Greg Waldron, de la empresa consultora FlightGlobal, le dijo a la BBC que “todavía es difícil establecer qué fue lo que causó tal daño” al avión de China Eastern.
Y explicó que para ello los investigadores deberán contemplar todos los factores y examinar el historial del mantenimiento de la aeronave y de su motor.
“Tendrán también que evaluar si algún objeto externo pudo haber tenido algo que ver”.
Los pasajeros, quienes se vieron obligados a pasar la noche en Sídney, dijeron a los medios de comunicación que en la cabina olía a quemado.
El mes pasado las páginas web especializadas en el sector The Aviation Herald y Aero.de publicaron varias imágenes en las redes sociales que mostraban un agujero similar en otro avión.
Ante esto, aunque aclaró que es “demasiado pronto” para decir que las causas de ambos incidentes están relacionadas, Waldron insistió en que eso es algo que los investigadores deben tener en cuenta.’
