Parece el equipamiento de un astronauta para sobrevivir en el espacio. Pero este traje gris, pesado, con una vidriera naranja es la mejor manera de saber qué es tener 75 años.
La idea nació de Rachel Eckardt, de la empresa del Centro Evángelico de Geriatría de Berlín (EGZB, por sus siglas en alemán), quien pensó que la mejor manera para que los estudiantes de gerontología pudieran entender las dolencias de sus pacientes era que ellos mismos las vivieran.
"Creo que algo mejor que pasarse horas frente al power point era buscar una herramienta que permitiera a los alumnos comprender mejor lo que es ser una persona de 75 años de edad", le dijo Eckardt a BBC Mundo.
El traje, que pesa 10 kilos, consiste en un casco y una chaqueta y un pantalón, que no permite la movilidad total de los brazos y las piernas. Tampoco la sensibilidad muscular y ni pensar en intentar en agarrar una moneda del suelo. Es casi imposible.
"Lo único que no podemos simular son los dolores que sufren algunas personas por la osteoporosis y la artritis. Pero les hacemos notar a los estudiantes para que comprendan aún mas la situación", explicó Eckardt.
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Manos y ojos a medias
Aunque en algunas clínicas de Reino Unido hace algunos años se intentó reducir la movilidad de algunos médicos para que comprendieran cómo vivían las personas mayores, es la primera vez que se desarrolla un traje con fines educativos.
Además del cuerpo, el traje viene con otros dispositivos. El primero son unos guantes que impiden la movilidad de las manos y de los dedos.
El otro es un casco con una visera naranja que reduce la capacidad visual y la auditiva. Al estar con eso puesto, anotó Eckardt, la persona a duras penas puede orientarse sin temor a caerse.
"Cuando se reduce la capacidad auditiva no solo se reduce la habilidad de escuchar, sino también el equilibrio de la persona. Con la visera naranja, la persona no solo ve borroso, sino que además no pueden identificar texturas ni colores", explicó.
Un nombre, muchas dificultades
El proyecto de Age Men, que se inició en 2012, intenta, además de que sientan las dificultades de la edad, también comprendan que la geriatría no es una sola enfermedad.
"La mayoría de las personas de avanzada edad sufren de muchas cosas, no de una sola. Por eso el traje no se limita al movimiento o a la visión. Es integral en ese sentido", explicó.
Para algunos estudiantes que se han probado el traje, lo que queda claro es que permite tener otra opinión sobre la atención que deben prestar los especialistas en gerontología.
"Nos hace pensar que tenemos que hablar más duro y más claro. Y que cosas que para nosotros son fáciles como levantarnos de la cama, para otras personas no es tan sencillo", explicó a BBC Mundo Elizabeth Steinhagen, una de las estudiantes del programa de EGZB.
Más adultos mayores
Una de las razones que llevó a desarrollar este traje es el aumento en la población adulta mayor en los próximos años. Por ejemplo, en países como Alemania y Japón se espera que para el año 2030 la población mayor de 60 sea del 26%.
En los países de América Latina el índice también está al alza. Según el Instituto Nacional de Estadística del Perú, en 2020 el 11% de la población de este país será mayor de 60 años. Y en Colombia, se espera que la cifra de adultos mayores alcance los seis millones.
"Necesitamos que las personas que se van a encargar de las personas mayores tengan empatía con ellos. Mucha gente piensa que es fácil poder entender lo que les pasa, pero cada día me doy cuenta que no es así", concluyó Steinhagen.