“Mis hijos están en la casa encerrados y sorditos”, exclamaba Rosario M., una de las 21 moradores de Santa María, Sayausí, que luego de ingerir hígado el miércoles anterior, empezaron a sufrir una disminución en su audición.
La mujer junto a familiares de los afectados, acudieron la mañana de ayer a una radio emisora local para hacer la denuncia pública sobre el hecho.
Manifestó que el miércoles de la semana pasada, con su familia compraron hígado en una de las despensas de la cooperativa COOPERA para comerlo en la merienda, sin embargo, a la mañana siguiente, sus parientes despertaron con una especie de zumbido en los oídos y con pérdida en su audición.
Los afectados acudieron a la sala de emergencias del hospital “Vicente Corral Moscoso”, en donde se les atendió con suero y tomaron muestras de sangre para realizar análisis y determinar que tienen.
Lidia Zamora, epidemióloga del Hospital, comentó que se tomó muestras de hígado que fueron enviadas al Instituto Nacional de Investigación y Salud Pública (INISP), para ser analizadas.
La doctora informó que aún no se podría hablar de una intoxicación y los resultados de los exámenes, que se conocerán esta semana, ayudarán a determinar las causas.
Por su parte, Rodrigo Aucay, gerente de Coopera, dijo que se enteró del hecho, la maña de ayer, y le parece raro que exista un grupo de personas afectadas cuando el producto lo consumen miles de personas.
Aseguró que los productos de Coopera pasan por revisiones técnicas antes de su consumo, por lo que descartó que el problema haya ocurrido por contaminación, pero indicó que investigarán hasta saber que fue lo que pasó