Estar en Cuba y usar internet es como viajar en el tiempo y volver a mediados de la década de los 90. A aquellos tiempos en los que a internet se accedía por vía telefónica, con el característico tono de llamada y sonido blanco, previo a poder navegar en una red de velocidad a paso de tortuga.
Tres son las vías que hasta hace poco disponían los cubanos para acceder a la red: tener un permiso especial de acceso con una cantidad determinada de horas de uso, a través de la "compra" (práctica ilegal) de horas a alguno de los primeros o utilizando las computadoras con acceso a internet disponibles en las universidades.
Recientemente, el gobierno anunció una cuarta vía con la apertura de 118 cibercafés de pago en distintos puntos de la isla, que se almientarán del cable de fibra óptica que conectó a Venezuela con Cuba abriendo así la isla a una de las tecnologías más revolucionarias de las últimas décadas.
Pero a diferencia de muchos otros lugares, los cubanos todavía ven limitados ciertos usos de la red.
Sin compras en línea
Los cubanos usan internet para casi las mismas cosas que todo el mundo: informarse, enviar correos electrónicos, escuchar música o visitar redes sociales, pero la mayoría no pueden comprar en línea.
En Cuba las compras en internet apenas existen porque se vive aquella fase, que muchos recordarán, en la que el acceso a internet era todavía limitado y pocos entendían eso de comprar sin tocar y palpar la mercancía. Esto hay que sumarlo al hecho de que en Cuba casi nadie dispone de tarjeta de crédito.
Lo que sí existe en la red son tablones de anuncios como "Revolico", donde se pueden encontrar todo tipo de clasificados. En ellos la gente no compra nada en línea, sino que ubican los contactos de gente que alquila su casa u ofrece servicios como limpiezas de cutis.
Videos imposibles y noticias
Debido a la lentitud de las conexiones a internet disponibles en Cuba, visualizar videos en páginas como YouTube es casi una misión imposible.
"YouTube no lo ve nadie, porque no hay nadie quien pueda ver el video con la cantidad de volumen de transmisión de datos, te pasarías un día entero abriendo el videíto. Incluso las fotos son difíciles de abrir con la lentitud de la red", destaca por su parte nuestro corresponsal en la Habana, Fernando Ravsberg.
"Después lo demás está todo abierto, todos los periódicos del mundo, hasta el Nuevo Herald. Lo que sí está prohibido son las páginas más radicales con el exilio cubano. En España hay dos páginas anti-castristas, diario de Cuba y el Cuba encuentro, la primera está permitida, la segunda no".
El impacto del embargo
Los cubanos tampoco pueden hacer eso de tratar de encontrar su casa a través de Google Earth.
Parte de las desventajas del embargo económico impuesto por Estados Unidos, es que los cubanos se ven limitados cada vez que quieren hacer uso de las innovaciones tecnológicas que brotan del vientre creativo de Google.
Cada vez que alguien accede desde Cuba a una de estas páginas bloqueadas, se encuentra con un mensaje que dice que no se puede acceder a la página al proceder la petición de una IP "de un país sancionado por los Estados Unidos".
Lo mismo ocurre con otros recursos útiles como cualquier descarga de la página Sourceforge.
Según el cubano Ernesto García, el bloqueo de esta página "afecta mucho a programadores y técnicos de computación en general".
"Cualquier descarga de Sourceforge, que hospeda muchísimos proyectos de código abierto de gran interés y utilidad, descargas de Oracle que incluyen sofwares gratis y código abierto como Java, MySQL, Netbeans, Virtualbox, etc …"
Los residentes en Cuba tampoco pueden acceder a paginas de música en línea como Spotify, descargar música de iTunes o utilizar sistemas de almacenado de archivos como Dropbox.
"No importa si el usuario por la razón que sea tiene dinero en su cuenta para pagar por dicha música o app de iPhone, desde Cuba no se pueden bajar. La lista es bien grande", apunta García.
Guerra al porno
La política respecto a los contenidos pornográficos en Cuba es muy estricta y el acceso a este tipo de contenidos puede llevar incluso al cierre de la cuenta de internet del usuario.
"La pornografía es una guerra parroquial", asegura Ravsberg, "basta con que se muestre un pecho.. Hasta la publicidad. Son muy radicales en el tema de la pornografía. Cualquier cosa, cualquier página de contacto está prohibida".
"Pero pasa también en la televisión", señala por su parte la periodista Karen Brito, quien trabaja para la televisión cubana,"el manejo de internet es una expresión de políticas que vienen desde hace tiempo y son aplicadas también a la internet. Por ejemplo, la cosa de la pornografía, en Cuba no se vende en quioscos en stands o en televisión. Forma parte de la misma línea".
No apto para menores
Algo que ha sido controvertido con la nueva apertura de cibercafés en la isla, es la prohibición de que a ellos accedan menores de 18 años.
"Estamos dejando de lado a una generación, que no podrá hacer uso de todos los conocimientos que hay en internet", critica Brito,"a los niños les enseñan computación desde que son pequeñitos ¿Por qué no en las otras enseñanzas? Es una de las limitaciones más discutibles, porque estás marginando a un sector importante".
Pero a pesar de los bloqueos, restricciones y lentitud con la que los cubanos están accediendo a la internet, Brito destacan la importancia de las nuevas políticas públicas respecto a la red con la apertura de cibercafés.
"Llegamos tarde a la internet, requetetarde. Uno por ser un país pobre y dos porque Estados Unidos tiene un conflicto histórico y ha limitado el acceso a los materiales, a los satélites. Tuvimos que hacer algo loco como un cable entre Venezuela y Cuba, cuando tenemos uno que conecta con Florida".
"Pero desde mi punto de vista es positivo, a pesar de que es caro. Como dice mi abuela, mejor tarde que nunca".