Un juego entre tradicionales rivales del fútbol italiano dio lugar este fin de semana a una extraña historia que tuvo como protagonista a un entrenador vestido de camuflado.
Luca De Pra, entrenador de porteros del Génova FC decidió vestirse a lo comando militar y, bajo un árbol, espiar a su archirrival, el Sampdoria.
Los equipos, que comparten el estadio Luigi Ferraris de la ciudad de Génova, protagonizan una de las rivalidades más importantes de Italia.
El sábado, un día antes del gran partido, el entrenador fue descubierto en esa comprometedora posición.
"Estaba escondido bajo un árbol a lo Rambo", así lo describió el Sampdoria FC en un comunicado de prensa.
Perseguido
"Ningún director o miembro del personal de entrenadores envió a Luca De Pra, entrenador de porteros del equipo juvenil, a observar una sesión en Bogliasco. Se trató de una iniciativa personal", dejó claro el Génova en un comunicado que hizo público en la web del equipo.
"Esto nunca se ha hecho antes y no forma parte del modus operandi del club. El Club hace saber que De Pra ha sido suspendido con efecto inmediato a la espera de más explicaciones".
El entrenador, quien es el nieto del exportero Giovanni De Pra, fue perseguido por el personal del Sampdoria después de ser descubierto.
Sin prisioneros
Por su parte, el mánager del Sampdoria, Delio Rossi, hizo unas declaraciones a la altura del incidente.
"Que el derbi sea una cuestión de nervios, tácticas y estrategia es algo que ya sabemos, pero francamente nunca pudimos imaginar que se convertiría en una escena de espionaje", se puede leer en el comunicado.
"Como Rambo, oculto entre las ramas de la colina, Luca De Pra no pudo superar las operaciones de inteligencia y contrainteligencia del Sampdoria. No obstante, no se tomaron prisioneros y tampoco se derramó sangre".
"Una vez perseguido y detenido con las manos en la masa, se procedió a dejar en libertad al soldado de la oposición para que regresara a su base", continúa Rossi.
"Siempre debes perdonar a tus enemigos, pues no hay nada que les moleste más".
Lo que queda claro es que el cuerpo técnico del Génova sabe más de fútbol que de espionaje. Pues pese a la fracasada misión de reconocimiento de su entrenador, el cuadro se impuso con facilidad sobre el Sampdoria en el juego del domingo, por el abultado marcador de tres a cero.