Un nuevo estudio sugiere que es posible detectar indicios tempranos de autismo en bebés menores de seis meses.
En el trabajo publicado en la revista Nature se analizó cómo los infantes se fijan en los rostros desde que nacen hasta los tres años.
Los investigadores en Estados Unidos descubrieron que los niños a los que más tarde se le diagnosticó autismo y que inicialmente tuvieron un desarrollo normal, pero mostraron un contacto visual disminuido -la marca del autismo- entre los dos y los seis meses de nacido.
Expertos en el Reino Unido consideran que estos resultados alimentan la esperanza de una intervención más temprana.
En la investigación realizada en la escuela de medicina de la Universidad de Emory, en Atlanta, los científicos utilizaron una tecnología de seguimiento del ojo para medir la forma en que los bebés miran y responden a estímulos sociales.
Se dieron cuenta que los niños a los que más tarde se les diagnosticó autismo, a partir de los dos meses de nacidos empezaron a mostrar una disminución constante en la atención a los ojos de otras personas, cuando observaban videos de interacciones humanas.
"Esto por primera vez nos indica que es posible identificar algunos de los signos de autismo en los primeros meses de vida", le dice a la BBC el doctor Warren Jones, jefe de la investigación. "Estas son las señales más tempranas de autismo que jamás hayamos observado".
Contacto visual
El estudio, que se hizo en colaboración con el Centro de Autismo Marcus y Salud Infantil de Atlanta, hizo un seguimiento a 59 infantes que tenían un alto riesgo de desarrollar autismo, porque tenían hermanos con este trastorno que es de por vida, y a 51 infantes con bajo riesgo.
El doctor Jones y su colega Ami Klin les hicieron un seguimiento hasta los tres años, que es cuando se hace una evaluación formal de autismo. Trece de ellos, 11 niños y dos niñas, fueron diagnosticados con algún tipo de este síndrome, que incluye el síndrome de Asperger.
Los investigadores revisaron los datos que habían recogido de estos pequeños desde su nacimiento y lo que descubrieron les sorprendió.
"En los infantes con autismo, el contacto visual empieza a declinar a los seis meses de vida", cuenta el doctor Jones, quien aclara que esto sólo se puede detectar con tecnología sofisticada y que los padres a simple vista no lo pueden detectar.
"Si los padres están preocupados, deben hablar con el pediatra", agrega.
Trastorno complejo
Por su parte, la doctora Deborah Riby, del departamento de psicología de la Universidad de Durham, en el Reino Unido, considera que el estudio ofrece una idea del momento en que hay una atención social atípica en niños que más tarde podrían desarrollar este trastorno.
"Estas marcas tempranas son extremadamente importantes para nosotros, cuanto más temprano se diagnostica a un niño, más rápido se puede intervenir", señaló.
Por su parte Caroline Hattersley, jefa de información, consejo y defensa de la Sociedad Nacional de Autismo del Reino Unido, señaló que el trabajo "está basado en una muestra muy pequeña que necesita ser replicada en una escala mucho mayor antes de arrojar conclusiones concretas".
"El autismo es un trastorno muy complejo", agregó. "No hay dos personas iguales con autismo, por lo que se requiere un enfoque integral para el diagnóstico, que tenga en cuenta todos los aspectos de la conducta de un individuo".
Hattersley aclaró que era vital que cualquiera con autismo pueda tener acceso al diagnóstico, pues esto puede ser la clave para alcanzar su mayor potencial con el apoyo adecuado.