Si una mujer embarazada tiene la barriga puntuda, entonces va a tener un niño. Si el peso está más distribuido en el medio, es una niña. O eso es lo que dice la sabiduría popular.
Como cualquier madre confirmará, no faltan familiares y amigos que ofrecen leyendas urbanas sobre cómo adivinar el género del bebé durante el embarazo. Incluso extraños las abordan en la calle para hacer sus apuestas basándose en señales "definitivas", como la forma de su panza.
Pero no es tan simple.
Hay dos variables que determinan la naturaleza de la barriga de una mujer en cinta.
La primera es el tamaño del bebé. Es cierto que en promedio los niños pesan más al nacer que las niñas, y eso podría hacer que la barriga se vea un poco más grande. Sin embargo, esa diferencia de peso no cambia la forma de la panza.
La segunda es la posición del feto en el vientre. Si tiene la espalda al frente, el estómago se verá más puntudo. Pero si la espalda está paralela con la de la madre, el abdomen se ve más aplastado.
Como la posición que el bebé adopta a medida que se desarrolla no depende de su género, es un mito que la forma de la barriga indica si es niño o niña.
Las otras pistas
Entonces, si no se puede predecir el sexo de un bebé según la forma de la panza, ¿hay otras formas válidas?
Obviamente, colgar un anillo de bodas en una cuerda sobre la barriga para ver cómo se mueve no revelará la respuesta, pues el feto no puede tener ningún impacto sobre un objeto exterior.
Tampoco hay ninguna evidencia de que el tipo de antojos que tenga la madre dependen del género del feto.
¿Y la idea de que si las náuseas matutinas son más fuertes, la mujer está esperando una hija?
La teoría es que si se trata de una niña, las madres reciben una dosis doble de hormonas femeninas, y eso hace que se sientan mal.
De nuevo, eso es un mito.
En la mayoría de los casos, las náuseas matutinas ocurren durante las primeras 12 semanas, cuando el embrión es muy pequeño y los niveles de hormonas relacionadas con el género son bajos.
Para saber
La única forma confiable de saber cuál es el sexo de un bebé son los exámenes médicos: exploración por ultrasonido, amniocentesis o muestreos de vellosidades coriónicas, en los que se toma una muestra de células de la pared placenta.
Los últimos dos exámenes se hacen para determinar el sexo sólo si hay riesgo de un problema relacionado con el género para el feto.
Las exploraciones por ultrasonido son más comunes.
No obstante hay una señal, aunque bastante tardía, que puede dar una pista.
Durante años, las parteras han bromeado durante los partos largos diciendo que "si es difícil, debe ser hombre".
Pero parece que hay algo de verdad en ello.
Un estudio irlandés publicado en el British Medical Journal examinó 8.000 partos en un hospital de Dublín entre 1997 y 2000.
Los autores encontraron que en promedio los trabajos de parto tomaban más tiempo cuando se trataba de un niño y había más complicaciones que requerían intervenciones como cesáreas.
Así que si algún día está en medio de un parto difícil, eso podría indicar que lo que viene es un hombre. No obstante, recuerde que se trata de promedios, así que hay muchos trabajos de parto difíciles en los que nace una bebita.
Además, apenas termine el parto, sabrá.