1. Cambia el auto o el transporte público por la bici. Si las distancias así te lo permiten, dirígete a tu lugar de trabajo utilizando tu bicicleta. Es cierto que andar en dos ruedas por la calle de la ciudad resulta complicado, pero hoy en día, existen varias vías exclusivas para hacerlo.
Ir al trabajo en bicicleta no sólo trae beneficios a tu físico al ser un ejercicio aeróbico; también te libera del estrés que genera el conducir o estar atorado en el tráfico; además, al final del mes, notarás un beneficio en el bolsillo, pues podrás ahorrar ese dinero que gastas en gasolina o en el transporte público.
2. Beber más agua. Hemos escuchado por ahí que lo recomendable es beber de un litro y medio a dos de agua al día, pero cuando has tenido un día lleno de compromisos y bastante agotador, lo mejor será que hagas el esfuerzo de tomar medio litro más.
Con ello, el cerebro y el resto de tus órganos se activarán y funcionarán de la forma adecuada; además, esto hará que tengas la necesidad de ir más veces al baño, lo cual implica moverte de tu sitio, lo cual se traduce a un cambio de posición que el cuerpo siempre agradece.
3. Evita elevadores y escaleras eléctricas. Qué mejor que mantenerse activo en tu propio lugar de trabajo que utilizando las escaleras varias veces al día para llegar a tu sitio de trabajo.
Al principio te costará, pero conforme pasen los días, lo harás cada vez más rápido. Esta actividad también mejorará el aspecto de tus glúteos y trabajarás ciertos músculos, como cuádriceps e isquiotibiales; tu metabolismo se acelerará y si lo haces a la hora de la salida, llegarás de mejor ánimo a casa. Si laboras en un piso muy alto, te sugerimos que hagas parte de tu trayecto con el elevador y el otro a pie.
4. Despierta con música. Muchas veces inicias el día ya cansado, pues digamos que el sonido que hace el despertador no es el más agradable. Este desagradable ruido provoca que tu sueño se interrumpa de forma abrupta, lo cual se traduce ya en un mal día.
Aunque no está científicamente comprobado, hay quienes han cambiado la alarma por música suave, un hecho que ha mejorado significativamente sus días, pues el día empieza de muy buena forma y tu descanso no se ve cortado de forma tan repentina.
5. Salir a caminar después de la comida. Organízate y divide tu tiempo de comida de forma adecuada para que no comas con apuros y tener mínimo 20 minutos para salir de tu oficina a dar un paseo.
Con ello te librarás de sentirte con sueño en el momento que regresas a tu lugar de trabajo para continuar con tus actividades, además de que mejoras tu circulación y tu metabolismo.
6. Inscríbete al gimnasio o a una actividad extra. Distráete de la agobiante jornada laboral inscribiéndote en el gimnasio. Si de plano no te gusta o te sientes muy cansado, por qué no pruebas con clases de yoga o de baile, son dos actividades que no demandan tanto esfuerzo físico y que te ayudarán a relajarte y a mantenerte activo.
También, si en tu trabajo tienen actividades extras, como ligas o torneos deportivos, no dudes en inscribirte a uno de ellos, pues no sólo te ayudarán a liberar tensiones, sino también podrás convivir y conocer a otras personas con las que no convives frecuentemente en el trabajo.
7. Adquiere un podómetro. Un podómetro es un aparato electrónico que cuenta los pasos que una persona realiza, gracias a que puede detectar el movimiento que realizan las caderas.
Teniendo uno de estos a la mano, te ayudará a saber si necesitas mantener más activo durante el día, pues podrás saber con exactitud cuántos pasos has dado. Eso te hará sentir mejor.
8. Disfruta de tus fines de semana. Olvídate de quedarte en tu casa en tus días de descanso. Haz un esfuerzo junto con tu familia para que aprovechen y salgan el fin de semana a sitios que estén cerca de la ciudad y que te ayuden a romper con las aburridas rutinas.
En caso de que la economía no te permita hacer esto, organiza una salida al parque; armen un picnic y un paseo en el lugar. Además de relajarte, caminar al aire libre de manera constante te ayudará a quemar calorías.
9. Proponte regresar a tu casa temprano un día a la semana. Sabemos que el trabajo es totalmente demandante, pero eso no quiere decir que tengas que sacrificar todos tus espacios personales por los laborales.
Aunque tengas muchas cosas y pendientes qué hacer en la oficina, márcate como objetivo tratar de salir del trabajo a tu hora o un poco antes como mínimo un día a la semana. Aprovecha ese tiempo para convivir con la familia y reunirte con tus amigos. Ambas actividades te llenarán de energía.
10. Ten un perro. Si eres de las personas a las que les cuesta mucho hacer ejercicio o simplemente, no les gusta el gimnasio, tener un perro en casa se convierte en la mejor opción para mantenerte activo.
Además de que el can se convertirá en tu gran amigo y tu más fiel acompañante, será el motivo principal para que te actives, ya que tendrás que sacar a pasearlo, mínimo dos veces al día, lo cual te obligará a caminar diariamente.