El presidente chileno, Sebastián Piñera, inauguró formalmente este miércoles en el desierto de Atacama el ALMA, el radiotelescopio más grande del mundo.
El proyecto recogerá información sin precedentes que nos podrá ayudar a comprender los orígenes del universo.
ALMA significa, en inglés, Atacama Large Millimeter/Submillimeter Array. Se trata de un conjunto de 66 enormes radiotelescopios destinados a observar longitudes de onda milimétricas y submilimétricas.
Están ubicados a más de 5.000 metros de altura en el desierto de Atacama, de modo que es la segunda construcción del hombre más alta del mundo, después de una estación de ferrocarril en los Himalayas tibetanos.
Llevó más de una década construirlo y se estima que ha costado al menos US$1.300 millones. Ha sido co-financiado por Europa, Estados Unidos, Canadá, Japón y Chile.