De las 6.241 personas que votaron para decidir si aceptaban o no el desarrollo de un proyecto minero en su municipio, sólo 76 dijeron que sí. Un abrumador 97,92%, -6.165 habitantes de Cajamarca, en el central departamento colombiano del Tolima-, dijeron que no.
Fue así como este domingo rechazaron, mediante consulta popular, que la minera global de origen sudafricano AngloGold Ashanti (AGA) lleve adelante su proyecto de extracción de oro a cielo abierto llamado La Colosa.
El pueblo, según los reportes de prensa, estalló en celebraciones al conocer los resultados.
Volvió a hablarse del triunfo de David contra Goliat, como BBC Mundo había señalado en 2013, cuando otro municipio del Tolima, Piedras (vecino de Cajamarca), también le dijo que no al proyecto minero de AGA.
Sin embargo, hay una diferencia importante: en 2013, las ciudades y los municipios no podían prohibir la minería en sus territorios, pues la regulación del uso del subsuelo era considerado de competencia del gobierno central.
Vinculante
Ahora, según una ley de 2015, las consultas populares son vinculantes y sus resultados deben implementarse.
En un comunicado publicado en el sitio web de su filial en Colombia, AGA reconoció la derrota, que da por tierra con el proyecto de la que podría haber sido la más grande mina de oro de Sudamérica.
Los habitantes de Cajamarca optaron por privilegiar la vocación agrícola del municipio, al que llaman “la despensa agrícola de Colombia”.
Dijo que es respetuosa de los mecanismos de participación ciudadana y de sus resultados y que ahora analizará las consecuencias y el impacto que tiene el voto popular del domingo sobre el proyecto.
La compañía agregó: “Lamentamos que por cuenta de un debate mal planteado sobre la minería en Colombia, se ponga en riesgo que el país y la región reciban los beneficios de la minería bien hecha y responsable”.
Para los cerca de 20.000 habitantes de Cajamarca la decisión está tomada: no quieren minería en su territorio, en el que optaron por privilegiar la vocación agrícola del municipio, al que llaman “la despensa agrícola de Colombia”.
El asunto es que mientras el nivel local tiene poder decisión sobre el suelo, en Colombia el subsuelo está bajo competencia del gobierno.
Por lo tanto, dijo el ministro de Minas y Energía, Germán Arce, en diálogo con la emisora RCN La Radio, en caso de que procedimientos administrativos como el otorgamiento de una licencia ambiental le den el visto bueno a AGA, la tensión entre las competencias local y nacional deba ser resulta por las cortes o el Congreso.
El 26 de febrero pasado el municipio de Cabrera, en el departamento de Cundinamarca, rechazó en consulta popular las actividades mineras e hidroeléctricas. Y se espera para este año una consulta en el municipio de Cumaral (departamento oriental del Meta), sobre explotación petrolera.
Para Colombia sigue abierto el debate, que seguramente se repetirá en otros municipios del país, frente a otros casos: ¿privilegiar la conservación o privilegiar el incentivo económico de proyectos de minería y energía fósil?