“Si Venezuela fuera sumida en el caos y la violencia y fuera destruida la Revolución bolivariana, nosotros iríamos al combate, nosotros jamás nos rendiríamos y lo que no se pudo con los votos lo haríamos con las armas, liberaríamos nuestra patria con las armas”.
Esa fue la advertencia del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, este martes en un acto sobre la Asamblea Constituyente que impulsa el mandatario y que la oposición rechaza.
“Que nadie se llame a engaño, queremos paz, somos hombres y mujeres de paz, pero somos guerreros”, agregó el presidente.
El presidente impulsa el proceso para elegir una constituyente, según dijo, como “el único camino para lograr la paz” en el país.
El líder opositor Henrique Capriles criticó las palabras del mandatario y afirmó, en la red social Twitter, que Maduro “declaró la guerra a los venezolanos”.
Crisis
En medio de la fuerte crisis económica que vive el país, que registra la mayor inflación del mundo, la oposición reclama elecciones y se niega a participar en el proceso para elegir la Constituyente el 30 de julio.
Aunque las protestas comenzaron en rechazo a dos sentencias del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) en las que se atribuía poderes del parlamento, ahora de mayoría opositora.
La ola de protestas y saqueos dejó 76 muertos en Venezuela.
El gobierno de Maduro acusa a la oposición de iniciar una ola de “violencia neofascista” para desestabilizar y promover una intervención extranjera.
La oposición, por su parte, acusa al Ejecutivo de haberse convertido en una “dictadura” y a las fuerzas del orden de una brutal represión de las marchas de protesta.
Las marchas opositoras y la represión por parte de las fuerzas de seguridad ha dejado al menos 76 muertos.
Este mismo martes, un guardia macional murió en el estado Aragua, en el centro de Venezuela por un disparo en la pierna en medio de los saqueos registrados en la ciudad de Maracay después de que la protesta antigubernamental volviera a acabar en disturbios.
Las protestas en Venezuela llevan casi tres meses.